Seymour Cray

Seymour Cray
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Nacimiento28 de septiembre de 1925
Chippewa Falls, Wisconsin, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Fallecimiento6 de octubre de 1996
Colorado, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Causa de la muerteAccidente de tráfico
NacionalidadEstadounidense
EducaciónUniversidad de Minnesota, Chippewa Falls High School
Alma materUniversidad de Minnesota
OcupaciónIngeniero electrónico
Conocido porEl Padre de la Supercomputadora
PadresSeymour R. Cray, Lillian Cray
PremiosPremio Eckert-Mauchly

Seymour Cray. Es considerado como el El Padre de la Supercomputadora. De ser un oscuro ingeniero en Engineering Research Associates, Seymour Cray fue escalando posiciones hasta convertirse en uno de sus líderes de proyecto.

Su obsesión por construir máquinas cada vez más veloces lo llevó a diseñar la computadora más rápida del planeta, creando la nueva industria de las supercomputadoras, en la cual se mantendría a la cabeza prácticamente hasta su trágica muerte acaecida en 1995.  

Síntesis biográfica

Seymour Roger Cray nació el 28 de septiembre de 1925 en Chippewa Falls, Wisconsin (EE. UU.) Su padre (de quien tomó el nombre) era el ingeniero civil de la ciudad, y su madre, Lillian, era la hija de un ministro de la iglesia Metodista.

Además del pequeño Seymour, el matrimonio Cray tuvo una hija, llamada Carol, que nació 5 años después que él. Desde el principio, el pequeño Seymour intentó seguir los pasos de su padre. Cautivado por la tecnología, encontró una manera de expresarse en la fotografía a los 10 años de edad. Entusiasmado, construyó un cuarto oscuro en el sótano de su casa, tomó rápidamente varias fotos del patio trasero y las reveló él mismo. Su hermana le ayudaba, sosteniendo las impresiones en blanco y negro, y colgándolas alineadas usando pinzas para tender ropa.

Poco tiempo después comenzó su interés por la electrónica. Instaló un sistema de alarma que le permitiría saber si alguien entraba a su cuarto mientras se encontraba en el sótano revelando fotografías. Para ello, hubo de colocar cables a través de toda la estructura de madera de la casa Victoriana que sus padres rentaban en aquel entonces.

Y eso sólo fue el principio. Poco después, y cuando estaba todavía en la primaria, colocó cables que le permitían comunicarse con su hermana usando código Morse después de las 10 de la noche en que su padre ordenaba que se apagaran las luces. La adolescencia de Seymour fue, sin embargo, bastante normal. Pasaba los veranos en la pequeña cabaña que su padre construyó junto al río Chippewa, nadando y navegando en bote con su hermana y ocasionalmente con algunos compañeros de escuela.

Se dice que le gustaba pescar en el río, además de haber desarrollado un intenso interés en volar cometas, el cual se mantendría hasta su vida adulta. Lo único que distinguió a Cray de los demás adolescentes fue su pasión por la ciencia. Cuando su padre le regaló un juego de Química en un cumpleaños, Cray se emocionó tanto que permaneció sin dormir durante varias noches, a tal grado que acabó enfermándose.

Después de graduarse de la preparatoria, en 1943, se unió renuentemente al ejército en el pelotón de comunicaciones de infantería, y arribó a Europa después del desembarco en Normandía. Durante un tiempo vagabundeó por Europa y posteriormente viajó a las Filipinas, donde operaba su equipo de radio desde una caverna en un área muy remota, apoyando a la guerrilla local contra los japoneses.

Charles J. Murria menciona cómo después de una rara presentación pública en el Centro de Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado (Estados Unidos) en 1976, Seymour Cray se ofreció a responder preguntas de la audiencia. Sin embargo, los asistentes, que eran en su mayoría programadores de las supercomputadoras que él había diseñado, se quedaron completamente callados durante varios largos minutos. Tras haberse marchado Cray, el director de la división de cómputo del centro de investigación en cuestión reprimió a sus programadores. "¿Por qué nadie alzó la mano?", espetó.

Después de un momento de tensión, un programador se atrevió a replicar tímidamente: "¿Cómo se le habla a Dios?". Esa era la forma en que los programadores y los diseñadores de computadoras de todo el mundo veían en aquel entonces a Cray. Y tal vez esa visión, por extrema que parezca, tenía algo de sentido. Después de todo, Cray había logrado construir con sus propias manos las computadoras más rápidas sobre la Tierra.

