Revolución alemana (1918-1923)

La Revolución Alemana (1918 a 1923) 260px Fecha: Período 1918-1923 Consecuencias: Revolución Alemana País(es) involucrado(s) Alemania Líderes: Carlos Liebknecht,Rosa Luxemburgo y Clara Zetkin

La Revolución en Alemania(1918 a 1923). El período de auge revolucionario de 1917 a 1923 en Alemania tuvo en la Revolución de Noviembre de 1918 un momento crucial en la historia contemporánea, que convirtió en una posibilidad real el ascenso al poder de los trabajadores. Frente a ello, las maniobras de la reacción y sus aliados condujeron a la frustración del proceso revolucionario.

Antecedentes de la Revolución

Crisis económica y social de principios del siglo XX

En los inicios del siglo XX, los resultados de las ideas sobre la unificación alemana a sangre y fuego, de Otto von Bismarck (1871-1890), en 1871, mantenían su plena vigencia. Ese político prusiano, fue el artífice y primer canciller del segundo Imperio Alemán (II Reich), forma de Estado existente entre 1871 y 1918.

Otto von Bismarck

Hacia 1914 las agudas contradicciones interimperialistas condujeron al estallido de la Primera Guerra Mundial(1914- 1918). Junto a una política exterior agresiva, en el interior de Alemania existían un conjunto de condiciones específicas, que se manifestaban en la evolución del país. La grave crisis derivada de la propia guerra y el extraordinario ejemplo de la Gran Revolución Socialista de Octubre de 1917 en Rusia, aceleración el proceso de maduración de una situación revolucionaria en Europa y en el mundo en general.

El capitalismo en Alemania se había desarrollado extraordinariamente a partir del proceso de unificación “desde arriba”, dirigido por Bismarck. El Estado alemán logró alcanzar una posición privilegiada dentro del reducido grupo de las principales potencias capitalistas.

En Alemania, junto al extraordinario crecimiento económico y político, era evidente la supervivencia de estructuras feudales. La monarquía del kaiser Guillermo II y el predominio social de una capa de junkers aburguesados, definieron las características del imperialismo alemán como junkers-burgués. La mayor carga de ese desarrollo capitalista, con fuerte influencia terrateniente, recayó en las espaldas de las clases que constituían la base social de la sociedad alemana explotadora: los campesinos, los obreros y los trabajadores en general.

La participación en la Primera Guerra Mundial derivó graves consecuencias, desde el punto de vista económico. La industria y la agricultura quedaron afectadas en grado elevado. El volumen general de la producción industrial decayó en 1918 hasta el 75% del nivel de 1913.

Las privaciones de la guerra elevaron las protestas de los campesinos, los obreros y de todos los trabajadores en general. Esas manifestaciones se extendieron al ejército y la marina de guerra. Se agudizó la lucha de clases dentro del país a niveles superiores.

La victoria de la Revolución Socialista de Octubre de 1917 en Rusia y la proclamación del Decreto sobre la paz, fueron conocidas por las masas en Alemania y enardecieron aun más las protestas sociales.

En resumen, el escenario político y social de Alemania hacia 1918 estaba caracterizado por el desarrollo del capitalismo junkers- burgués con la supervivencia de rasgos feudales y de la estructura social clasista contradictoria. Ello junto con la influencia de la Revolución Socialista de Octubre en Rusia, crearon las bases para la agudización de la lucha de clases en el país y la conformación de una posterior situación revolucionaria.

Grupo Espartaco

Dos personalidades destacadas de la revolución fueron Carlos Liebknecht y Rosa Luxemburgo. El primero había nacido en Leipzig el 13 de agosto de 1871 y era hijo de un conocido fundador del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). Abogado de profesión, sus condiciones de líder fueron reconocidas por los sectores populares, que lo eligieron miembro de la Cámara de Diputados de Prusia en 1908 y del Reichstag en 1912. Convencido luchador por la paz, se opuso enérgicamente a la intervención de Alemania en la I Guerra Mundial.

Rosa Luxemburgo (1871-1919), nació en la localidad polaca de Zamosc (perteneciente a Rusia en esa época) el 5 de marzo de 1871. Abandonó Polonia en 1889 para evitar ser encarcelada por sus actividades políticas. En 1898 emigró a Alemania, donde se afilió al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), la organización más importante del socialismo internacional. Impartió clases de economía política en la escuela del SPD de Berlín (1907-1914) y escribió una obra titulada La acumulación del capital (1913). En 1914 se opuso a la decisión socialdemócrata de votar a favor de los créditos de guerra. Fue encarcelada por su radical oposición al conflicto bélico, condenando el socialchovinismo. En prisión escribió su fundamental obra, La crisis de la socialdemocracia.

En enero de 1916 Carlos Liebknecht, Rosa Luxemburgo, Clara Zetkin y otros compañeros, crearon una facción radical dentro del SPD, conocida como los espartaquistas, por los artículos escritos por el propio Liebknecht, bajo el seudónimo de Espartaco. Esa sección también conocida como grupo Espartaco, fue el embrión del que nació el Partido Comunista Alemán (KPD).

