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Lázaro y sus dos hermanas, Santa María de Betania (ya hoy no identificada con María Magdalena) y Santa Marta, eran amigos de Jesús y le invitaban a su casa en Betania, cerca de [[Jerusalén]], donde era amado y acogido. Señal de su intimidad con Cristo es el hecho de como Jesús, aún yendo a resucitarle, luego de morir Lázaro, lloró, al contemplar el duelo de María y Marta. Uno de los milagros más grandes de Cristo fue, precisamente el traer de nuevo a la vida (que no fue [[Resurrección|resurrección]]) a Lázaro. Hasta aquí, lo único certero que se puede afirmar de este personaje. Todo lo demás que se conoce son tradiciones y no siempre iguales. Mientras que unas dicen que acompañó a San Pedro a Siria, la más conocida dice que los [[Judíos|judíos]] embarcaron a Lázaro en Jaffa en una nave que hacía agua y sin velas, con sus dos hermanas y otros cristianos, y la nave llegó milagrosamente a la isla de Chipre. San Lázaro fue, según esa tradición, elegido [[Obispo|obispo]] de Kition y murió 30 años después.  
 
Lázaro y sus dos hermanas, Santa María de Betania (ya hoy no identificada con María Magdalena) y Santa Marta, eran amigos de Jesús y le invitaban a su casa en Betania, cerca de [[Jerusalén]], donde era amado y acogido. Señal de su intimidad con Cristo es el hecho de como Jesús, aún yendo a resucitarle, luego de morir Lázaro, lloró, al contemplar el duelo de María y Marta. Uno de los milagros más grandes de Cristo fue, precisamente el traer de nuevo a la vida (que no fue [[Resurrección|resurrección]]) a Lázaro. Hasta aquí, lo único certero que se puede afirmar de este personaje. Todo lo demás que se conoce son tradiciones y no siempre iguales. Mientras que unas dicen que acompañó a San Pedro a Siria, la más conocida dice que los [[Judíos|judíos]] embarcaron a Lázaro en Jaffa en una nave que hacía agua y sin velas, con sus dos hermanas y otros cristianos, y la nave llegó milagrosamente a la isla de Chipre. San Lázaro fue, según esa tradición, elegido [[Obispo|obispo]] de Kition y murió 30 años después.  
  
En el [[siglo XI]], la leyenda [[Provenzal|provenzal de]] Santa María Magdalena, pone a San Lázaro como obispo de Provenza y muerto como mártir en Francia. Incluso el Papa [[Benedicto IX]], al consagrar la iglesia de San Víctor de Marsella, afirmó que sus reliquias estaban ahí (lo único cierto de todo esto es que hubo un Lázaro obispo de Marsella, pero en el [[siglo IV]]). Otra cosa es su [[Veneración|veneración]], que sí es muy antigua. La gallega Eteria, una peregrina a Jerusalén en el [[siglo III]], describe sobre la gran procesión que se hacía el sábado anterior al Domingo de Ramos al "Lazarium" tumba de San Lázaro (esta procesión aún se celebra por parte de la iglesia ortodoxa). En año 890, el emperador [[León VI]] construyó una iglesia y un [[Monasterio|monasterio]] en su honor en [[Constantinopla|Constantinopla]] y trasladó allá una parte de las pretendidas [[Reliquias|reliquias]], que se hallaban en [[Chipre]]. Se celebra el 17 de diciembre.  
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En el [[siglo XI]], la leyenda [[Provenzal|provenzal]] de Santa María Magdalena, pone a San Lázaro como obispo de Provenza y muerto como mártir en [[Francia]]. Incluso el Papa [[Benedicto IX]], al consagrar la iglesia de San Víctor de [[Marsella]], afirmó que sus reliquias estaban ahí (lo único cierto de todo esto es que hubo un Lázaro obispo de Marsella, pero en el [[siglo IV]]). Otra cosa es su [[Veneración|veneración]], que sí es muy antigua. La gallega Eteria, una peregrina a [[Jerusalén]] en el [[siglo III]], describe sobre la gran procesión que se hacía el sábado anterior al Domingo de Ramos al "Lazarium" tumba de San Lázaro (esta procesión aún se celebra por parte de la iglesia ortodoxa). En año 890, el emperador [[León VI]] construyó una iglesia y un [[Monasterio|monasterio]] en su honor en [[Constantinopla|Constantinopla]] y trasladó allá una parte de las pretendidas [[Reliquias|reliquias]], que se hallaban en [[Chipre]]. Se celebra el 17 de diciembre.  
  