El "ingeniero supremo" como lo llamaban sus admiradores, había revolucionado la industria de las computadoras, haciendo temblar a gigantes como Control Data Corporation y la misma IBM, que no pudieron superar sus "cosas simples y tontas", que era como él llamaba a sus diseños tan radicales y eficientes.

Primer contacto con las computadoras

Alrededor de un año después de haberse dado de baja del ejército (en 1947), Cray se casó con Verene Voll, a quien conocía desde que eran niños. Después de la boda se mudaron a Madison, donde Cray ingresó a la Universidad de Wisconsin. Sin embargo, alrededor de un año más tarde, decidió que la Universidad de Minnesota tenia una mejor carrera de ingeniería, y se mudaron para allá. Cray fue un estudiante excepcional de ingeniería y matemáticas, y sus profesores notaron casi de inmediato su gran capacidad para resolver problemas.

Se graduó en 1951, obteniendo una licenciatura en ingeniería eléctrica y una maestría en matemáticas aplicadas. Sin embargo, tras su graduación empezó a tener apuros financieros, pues el dinero que recibía de un fondo de veteranos de la Segunda Guerra Mundial para estudiar se había agotado, y no contaba con ofertas de trabajo todavía. Fue entonces cuando se encontró con uno de sus profesores, quien al percatarse de que Cray no tenía perspectivas laborales todavía lo incitó a acudir a una empresa llamada Engineering Research Associates (ERA), que estaba establecida en una vieja fábrica de aeroplanos en la ciudad de St. Paul, Minnesota. Pensando que este trabajo sería tan bueno como cualquier otro, llenó una solicitud y pronto obtuvo el empleo.

Cray no sabía en ese entonces nada acerca de computadoras digitales, por lo que ignoraba que ERA trataba de destacar en ese difícil mercado que estaba prácticamente monopolizado por la gigantesca IBM. Al igual que la mayoría de los recién egresados de una carrera de ingeniería, Cray parecía pretender que sabía todo sobre su área. Sin embargo, lo extraño en este caso, es que los demás ingenieros también pensaban lo mismo. Había algo distinto acerca de este joven de voz delgada, aguda, que siempre hablaba lentamente, escogiendo cuidadosamente las palabras que usaría. Tal vez era su sapiencia, tal vez su conducta, o su confianza total en lo que hacía y decía.

Tal vez era una combinación de todas estas cosas, pero de alguna manera, Cray fue volviéndose cada vez más indispensable en ERA, y se ganó rápidamente el respeto de los demás. Uno de sus rasgos distintivos, era que poseía grandes cualidades teóricas, pero además era excelente en la práctica también, lo cual es difícil de encontrar en un ingeniero recién egresado de la universidad. Esto hizo que Cray ascendiera rápidamente en la jerarquía de ERA, llegando a ser ingeniero supervisor en un tiempo récord.

Primera supercomputadora

Tras una serie de fusiones con otras empresas, ERA eventualmente pasó a ser controlada por Sperry Rand, y Cray empezó a hacer alarde de su (después) legendaria impaciencia con los administradores y los burócratas de las grandes corporaciones. Cuando descubrió un día que su proyecto estaba listado como "999 Misceláneo" en el sistema de contabilidad de la empresa, decidió que era el momento de marcharse.

William C. Norris, el fundador de ERA acababa de crear una nueva compañía, llamada Control Data Corporation (CDC), y Cray pensó que esa era la oportunidad que necesitaba. Surgida de la nada, CDC tenía capital para iniciar, pero no tenía todavía ningún producto, y sus ingenieros debatían sobre qué construir. Cuando Cray puso pie dentro de sus instalaciones en 1957 la controversia terminó. Cray les dijo: "lo único que sé construir son computadoras, así que eso es lo que haré".

Cray quería construir una computadora de transistores, ya que pensaba que los bulbos eran una tecnología obsoleta, y su primer problema fue conseguir dinero para comprarlos, pues la situación financiera de CDC era muy endeble. Acudió a una tienda de Radio Shack y pidió los transistores más baratos que tenían, y empezó a trabajar con ellos. Pronto descubrió que sus características eléctricas eran tremendamente inconsistentes, pero no tuvo más remedio que diseñar un circuito que fuera muy tolerante a errores para compensar estos defectos de fabricación.