Rosa Luxemburg

En mayo de 1916 los espartaquistas encabezaron una manifestación antibelicista, en la que participan más de 10 mil personas, que fueron brutalmente reprimidos. Carlos Liebknecht fue condenado a dos años de trabajos forzados y sus derechos civiles fueron eliminados hasta que consiguió la libertad en octubre de 1918.

En 1917, el ala izquierda del SPD fundó el Partido Socialdemócrata Alemán Independiente (USPD), del cual también se separaron los espartaquistas

En 1918 en Alemania existían un conjunto de premisas, que hacían posible el triunfo de una revolución socialista. Internamente se venían produciendo acciones revolucionarias de gran envergadura en todo el país, bajo la influencia de Revolución Socialista de Octubre y la proclamación del Decreto sobre la paz por parte del poder soviético.

La huelga de enero de 1918, iniciada en Berlín fue considerada como la huelga política más grande de todos los tiempos de guerra. Su extensión abarcó a los principales núcleos industriales del país, participando más de un millón de obreros. Los participantes saludaban a la Rusia Soviética y exigían la paz sin anexiones ni contribuciones.

Revolución de Noviembre de 1918

La etapa decisiva de la revolución se produjo en noviembre de 1918, con hechos como la sublevación de los marinos de Kiel el día 3. Los acontecimientos se precipitaron con la dura derrota de los ejércitos alemanes en el frente occidental en agosto. En los días siguientes el movimiento se extendió a otros lugares como Hamburgo, Bremen, Leipzig, [Stuttgart]] y otras ciudades. En varios lugares aparecen Consejos (soviet) de obreros y marinos.

El 9 de noviembre los revolucionarios triunfaron en Berlín. Los espartaquistas dirigen al pueblo en la toma del ayuntamiento, el Reichstag y otros lugares. El Kaiser Guillermo II huye a Holanda y se proclama la República democrático burguesa, bajo el gobierno provisional formado el 9 de noviembre de [[1918] por el socialdemócrata Federico Ebert.

Friedrich Ebert

El soviet de Berlín en su mayoría estaba integrado por elementos socialdemócratas de derecha y centristas. Al reunirse el 10 de noviembre de 1918 los diputados votaron a favor del gobierno encabezado por Ebert.

¿Cuál fue la política interna y externa del gobierno de Ebert? Su política interna se resumió en la derogación del estado de guerra, la proclamación de las libertades democrático burguesas, el decreto de la amnistía de los presos políticos y la declaración de la jornada laboral de 8 horas. Al mismo tiempo, dejó en sus puestos a los antiguos oficiales monárquicos en el ejército y a los antiguos funcionarios, prohibiendo a los consejos inmiscuirse en los problemas militares.

En política exterior el gobierno desalojó la embajada soviética de Berlín, no acepto el envió de cereales de los trabajadores soviéticos y prohibió la reorganización de los partidos burgueses. En la práctica el gobierno de Ebert pretendió dejar el proceso en los marcos de una Revolución democrático burguesa. En el fondo continuó con ligeros cambios, la política del Kaiser, los capitalistas y los terratenientes.

El golpe de gracia a la influencia del proletariado y soldados revolucionarios ocurrió en el Congreso de los Consejos diputados de obreros y soldados de toda Alemania, reunido en diciembre de 1918 en Berlín. Allí se acuerda dejar el poder en manos del gobierno de Ebert y convocar a una Asamblea Constituyente. A partir de ese momento, el gobierno de Ebert se lanzó abiertamente al campo de la contrarrevolución burguesa tratando de desarmar a los soldados y a las milicias obreras revolucionarias.

Labor del Partido Comunista Alemán

En estas condiciones se acentuó la división en el seno del ala izquierda del Partido Socialdemócrata. A partir del grupo ”Espartaco” se funda el Partido Comunista Alemán el 30 de diciembre de 1918, bajo la dirección de Carlos Liebknecht y Rosa Luxemburgo. En el Programa del Partido Comunista Alemán aprobado contenía importantes elementos para hacer avanzar la revolución. Este programa era el más revolucionario y el único conformado dentro del marxismo, desde la muerte de Marx y Engels.

Al mismo tiempo, se apuntaron serios errores, como la subestimación del papel del Partido y de la alianza obrero campesina, el boicot a la Asamblea Constituyente y la negación a trabajar en los sindicatos reformistas. El Partido padecía de lo que Lenin calificó como la “enfermedad infantil del izquierdismo en el Comunismo”. No obstante el programa reiteraba el objetivo esencial de realizar la Revolución Socialista y la construcción del socialismo.

Ante la política del gobierno de Ebert, el 5 de enero de 1919 estalló en Berlín una insurrección armada, que se extendió por 10 días y abarcó otras regiones del país. El levantamiento fue fuertemente reprimido y los revolucionarios Carlos Liebknecht y Rosa Luxemburgo fueron arrestados y ejecutados el 15 de enero de 1919.