 
Está el otro Lázaro del [[Evangelio|Evangelio]], un pobre mendigo que gana el cielo por sus sufrimientos, mientras el [[Inmisericorde|inmisericorde]] derrochador [[Epulón|Epulón]], se va al infierno. Nos dicen que es el personaje de una [[Parábola|parábola]], pero basta leer una parábola de [[Cristo]] y compararlo con la narración de Lázaro para darse cuenta de las diferencias. Basten dos:  
 
Está el otro Lázaro del [[Evangelio|Evangelio]], un pobre mendigo que gana el cielo por sus sufrimientos, mientras el [[Inmisericorde|inmisericorde]] derrochador [[Epulón|Epulón]], se va al infierno. Nos dicen que es el personaje de una [[Parábola|parábola]], pero basta leer una parábola de [[Cristo]] y compararlo con la narración de Lázaro para darse cuenta de las diferencias. Basten dos:  
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Los judíos que estaban allí en gran número, pronunciaron una exclamación que se ha divulgado por todos los países para causar admiración y emoción: "¡Miren cuánto lo amaba!".  
 
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¡Lázaro: yo te mando: sal fuera! Es una de las más poderosas frases salidas de los labios de Jesús. Un muerto con cuatro días de enterrado, maloliente y en descomposición, que recobra la vida y sale totalmente sano del sepulcro, por una sola frase del Salvador. ¡Que milagrazo de primera clase! Con razón se alarmaron los fariseos y Sumos sacerdotes diciendo: "Si este hombre sigue haciendo milagros como éste, todo el pueblo se irá coedios, con sólo su palabra resucita a un muerto de 4 días de enterrado.  
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¡Lázaro: yo te mando: sal fuera! Es una de las más poderosas frases salidas de los labios de Jesús. Un muerto con cuatro días de enterrado, maloliente y en descomposición, que recobra la vida y sale totalmente sano del sepulcro, por una sola frase del Salvador. ¡Que milagrazo de primera clase! Con razón se alarmaron los fariseos y Sumos Sacerdotes diciendo: "Si este hombre sigue haciendo milagros como éste, todo el pueblo se irá coedios, con sólo su palabra resucita a un muerto de 4 días de enterrado.  
  
 
¡Que se reúnan todos los médicos de la tierra a ver si son capaces de resucitar a un piojo muerto!  
 
¡Que se reúnan todos los médicos de la tierra a ver si son capaces de resucitar a un piojo muerto!  

Revisión del 17:43 5 jun 2011

San Lázaro
Información sobre la plantilla
Imagen de san lazaro.jpg
Religión o MitologíaCatólica
SincretismoBabalú Ayé
Día celebración17 de diciembre
Patrón(a) o Dios(a) dePatrón de los enfermos y leprosos
País o región de origenJudío
Venerado enCuba

San Lázaro. Anciano melenudo y barbudo, vestido de harapos y con un par de muletas, con las piernas llenas de llagas y rodeado de perros, es la imagen que veneran los devotos del archipiélago caribeño de Cuba. Es para los creyentes cubanos el santo de los pobres. El milagrero, como también se le conoce, no fue reconocido por la Iglesia Católica Romana que canonizó a otro Lázaro. Cada 17 de diciembre los creyentes peregrinan desde los más disímiles lugares de Cuba hasta el Santuario de San Lázaro en El Rincón, a las afueras de la capital, para celebrar su día, presentarle ofrendas, o cumplir la penitencia ofrecida

Un santo no reconocido por la Iglesia

La efigie se coloca en las afueras de la Iglesia, porque la institución no reconoce al San Lázaro que veneran los devotos. Delante, una sábana blanca sirve de alcancía donde se arroja el dinero. Muy cerca, una fuente emana un constante chorro de agua, que está bendecida por la deidad y es llevada por los creyentes como un tesoro inapreciable.

