Rafael Maceo

Rafael Maceo
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General de Brigada
NombreRafael Maceo Grajales
LealtadEjército Libertador cubano
Participó enGuerra de los Diez Años
Guerra Chiquita

Nacimiento24 de octubre de 1850
San Luis, Oriente, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento2 de mayo de 1882
Chafarina, Bandera de Marruecos Marruecos
CónyugeMaría de los Dolores Alcántara Echevarría
PadresMariana Grajales y Marcos Evangelista Maceo
Rafael Maceo Grajales (Cholón). General de Brigada. Cuarto hijo del matrimonio contraído por Mariana Grajales y Marcos Maceo. Acababa de cumplir los 18 años cuando marchó a la guerra. Participó en la Guerra del 1868 y en la Guerra Chiquita. Murió en prisión.

Datos biográficos

Hijo natural de Mariana Grajales y Marcos Evangelista Maceo, nació el 24 de octubre de 1850 y fue bautizado en la parroquia de San Nicolás de Morón por el presbítero José Tomás Chamorro Ortiz; al formalizarse este matrimonio, el 14 de julio de 1851, toma -al menos de facto- junto a sus otros hermanos ya nacidos, el apellido del padre.

Es curioso como, siendo analfabetos, Mariana y Marcos siempre se preocuparon porque sus hijos tuvieran la mejor educación. La madre les enseñó la limpieza física y del alma, la disciplina y la honestidad. Su padre los guio no solo en las labores del campo, sino que también les enseñó el hábil manejo de las pesadas armas de fuego de la época, los familiarizó con el uso del machete y los hizo, desde la más temprana edad, excelentes jinetes y buenos cazadores.

Rafael, desde muy pequeño, fue apodado cariñosamente por familiares y amigos como Cholón, pues dicen que tenía la cabeza grande. Junto a los padres y hermanos, trabajaba en las propiedades que tenían los Maceo en Majaguabo, San Luis; y a su vez aprendía las primeras letras con profesores privados. José Maceo, su hermano, estimaba que era el más valiente de ellos. Sus coetáneos resaltaban, entre sus cualidades más sobresalientes, su disciplina. Dicen que era alto y de perfil fino.

Se unió a Dolores Alcántara joven guantanamera con quien compartió los duros rigores de la manigua y el presidio, con ella tuvo una hija que al parecer falleció siendo niña.

Participación en la Guerra Grande

A los pocos días de iniciarse la contienda, irrumpió en las campiñas de Majaguabo una jauría de soldados realistas, que arrasaron e incendiaron las propiedades de la familia. Rafael se encontraba en esos momentos en la casa buscando algunas pertenencias, fue hecho prisionero y conducido maniatado a un cuartel de San Luis. Se presentó su padre Marcos Maceo y se ofreció a constituirse en rehén, en lugar del hijo, pero Rafael logró escapar y se incorporó inmediatamente a las fuerzas libertadoras. A los pocos días, por influencias de amigos, Marcos fue liberado.

Cholón integró, junto a sus hermanos Antonio y José, la División Cuba y participó en importantes combates en los inicios de la Guerra Grande. Ya teniente coronel, el futuro Titán dirigía dentro de esta División fuerzas del Cuarto Batallón que operaba desde los alrededores de Majaguabo, pasando por el Mijial y Pinalito. Rafael pudo haber tomado parte en las acciones combativas que se llevaron a cabo por esta fuerza los días 23 y 24 de agosto de 1870 en la zona, así como en el asalto al campamento español situado en el ingenio Songuito de Wilson. También participó en la invasión y campaña de Guantánamo, organizadas y dirigidas por Máximo Gómez.

Por toda su trayectoria como combatiente mambí en este período, Rafael apareció entre los condenados a muerte por el gobierno español, según resolución dictada por el Conde de Valmaseda, en marzo de 1869 y ratificada en enero de 1871.

El 8 de abril de 1872, junto con Antonio, “batió el cobre” en Santo Domingo contra los batallones de Reus y de Ingenieros. Bajo una tempestad de balas y de agua, los destacamentos peninsulares tuvieron que acantonarse en espera de refuerzos en el ingenio Sabanilla. Esta y otras acciones le valieron a Rafael su ascenso a capitán el 10 de mayo de este año.

El 10 de febrero de 1874 intervino en la acción de Naranjo-Mojacasabe, Camagüey. Fuerzas del Ejército Libertador, integradas por la infantería oriental y la caballería camagüeyana bajo el mando del mayor general Máximo Gómez, combatieron contra una columna española integrada por dos mil hombres. Ante el empuje de las fuerzas cubanas el enemigo se retiró.

Diez cicatrices

Cholón, según dibujo a partir de una foto en bastante mal estado del heroico general mambí.
Rafael Maceo se destacó también en el ataque y toma del caserío de Potrerillo, en Gibara, el 11 de enero de 1876. El 8 de noviembre de 1877 participó en el combate de Pinar Redondo, lugar ubicado a unos 24 kilómetros al nordeste de San Luis, en la hoy provincia de Santiago de Cuba. Estaba en esa acción bajo el mando de su hermano José, quien con un reducido número de hombres (15 en total), derrotó a una columna de 350 efectivos dirigidos por el teniente coronel Valenzuela. Los cubanos tuvieron dos heridos, entre ellos, grave, Rafael Maceo Grajales, quien recibió siete impactos de bala.