En 1919 ocurren otras manifestaciones de lucha de la clase obrera en Berlín, en el Rhur, en la Renania y Sajonia. El 14 de abril de 1919 los obreros de Munich toman el poder y proclaman la República Soviética de Baviera. Un ejército de 100 mil hombres el 1ro de mayo fue lanzado contra los revolucionarios y se comete una sangrienta matanza.

En enero se había elegido la Asamblea Constituyente, correspondiendo el 60% de los escaños a los Partidos burgueses y el resto a la socialdemocracia. El 31 de julio de 1919 se proclama la Constitución de Weimar, que estipulaba que el poder legislativo residía en el Reichstag debía ser elegido por sufragio universal, mientras que el poder ejecutivo era representado por el Presidente de la República, elegido por votación popular cada 7 años.

Igualmente se proclaman las libertades democrático – burguesas, aunque se da prioridad a la reacción burguesa para liquidarla en cualquier momento. Se otorgan facultades al Presidente para recurrir a las fuerzas armadas, a la vez que se afianzó el dominio de los grandes capitalistas y terratenientes. La proclamación de la Constitución de Weimar en 1919 significó la frustración del proceso revolucionario.

La Revolución de 1918- 1919 en Alemania no rebasó los marcos de la Revolución democrático burguesa y no resolvió todos los problemas de esa misma Revolución. No obstante, fue uno de los acontecimientos más importantes de la historia alemana, sus fuerzas motrices principales fueron el proletariado y el campesinado.

Ofensiva de la reacción

El país experimentaba una situación económica cada vez más difícil. La reducción de la industria y la desmovilización del ejército provocaban la desocupación en masa, además faltaba materia prima, víveres y combustible; los precios aumentaban extraordinariamente. Las estipulaciones del Tratado de Versalles, impuestas por las potencias vencedoras a Alemania, acentuaron los problemas internos. Sobre la gran masa trabajadora recayó el mayor peso de las condiciones impuestas al país. La agitación revolucionaria se mantiene en ascenso.

En estas condiciones, la reacción interna de los sectores de derecha toma auge. Renace el militarismo, mientras se exacerba el sentimiento de revanchismo. Aparecen organizaciones secretas terroristas, alentadas por sectores de la reacción monárquica. Se organizan golpes militares fracasados, como el dirigido por el terrateniente Kapp.

En 1919 surge el Partido Fascista de Baviera, que muy pronto fue encabezado por el cabo del ejército del kaiser, Adolfo Hitler. Su programa planteaba la lucha contra el comunismo y la destrucción de la Rusia Soviética, exigía la anulación del Tratado de Versalles e incitaba al anticomunismo y el chovinismo. Apoyado por los círculos reaccionarios, Hitler llegó a organizar las Tropas de Asalto, grupos de choque para enfrentar la actividad de protesta de las organizaciones obreras.

Los imperialistas franceses trataron de debilitar aún más a Alemania y ocuparon la región industrial del Ruhr en 1923. La situación del país se hizo más crítica, cuando se produjo un verdadero caos económico. El gobierno declaró la resistencia pasiva y se niega a extraer el carbón. Las fábricas cerraban unas tras otras, el número de desempleados llegó a 5 millones y la inflación tomó extraordinarias dimensiones. Así, por ejemplo, en octubre de 1923 un dólar norteamericano valía 8000 millones de marcos.

Todos esos elementos confluyeron en la creación de una nueva situación revolucionaria en 1923. La nueva ola revolucionaria se levantó en el país. Se establecieron gobiernos obreros en Turingia y Sajonia. No obstante, el movimiento no logró tomar carácter nacional. En Hamburgo se inició el movimiento el 23 de octubre de 1923 dirigido por el comunista Ernest Thaelman, pero quedó aislado. La represión violenta logró sofocar a la revolución.

En resumen, en 1923 se cerraba un capítulo importante en la historia de Alemania, caracterizado por un período de extraordinario auge revolucionario. Importantes fuerzas políticas aparecieron en la palestra pública y asumieron posiciones de liderazgo ante las masas populares. El grupo Espartaco y luego el Partido Comunista, desempeñaron un papel protagónico frente a la reacción y sus aliados de la socialdemocracia. Una nueva etapa se abrió en la historia de Alemania a partir de 1924.

Fuentes

• González Rivera, Pedro Luis, Deogracia Hernández Rodríguez. Aproximaciones a la Historia de la contemporaneidad. Libro digitalizado CDIP de la UCP” Rafael M. de Mendive de Pinar del Río.
• Otto von Bismarck-Schönhausen. Enciclopedia Encarta Premium 2008.
• Rosa Luxemburg. Enciclopedia Encarta Premium 2008.
• Friedrich Ebert. Enciclopedia Encarta Premium 2008.

Categoría: Hecho histórico