A las 12 de la noche del 16 de diciembre, la muchedumbre hace silencio ante el advenimiento del Día de San Lázaro, fecha que se espera con igual júbilo que la llegada del año nuevo o el nacimiento de un miembro de la familia. A esa hora se produce la misa más importante de la jornada y el resto del tiempo, los párrocos se mantienen atendiendo a los penitentes, tratando de aliviar su dolor corporal y espiritual.

Archivo:Altar a san lazaro en el rincon.jpg
altar a san lazaro en el rincon

La peregrinación supera los 15 000 asistentes, según algunos cálculos, lo que ocasiona el cierre oficial al tráfico automotor de las carreteras de acceso a El Rincón; las rutas de ómnibus locales requieren de refuerzos especiales para evacuar a los pasajeros y ocurren embotellamientos en las amplias avenidas que conducen a la zona.

Es común que los penitentes mantengan en secreto el milagro, como parte de la mística que rodea sus acciones. Una investigación periodística permitió conocer que son múltiples los casos de familias que durante el año ahorran para hacerle ofrendas a San Lázaro, mientras otros van allí a rezar y meditar sus penas frente a la gran estatua del viejo barbudo.

Celebración del Santo en La Habana

Los devotos de San Lázaro son datos a las personas y a los grandes sacrificios de flagelación. Cada día 17 visten con tela de saco sayas las mujeres y pantalones con botones dorados los hombres. Y el día 17 de diciembre, sus efemérides, cumplen una promesa ya tradicional en La Habana, que consiste en salir en posesión desde un punto bien alejado a pie, de rodilla, casi a rastras, halando piedras o cadenas, hasta el mismo santuario del Lazareto en el poblado del Rincón, donde se le rinde culto a esta divinidad. Este santuario y hospital de leprosos ha sido testigo de los actos de fanatismo religioso más espectaculares que se conozcan en Cuba, y que afortunadamente han ido languideciendo en nuestra sociedad socialista, que garantiza la salud gratis a todo el pueblo.

San Lázaro resumiría la ecuanimidad del cubano ante el dolor y la muerte, es decir seria la representación de nuestra capacidad de soportar individualmente un sufrimiento y colectivamente cualesquiera contingencias extrema que nos obligua a resistir. En esto difería este oricha de Changó, que resume, según él, los aspectos pasionales del cubano.

Significación y la función de este Santo milagroso

La escena no es única. Desde el día anterior, sábado 15 de diciembre, decenas de miles de personas han venido, desde todas partes del país, para expresarles su gratitud o pedirle algún favor a San Lázaro. "Al viejo hay que cumplirle, con él no se puede andar con juegos", dicen algunos de los que en vísperas del 17, día del Viejo, han llegado hasta el Rincón, un pueblito cercano a la Ciudad de La Habana.

Los fieles, por lo menos una buena cantidad de ellos, van a pedir o a pagar favores relacionados con la salud y el bienestar. Al

Santo se le ruega que salve a un familiar muy querido -una madre, un hijo- o que consiga un buen trabajo o un buen marido. El Santo lo resuelve todo, o casi todo.

Pero existe una contradicción. En cierta medida, la peregrinación carece de sentido. El Santo venerado no está en el gran altar de la Iglesia de El Rincón, ni en ninguna otra parte. El viejo solo figura en el ara del sincretismo religioso.

El San Lázaro venerado por el pueblo de Cuba, representado en pinturas y esculturas como el hombre viejo y pobre, apoyado en muletas, a quien los perros le lamen las llagas del cuerpo es un Santo de la iglesia del alma, un templo levantado sobre los pilares de la tradición.

Oracion a San Lazaro

San Lazaro, en el nombre de Dios, te pido bendito San Lazaro,
que cuando angustiados te invoquemos, en nuestras horas de dolor y anhelo de caridad y protección, Oh! San Lazaro escuchanos por favor. Bendito San Lázaro de Bethania, amparo y sosten de María y Marta, a ti te llamo. Oh! amado y siempre vivo espiritu de gracia, con la misma Fe y amor que Jesus llamo a la puerta del sepulcro, de donde saliste vivo y glorioso, después de haber estado alli por espacio de tres dias consecutivos, con tu cuerpo enterrado, y sin haber dado la mas debil señal de impureza o imperfeccion. De la misma manera, yo hoy llamo a la puerta de tu Divino Espíritu, para que con la misma Fé que Dios infundio en ti, me concedas lo que te pido (Haz tu pedido), invocando para ello el inconmensurable amor con el que Dios te quiso premiar y con la resignación con que supiste soportar la vida material.
Amén.

