Reflejo de succión - deglución

Revisión del 11:11 27 dic 2019 de Mayté ciget.cfg (discusión | contribuciones) (Función)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Reflejo de succión - deglución
Información sobre la plantilla
Succiondeglucion.jpg
Concepto:La coordinación de la succión y la deglución es necesaria para un buen funcionamiento de la lactancia, y la anatomía oral del bebé está diseñada para ello.

El Reflejo de succión-deglución es uno de los primeros reflejos demostrados por el niño en su desarrollo. Este comportamiento se puede observar durante la gestación. Por lo general comienza a aparecer alrededor de la 12 ª a la 13 ª semana de embarazo. Durante este período, el feto puede demostrar los inicios de este reflejo al chuparse el pulgar, bostezar o hacer movimientos de deglutir. A las 36 semanas, el reflejo por lo general está desarrollado totalmente. Al nacer, el niño debe ser capaz de succionar y tragar de inmediato.

Función

El reflejo de succión-deglución es una parte vital del proceso de alimentación de los lactantes. La presión de un objeto contra el paladar desencadena el reflejo de succión. Los bebés a menudo succionan cualquier objeto, como un dedo al tocar esa región. Cuando se alimenta, el reflejo de succión extrae la leche del pecho o del biberón. Dado que la leche entra en la boca, inicia el reflejo de deglución. Los dos reflejos trabajan juntos, lo que permite que el bebé trague la leche al mismo tiempo que succiona para extraer más.

Permanencia

A diferencia de los otros reflejos asociados con la alimentación, la deglución permanece reflexiva conforme el bebé se convierte en un adulto. Los adultos pueden suprimir conscientemente el tragar, pero por lo general se desencadena por un reflejo, conforme la lengua mueve el alimento en la parte posterior de la boca. El reflejo de búsqueda, lo que hace voltear la cabeza del bebé hacia cualquier objeto que toca la boca o la mejilla, desaparece alrededor de los cuatro meses, ya que el niño aprende a dirigir sus propios movimientos de la cabeza, mientras que el reflejo de succionar dura hasta que el bebé tiene alrededor de un año de edad.

Disfunción

El reflejo de la deglución es crucial para la nutrición infantil. Cuando el reflejo no funciona correctamente, la salud del niño puede estar en peligro. Una serie de condiciones diferentes afectan este reflejo. Los bebés prematuros o los bebés que sufren de otras enfermedades como parálisis cerebral pueden no haber desarrollado plenamente el reflejo de deglución. Este reflejo puede no estar presente, o la coordinación entre la succión, la deglución y la respiración puede verse afectada. Esto puede llevar a la asfixia conforme la leche obstruye las vías respiratorias del bebé.

La coreografía de la succión y la deglución durante una toma de leche materna

Cuando un bebé activa el reflejo de búsqueda (se produce al rozar sus mejillas o sus labios con cualquier objeto) ocurre lo siguiente:

  • La lengua se sitúa encima de la encía inferior.
  • La lengua protuye (sale) por encima de la encía.
  • La lengua se comba formando una U.
  • El maxilar inferior se eleva y dirige la areola y el pezón hacia unos milímetros más adelante del punto en el que se unen el paladar duro y el blando (punto S).
  • Las succiones cortas y repetitivas activan el reflejo de eyección de la leche.

Simultáneamente:

  • Los labios sellan el pecho y lo afianzan dentro de la boca.
  • La lengua cubre y sobrepasa la encía inferior, y se mantiene en esta posición.
  • El bebé efectúa una presión intraoral negativa (PIN).
  • Cuando la lengua del bebé desciende en la parte más posterior, la PIN es máxima y la leche fluye hacia la garganta del bebé.

Tipos de succión durante la lactancia materna

La succión del bebé mientras mama ha sido clasificada de distintas formas por distintos autores en función del marco de referencia en que se produce.

Nutritiva y no nutritiva

Los bebés realizan dos tipos de succión: la nutritiva y la no nutritiva. La succión nutritiva es la que utilizan para comer. Se trata de una succión profunda y rítmica que suele durar unos minutos y da paso a la succión no nutritiva, la que realizan hacia el final de la toma. No obstante, si la madre tiene un reflejo se eyección de leche durante la toma y el bebé quiere más leche, volverá a realizar la succión nutritiva.

La succión no nutritiva, por su parte, es superficial y rápida, y no es raro oír decir que el bebé “está usando a la madre de chupete” cuando realiza este tipo de succión, aunque es el chupete el que quiere ser una imitación del pecho, no al revés. No hay que despreciar la succión no nutritiva, ni evitarla, puesto que mientras los bebés la realizan “practican”, por así decirlo, para la succión nutritiva, y de paso van tomando pequeñas cantidades de leche rica en grasa que se acumulan en la boca. Cuando la tienen llena, la tragan, así que incluso mientras realizan este tipo de succión se están alimentando.

