Sab

Sab
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Título originalSab
Autor(a)(es)(as)Gertrudis Gómez de Avellaneda
GéneroNovela
PaísBandera de Cuba Cuba

Sab es una novela escrita por Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873). Fue publicada en el año 1841 durante el Romanticismo con tendencias realistas. La novela también está escrita durante el auge del antiesclavismo en Cuba.

El título de Sab significa el nombre del esclavo en que la obra se enfoca. Sab no era el nombre legal, lo bautizaron con el nombre de Bernabé, pero su mamá nunca lo llamó así, ella siempre lo llamaba Sab. Se refiere a las luchas independentistas contra la esclavitud. Durante la publicación de esta novela las mujeres escritoras todavía no podían publicar sus obras porque eran marginadas. Avellaneda puso el dinero ella misma para publicar sus obras.

Contexto histórico

En Cuba a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII fueron surgiendo lentamente las diferencias entre nativos o criollos y peninsulares. Cuando los corsarios y piratas atacaban las costas de la isla sembrando el terror entre sus pobladores, los criollos tuvieron la necesidad de unirse para hacerles frente. De igual modo, se vieron obligados a organizarse a fin de llevar a cabo el denominado comercio de rescate o de contrabando, único modo de poder obtener los productos que necesitaban y que les era imposible adquirir debido al monopolio comercial que España ejercía sobre Cuba a través de la Casa de Contratación de Sevilla.

A comienzos del siglo XVIII España estableció en la isla el estanco del tabaco, injusta medida que obligó a los vegueros a mostrar su unión y declararse en rebeldía. A fines de ese mismo siglo, cuando los ingleses atacaron y tomaron La Habana, los criollos encabezados por Pepe Antonio la defendieron valientemente. Todo esto fue creando y fortaleciendo cada día más las diferencias entre criollos y peninsulares hasta tal punto que ya al finalizar el siglo XVIII estas eran bien definidas.

Es en este marco que desarrolla fundamentalmente su obra literaria. Como forma de expresión que refleja la problemática de la esclavitud en Cuba. Sab, permite profundizar en el conocimiento y comprensión de esta etapa en Cuba.

Sab y su narrativa

De todas las novelas de Gertrudis Gómez de Avellaneda, como una de las principales figuras de la Literatura cubana del siglo XIX, Sab es la primera en el tiempo y méritos. En ella la autora muestra excelentes dotes como narradora, pero además brinda una novela antiesclavista por su contenido. La novela es notable por la pintura del paisaje, y porque lleva implícita una denuncia a ese estigma de la sociedad colonial que fue la esclavitud del negro.

Sab fue escrita para el tiempo en que en España terminaba la primera guerra carlista (1834-1838). Durante esa época la Avellaneda dejaba La Coruña e iba a residir en Sevilla. Aquel mismo año Gran Bretaña declaró abolida la esclavitud en sus colonias y a través de su ministro de relaciones exteriores Lord Palmerston, presionaba a España para que pusiera término a la introducción de esclavos en Cuba, paso preparatorio para la deseada abolición total del régimen esclavista.

Sab no es una novela de ideas como las de George Eliot o las de George Sand, las dos escritoras con que ha sido comparada. En realidad ninguna de sus obras lo es. La Avellaneda no plantea los problemas trascendentales del hombre en el plano intelectual, sino en situaciones dramáticas o novelescas. Con mayor o menor fortuna hace actuar a sus personajes, tomar decisiones, expresar sentimientos. Cuando más cerca se halla de la intelectualización del asunto es cuando hace uso del privilegio épico del comentario, cuando se permite, según la moda de su época, algún juicio sobre los hechos que relata, pero ni siquiera en ellos las ideas que expone están dadas en conexión explícita con un sistema filosófico determinado.

Al crear en Sab un esclavo instruido, de espíritu refinado, de virtudes supuestamente blancas, asume de hecho la posición opuesta a la parte de la sociedad de su tiempo que considera como un objeto al esclavo. De ella podría decirse lo que se ha dicho de León Tolstoi: que fue traidor a su clase. Proviniendo de una familia esclavista, educada en un ambiente donde lo normal era ver al negro en servidumbre, la cubana pinta un esclavo con todas las cualidades de un hombre superior, en contraste con un blanco egoísta, calculador y ruin, aunque por diversas razones no llevara las ideas a sus conclusiones lógicas.

El postulado cristiano de que todos los hombres son hermanos, hijos de Dios, debió inspirarla, reforzado con el conocimiento de episodios de la vida de George Washington, de la revolución burguesa francesa y de las novelas románticas a que era tan aficionada. Las vivencias de sus años infantiles y de adolescencia, reavivadas y teñidas con los colores de la imaginación, y modificadas por las ideas adquiridas en sus lecturas le permitieron construir el mundo de Sab, aunque este distaba mucho de la realidad. Era simplemente un escenario ilusorio en una Cuba ilusoria, donde se abría paso una verdad cuya sola mención daba coherencia y realidad a la fantasía.

La Avellaneda logró reflejar en su obra de un modo más o menos consciente el momento histórico, propicio a las ideas de reivindicación de las razas oprimidas.