Los Peregrinos de San Lázaro

El San Lázaro venerado por el pueblo de Cuba, representado en pinturas y esculturas como el hombre viejo y pobre, apoyado en muletas, a quien los perros le lamen las llagas del cuerpo es un Santo de la iglesia del alma, un templo levantado sobre los pilares de la tradición.

Los dos cuerpos serpentean sobre el asfalto. Codos y rodillas son los medios de locomoción de ese joven de piel blanca, vestido con un traje mal cortado en tela de saco de yute; y de la mujer, una negra gorda, cuarentona, que viste pantalón rojo y un sucio pulóver blanco.

Están a la entrada del santuario. De allí al altar mayor, donde se pagan las promesas, solo quedan algo más de doscientos metros. Ese es el tramo más difícil y los cuerpos apenas si tienen fuerzas. A última hora, suele suceder, la fe supera las posibilidades físicas.

La mujer se nota mucho más cansada que el muchacho. Se ve exhausta, resoplando en el suelo, con el rostro maquillado por el polvo de la carretera.

La algarabía del coro de curiosos y fieles escoltan a la pareja en el último tramo de la promesa. "?Vamos Ramón, vamos Ramón!", grita un hombre que va delante del dúo barriendo con una rama las piedras, limpiando el camino de los penitentes. "?Vamos Ramón, ayúdala, ayúdala como caballero! ?Tú eres un caballero, Ramón!" El joven le tiende un brazo a la mujer. "Dale, dale -le dice-, un esfuerzo, ya queda poco". Un fuerte suspiro de ella levanta una nubecita de polvo y al fin logra, rodando su pesado cuerpo, avanzar unas pulgadas. El coro de curiosos se entusiasma ante su empeño. "?Arriba, tú puedes!". En el rostro de la mujer una mueca simula una sonrisa. "?Vamos, vamos!". A duras penas, la pareja logra avanzar entre la multitud que cada vez se hace más compacta. "?Dios mío -dice alguien que los ve pasar- algo grande debió concederles el Santo a esa gente para que hagan eso!".

San Lázaro ¿De Obispo o de Perros?

Pregunta

San Lázaro es un santo muy invocado por los cubanos. Se trata de la santeria cubana o es Lázaro el hermano de Marta y Maria?

Respuesta

En San Lázaro se da la confluencia de dos personajes distintos: San Lázaro, amigo de Jesús y Lázaro, el pobre mendigo.

Los vemos por separado

Lázaro y sus dos hermanas, Santa María de Betania (ya hoy no identificada con María Magdalena) y Santa Marta, eran amigos de Jesús y le invitaban a su casa en Betania, cerca de Jerusalén, donde era amado y acogido. Señal de su intimidad con Cristo es el hecho de como Jesús, aún yendo a resucitarle, luego de morir Lázaro, lloró, al contemplar el duelo de María y Marta. Uno de los milagros más grandes de Cristo fue, precisamente el traer de nuevo a la vida (que no fue resurrección) a Lázaro. Hasta aquí, lo único certero que se puede afirmar de este personaje. Todo lo demás que se conoce son tradiciones y no siempre iguales. Mientras que unas dicen que acompañó a San Pedro a Siria, la más conocida dice que los judíos embarcaron a Lázaro en Jaffa en una nave que hacía agua y sin velas, con sus dos hermanas y otros cristianos, y la nave llegó milagrosamente a la isla de Chipre. San Lázaro fue, según esa tradición, elegido obispo de Kition y murió 30 años después.

