Satí

Satí
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En el marco del hinduismo, satí es el rito de quemarse una mujer en la pira de cremación de su marido.

Tradición Satí

En el marco del hinduismo, satí es el rito de quemarse una mujer en la pira de cremación de su marido.

Origen

En la mitología hindú, Satí es el nombre de una hija del mítico patriarca Daksha, la cual se prendió fuego a sí misma cuando su padre insultó a su esposo, el dios Shivá. En la cultura hindú, la mujer no tiene ningún valor fuera de la institución del matrimonio. El nombre satí significa ‘piadosa’.

Casos voluntarios

El acto de satí tenía lugar voluntariamente en la mayoría de los casos. Modernamente se debate si la presión social podría hacer la inmolación como obligatoria. Ya que para una viuda sin hijos, su vida carecía de incentivo. En algún caso por el contrario, el deseo de una viuda de inmolarse era evitado por sus parientes. Como la incineración del difunto ocurría al día siguiente de la muerte, la viuda tenía que tomar la decisión rápidamente. Los testimonios relatan diversos modos de cometer satí. Generalmente la viuda se sentaba o se postraba al lado del difunto. Hay ocasiones en que la viuda caminaba o saltaba cuando la pira estaba ya iniciada o incluso hay casos en que la viuda prendía ella misma el fuego.

Casos obligatorios

Hay testimonios de casos en que la viuda era forzada a su muerte. Así hay representaciones gráficas de mujeres atadas en la pira apagada. Hay versiones en las que se cuenta que la viuda estaba drogada. Hay casos de hombres que con palos impedían que la viuda intentara huir de las llamas. Aunque la práctica del satí ha sido abolida legalmente en India, las viudas continúan siendo cruelmente estigmatizadas. Mientras que los hombres pueden volverse a casar, para las mujeres es prácticamente imposible, especialmente si son madres; además, una mujer en el momento en que enviuda pierde todas sus propiedades y derechos. El rechazo social las obliga a identificarse con saris completamente blancos, y en el momento de enviudar les rapan el pelo y le cambian la señal de la frente. Su sola presencia es considerada un mal augurio.

Fuente