Protozoo

Protozoos
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Clasificación Científica
Reino:Animalia
Subreino:Protozoa

Protozoos o protozoario. Son los animales más sencillos, por lo general microscópicos. Su protoplasma carece de divisiones, por lo cual se consideran organismos acelulares. Pertenece a los Protistas.

Historia del descubrimiento

El descubrimiento de los protozoos está muy ligado a la invención y descubrimiento del microscopio. Antonio Van Leeuwenhoek, holandés, fue un excelente constructor de lentes y de este modo fabricó notables microscopios simples, que lograban hasta 270 aumentos, con los que observaba todo aquellos que cayera en sus manos. Con los microscopios por él fabricados descubrió algunos protozoos que habitan en las aguas estancadas, tales como la Euglena y algunas especies de protozoos provistos de cilios. En 1674 descubrió un protozoario parásito existente en la vejiga del conejo, al que señaló como un corpúsculo oval, y que casi seguro fuera el quiste del parásito llamado Eimeria.

En 1681 descubrió algunos protozoos parásitos del hombre en su propio excremento y, entre ellos, el organismo que se conoce como Lamblia. Todos sus descubrimientos, los iba comunicando en forma de cartas a la Real Sociedad de Londres, donde los hombres de ciencia comprobaron la certeza de sus observaciones, lo que le valió la designación de miembro de la Sociedad. Este ilustre investigador fue llamado el padre de la protozoología.

Características

A pesar de su pequeñez los protozoos ejercen una gran influencia en las actividades del hombre. No solo muchos de ellos son capaces de producir graves enfermedades como la disentenaria y el paludismo, sino otros ejercen una acción beneficiosa como formadores de la corteza terrestre, como ocurre con los foraminíferos y radiolarios. Estructuralmente, se parecen a una célula de los animales pluricelulares o metazoos, aunque desde el punto de vista funcional son organismos completos que ejecutan todas las funciones esenciales, propias de la vida animal. Los protozoos constituyen animales primitivos, algunos de los cuales poseen la clorofila, euglena. Por su estructura y funciones se asemejan a las plantas denominadas Algas, lo que confirma el origen común de los animales y las plantas.

El organismo de los protozoos es capaz de realizar todas las funciones inherentes a los demás animales, así se verifican en ellos las funciones de nutrición, reproducción y muestran formas de reacción ante los estímulos de los agentes del exterior.

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Especies de protozoos

Es frecuente que en la mayoría de los textos se señalan, a los protozoos como animales monocelulares o formados por una sola célula, sin embargo, se debe destacar que en los protozoos el protoplasma no se halla dividido en células, aunque el cuerpo de los mismos presenta una gran semejanza a las células de otros organismos. Se admite que los protozoos y los restantes animales o metazoos proceden por evolución de un tronco común ancestral constituido por una sola forma monocelular y que los protozoos en su descendencia han conservado, a partir de su forma originaria de la que provienen, una especialización dentro de los límites de una célula, exceptuando a aquellos protozoos de forma coloniales, aunque se debe destacar que en este último caso las células son iguales, es decir, sin que se diferencien formando tejidos.

 Agrupación

Atendiendo a sus sencillos órganos de locomoción los protozoos se agrupan en cuatro clases: los flagelados con flagelos, los rizópodos con seudópodos, los esporozoarios sin órganos de locomoción que se han transformado en animales de estructura simplificada en razón de su vida parasitaria, y los ciliados con cilios estos son los de mayor especialización.

Protozoos parásitos

En el intestino del hombre

En el intestino del hombre se encuentran algunos protozoos parásitos que poseen como órganos de locomoción uno o más flagelos o látigos. Entre estos está la Giardia lamblia, curiosos animal que está provisto de dos núcleos y de numerosos flagelos que se adhieren a la pared intestinal, causando trastornos en la absorción de las grasas y determinando la presencia de diarreas en el individuo parasitado. Un parásito provisto de cilios que habita en el intestino del hombre y de los cerdos jóvenes, de los cuales el hombre se contamina, es el Balantidio. Este parásito es el causante de la producción de úlceras al penetrar en la mucosa del colon y así determina la enfermedad denominada disentería balantidiana.

En la sangre del hombre

Algunos protozoos flagelados se encuentran en la sangre del hombre produciendo graves enfermedades. Entre estos los Tripanosomas y la Leishmania.

Los tripanosomas son protozoos flagelados de forma alargada que se encuentran en la sangre de los vertebrados y que pasan de uno a otro huésped por intermedio de invertebrados, especialmente insectos chupadores de sangre. Así este es el causante de la enfermedad del sueño, existente en África, es trasmitido por la mosca Tsétsé.

 En los animales domésticos

El ataque de los parásitos en los animales domésticos causa grandes perjuicios en la economía del hombre. Cierta especie de flagelados llamados tricomonas produce enfermedades en los pollos y pavos, así como el aborto en el ganado vacuno. Algunos tripanosomas son causante de la enfermedad del sueño que ataca a caballos, cerdos, vacas y que se conoce con el nombre de nagana.

El esporozoario llamado Eimeria parasita el hígado del conejo y la Nosema lo hace en el gusano de seda, causando graves daños en la industria. Esto último fue investigado por Louis Pasteur, quién salvo con sus investigaciones la industria de la seda.

Protozoos que afectan las tierras y protozoos formadores de suelos

En los suelos agrícolas existe intensa vida de microorganismos vegetales y animales. Entre los vegetales existen las bacterias que viven en simbiosis en las raíces de las plantas leguminosas y que ceden a éstas el nitrógeno que toman del aire a cambio de los hidratos de carbono que la planta elabora.

Los protozoos reducen el número de esas bacterias beneficiosas y de este modo limitan la producción de nitratos que son esenciales a la vida de las plantas cultivadas. Existen protozoos que poseen un caparazón o esqueleto externo protector formado por sustancias calcáreas o silíceas. Entre ellos se encuentran los foraminíferos y los radiolarios.

En otras épocas y bajo ciertas condiciones, los caparazones se fueron depositando en los fondos marinos en que estos animales viven, formando capas de variado espesor. Cuando esos fondos quedaron al descubierto han dado lugar a terrenos calcáreos.

Las grandes pirámides de Egipto fueron construidas con bloques de rocas formados por millones de esqueletos foraminíferos.

Para las investigaciones que se llevan a cabo en busca de petróleo resultan los foraminíferos una buena orientación para el hombre. Los estratos que contienen petróleo son identificados por el estudio de las especies de foraminíferos allí existentes, cuyas muestras van obteniéndose a medida que se profundiza en la perforación. Los radiolarios, por su parte, son también marinos y sus restos pueden hallarse entre las rocas silíceas.

Fuentes

  • José F. Wegener, Biología de los Animales, Ministerio de la educación, Editorial Nacional de Cuba, Primera Edición, La Habana, 1963.