Rechazo escolar

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Rechazo escolar
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Concepto:Una marcada inadaptación al medio escolar, una evidente desmotivación por la escuela y las actividades docentes.

‘’’ Rechazo escolar.’’’ En muchas escuelas siempre se distinguen algunos alumnos, por suerte muy pocos, que sus conductas manifestadas hacen reflexionar que se trata de un niño que rechaza al medio escolar o que este medio no les proporciona los niveles de satisfacciones, que dadas sus características él o ellos esperan. Estos alumnos se distinguen o caracterizan por presentar una marcada inadaptación al medio escolar, una evidente desmotivación por la escuela y las actividades docentes. Estos alumnos constituyen la cantera para desvinculación escolar.

Elementos caracterizadores

Este problema se expresa indistintamente de forma diversa, en algunos se manifiesta una franca negativa a asistir a clases, en otros, sobre todo cuando son más pequeños e ingresan en la escuela, se presentan vómitos, llantos y diversas reacciones que pueden llegar hasta la “fuga” del aula o de la escuela.

En estos alumnos se manifiestan falta de habilidad para el trabajo docente, ausencia de una actitud responsable hacia la labor docente, se aprecia en ellos falta de deseos para realizar un esfuerzo, vencer las dificultades, son perezosos, negligentes y hasta se aprecia falta de honestidad al realizar sus tareas docentes. Con frecuencia realizan las tareas sin cuidado, no son curiosos al utilizar los libros o demás materiales docentes, con mucha regularidad las libretas se les quedan en la casa. Estos alumnos presentan dificultades en su educación y han perdido la posición en su grupo y consecuentemente comienzan a buscar otra posición interna al haber perdido la que poseían como escolar, buscan otros compañeros, otras actividades, otro contenido para su vida.

Causas

En los niños que presentan estas conductas las causas son multifactoriales que pueden ir desde una incorrecta preparación para su inserción en el medio escolar, una insuficiente educación en la familia durante la edad preescolar, ya que no cumplieron las obligaciones que correspondían para su edad, o no se les educó en la minuciosidad y la curiosidad, es decir ordenar sus juguetes cuando concluían de utilizarlos, limpiarlos, doblar sus ropas y guardarlos correctamente en el lugar indicado, si hacían algún dibujo no lo coloreaban, etc.

Por lo que en ese período de la vida no se formaron adecuadas cualidades morales y hábitos que son indispensables para iniciarse en la actividad docente.

Puede estar presente una “educación rechazante” según describen algunos autores y que influye negativamente en el desarrollo de la personalidadde los niños, porque generalmente esos padres son personas muy rígidas, que a veces dan la impresión de que sus hijos les molesta cuando los hijos se le acercan para hacerles algunas preguntas, lo tratan con sequedad, o lo repelen cuando los niños reclaman su presencia porque están “muy ocupados” o están de mal humor por cualquier motivo.

En resumen ha habido una insuficiente educación, desarrollo de habilidades y preparación para iniciarse en la escuela y en ella es posible que le hayan exigido por encima de sus posibilidades, lo reprocharon, regañaron y como había tanto que modificar no lo podía hacer el sólo, sino con la ayuda de los adultos porque eran mucho lo que había que cambiar.

Pautas para la intervención

Estos alumnos necesitan con urgencia desarrollar en ellos una actitud positiva hacia la escuela, hacia los estudios y desarrollarles cualidades como la asiduidad, conciencia, responsabilidad.

Para estos alumnos es imprescindible una organización correcta de todo el sistema de trabajo educativo de la escuela, entorno o un colectivo de alumnos y docentes fuertes. Hay que incorporar a estos alumnos a la lucha por elevar los resultados docentes de él, de su grupo y de su escuela, para él como para los demás el estudio hay que enfocárselo como una causa social cuyo éxito constituye el cumplimiento de su deber patriótico y revolucionario.

Para el trabajo con estos menores resulta imprescindible explorar, indagar, constatar las causas de tal conducta e iniciar de forma consecuente el trabajo encaminado a superar los efectos de esos factores antecedentes.

En todos los casos es necesario estudiar profundamente sus características e intereses, a fin de organizar y ofertar actividades que contribuyan como el deporte, el cual se le debe propiciar su incorporación a un equipo deportivo, con sentido de pertenencia. Mediante esta actividad y el trabajo que poco a poso se haga, irlos comprometiendo con su escuela e interesándolos por el resto de las tareas que debe realizar.

En todos los casos de alumnos con rechazo escolar, resulta imprescindible que tanto el maestro como los demás docentes busquen la forma de ganar su confianza, estrechar sus relaciones con él de manera que estos sientan que cuentan con personas que sinceramente desean lo mejor para ellos.

