Repellos

Repellos
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Capas delgadas, lisas y generalmente impermeables de materiales de construcción

Repellos. También llamados revoques, son capas delgadas, lisas y generalmente impermeables de materiales de construcción, utilizados para cubrir muros o paramentos, vigas, columnas, etc.

Funciones de los repellos:

Los repellos pueden cumplir funciones muy diversas, aunque las principales son la de protección de las estructuras de las edificaciones de los agentes atmosféricos (alargando su vida útil), rigidizar éstas haciéndolas más resistentes y la ornamental.

Tipos de repellos

Los repellos o revoques se pueden agrupar en los siguientes:

  • Resano.
  • Fino.
  • Grueso.
  • Rústico.
  • Betún.
  • Enlucidos.
  • Estucos.
  • Escayolas.

Dosificaciones más usadas en los repellos

Los repellos pueden realizarse utilizando diferentes combinaciones de materiales, las usuales son:

Esta lista incluye las cuatro combinaciones más corrientes, y cualesquiera otras variaciones que se hagan giraran siempre alrededor de estos materiales, con la posibilidad de agregar algún otro material como mica o colorante, pero no afectara la calidad sino solamente el aspecto estético. Cada uno de estos tipos de mortero se utiliza de acuerdo con las circunstancias especiales de cada obra y podemos resumirlas como sigue:

  • Desde el punto de vista funcional de los elementos constructivos o partes de las obras que vayan a revestirse.
  • Según el acabado o textura que se quiera dar a los muros por su diseño arquitectónico.
  • Según las condiciones económicas presupuestales de la obra.
  • Según la existencia de materiales que existan en la zona.

Descripción de las dosificaciones de los repellos

1. Mortero hidráulico de 1 parte de cemento por 3 partes de arena (1:3)

Desde el punto de vista funcional, podemos generalizar para todas las obras que, antes de comenzar a repellar, se deberá limpiar, picar, mojar y recubrir con una capa delgada de este mortero, todas las superficies de hormigón, ya sean columnas, zapatas, cerramientos, aleros, entre otros, pues de no tomarse esta precaución, cualquier otro mortero que apliquemos en el repello general, tendera a desprenderse de las superficies de hormigón que no hayan recibido este tratamiento previamente. También se utiliza este mortero en lugares que van a estar en contacto con el agua después de repellados y en la capa final del repello rústico.

2. Mortero aéreo de cemento y tercio. Dosificaciones usuales.

  • Para interiores, 1 parte de cemento por 10 de tercio (1:10).
  • Para exteriores, 1 parte de cemento por 8 de tercio (1:8).

Se emplean estos morteros en la construcción de resanas y repellos gruesos, así como los finos con un mayor por ciento de cemento y cernidos por un tamiz del llamado mosquitero.

3. Mortero aéreo de cemento, recebo y arena . Dosificación usual tanto para interiores como exteriores.

  • Una parte de cemento, 3 partes de recebo y 5 partes de arena.

Estos morteros pueden ser utilizados para los mismos repellos que los de cemento y tercio. Siempre que sea posible su utilización, tanto por razones económicas, como por su disponibilidad en la región, es recomendable utilizar el mortero a base de tercio, en vez de mortero a base de recebo, debido a que este último material tiene tendencia a cuartearse con su consecuente fallo en protección a las paredes, además de lo feo que resulta tal defecto. Esto no sucede siempre, pues depende de la calidad del recebo, su proporción en el mortero, y su forma de colocación.

Con el mortero de tercio, la precaución que hay que tener es que la cal con la que se prepara el material, este bien apagada para evitar los caliches, que consisten en granos de cal que no han sido perfectamente hidratados y al hacerlo explotan y dejan una serie de huecos en los repellos, de muy mal aspecto.

