Síndrome Vasovagales

Síndrome Vasovagales
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Desmayo común.


Síndrome Vasovagales: Conocido además como (Síncope vaso vagal o disautonomia). Es una regulación defectiva del Sistema Nervioso Autónomo (balance entre el sistema Simpático y Parasimpático, vagal), que es el que regula automática e involuntariamente muchas funciones importantes del organismo como el pulso, la presión, la temperatura, la respiración, y otras funciones automáticas.

Frente a cambios repentinos como una emoción fuerte o susto (como al ver sangre), exponerse a situaciones que produzcan crisis de pánico o fobias, al pararse rápidamente después de estar acostado o al estar de pie largo rato (colas) o al caminar despacio en el supermercado o en el Mall o con cambios bruscos de temperatura… se produce una disminución del retorno venoso desde las extremidades inferiores, con lo que la presión arterial baja en forma brusca y llega poco oxígeno al cerebro. A algunas personas les baja el pulso y sudan las manos. Al súbitamente asumir la posición de pie, debido a la gravedad, unos 700 a 800 cc de sangre se van hacia el abdomen y extremidades inferiores lo que sucede segundos después del cambio de posición (hipotensión ortostática). En el caso de tener Disautonomia el organismo no es capaz de compensar esto completamente y aparecen los síntomas.

Síntomas

El síntoma más frecuente es la fatiga. El cansancio excesivo ocurre después de mediodía. Existen otros síntomas además de la fatiga, cuando se permanece de pie por un tiempo prolongado. La persona se siente como desfalleciendo, puede ponerse pálida, sudorosa y semejar una reacción hipoglicémica (baja del azúcar). De no sentarse o caer al suelo puede tener un desmayo o síncope y perder el conocimiento. A veces la persona que se siente mal, débil, cansada, sin ánimo, no tiene interés en la conversación a su alrededor y se retrae en un mutismo. Se le ve pálida, exhausta, a veces con los párpados caídos y sin deseos de participar en nada. Se les suele interpretar mal y se les tilda de poco colaboradoras y poco sociable. Es necesario reconocer estos síntomas premonitores para evitar caídas y sostener fracturas o contusión cerebral. Estas personas son por lo general friolentas y lo han sido toda la vida, pero al mismo tiempo no toleran calores excesivos (es como que tuvieran la regulación térmica alterada.

El cansancio aparece por lo general a mediodía. Si la persona amanece cansada, el problema será otro. Lo más probable es que se deba a una depresión.

Otra causa frecuente de fatiga y que se presta para el diagnóstico diferencial, especialmente en personas mayores de edad, es el Hipotiroidismo.

Cómo confirmar su diagnóstico

Esto se hace con el Tilt Test, el que puede ser efectuado en un Departamento de Cardiología. Para esto se coloca a la persona en una cama por unos 15 minutos, se le toma el pulso y la presión frecuentemente y después se coloca la cama verticalmente a 80º.

La persona está sujeta a la cama por amarras, en posición de pie, afirmando los pies en una repisa, pero sin moverlos. La prueba dura una hora, o menos si la presión baja sustancialmente o la persona se marea o tiende a desmayarse.

Cómo se trata

No existe un tratamiento curativo, pero hay muchas cosas que se pueden hacer para prevenir o aliviar el problema:

  • Evitar permanecer en pie por tiempo prolongado. Si no se puede evitar hay una serie de movimientos que ayudan como son: empinarse y soltar repetidamente, poner un pie delante del otro y después cambiar de pie, agacharse como para abrochar los zapatos, agacharse o poner la pierna estirada sobre una silla.
  • En caso de un desmayo, es conveniente no levantar al sujeto del suelo y elevarle las piernas.
  • Evitar caminar despacio en el Supermercado o en el Mall y no permanecer en esto más de una hora — menos de ser posible.
  • Al estar sentado en un bus o avión hay que mover los pies y rodillas frecuentemente y levantarse para caminar. De vez en cuando adoptar la posición en hiperflexión de pecho a rodilla y/o cabeza entre las rodillas.
  • Evitar la deshidratación, para lo que es conveniente tomar unos 2 ½ litros de líquidos al día. Recordar que uno se deshidrata fácilmente con el calor, los vómitos y la diarrea. También hay que tener cuidado con los diuréticos.
  • Es conveniente hacer ejercicio aeróbico moderado, lo que ayuda el retorno venoso. Ejercicios permaneciendo progresivamente de pie por períodos más largos y ejercicios en el agua, son particularmente beneficiosos.
  • Su médico puede recetarle algunos medicamentos que pueden ser útiles, tales como: Fluoxetina, Florinef, o Beta-bloqueadores. Se pueden usar vaso-constrictores como sustancias parecidas a las anfetaminas, pero tienen problema de adicción. Un nuevo medicamento usado por los cardiólogos, con buenos resultados, es la Midodrina.
  • En caso de sufrir de anemia, se debe corregir ésta ya que agrava esta enfermedad.