Acerca del papel decisivo del maestro

Sin embargo, ninguna de estas propuestas o consejos tendrían un efecto positivo sin la participación consciente y entusiasta del principal artífice de este trabajo, el maestro, para el cual cuenta con un arma insustituible y poderosa, las relaciones que establezca con todos sus alumnos y en particular con estos que tienen tales necesidades educativas especiales (NEE), por cuanto dichas relaciones desempeñan un papel de significativo valor que adquieren características diferentes en distintas etapas del desarrollo del niño, como se ha expresado por algunos investigadores. Es importante recordar que cuando un niño transita por el primer grado, la autoridad del maestro es ilimitada, el acercamiento de estos niños a sus maestros resulta casi absoluta, muy en correspondencia con la actitud no crítica de ellos en estas edades, de manera que es un elemento que el docente debe considerar a fin de que no abuse de esta situación con imposiciones, decisiones arbitrarias o cualquier otra conducta que desnaturalice esta excepcional posición y momento. Otro tanto ocurre con los niños que están en segundo y tercer grados, eso lo saben los maestros que trabajan con ellos, donde la situación va cambiando, ya estos niños se quejan a menudo de “injusticias” o alguna expresión de sus maestros por cuanto en estas edades y grados comienzan hacer observaciones con ojos críticos, a diferencia del primer grado, en estos momentos la autoridad del maestro no es un atributo inherente a su condición, aquí tienen que ganarla y por supuesto conservarla.

Saben los docentes que cuando estos alumnos arriban a grados superiores ellos se tornan más críticos, comienzan a percatarse de los diferentes errores e incluso insuficiencias que se manifiestan en ellos y hacen comparaciones. Estos alumnos con necesidades educativas especiales (NEE) más que los demás incluso, necesitan de sus maestros la cooperación en todos los sentidos, una actitud no autoritaria, que sean amables, buen trato, paciencia, serenidad, interés por sus problemas, sinceridad, disposición sin limites para ayudarlos, reconocer sus avances y un sentimiento de profundo respeto hacia ellos.

Es necesario que el maestro posea conscientemente la habilidad necesaria para involucrar al colectivo de alumnos en la atención a estos niños, el análisis colectivo de los problemas y dificultades de cómo pudieran ayudar a los más necesitados, la actuación justa y objetiva de cada uno de ellos. Es importante que se respete el criterio de cada uno de ellos sin excepción, ya que para los que tienen necesidad educativa especial es una contribución a una mayor integración y reconocimiento social y un rescate de su posición en el grupo.

En la práctica pedagógica cubana, está demostrado que todos los colectivos docentes que han comprendido la necesidad de agruparse como un verdadero colectivo pedagógico ha tenido una repercusión decisiva en la formación de una conciencia colectiva de sus alumnos, condición excepcional para el desarrollo de un trabajo educativo dirigido a la diversidad que garantice la formación de la personalidad en un sentido socialmente positivo.

Es también de suma importancia que todos los docentes tengan presentes en su quehacer pedagógico que nada de lo que hace con los alumnos para el desarrollo de cualidades positivas se obtiene de forma espontánea; cada meta, cada medio tiene que estar concebido en el marco de un programa, de una estrategia de trabajo educativo, de forma de trabajo que contribuyan decisivamente a incidir en todos sus alumnos y en particular en aquellos que manifiestan ciertas particularidades individuales que exija una atención más esmerada. Por esta razón se recomienda que en estas acciones se tengan en cuenta en toda su concepción de trabajo lo siguiente:

1. La formulación, aplicación y control de metas socialmente valiosas. 2. Las discusiones, reflexiones, debates y análisis grupales. 3. La emulación. 4. La estructuración de un sistema de relaciones de ayuda mutua, donde cada uno sienta la necesidad de la cooperación y la solidaridad de los otros.

Estas formas de trabajo no son necesariamente independientes. El análisis colectivo de los problemas y dificultades en un grupo escolar puede culminar con la formulación de las metas que es necesario alcanzar a fin de mejorar el funcionamiento del aula. También puede culminar en la determinación de las responsabilidades que cada uno de los miembros debe tener en la aplicación de las medidas propuestas para alcanzar las metas así como las características de la emulación, que impulsará el cumplimiento de las mismas.

Mientras tanto el control de la efectividad del trabajo desplegado en este sentido puede realizarse mediante la discusión o análisis en el grupo. En toda esta estrategia el maestro debe desempeñar el papel de guía o asesor, cuidando de que el colectivo no se desvíe y que actúe con justicia y objetividad, así como que se respete el criterio de los demás como una valiosa contribución a que el colectivo alcance madurez e independencia.

Esta labor es muy efectiva y generalmente rinde frutos inmediatos. En los casos de los alumnos con necesidades educativas especiales representa una gran ayuda para su restablecimiento, pues le brinda la oportunidad de una mayor integración y reconocimiento social. Así, por ejemplo, los niños tímidos o agresivos a los que el colectivo les da la responsabilidad de velar por una tarea socialmente valiosa, llegarán a sentirse comprometidos con sus compañeros; se implican en las tareas y poco a poco van modificando muchas de sus conductas inadecuadas.

Fuente

Actualidad psiquiátrica. Conductas irruptivas y trastornos por déficit de atención 2000.

Alonso Franco, J. Desorden de atención disminuida 2000.

Arias Beatón Guillermo y otros. La atención a los alumnos con trastornos de la conducta. UNICEF. Oficina Regional para América Latina y el Caribe.

Arruis Pérea, Ana. Dificultades del comportamiento. Capítulo 12 del libro Bases Psicopedagógicas de la Educación Especial.

Bachkavieva, Georgina. Particularidades psicológicas del escolar difícil y causas del retraso escolar. Editorial de libros para la educación MINED, 1997.

Colectivo de Autores. Factores pedagógicos, microsociales y biológicos que propician infracciones en la disciplina pro parte de los alumnos con trastornos de la conducta y el desarrollo psíquico. Gabinete metodológico-docente de las escuelas especiales de la República de Ucrania, Editorial Pueblo y Educación, Ciudad de La Habana, Cuba, 1983.