En la generalidad de los casos, el mortero a base de tercio cuesta más caro que el recebo y varía el precio según la zona. También hay regiones en que se dificulta obtener la cal y otras en que este material no existe. Entre las ventajas que tenemos al utilizar el tercio se encuentra su resistencia a los cambios de temperatura, a cuarteadoras, rajaduras y desprendimientos, siempre, que se coloque apropiadamente en los repellos; además, es un material mas aislante de la humedad, en cuanto a protección se refiere, permite obtener un acabado muy fino con mas facilidad que el recebo y también lograr el fino directamente en la primera mano con mucha mas facilidad y garantía que el recebo. Es muy fácil de emparejar, siempre que el grueso del repello no sea mayor por las imperfecciones de las paredes, en cuyo caso es preferible repellar en dos capas: la primera, para emparejar, y la segunda para obtener el fino que no pudiera haber sido salvado con la primera mano.

4. Mortero aéreo de cemento, hidrato de cal, recebo y arena. Dosificaciones usuales:

  • Una parte de cemento, 1 parte de hidrato de cal, 4 partes de 1 recebo y 2 partes de arena (1:1:4:2).

Esta proporción es variable de acuerdo con la calidad del recebo y de la arena, pero no variable la proporción de 6 volúmenes entre ambos, o sea, en total. Se utiliza este mortero para la aplicación de betunes o finos en repellos interiores y exteriores, cuya base o resano sea también de mortero de cemento, recebo y arena. Según el color y la textura que se quiera obtener, puede utilizarse cemento gris o blanco, arena gris, roja o negra y recebo o polvo de piedra. Es muy importante cernir tanto la arena como el tercio y el recebo, aunque a veces no es necesario cernir los dos últimos. El material no cernido es difícil de trabajar por los granos gruesos que, al tratar de alisar los repellos de las paredes, rallan las superficies e impiden el correcto funcionamiento tanto de la frota como de la llana y hasta de la misma regla.

Espesores de los repellos

Los espesores de los repellos oscilan entre 1 y 1,5 cm. para resanos y repellos con terminación en una sola capa; para los betunes o finos que se aplican siempre sobre una base o resano, los espe­sores oscilan entre 1 o 2 mm.

Resanos

Todos los repellos necesitan una base llamada resano, que tiene como función corregir los defectos del muro y producir una superficie apropiada para recibir la capa de mortero de la pasta o de cualquier otro revestimiento.

Repello fino

Se aplica sobre el resano y constituye una superficie de grano fino, de 2 mm o menos de espesor; es uno de los revestimientos más económicos que existen. El mortero empleado es de un grano mas fino que el resano y se le añade cierta cantidad de hidrato de cal para darle mayor plasticidad, tal como fue descrito con anterioridad. Con este se logra una superficie lisa por el menor tamaño de los granos de arena y utilizando la frota de goma. Se usa tanto para interiores como exteriores. Se procede casi siempre a aplicarle pintura para tapar sus poros y hacerlo impermeable.

Repello grueso

Aunque en las construcciones se emplean del mismo modo los términos resano y repello grueso, consideramos mas acertado clasificar el repello grueso como un acabado, dependiendo de la granulometría del material o materiales inertes, siempre y cuando constituyan una superficie plana. En construcciones muy económicas, se aplica como única capa, es decir, siguiendo las normas del proceso constructivo del resano, aunque el frotado se hace con mas esmero y se pinta posteriormente. Esto no excluye el utilizar un repello grueso sobre una capa base de resano y considerarlo como un repello mas en dos capas.

Repello rústico

Es aquel cuya superficie no es plana, sino que tiene cierto relie­ve, producto de su construcción y del efecto que se quiera lograr. Se aplica sobre un resano, no directamente sobre este, sino mediante el uso de una tela metálica o malla, pasándolo a través de esta.

Tipos de repellos rústicos

Los tipos de repellos rústicos van a estar dados de acuerdo con el tipo de malla que se utilice en su construcción, es decir que según la dimensión de los huecos de la malla será la textura que se obtenga.

Usos de los repellos rústicos

Los repellos rústicos se usan con fines estéticos, generalmente en fachadas, ya que forman una superficie áspera no apropiada para interiores.