En el siglo XI, la leyenda provenzal de Santa María Magdalena, pone a San Lázaro como obispo de Provenza y muerto como mártir en Francia. Incluso el Papa Benedicto IX, al consagrar la iglesia de San Víctor de Marsella, afirmó que sus reliquias estaban ahí (lo único cierto de todo esto es que hubo un Lázaro obispo de Marsella, pero en el siglo IV). Otra cosa es su veneración, que sí es muy antigua. La gallega Eteria, una peregrina a Jerusalén en el siglo III, describe sobre la gran procesión que se hacía el sábado anterior al Domingo de Ramos al "Lazarium" tumba de San Lázaro (esta procesión aún se celebra por parte de la iglesia ortodoxa). En año 890, el emperador León VI construyó una iglesia y un monasterio en su honor en Constantinopla y trasladó allá una parte de las pretendidas reliquias, que se hallaban en Chipre. Se celebra el 17 de diciembre.

Está el otro Lázaro del Evangelio, un pobre mendigo que gana el cielo por sus sufrimientos, mientras el inmisericorde derrochador Epulón, se va al infierno. Nos dicen que es el personaje de una parábola, pero basta leer una parábola de Cristo y compararlo con la narración de Lázaro para darse cuenta de las diferencias. Basten dos:

  1. Jesús nunca usa nombres en la parábolas, porque, precisamente son eso, ejemplos. Aquí hasta nos dice el nombre del protagonista, como se cuenta un hecho conocido.
  2. Todas las parábolas son explicadas, esta (si lo fuese) no lo es. Simplemente se narra el hecho y en la misma historia está la enseñaza, que no está "velada" bajo símbolos como las parábolas de verdad.

Por otra parte, la veneración a San Lázaro "de las muletas" existió y existe aún en la iglesia (en San Nicolás de Bilbao se venera una estupenda talla). Vitrales, frescos, tallas, nos hablan de la veneración a este personaje, ligada junto a San Roque a los leprosorios y hospitales, pues padeció la lepra (por tradición, que el Evangelio no lo dice). Es cierto que no se le celebra, pero se mantiene en algunos sitios. Además de las muletas y los perros, sus otros atributos son una campanilla o matraca, (instrumentos medievales que tenían que portar los leprosos para anunciar su presencia y la gente se alejara). Los cultos afrocubanos los han sincretizado a ambos, poniendo su fiesta en la del santo obispo y, desde entonces han ido juntos.

Después de la patrona (la Virgen de la Caridad), San Lázaro es el santo más venerado, casi siempre ligado a la santería. Tiene un santuario a las afueras de la Habana que nació y se mantiene junto a una leprosería. La peregrinación de diciembre es multitudinaria, una marea humana de mas de 10 kilomentros de largo. Durante todo el día y más aún de noche, porque a las 12 de la noche todos quieren estar ante el santo, cosa imposible, evidentemente. Desde tiempo antes del 17 de diciembre, los que llevan promesas se ponen en camino de rodillas, a rastras, llevando piedras, cadenas, piernas de hierro a cuestas. Al santo le ofrecen tabacos (van directo al hospital), botellas de aceite y claro, flores, joyas y dinero. Alli se dan la mano en venerar al santo, ricos, pobres, turistas, sanos, enfermos, santeros, curiosos, católicos, protestantes que van a lo contrario y nunca salen bien parados. Detalle interesante: en el altar mayor se venera el santo obispo al que nadie mira, el "milagroso" se encuentra en un altar lateral y claro, es un antiguo San Lázaro "de perros", vestido.

San Lázaro Amigo de Jesús, siglo I

Lázaro es un nombre significativo en el idioma de Israel. Quiere decir: "Dios es mi auxilio". El santo de hoy se ha hecho universalmente famoso porque tuvo la dicha de recibir uno de los milagros más impresionantes de Jesucristo: su resurrección, después de llevar cuatro días enterrado.

Lázaro era el jefe de un hogar donde Jesús se sentía verdaderamente amado. A casa de Lázaro llegaba el Redentor como a la propia casa, y esto era muy importante para Cristo, porque él no tenía casa propia. El no tenía ni siquiera una piedra para recostar la cabeza . En casa de Lázaro había tres personas que amaban a Nuestro Salvador como un padre amabilísimo, como el mejor amigo del mundo. La casa de Betania es amable para todos los cristianos del universo porque nos recuerda el sitio donde Jesús encontraba descanso y cariño, después de las tensiones y oposiciones de su agitado apostolado.

En la tumba de un gran benefactor escribieron esta frase: "Para los pies fatigados tuvo siempre listo un descanso en su hogar". Esto se puede decir de San Lázaro y de sus dos hermanas, Martha y María.

