Ramón Peón García

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Ramón Peón
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Realizador de cine
NombreRamón Peón García
Nacimiento5 de junio de 1897
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento1971
Bandera de Puerto Rico Puerto Rico
Nacionalidadcubana
Obras destacadasLa Virgen de la Caridad, 1930; El romance del palmar 1938; La Renegada, 1951. (Ver filmografía)

Ramón Peón García. Cineasta cubano. Su obra La virgen de la Caridad cerró la etapa de silente en Cuba y es considerada como una de las películas más importantes del cine comercial en el período pre-revolucionario.

Síntesis biográfica

Ramón Peón García nació en La Habana, Cuba, el 5 de junio de 1897. Durante su infancia y adolescencia cursó estudios en el colegio de La Salle, en la Universidad de Chicago, Estados Unidos. Se graduó de Químico azucarero, profesión que desempeñó por algún tiempo en Cuba. Sin embargo, como su vocación era el teatro, se convirtió en prestidigitador y bailarín.

Trasformista, actor y cantante, Peón fue también fundador de las revistas cinematográficas “Celuloide” y “Diario del cine”. Por el año 1916 comienza sus intentos en el cine, expresión artística que ejerce sobre él una considerable sugestión. Llega a ser camarógrafo de la “Gaumont” en Estados Unidos. Es el primer camarógrafo que filma la Ciudad de la Habana desde un aeroplano, el día 22 de marzo de 1920.

En los años 19191920, participa en la organización de los estudios “Golden Sun Pictures”, situados por el parque Emilia de Córdoba, cerca de la Calzada de Jesús del Mote. Junto con los hermanos Díaz Quesada fue una de las figuras más relevantes en los primeros tiempos del cine silente en Cuba. Sus equipos de filmación los adquirió en Estados Unidos a un costo de 8000 pesos.

El 8 de septiembre de 1930, estrena en el cine Rialto de La Habana el largometraje La Virgen de la Caridad, versión de la novela homónima de Enrique Agüero Hidalgo. Esta sería la película que cerró el período silente en Cuba, la más importante generada en la Isla por el cine comercial prerrevolucionario y la mejor obra en la filmografía de Ramón Peón

A finales de 1931 se va a México, donde comienza a rodar películas, esta vez con sonido incorporado, y donde la Secretaría de Educación del Gobierno lo contrata para dirigir películas educacionales.

Tras muchos esfuerzos y con el propósito de seguir filmando en Cuba, logra reunir un pequeño grupo de inversionistas, entre los que se encontraba el Dr. Oscar Zayas Pórtela, (presidente del periódico “Avance”), Montes, Francisco Álvarez Coto y algunos empresarios teatrales. Se produce la función de las productoras denominadas “Películas Cubanas S.A.”, (PECUSA), con los estudios ubicados en la Curva de Cantarranas, Bauta, La Habana. Contrataron a los mejores técnicos del país, así como a especialistas mexicanos de fotografía, laboratorios, maquillaje y sonido. Más adelante se contrata personal técnico norteamericano. Esta constituye la mayor aspiración de Ramón Peón, quien al fin ve realizarse sus anhelos.

Diferencias de criterio entre Ramón y la empresa productora trae como consecuencia que este abandone la PECUSA en 1939. Peón reagrupa la unidad técnica que posteriormente intervino en el rodaje Ahora seremos felices, dirigido por William Norte. En el periodo comprendido entre 19401941, después de realizar Una aventura peligrosa, permanece en Cuba inactivo sin poder conseguir financiamiento para una nueva cinta. Al cerrar, a fines de 1939 sus estudios la PECUSA, cundió el pánico en los medios cinematográficos, dejando la brecha abierta para más de un aventurero sin escrúpulos que pretendía hacer cine. Es entonces que Peón se une al esfuerzo de Pedro Pablo Chávez para publicar el Primer Anuario Cinematográfico y Radial Cubano. Este resulta un libro muy útil para empresarios, distribuidores, artistas, agentes teatrales y técnicos de cine. Posteriormente se separa de Pedro Pablo, que continúa editándolo hasta el No. 20, en el año 1960. Durante todo este tiempo Ramón Peón realiza colaboraciones para la revista “Cinema” y otras publicaciones, pero su situación económica es muy precaria.

