Ramón Gómez Silvera

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Ramón Gómez Silvera
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Martir Revolucionario
Nacimiento27 de agosto de 1933
Jiguaní Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento17 de noviembre de 1957
Bayamo, Cuba
Causa de la muerteAsesinado
Otros nombrespinguingui

Ramón Gómez Silvera. Miembro activo del Movimiento 26 de Julio en ciudad de Jiguaní, murió asesinado en el parque central de la ciudad de Bayamo el 17 de noviembre de 1957.

Biografía

Infancia y juevntud

Ramón Gómez Silvera nació de cuna muy pobre, en Jiguaní, el 27 de agosto de 1933. Fueron sus padres Norberto Gómez y Marina Silvera, quienes residían en el Reparto San Antonio, hoy Hermanos Gómez. Lo apodaban “Pinguingui”.

Era rubio, delgado y de mediana estatura. Tuvo una difícil infancia, carente de posibilidades, por lo que asistió poco a la escuela. De carácter noble pero de temperamento violento, era famoso y temido en las peleas callejeras. Tenía un espíritu aventurero; ya hecho un joven, cuando el tren cañero en marcha retrocedía hasta más allá del elevado, y luego volvía hacia delante, con desplazamiento no muy rápido lo traspasaba de nuevo, desde el pretil del elevado saltaba audazmente sobre los vagones para esparcir a tierra las cañas que mitigaban el hambre en el Reparto.

Todavía pequeño, a la edad de 10 años, pasó a estar bajo los cuidados de su abuela paterna Prácedes Gómez, ella quería que él aprendiera un oficio. Aprendió carpintería con “Pucho” Tamayo, y se hizo carpintero hebanista.

Por un tiempo el joven pasó a vivir en Santiago de Cuba, en la casa de la tía Amparo, la que tenía dos tiendas, y en una de ellas trabajaba Ramón con su hermano Rafael Gómez. Allí se le despertó el ansia de luchar contra la dictadura que oprimía a los cubanos. Pocas semanas después del 30 de noviembre de 1956, fecha en que el M - 26 – 7 estremeció a la heroica ciudad santiaguera.

Otra etapa de su vida

Como miembro del M - 26 – 7 recibe la importante misión de conseguir un jeep en Jiguaní para emplearlo en acciones del movimiento. Un grupo de revolucionarios dirigidos por él, durante una madrugada, sustraen el vehículo de un lugar cercano al cuartel y con suma valentía lo llevan hasta la capital oriental.

En Jiguaní, en unión de varios jóvenes del Reparto, el 31 de diciembre lanzó cócteles molotov contra la junta de Educación y la Escuela Primaria Superior.

Muerte

Ramón no se cuidaba y la policía de Batista conocía de sus actividades, por lo que el 7 de marzo de 1957, la casa del Reparto fue rodeada por los esbirros. Marina le avisa:

-¡Ramón es la patrulla!

Él responde:

-¡Despreocúpate Marina que aquí hay un hombre!

Temerariamente logra escapar por la puerta trasera, abriéndose paso a tiros contra los guardias, un disparo dio casualmente en la hebilla del cinto del teniente Soilo Col, al que apodaban “Tres patá”, hombre abusador al que el pueblo despreciaba mucho.
Un soldado (Wilfredo Galafet “Winga”) le cae atrás, tuvo oportunidad de matarlo, pero en vez de eso le dice: ¡Corre pinguingui, corre!

Coloca una bomba en Santa Rita e intenta irse a la Sierra Maestra con su gente del Reparto y otras, pero el intento resultó fallido. En San Joaquín, cercano a Jiguaní, logra escapar del otro cerco enemigo. Retorna a Santiago de Cuba donde desarrolla su mayor actividad revolucionaria en la lucha clandestina.

Tanta fue su actividad que ya estaba “quemado”. El Comandante ordena el traslado de los jóvenes combatientes con peligro de ser capturados y asesinados a la Sierra Maestra. Ramón es uno de ellos.

En un gascar llegó el grupo hasta Bayamo para de allí continuar viaje hacia Veguita en otro carro, pero Ramón es descubierto en el medio del parque central de aquella ciudad, siendo rodeado por el ejército como un león en una jaula, al decir de uno de sus compañeros. Fue asesinado el más valiente de los revolucionarios jiguaniceros, apagando el luminoso brillo de sus ojos azules.

Fuente

Archivo Histórico Municipal Jiguaní
Documentación Escuela Ramón Gómez Silvera