Reserva ecológica Antisana

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Reserva ecológica Antisana.
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Características
Tipo de vegetación:herbácea y arbustiva.

Reserva ecológica Antisana. Se localiza en la cordillera Oriental de los Andes, entre las provincias de Napo y Pichincha, y comprende los bosques andinos y páramos localizados en las planicies y estribaciones del volcán del mismo nombre. Esta reserva colinda con los Parques nacionales Cayambe-Coca y Sumaco Napo-Galeras.

La Reserva Ecológica Antisana fue establecida en julio de 1993 por el Estado ecuatoriano. La Fundación Antisana cumple un rol importante en su manejo y conservación. En esta reserva y en su zona de influencia, además de proyectos de investigación, hay proyectos sociales. Algunos de los trabajos que se realizan en las comunidades representan alternativas a los sistemas tradicionales de producción, como son los criaderos de truchas (Papallacta-Cosanga) o agricultura orgánica hidropónica.

Características

La Reserva alberga a muchos vegetales diversos, como el bosque siempre verde montano bajo, bosque de neblina montano, bosque siempre verde montano alto, páramo herbáceo, páramo de almohadillas y herbazal lacustre montano alto, así como numerosos humedales. La vegetación en las zonas altas se caracteriza por la presencia de almohadillas, chuquiragua, asociaciones de musgos, orquídeas y remanentes de bosques de Polylepis y Pumamaqui, además de extensos pajonales.

Toda la Reserva está destinada a la conservación de la diversidad biológica, con énfasis especial en los humedales y cabeceras de algunos ríos, importantes fuentes de agua para Quito y otras poblaciones aledañas. En los alrededores de la Reserva existen haciendas y pequeñas propiedades agrícolas y ganaderas.

Geografía

El volcán Antisana es el corazón de la reserva. Los paisajes de esta reserva y del vecino Parque Nacional Cayambe – Coca están marcados por la actividad volcánica del Antisana. La última erupción del Antisana fue de tipo lateral y ocurrió en la caldera de Muertepungo hace 300 años, conocida como “reventazón de Antisanilla” y es la que derramó la lava que se puede observar al subir a la laguna de La Mica. Las minas de piedra que se encuentran cerca y dentro del área son otros testimonios de esta actividad. Tras las erupciones se formaron flujos de lava que eventualmente se solidificaron y dejaron huellas indelebles en el paisaje. Los flujos de lodo o lahares, productos del deshielo violento durante las erupciones, también han dado lugar a formaciones vegetales especiales con extensiones de líquenes en medio del pajonal.

Flora

La Reserva posee una gran variedad florística, que se encuentra relacionada con el amplio rango altitudinal que cubre. La zona alta, situada entre los 3.100 y 4.700 msnm, de vegetación herbácea y arbustiva de poca altura, con algunas plantas provistas de hojas vellosas y gruesas que les permiten soportar los vientos y cambios drásticos de temperatura. En las zonas de los páramos altos existe un alto porcentaje de endemismo, registrándose 6 especies de las familias Brassicaceae, Gentianaceae y Poaceae.

La zona baja, ubicada entre los 1.200 y 3.100 msnm, abarca las dos terceras partes de la Reserva Ecológica y comprende bosques de alta montaña poco intervenidos, principalmente por las pendientes pronunciadas y la dificultad de acceso. Los bosques de la zona baja presentan áreas naturales en buen estado de conservación, constituyéndose en un refugio para especies amenazadas, tales como cedro, nogal, laurel de cera, motilón, arrayán y palma de ramos.

Fauna

Los mamíferos están representados por 73 especies, pertenecientes a 23 familias. Aunque no hay mucha información sobre la fauna de la Reserva, se sabe que existen importantes poblaciones de algunos mamíferos altoandinos como el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el puma (Puma concolor), el tapir andino (Tapirus pinchaque), el zorro colorado (Pseudalopex culpaeus), el venado de páramo (Odocoileus ustus) y la comadreja andina (Mustela frenata). Existen 42 especies de los anfibios, entre ellas el osornosapo de Antisana (Osornophryne antisana), especie casi exclusiva de la Reserva. Hasta hace pocos años era un sitio importante para ranas del género Atelopus, pero su estado actual es desconocido. Hay además 19 especies de reptiles, el mayor número de especies pertenecientes a la familia Gymnophthalmidae.