La Segunda Guerra Mundial, además de las razones anteriormente expuestas, impiden todo proyecto fílmico. En 1942 acepta dirigir un documental de 16 min. para una organización denominada Estudio Roland, uno de cuyos integrantes es Rolando González Cert. Esta compañía se dedicaba a la producción de películas industriales y la filmación de operaciones quirúrgicas importantes. Aun no había finalizado la conflagración mundial y entre las calamidades que afectaban a moribunda cinematografía cubana de ese período, se sumaba las limitaciones impuestas al uso de la película virgen. Es por ese tiempo que Ramón Peón recibe la oferta de Pereda Film, de México, para dirigir diez filmes en un plazo de seis meses. Su situación económica estaba tan deprimida que sus amigos en Cuba le costearon el pasaje de ida a ese país y así asumir este nuevo proyecto.

La cinematografía azteca se halla en el llamado período de auge (19381944). Tras siete años de ausencia en los estudios mexicanos, Peón logra cumplir el trabajo asignado, y dirige en 1944 un filme ambicioso Entre Hermanos, obteniendo buenos resultados del público y la crítica. Posteriormente anclado en la dinámica de un cine rutinario y mediocre, lo cual arrastra al cine mexicano hacia la crítica etapa de estancamiento (19451951), Peón no escapa de esto y realiza unas serie de cintas intrascendentes y melodramas muy baratos.

Ramón Peón no perdía las esperanzas de volver a hacer cine en grande en Cuba. La Productora Fílmica Cubana S.A., a instancias de su presidente Salvador Fernández, comienza a pensar en elevar la calidad de los argumentos, y surge el proyecto de La Renegada. De inmediato se piensa en él como director, y acepta la responsabilidad de dirigirla. Con “La Renegada”, cuyo estreno se produjo en La Habana en 1951, se inauguró el Laboratorio Fílmico Cubano, que contaba con una máquina de revelar, diseñada y construida totalmente en Cuba por Restituto Fernández Lasa.

Transcurren los primeros meses de 1952, y en los Estudios de Proficuba todo estaba listo para empezar un nuevo rodaje, cuando el pueblo de Cuba es sorprendido en la madrugada del 10 de marzo con el golpe militar encabezado por el dictador Fulgencio Batista, y momentáneamente se paraliza la actividad fílmica. Cuando se decide continuar trabajando con un bajo costo de producción queda concluido el rodaje de La Única, filme que no proporcionó los dividendos esperados, y ello ocasionó que la Productora Fílmica Cubana S.A. decidiera cerrar sus estudios.

Ramón Peón no halla otro camino para su situación que volver a México. En 1959, con el Triunfo de la Revolución Cubana regresa a su país, y escribe para la revista “Cinema”. Más tarde se establece con su esposa Yolanda Vides en Puerto Rico, lugar donde continúa haciendo cine, e incursiona en la televisión por algún tiempo. Es en esta isla caribeña donde fallece, a inicios de la década de los 70. Fue Ramón Peón quien descubrió el talento del extinto galán y cantante mexicano Jorge Negrete. Ramón Peón posiblemente haya sido el realizador de lengua española que más películas dirigiera, con casi un centenar de títulos en su filmografía. Según sus contemporáneos, su tenacidad no reconocía paralelos; era la personificación del entusiasmo por hacer cine. Fallece en San Juan, Puerto Rico en el año 1971.

Ramón Peon durante el rodaje de La Virgen de la Caridad.

Producciones

Peón se movió entre las cinematografías de Cuba y México, por lo que se suele dividir su producción en:

Etapas cubanas:(1920-1930, 1938-1939, 1951-1952).
Etapas mexicanas: (1931-1937, 1942-1951, 1953-1958, 1960-1964).

Filmografía

  • Realidad (1920). Es su primera película. Un melodrama con todos los tópicos propios del género: un amor imposible, un matrimonio forzado y secretos filiales que no eran revelados sino hacia el final de la cinta. El uso de la temática amorosa, como para muchos de sus contemporáneos, fue una constante en su obra.
  • El veneno de un beso (1929). Volvía sobre el argumento folletinesco: contaba la historia del romance de una joven, cuyo tutor hacía creer que ella sufría de tuberculosis para impedir su matrimonio. El argumento era del periodista Gonzalo de Palacio y las actuaciones protagónicas, de Mercedes Mariño y Antonio Perdices (el llamado “Valentino cubano”). La película tuvo una recepción muy favorable debido a su buena factura y fue considerada en su tiempo como una “joya del arte silente”.