Fisiopatología

Se ha planteado en el síncope 3 causas fundamentales: un trastorno, mediado por vía nerviosa, del tono simpático y actividad vagal excesiva que dan por resultado bradicardia; una dificultad en la inervación simpática de los vasos sanguíneos que produce hipotensión ortostática o bien, cardiopatías (arritmias, entre otras.

El síndrome vasovagal produce una de las respuestas de vasodilatación más poderosa en los humanos. Se supone que el acontecimiento inicial es una brusca vasodilatación, particularmente de las arteriolas intramusculares, causada por una fuerte emoción o una lesión física. La resistencia vascular periférica disminuye y la presión arterial desciende. La función cardíaca no logra alcanzar la esperada alza que normalmente tiene lugar en la hipotensión. Entonces puede haber estimulación vagal (de ahí el término "vasovagal") que provoca una marcada bradicardia, con caída ulterior de la presión sanguínea. La inconsciencia y la palidez se deben a un inadecuado aporte de sangre al cerebro y a las estructuras extracraneales. La relajación de los vasos arteriales de resistencia tiene una función menor. La interrupción transitoria del flujo sanguíneo al cerebro causa pérdida del estado de conciencia en un lapso de 8 a 10 s y cuando la presión arterial sistólica cae por debajo de 70 mmHg, aparece el síncope. Se pierde la conciencia cuando disminuye el flujo sanguíneo cerebral general al 40 % de lo normal.

Esta disminución suele indicar una caída del gasto cardíaco del 50 % o más y disminución de la presión arterial media en posición erecta a menos de 40 ó 50 mmHg. Como los factores gravitatorios contribuyen de manera importante al deterioro del retorno venoso, el desmayo por alteración del llenado del corazón derecho casi siempre ocurre en la posición erecta o, en ocasiones, sentado. El síncope de cualquier causa es mucho más común sentado o de pie que acostado.

Manifestaciones clínicas

El síncope vasovagal se caracteriza por una evolución difásica. Durante un período breve inicial de aprensión y ansiedad, pueden aumentar la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la resistencia sistémica total y el gasto cardíaco. Sin embargo, con frecuencia no se presenta esta secuencia inicial. A continuación hay una fase vasodepresora durante la cual la frecuencia cardíaca es más lenta y disminuye la presión arterial, se reduce el gasto cardíaco y finalmente cae el flujo sanguíneo cerebral. Participan anormalidades simpáticas parasimpáticas, ya que la atropina evita la bradicardia pero no la respuesta depresora. El paciente suele encontrarse en posición erguida al principio del ataque, ya sea sentado o de pie; síntomas prodrómicos como debilidad, sensación de calor, palpitación, ansiedad, sensación de mareo y balanceo, aprensión y cefalea indican de manera característica la primera fase.

La duración de los síntomas prodrómicos es variable, solo escasos segundos o unos cuantos minutos, y si durante este período la persona es capaz de acostarse con prontitud, podría eliminar el ataque antes de desmayarse y caer al suelo. Esta iniciación que previene al paciente le permite recostarse o por lo menos protegerse, es excepcional la caída dañina en las personas jóvenes; los ancianos sí pueden lesionarse de manera grave.8,16,19

Las influencias disautónomas de origen emocional en el corazón pueden ser tan intensas que causen arritmias y, en ocasiones, para algunos autores, ser causa de muerte súbita. Hay personas con antecedentes de una susceptibilidad de toda la vida al síncope vasodepresor recurrente. Aunque raras veces, hay historia de una predisposición con base autosómica dominante en familiares de varias generaciones.

Tratamiento

Durante la atención del paciente con síncope en las etapas preliminares, o después de haber perdido el conocimiento, debe colocarse con la cabeza hacia abajo entre las rodillas si están sentados, o en posición supina con las piernas levantadas de manera que permita el flujo sanguíneo general máximo. Deberán aflojarse todas las ropas y se colocará la cabeza de manera tal que no bloquee la vía respiratoria. No se administra nada por vía oral hasta recuperado el conocimiento, no se le permite levantarse hasta que no cese la crisis, sobre todo, la sensación de debilidad física. El médico debe pensar primero en aquellas causas que constituyen urgencia terapéutica, como la hemorragia interna masiva e infarto del miocardio y las arritmias cardíacas; en el anciano se debe sospechar bloqueo cardíaco completo u otra arritmia cardíaca. En personas jóvenes sin antecedentes ni datos físicos de enfermedad neurológica o cardiovascular, el tratamiento es sintomático. El tratamiento profiláctico tiene poco valor excepto cuando el desmayo ocurre en respuesta a una enfermedad o lesión que debe atenderse.

La terapia con drogas para el síncope vasovagal es aún controversial. Ningún tratamiento ha demostrado gran beneficio, aunque se han usado muchos agentes como drogas betabloqueadoras. Se ha reportado el uso de técnica de tensión, con una combinación de terapia cognitiva para la ansiedad en un escenario apropiado. Es importante una explicación y restablecer la tranquilidad en los enfermos.

Véase También

Fuentes