Seibadal

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Seibadal
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A praderas marinas.jpg
Concepto:Pradera formada por la fanerógama Thalassia testudinum Banks ex K. D. Koenig

Seibadal. Pradera de Thalassia testudinum, conocido también como pasto de tortuga o seiba. Esta yerba marina es la más abundante del Caribe, y tiene gran importancia ecológica, al brindar refugio y alimento a diferentes especies en las fases larvales y juveniles. Este Biotopo está muy bien representado en la Plataforma marina cubana, y ha sido cartografiado mediante métodos combinados de Teledetección y muestreos de campo, en diferentes escalas como parte de varios proyectos de investigación.

Taxonomía

La Thalassia testudinum Banks ex K. D. Koenig; pertenece al reino Plantae, clase Liliopsida, orden Hydrocharitales y familia Hydrocharitaceae.

Estructura y reproducción

Flor de Thalassia

Cuenta con rizomas de espesor, de hasta 5 mm, con canales de aire y las cicatrices conspicuas entre los brotes. Con 10-17 nervaduras longitudinales; las vainas de las hojas son generalmente curvadas, de color verde oscuro, asemejan cintas, entre de 3 a 7 cm de largo, las cuales están firmemente ancladas al fondo marino. En trabajos realizados en Cuba se han encontrado hojas mayores de 15 cm.

La inflorescencia se asienta sobre un pedúnculo de 3 a 7.5 cm. La flor macho libera los granos de polen en largas cadenas dentro de los tubos de mucílago, mientras que la flor hembra tiene el estigma.

El fruto, es una cápsula de alrededor de 1.5 a 2 por 2 a 2.5 cm; con 3 semillas (rara vez 1, 2 ó 6).

Características, distribución y clasificación

Son comunidades de plantas superiores o fanerógamas marinas, con raíces, tallos y hojas, adaptadas a vivir en el ambiente marino, donde la dominante ecológica es la Thalassia testudinum o yerba de tortuga. Se desarrollan en profundidades entre 0,5m hasta 6 metros, ya que necesitan buena iluminación para poder realizar el proceso de fotosíntesis, aunque en las aguas cubanas debido al alto grado de transparencia se encuentran a mayor profundidad, han sido observadas Thalassia]] y Syringodium hasta 30 metros.

El seibadal en Cuba ha sido clasificado atendiendo a los tipos de fondo en que se desarrollan y a la distribución de la vegetación bentónica acompañante, formadas por Algas y otras Fanerógamas como: Syringodium filiforme (Yerba de Manatí), Halodule wrightii y Halophila decipiens, ya que dan lugar a un Biotopo característico con asociaciones ecológicas típicas de las especies que lo habitan, desde animales epífitos, hasta otros que se protegen entre los rizomas, como: estrellas, erizos, bivalvos y otros organismos bentónicos que aprovechan el oxígeno, el sostén mecánico, la protección y el alimento necesario para vivir y desarrollarse, como: las tortugas, la langosta, cangrejos, jaibas, moluscos, equinodermos, etc.

  • Seibadal de tipo "A".

Es la pradera densa, es típica de fondo arenoso y areno-fangoso, con alto grado de transparencia, donde predominan Thalassia testudinum con Syringodium filiforme, y entre las algas el género Halimeda.

  • Seibadal de tipo "B".

La pradera se hace menos densa, predomina la Thalassia, con algas verdes como Halimeda sp., Caulerpa spp., Penicillus spp. y Avrainvillea nigricans y algunas rojas ceramiales como: Laurencia intrincata.

  • Seibadal de tipo "C".

En la composición florística sigue dominando la Thalassia, y algas verdes y rojas, pero alternan con los zorribos o depresiones erosivas, que se forman debido a las fuertes corrientes, las cuales son identificadas en las fotografías aérea y cósmicas por la textura moteada y tonos blanquesinos (dados por la arena), y en las diapositivas de fondo se ve la pradera arriba y el fondo blanco de la arena socavado o erosionado. Estas depresiones son utilizadas por los pescadores de langosta para ubicar las nasas, lo cual le permite obtener mejores capturas.

Cartografía de seibadales cubanos

La cartografía de este tipo de vegetación, se inició en Cuba como resultado del primer vuelo espacial soviético-cubano, realizado en septiembre 1980, por los cosmonautas Arnaldo Tamayo Méndez y Yuri V. Romanenko, de donde se obtuvieron fotografías aéreas y cósmicas de la plataforma marina cubana, siendo el primer mapa realizado el de la distribución de la Thalassia testudinum del Golfo de Guanahacabibes, a través del cual se realizó el cálculo del área efectiva de pesca de langosta de dicha región y el Centro de Investigaciones Pesqueras, lo utilizó para brindar pronósticos más exactos en las pesquerías de la langosta comercial Panulirus argus[1]

Posteriormente se siguió profundizando en los estudios de este importante ecosistema, a través de los estudios de los Grupos Imsulares del Archipélago Cubano con fines turísticos, realizado por un grupo multidisciplinario de especialistas del antiguo Instituto Cubano de Geodesía y Cartografía hoy GEOCUBA, y la Academia de Ciencias de Cuba, así como mediante los estudios de Impacto ambiental llevados a cabo para el desarrollo del país.

Sensibilidad

El seibadal es un ecosistema altamente sensible, el cual sufre anualmente debido al afecto de los Ciclones Tropicales y huracanes, así como al mal manejo del hombre, entre los efectos antrópicos dañinos se encuentran:

  • Intensa actividad de hidrocarburos, lo que causa derrames de petróleo o gas natural los cuales han afectado grandemente en los últimos años a varios pastizales, como los del Mar Caribe y el Golfo de México.
  • El uso de Artes de Pesca activos como el chinchorro, que causa la alteración de los fondos, produciendo gran turbidez, causando la muerte a las fanerógamas y fauna asociada.
  • Fondeo de embarcaciones, arrojando desperdicios, achican las centinas, y al retirarse arrastran el ancla todo lo cual altera el ecosistema.
  • Construcciones costeras, que modifican la dinámica costera y vierten desechos sin un tratamiento adecuado.

Importancia del seibadal

Hoja y raíz de Thalassia

Estas praderas marinas tienen gran importancia para la zona costera, fundamentalmente en los archipiélagos e islas, por los siguente:

Enlaces relacionados

Referencias

  1. [Carrodeguas, C y M. González. Cálculo del área efectiva de pesca de langosta del Golfo de Guanahacabibes mediante el empleo de la Teledetección. En Revista Orbita, número extraordinario, mayo de 1987. Editorial de la Academia de Ciencias de Cuba. 14 de agosto del 2011]

Fuentes