Betún

Es un tipo especial de repello fino, que no necesita pintura e imita la piedra caliza cuando se ha despiezado (rayado que simula piedra de cantería), o simplemente mantiene la apariencia de un repello más. Para el repello tipo betún se emplean morteros especiales, que son mas resistentes y duraderos, a base de arena, cemento gris o blanco, hidrato de cal, polvo de piedra (de caliza corriente o de algún tipo especial) y a veces partículas de mica. Se aplica sobre una base o resano y se ejecuta con el mayor esmero posible en cuanto a dosificación de mortero y frotado. En las construcciones se aplica a veces el término betún a cualquier acabado de repello fino, pero debemos aclarar que, aunque la palabra no sea del todo correcta, betún es aquel tipo de repello que no necesita pintura y tiene mortero de composición especial.

Enlucidos de masilla

Son revestimientos compuestos de una pasta de masilla de cal y yeso o de masilia de cal y cemento. La superficie queda completamente lisa, ya que se aplican so­bre resano o directamente sobre hormigón, mediante el uso de liana o plana metálica. El de masilla y yeso es un revestimiento económico, de bella apa­riencia, pero con un defecto grande: la fragilidad; se producen desconchados, sobre todo en las aristas, con cualquier golpe acci­dental. Su construcción se reduce a la aplicación de la pasta, la que se extiende por medio de liana. En techos donde existen luces indirectas, se deben trazar una serie de guías 6 maestras que permitan producir una superficie lo mas perfecta posible, es decir, sin ondulaciones, para evitar que los reflejos lumínicos resalten cualquier defecto. El remate entre muro y techo puede ser en ángulo recto o curvo. Los enlucidos de masilla y yeso se emplean únicamente en interiores, ya que están compuestos solamente por adherentes aéreos que no resisten la humedad. En Cuba se ha usado mucho este tipo de enlucido, por su rapidez de ejecución, economía y bella apariencia, pero siempre se ha criticado su uso en paredes, por los desconchados que se producen al menor golpe que reciba la pared. También se aclara que cualquier reparación que se efectué es menos visible que en los otros repellos. Los enlucidos de masilla y cemento tienen su mayor aplicación donde se desee cierta impermeabilidad y pulido, como por ejemplo. En zócalos de garajes, lavaderos, vertederos, cisternas, etcétera.

Estucos

Son revestimientos de un acabado liso impermeable, de cierta dureza y brillo que en ocasiones trata de imitar las piedras naturales por medio del color y vetas hechas a propósito. Se aplican siempre sobre un resano de arena y cemento, en varias capas. El mortero del estucado esta compuesto de yeso, polvo de mármol y agua (con cola disuelta); otras veces se le añade alumbre en polvo para darle más dureza. Después de aplicado este mortero y cuando ya ha adquirido cierta dureza, se pintan las vetas o el diseño que se desee y se procede más tarde a aplicarle barniz y cera, para obtener una superficie brillante. Es importante señalar que los materiales de composición y el proceso están en función de la calidad de la artesanía de que se disponga y el trabajo que se requiera.

Escayolas

Existe otro tipo de revestimiento llamado escayola, donde se emplean yesos especiales, de proceso más complejo. Estas escayolas imitan mármoles, su superficie es dura y brillosa y se emplearon con mucha profusión en detalles interiores de viviendas (generalmente antes de 1930), tales como zócalos, fustes de columnas, etcétera. Para estos trabajos es necesaria una artesanía calificada, ya que requieren bastante habilidad. Se diferencia del estuco en que el color se obtiene mezclando colorante con la pasta.

Usos:

Se aplican en lugares donde es necesaria una superficie pulida no porosa, tales como zócalos de paredes y escaleras, etcétera. Resultan más económicos que los enchapes de piedras naturales. Las escayolas están en desuso en Cuba por la gran cantidad de mano de obra que requieren.

Fuentes

  • Tecnología y práctica de Albañilería, Gustavo Domínguez y Orge Hernández, Editorial Pueblo y educación, 1980
  • ALBAÑIL. -- /.ed. – Montevideo: CINTERFOR. —La Habana: Edición Revolucionaria. 1990
  • Tablas de Equivalencias de Materiales de Construcción. Luís Rodríguez León. Editorial Pueblo y Educación. 1988