Mientras en Camagüey se firmaba el bochornoso Pacto del Zanjón, los hijos de Mariana y Marcos se llenaban de gloria en el oriente cubano. Tal es el caso del combate de Tibisial, donde intervino Rafael, ya repuesto de sus heridas. El 10 de febrero de 1878 combatió bajo el mando de su hermano, el entonces teniente coronel José; quien había recibido, a su vez, órdenes de Antonio para proteger el hospital de sangre, el depósito y los ranchos de las familias que se encontraban en ese lugar. Con solo 13 hombres de su escolta, José cargó contra el batallón de Reus, que contaba con 213 efectivos, y lo obligó a retirarse, no sin antes causarle numerosas bajas mortales, entre ellas la del jefe peninsular, quien recibió por parte de las fuerzas mambisas los honores militares.

Rafael vuelve a aparecer en la historia al participar en la Protesta de Baraguá junto a su hermano Antonio. El gobierno provisional del mayor general Manuel de Jesús Calvar lo ascendió a teniente coronel y lo destinó a operar en una columna volante bajo el mando de su hermano José.

Es natural que durante este período, Rafael, al mando del general José, participara en acciones como el ataque al poblado de Dos Caminos de San Luis (27 de abril de 1878), y la defensa del campamento donde se encontraba la Junta de Gobierno (11 de mayo de 1878). Finalmente la tropa de José capituló el 8 de junio de 1878, en San Luis.

Durante los diez años de guerra, el joven Rafael se había ganado merecidamente fama de batirse en cada combate. Al terminar la contienda, ostentaba sobre su piel, a modo de otras tantas condecoraciones, diez cicatrices de balas enemigas.

De nuevo en la manigua

Nuevamente, en la Guerra Chiquita, Rafael se destacó en el combate de Altos de Boquerón, sitio ubicado en la región guantanamera (20 de marzo de 1880), contra una columna española dirigida por el comandante Enrique Ubieta. Al referirse a esta acción, el militar ibérico escribió:
“Hoy como a las dos de la tarde, viniendo de Yateras, fui atacado por numerosas fuerzas cubanas y después de dispersar toda la escolta y estar herido me hicieron prisionero conduciéndome ante los coroneles José y Rafael Maceo […]”.
Retablo de los héroes, en el cementerio Santa Ifigenia, donde reposan actualmente los restos del general Rafael Maceo.
Entre el 29 y el 30 de marzo de 1880, se registró uno de los combates más intensos librados durante la Guerra Chiquita en la provincia de Santiago de Cuba: el de Arroyo de Agua. Esta acción constituyó una importante victoria para las fuerzas cubanas. Pero ella no pudo paliar la difícil situación existente para el mambisado, sin armas suficientes y con los principales jefes, como el general Antonio, en el exterior, sin recursos para viajar a Cuba e incorporarse a la insurrección. Rafael Maceo, ya con el grado de general de brigada, junto a otros bravos guerreros, se vio obligado a capitular el 15 de junio de 1880.

Engañado por las autoridades españolas, las cuales se habían comprometido con su hermano José en la libre salida del país hacia Jamaica de todos los mambises implicados en la insurrección que lo desearan, Rafael fue detenido y enviado a la prisión de Chafarinas, en Marruecos, adonde arribó el 8 de agosto de 1880, unos días después de José, también engañado y detenido. A Cholón lo acompañaba en calidad de prisionera María de los Dolores Alcántara Echevarría, su mujer desde los 14 años y con la que contrajo matrimonio en Chafarinas, el 27 de marzo de 1882.

Últimos días

El cortejo fúnebre se dirige a la necrópolis santiaguera, es febrero de 1955. Con su presencia activa el pueblo impidió que la tiranía batistiana convirtiera el acto solemne en una farsa politiquera.
Los cubanos confinados en estas cárceles debían realizar trabajos forzados con el agua hasta la cintura. Esto pudo provocar que el general Rafael contrajera pulmonía, causa de su deceso el 2 de mayo de 1882.

El 8 de febrero de 1955, el periódico Oriente publicó que los restos del brigadier Rafael Maceo Grajales y del coronel Juan Cintra, del Ejército Libertador, habían retornado a la patria. Trasladados dos días después a Santiago de Cuba, fueron inhumados dignamente en el Cementerio Santa Ifigenia.

Fuentes

  • Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera Parte (1510-1898). Tomo I. Biografías. Ed. Verde Olivo, Ciudad de la Habana, 2001.
  • Archivos del Centro de Información del Centro de Estudios Antonio Maceo Grajales. Santiago de Cuba. 2011.
  • Rafael Maceo Grajales. Revista Bohemia