Sab fue la primera novela antiesclavista que se publicó en lengua española y cuyo texto llegó al público completo antes que cualquiera de las otras mencionadas. Se editó once años antes de que Harriet Beecher Stowe, en los Estados Unidos publicara La cabaña del tío Tom, y la supera, no sólo en la prioridad temporal, sino en condición estética.

Estructura y trama de la obra

En esta novela se encuentran descripciones, enumeraciones, diálogos, forma epistolar, y monólogos dramáticos. Está narrada en tercera persona y el ritmo es variado. El tiempo es más lento, o rápido, aunque sin grandes fluctuaciones, para avenirse a los episodios relatados. Está organizada en 17 fragmentos narrativos que son los capítulos: 11 en la primera parte y 6 en la segunda, contando la conclusión y el epílogo. Cada capítulo lleva al inicio un lema que dispone el ánimo del lector para el tono del episodio. Los personajes están tratados de acuerdo a la visión romántica de la época. El encadenamiento de todos los hechos que forman el argumento da el significado final a la obra, su mensaje o ideología, que es la repulsa al régimen esclavista, aunque esto no haya sido el propósito de la autora. El ambiente donde se desarrolla la trama tiene lugar en la antigua jurisdicción de Puerto Príncipe, a fines de la segunda década del siglo XIX. Los escenarios, inspirados sin duda en el mundo que conoció la autora en su infancia y adolescencia, surgen embellecidos por su imaginación y por la distancia y el tiempo que la separaban de él en el momento de la creación literaria.

El tema central de la misma es el amor. El mulato Sab es esclavo de la familia Bellavista. Compañero de juegos en la niñez de la bella Carlota de quien se enamora más tarde. Carlota está enamorada de Enrique Otway, interesado y codicioso de su fortuna. La familia sufre una quiebra económica y Sab entrega todo el dinero que ha obtenido en un premio de la lotería para que el matrimonio entre Carlota y Enrique se efectúe. Para entregar ese dinero ha tenido que cabalgar a gran velocidad, como resultado Sab, muere, dejando una carta a Carlota donde le cuenta su amor.

También se desarrollan varios subtemas paulatinamente, entre los que se destacan: la esclavitud, la raza, lo indígena, lo legendario, las costumbres y la naturaleza, que vienen a constituir en sí mismos aspectos favoritos de la novela romántica en general. La autora usa vocablos, formas sintácticas y figuras propias del romanticismo, y el vocabulario en general está invadido de americanismos y cubanismos.

Valoración de la novela

En las narraciones y descripciones empleadas por La Avellaneda se utiliza la expresión sensorial. Los objetos del mundo novelístico nos llegan por su apariencia, por sus cualidades físicas. Como parte de su estilo la autora relaciona oraciones para desarrollar el pensamiento, para describir, comparar, reiterar, argumentar y ejemplificar, tanto en lo propiamente narrativo como cuando hace hablar a sus personajes.

En los días de la aparición de la novela la crítica fue benévola con respecto a ella, no siendo así en épocas posteriores. Llegó a ser dura y hostil, aunque hoy se advierte un cambio favorable de opinión, debido a los estudios más objetivos y menos apasionados a que ha sido sometida la obra. Es cierto que el fin propuesto por la autora era puramente artístico. No tenía otra finalidad que no fuese la de entretener sus propios ratos de ocio y el de sus lectores, sin embargo, esta novela posee una enorme carga de denuncia social, y en última instancia política.

Sus valores ideológicos son evidentes y sorprende para su momento de creación y publicación como una novela que resulta una encendida denuncia contra la esclavitud. Sab, mulato y esclavo, es por la educación y los sentimientos un ser superior a su antagonista Otway, blanco, rico y culto, pero limitado en sus capacidades, egoísta y reaccionario. Teresa es por su parte una de las figuras femeninas mejor trazadas de la literatura cubana del siglo XIX, y tal vez la más revolucionaria.

Sab es sin lugar a dudas una de las obras más importantes de la Literatura cubana.

A continuación algunos de los planteamientos que se han hecho respecto a la misma por prestigiosos intelectuales.

En el prólogo de la edición de 1920, el prologador este plantea:

Las producciones de Gertrudiz Gómez de Avellaneda son reposadas, serenas, de corte clásico. Habiéndose formado en España no pudo sufrir como todos los demás autores cubanos de la época, la acción opresora de un gobierno que no quería ni debía hacerse amar. Sab es una novela cubana, y es también más indoamericana que Guatinotzín y que El Cacique de Turnequé, otras dos novelas de la autora inspiradas en temas de Hispanoamérica. La Avellaneda gustaba de pintar seres de excepción aunque de existencia posible. Uno de ellos es Sab, a quien hizo nacer cubano, contemporáneo suyo. Su libro resulta uno de aquellos que ocupan un lugar intermedio entre la novela histórica y la de costumbres.
Hugo D. Barbagelata

Posteriormente, en 1945 Juan Remos y Rubio en su libro Historia de la literatura cubana, tomo II, afirma:

"Sab es una novela de ambiente cubano, rica en primorosas descripciones, donde no falta el elemento folklórico. El mulato esclavo Sab encarna el espíritu de la esclavitud injusta y dolorosa, pero no el de la protesta contra la misma. No es una novela abolicionista como se ha dicho. No cabe pues el paralelo que ha querido establecerse con la novela de Enriqueta Beecher Stowe, La cabaña del tío Tom."