La resurrección de Lázaro es una de las historias más interesantes que se han escrito. Es un famoso milagro que llena de admiración.

Un día se enferma Lázaro y sus dos hermanas envían con urgencia un mensajero a un sitio lejano donde se encuentra Jesús. Solamente le lleva este mensaje: "Aquél a quien Tú amas, está enfermo". Bellísimo modo de decir con pocas palabras muchas cosas. Si lo amas, estamos seguros de que vendrás, y si vienes, se librará de la muerte.

Y sucedió que Jesús no llegó y el enfermo seguía agravándose cada día más y más. Las dos hermanas se asoman a la orilla del camino y... Jesús no aparece. Sigue la enfermedad más grave cada día y los médicos dicen que la muerte ya va a llegar. Mandan a los amigos a que se asomen a las colinas cercanas y atisben a lo lejos, pero Jesús no se ve venir. Y al fin el pobre Lázaro se muere. Pasan dos y tres días y el amigo Jesús no llega. De Jerusalén vienen muchos amigos al entierro porque Lázaro y sus hermanas gozan de gran estimación entre la gente, pero en el entierro falta el mejor de los amigos: Jesús. Él que es uno de esos amigos que siempre están presentes cuando los demás necesitan de su ayuda, ¿por qué no habrá llegado en esta ocasión?

Al fin al cuarto día llega Jesús. Pero ya es demasiado tarde. Las dos hermanas salen a encontrarlo llorando: -"Oh, ¡si hubieras estado aquí! ¡Si hubieras oído cómo te llamaba Lázaro! Sólo una palabra tenía en sus labios: ‘Jesús’. No tenía otra palabra en su boca. Te llamaba en su agonía. ¡Deseaba tanto verte! Oh Señor: sí hubieras estado aquí no se habría muerto nuestro hermano".

Jesús responde: - "Yo soy la resurrección y la Vida. Los que creen en Mí, no morirán para siempre". Y al verlas llorar se estremeció y se conmovió. Verdaderamente de Él se puede repetir lo que decía el poeta: "en cada pena que sufra el corazón, el Varón de Dolores lo sigue acompañando".

Y Jesús se echó a llorar. Porque nuestro Redentor es perfectamente humano, y ante la muerte de un ser querido, hasta el más fuerte de los hombres tiene que echarse a llorar. Dichoso tú Lázaro, que fuiste tan amado de Jesús que con tu muerte lo hiciste llorar.

Los judíos que estaban allí en gran número, pronunciaron una exclamación que se ha divulgado por todos los países para causar admiración y emoción: "¡Miren cuánto lo amaba!".

¡Lázaro: yo te mando: sal fuera! Es una de las más poderosas frases salidas de los labios de Jesús. Un muerto con cuatro días de enterrado, maloliente y en descomposición, que recobra la vida y sale totalmente sano del sepulcro, por una sola frase del Salvador. ¡Que milagrazo de primera clase! Con razón se alarmaron los fariseos y Sumos Sacerdotes diciendo: "Si este hombre sigue haciendo milagros como éste, todo el pueblo se irá coedios, con sólo su palabra resucita a un muerto de 4 días de enterrado.

¡Que se reúnan todos los médicos de la tierra a ver si son capaces de resucitar a un piojo muerto!

Lázaro bendito, digno de que sintamos hacia ti una envidia, que tuviste el honor de recibir del poder inmenso de Jesús un milagro tan sorprendente: dile al Divino Redentor que en nuestras casas también hay algunos Lázaros muertos: son nuestras situaciones imposibles de ser arregladas por nuestras solas fuerzas. Para unos es un vicio que no logran alejar. Para otros una tristeza y un mal genio que acompañan día por día amargando la vida. Para algunos su Lázaro muerto es su cuerpo que sufre una dolencia que no se quiere curar, o una debilidad que quita fuerzas... Sabemos que Cristo, que obró el milagro de Betania, tiene los mismos poderes y el mismo amor de ese tiempo. Pídele tú a Jesús que por lo menos si no nos da la salud, nos conceda una gran paciencia para sufrir con paciencia y así convertir nuestros sufrimientos en escalera preciosa para subirnos a un grado muy alto en el cielo.

Fuentes