Los bebés combinan los dos tipos de succión para obtener todo el alimento que les hace falta, puesto que en ambos casos estimulan los receptores de prolactina y oxitocina situados en el pezón y la areola, y por tanto la producción de leche.

Durante la succión nutritiva, el niño tiene las mejillas redondeadas y se ve cómo mueve las mandíbulas. También se oye cómo traga (hace falta silencio). A medida que el bebé madura y evoluciona, también lo hacen sus patrones de succión y deglución. De esta evolución dependerá la eficacia de las tomas.

Madura e inmadura

La succión madura se caracteriza por un ciclo de 10 a 30 succiones sin pausas para respirar, puesto que el niño coordina a la perfección ambos procesos, succión-deglución y respiración. Una vez que el niño empieza a succionar, la lengua realiza movimientos peristálticos que desplazan el bolo de leche el esófago, momento en que se produce la deglución y el ciclo vuelve a empezar.

La succión inmadura se caracteriza por un ciclo de 3 a 5 succiones, seguido de una pausa de la misma duración en la que el bebé respira, ya que no es capaz de succionar y respirar al mismo tiempo de forma coordinada.

Si un bebé presenta un patrón de succión inmaduro, una vez descartadas las causas patológicas hay que tener paciencia y esperar a que evolucione. Como suele ocurrir con los procesos de aprendizaje espontáneo, es cuestión de tiempo (no todos los niños empiezan a caminar al mismo tiempo: unos lo harán a los 8 meses, otros al año y otros a los 15 meses).

Correcta o incorrecta

La succión correcta es aquella que permite al bebé alimentarse de forma óptima y eficaz sin dañar al pecho ni provocar ningún tipo de molestias a la madre. Bien al contrario, la experiencia es agradable y placentera para ambos.

La succión incorrecta es aquella susceptible de causar problemas a la madre (dolor, traumatismos, infección…), al bebé (poca ganancia de peso, irritabilidad…) o a ambos.

Algunos bebés son más susceptibles de succión incorrecta como, por ejemplo, los bebés prematuros, con crecimiento intrauterino retrasado, hipertónicos o hipotónicos (S. Down, S. Piere Robin…) y los que tengan algún tipo de patología en la cavidad oral (anquiloglosia, paladar hendido, labio leporino…).

También son susceptibles de tener succión incorrecta aquellos bebes que han sido separados de sus madres, los que han nacido en un parto con anestesia o analgesia y también aquellos bebés que por un motivo u otro están estresados o han sido muy manipulados.

Finalmente los bebés que mamen en mala posición o hayan sufrido la interferencia de chupetes y tetinas también realizaran una succión incorrecta.

Para reconducir esta situación y lograr una succión correcta y placentera habrá que analizar caso por caso, valorar las posibles causas, ponerles remedio o encontrar la forma de compensarlas. Al mismo tiempo hay que asegurar una ingesta de leche suficiente por parte del bebé y tratar a la madre si fuera necesario. En algunos casos puede ser útil realizar ejercicios de fisioterapia de la succión. La succión incorrecta también ha sido subdividida en:

  • Succión desorganizada: el bebé es capaz de agarrarse al pecho pero a menudo de forma ineficaz pudiendo causar dolor a la madre.
  • Succión disfuncional: el bebé parece no saber qué hacer con la teta y es incapaz de prenderse por sí mismo.

Trastornos de la succión-deglución del recién nacido y el lactante

Los trastornos de la succión-deglución pueden deberse a malformaciones, anomalías neurológicas o a un retraso de la maduración funcional. En los recién nacidos que presentan anomalías faciales, trastornos neurológicos o dificultades respiratorias precoces, las prioridades consisten en asegurar la permeabilidad de las vías respiratorias y evaluar los riesgos de la alimentación oral. En los lactantes, se sospecha la existencia de trastornos de la succión-deglución ante dificultades de la alimentación, signos respiratorios recidivantes y una mala ganancia de peso. La evaluación clínica consiste en el análisis del estado nutricional y respiratorio, la exploración facial, bucal y general, así como la observación de la toma de alimento. Las exploraciones radiográficas, electromiográficas y manométricas contribuyen a dilucidar el mecanismo de los trastornos y a evaluar su gravedad para determinar el pronóstico y orientar la conducta práctica. Las anomalías anatómicas obstructivas, las fisuras y las diastemas requieren una cirugía otorrinolaringológica o maxilofacial. Las otras situaciones se deben a alteraciones neurológicas por lesiones o de tipo funcional, que pueden aparecer de forma aislada o asociadas a malformaciones. El tratamiento consiste en aplicar modalidades de alimentación adecuadas para prevenir los accidentes por aspiración, a la vez que se asegura una nutrición correcta.

Fuente