La cantidad de información existente sobre la avifauna de la Reserva también es limitada. Se ha podido recopilar información sobre la parte alta únicamente, por lo que se espera que la diversidad de especies sea notablemente superior. Se han reportado 50 especies en el área de la laguna La Mica y sus alrededores, además de unas 115 especies en el área de la cuenca alta de los ríos Quijos y Cosanga y en la parte de la cordillera de Huacamayos. Entre ellas se incluyen el cóndor andino (Vultur gryphus), el macá plateado (Podiceps occipitalis) y la bandurria andina (Theristicus branickii), para las cuales esta Reserva ecológica es el sitio más importante en el país. A

Aspectos culturales

Tras haber estado en los territorios de etnias preincaicas, una buena extensión de los páramos del Antisana pasó a ser parte de las grandes haciendas desde la Colonia.

Es solo hace pocos años que el páramo que pertenecía a estas haciendas fue integrado al Sistema Nacional de Áreas Protegidas gracias a la creación de esta reserva ecológica. La principal actividad de estos latifundios en las partes altas se relacionó con la industria textil. Las zonas arenosas que se ven en las partes planas del páramo son producto de los millares de ovejas que pastaron en ellos por mucho tiempo. En la actualidad casi no se encuentra ganado ovino dentro de la reserva, ha quedado ganado vacuno y caballos cimarrones que sirven de alimento al cóndor andino y otras especies de fauna nativa. Las comunidades aledañas se dedican principalmente a la agricultura y la ganadería. El turismo y la investigación han reemplazado a la ganadería extensiva, y la compleja hidrología de la zona es ahora aprovechada para tomar agua de la laguna de la Mica y servir a la zona sur de Quito.

Atractivos

Volcán Antisana (5.758 m) Sin duda es uno de las elevaciones más hermosas y singulares del Ecuador. Es ancho y sus dos cumbres casi siempre están cubiertas de nieve. El volcán esta rodeado de enormes extensiones de páramos que empiezan cerca de la población de Píntag al oriente de Quito. Páramo de almohadillas Todos los volcanes del Ecuador poseen páramos, y cada uno tiene características diferentes. En el caso de los páramos del Antisana, existen extensos páramos de almohadillas. Estas son pequeñas plantas que crecen en colonias densas y generan un microclima un poco más caliente que el circundante (que generalmente es muy frío). Así se forma un “domo biotérmico” que produce un pequeño pero constante flujo de calor para abrigar las raíces y tallos jóvenes. Laguna La Mica Es de origen glaciar y en la actualidad se encuentra represada, pues allí la Empresa Municipal de Agua Potable de Quito construyó un reservorio gracias al cual se abastece de agua a una cuarta parte de la población de la capital. La laguna es un espectáculo que mezcla la ingeniería de la represa con las bondades de la naturaleza, ya que en sus frías pero nutritivas aguas nadan patos, chupiles y gallaretas. Las gaviotas, ligles, bandurrias y algunas aves migratorias como los playeros de picos rectos y chorlos de patas largas vuelan y anidan en sus alrededores.

Actividades permitidas.

Entre las actividades que se pueden realizar se encuentran: fotografías, caminatas, paseo en bicicleta, escalada de montañas, campamento y pesca vivencial.

Fuentes

https://www.google.com/search?q=Reserva+ecol%C3%B3gica+Antisana&tbm=isch&source=univ&client=firefox-b-d&sa=X&ved=2ahUKEwj11Z2u7IfkAhUGrVkKHTUVCmUQsAR6BAgDEAE&biw=1366&bih=632 https://es.wikipedia.org/wiki/Reserva_ecol%C3%B3gica_Antisana http://areasprotegidas.ambiente.gob.ec/es/areas-protegidas/reserva-ecol%C3%B3gica-antisana