Alrededor de 1929, Peón se unió a otros empresarios para formar la Sociedad Anónima B.P.P. Pictures, formalizada oficialmente en enero de 1930, que pretendía la filmación de películas “netamente cubanas”.

  • La virgen de la Caridad (1930). El director demostraba su madurez y su interés por articular, desde el cine, temas propios de la cultura nacional. La película narraba la historia de un joven y su abuela, que eran desalojados de su finca, cuando, de manera milagrosa, aparece la propiedad escondida en una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre. El filme incluía la historia del amor imposible, la boda interrumpida, la propiedad recuperada y el milagro de la virgen, así como otros elementos locales como el caciquismo rural, y el pasado ligado a la Guerra de Independencia.

Entre 1930 y 1931, realizó dos películas en Hollywood, Welcome Rotarians y The latest from Parell, para rápidamente incluirse en la cinematografía mexicana, puesto que las condiciones para la realización de cine en Cuba estaban condicionadas por realidad política, social, y económica del régimen de Gerardo Machado. En su primera estancia en México, realizó más de una decena de filmes, sucesión que se iniciaba con La Llorona (1933), una historia de venganza milenaria donde aparecía el personaje de La Malinche.

  • Sucedió en La Habana, 1938. Su primera película sonora filmada en Cuba. La historia representaba el romance entre el ingeniero jefe de un central y la hija del dueño de la compañía azucarera. La condición de clase de la joven propiciaba que los enamorados se movieran entre los ambientes cosmopolitas de La Habana. Con música de Lecuona, Bola de Nieve, Félix B. Caignet, entre otros, y la participación de Rita Montaner, la película resultó un compendio de canciones y bailes cubanos en su voluntad de expresar el carácter y la cultura nacional. Aparecían allí el gallego Sopeira y el negrito Anacleto, acompañados por la criolla Pura, figuras tomadas del Teatro vernáculo cubano que proporcionaban el filón humorístico al filme.
  • El romance del palmar (1938). Sustentada por los tonos del melodrama, la comedia y con sus rasgos pintorescos, la película fue considerada por Peón como una de sus realizaciones favoritas, pues contenía “alma cubana”. Una muchacha campesina, soñadora y enamorada, escapa hacia La Habana y allí triunfa como cantante en un cabaret llamado El Palmar. Su primer amor resulta falso, pero en su compañero artístico encuentra el definitivo. La música de Gonzalo Roig y las canciones de otros autores cubanos fueron incluidas en el filme, en el que también aparecía María de los Ángeles Santana en su faceta de cantante. En esta película, Peón trabajaba nuevamente con Rita Montaner, esta vez colocada en el rol protagónico. Allí hizo su histórica interpretación de El manisero de Moisés Simons. Por la popularidad de Rita Montaner realizará después otros filmes emblemáticos, como La Renegada (1951), o La única (1952), después de su segunda etapa mexicana.
  • La Renegada, 1951. La actriz interpretaba el papel de una difamadora que le endilgaba la fama de mala mujer a Raquel, la protagonista de la historia, injustamente mancillada. La película se basaba en una obra radial de Arturo Liendo que se había trasmitido por el espacio La novela guajira y supuso un avance en cuanto a los usos técnicos en el cine nacional.
A la izq. Rita Montaner en La Renegada
  • La única,1952. Fue una película centrada en el personaje de Rita, una delegada obrera engañada por unos malhechores que la utilizaban para asaltar la fábrica donde trabajaba. La mujer, con su astucia como único resguardo, lograba atrapar a los asaltantes y entregarlos a la justicia.


En 1960, retornó a México, donde realizó con los Estudios América seis series de tres episodios cada una: El rayo de Jalisco, Juramento de sangre, La máscara roja, Matar o morir, Los amigos Maravilla y Los amigos Maravilla en el mundo de la aventura. En 1961, comenzó a impartir un curso de producción cinematográfica en el Columbia College Panamericano y, al año siguiente, realizó sus últimas colaboraciones en el cine con los directores Juan J. Ortega y Miguel Contreras.

Con más de sesenta películas dirigidas, Ramón Peón es uno de los directores más prolijos de la cinematografía cubana. La biografía Ramón Peón. El hombre de los glóbulos negros, de Arturo Agramante y Luciano Castillo, ofrece hasta hoy el bosquejo más completo sobre su obra.

Fuente

  • Rodríguez, Raúl: El Fin del cine silente en Cuba. Centro de Información Cinematográfica del Ministerio de Cultura, 1984.