Por su parte Salvador Bueno en su libro Historia de la literatura cubana, edición de 1963 ofrece la siguiente valoración de la obra:

"Las novelas de La Avellaneda no tienen el interés y la imaginación de sus relatos breves. Entre ellas tenemos a Sab, novela que ocurre en la región camagüeyana. Es una novela romántica, publicada en 1841. Difícilmente puede estimarse como novela de tesis antiesclavista, pues el problema social de la esclavitud está fuera de las preocupaciones de la autora. Ningún mérito añade esta novela a la fama de la Avellaneda. No tenía talento como novelista. Algunas descripciones de Sab, las orillas del río Tínima, la región y cuevas de Cubitas, etc., poseen interés pintoresco. La acción se desarrolla sin animación, los personales presentan rasgos psicológicos muy endebles. Sab, el mulato esclavo, no representa la denuncia a la esclavitud. En realidad a La Avellaneda le interesa su personaje como símbolo del hombre natural, primitivo, que los escritores de Sant - Pierre y Jean Jacobo Rosseau, pusieron de moda. Por lo tanto Sab, responde a una concepción romántica, pero sin estar enraizado en los problemas sociales de la Cuba colonial. Seguramente la escritora elaboró dichos relatos con los recuerdos de su región nativa, pero no supo infundirles la energía y vivacidad propias de su lírica y su teatro."

En el prólogo de la novela publicada en 1963 a cargo de Mary Cruz aparece el siguiente comentario:

"Sab pertenece al género romántico, pese a lo cual no cae, según observación de Mitjans, en las exageraciones de los novelistas que cultivaron ese género. Se publicó por primera vez en Madrid en 1841, pero la corta edición que se hizo fue en su mayor parte secuestrada y retirada de la circulación por los mismos parientes de la autora a causa de las ideas abolicionistas que encierra."

En 1978 en su libro Panorama histórico de la literatura cubana Max Henríquez Ureña planteaba:

"La Avellaneda cultivó la ficción narrativa y dio a la prensa seis novelas y nueve relatos, basados casi todos estos últimos en tradiciones de diversos países, que bautizó con el nombre de leyendas. De sus novelas, Sab, (1841), a pesar de ser la primera en el tiempo, es acaso la más interesante y digna de aprecio, porque como la trama se desarrolla en Cuba, la autora está describiendo paisajes y costumbres que conocía desde su infancia. En ella revela La Avellaneda sus finas dotes de narradora.

Es la primera novela que se inspira en la esclavitud y en la condena y en la repudia. Sab, se adelantó en diez años a otra novela que alcanzó gran resonancia y tiene por asunto la esclavitud: La cabaña del tío Tom, publicada en 1851- 1852, por la escritora estadounidense Harriet Beecher Stowe, sin embargo, Sab no es una obra de tesis ni de propaganda. La autora pinta las realidades que conoce, y son los hechos mismos los que hablan y provocan en el lector las reacciones consiguientes. La Cabaña del Tío Tom, es en cambio una obra polémica y de propaganda abolicionista, el propósito que inspiró a su autora es más humanitario que artístico.

La novela de La Avellaneda es, por su contenido, antiesclavista, aunque el propósito que la animó a escribirla no fuera el de librar una campaña abolicionista, sino el de dar vida, en una narración sentimental, a cuadros y escenas basados en los recuerdos de su Camagüey natal. Al hacerlo describe con pinceladas precisas y enérgicas la vida del esclavo."

El libro Perfil histórico de las letras cubanas desde sus orígenes hasta 1898, editado en 1983, refiriéndose a la novela explica:

En esta novela el complejo agrícola-industrial azucarero en su modalidad del centro de la isla, se encuentra presentado bastante objetivamente. La obra está estructurada con habilidad y tiene páginas nada desdeñables. Se han elogiado sus descripciones de los paisajes, particularmente los de las cuevas de Cubitas, así como el manejo del lenguaje, aunque no está carente del amaneramiento romántico.
El verdadero peso de la novela parece estar en lo que resulta un tema básico para la autora: la situación de la mujer en aquella sociedad, ante la cual sí se revela con fuerza La Avellaneda. Por eso pone en labios de uno de sus personajes blancos femeninos una declaración de amor al mulato esclavo Sab, lo cual constituía un escandaloso atrevimiento según los patrones socio - morales del momento. Incluso llega a utilizar el tema de la esclavitud para hacer valer sus tesis feministas, aunque debemos aclarar que la autora estaba muy lejos de querer cavilar el tema de la esclavitud en todo su horror. La novela, publicada en España no pudo circular en Cuba. Aunque estos no eran los propósitos de la autora, las conclusiones finales de la obra tomaron con el tiempo, desde el punto de vista sociopolítico, un predominante tema subversivo.

Fuentes