Posteriormente, se hizo de más transistores mediante el artilugio de invitar a distribuidores de partes electrónicas a CDC, con la excusa de que comprarían grandes lotes de transistores y que querían ver cuáles les convenían más. En su afán por lograr una buena venta, los representantes de las compañías no sólo les regalaban varios transistores de muestra, sino que además solían invitar a los ingenieros de CDC a comer. Pese a todas sus carencias, Cray construyó la CDC 1604 que se puso a la venta en 1960.

Con ello, se comenzó a forjar la leyenda del ingeniero de sólo 35 años de edad que había construído la computadora más rápida del mundo usando transistores defectuosos. Esta máquina no sólo le dio fama a CDC, sino también mucho dinero. Esto trajo consigo más administradores y una mayor burocracia que nuevamente hastió a Cray. Entonces un día decidió pedirle a Norris que reubicara su laboratorio a 150 kilómetros de Minneapolis, en su pueblo natal, Chippewa Falls, pues necesitaba tranquilidad y quietud para sus nuevos proyectos. De tal forma, Cray partió con un puñado de ingenieros con el plan de diseñar la CDC 6600, que sería 50 veces más rápida que la CDC 1604.

Utilizando transistores de silicio, disminuyendo la cantidad de alambre de los circuitos e introduciendo un innovador sistema de refrigeración usando freón para compensar por la gran cantidad de calor generada en su unidad central de proceso, la CDC 6600 fue introducida en 1963, con una capacidad para realizar 3 millones de operaciones por segundo, muy por arriba de la máquina líder de aquella época, la IBM 7094.

En un memo interno de IBM escrito por Thomas Watson que se filtró a la prensa, el presidente de la gigantesca compañía reprendió fuertemente a sus empleados por haber perdido el liderazgo en el mercado ante "un equipo formado por sólo 34 personas incluyendo al que hace la limpieza". La fama de Cray se fue a las nubes, y la CDC 6600 se volvió tan importante que el gobierno de los Estados Unidos comenzó incluso a regular su venta al extranjero, para no poner en riesgo su supremacía tecnológica.

Nueva compañía

Tras completar la CDC 7600 (una máquina 4 veces más rápida que la 6600), el proyecto de Cray era construir la CDC 8600. Hacia 1972, el proyecto hubo de ser abandonado, pues la CDC decidió que estaba absorbiendo demasiados recursos y que no sería suficientemente redituable. Fue entonces cuando Cray decidió abandonar CDC tomando a 5 ingenieros con él para formar su propia empresa: Cray Research (CR). Su siguiente proyecto era la CRAY-1, una supercomputadora que usaría circuitos integrados. El único problema era que no tenían mucho dinero disponible y que no se veía de dónde podrían obtener más.

En un alarde de osadía, Cray envió a John Rollwagen (su único administrador) a Nueva York a obtener dinero de inversionistas interesados en una empresa que no había completado todavía su primer producto, el cual costaría $8.8 millones de dólares, y del que había no más de 80 clientes potenciales. Contra todos los pronósticos, CR logró reunir $10 millones de dólares con lo cual pudo concluirse la CRAY-1 en marzo de 1976.

Sin embargo, su éxito tecnológico tuvo costos personales, y Cray se divorció de Verene en 1975. Un año después conoció a Geri M. Harrand, con quien contraería nupcias más tarde. Fue en esta época que comenzó a realizar más actividades fuera de su trabajo. Aprendió a esquiar, y empezó a viajar con frecuencia.

Nuevo comienzo

El proyecto de la CRAY-2, como era de esperarse, era sumamente ambicioso. Cray pensaba utilizar los indomables chips de arseniuro de galio para construir una máquina al menos 5 veces más rápida que la CRAY-1. Sin embargo, sus múltiples problemas técnicos lo convencieron de retornar a los chips de silicio y terminó la máquina en 1985. Usando 4 procesadores, la CRAY-2 resultó ser de 6 a 12 veces más rápida que la CRAY-1, pero a pesar de eso sólo 27 unidades se lograron vender (la mitad que las que se vendieron de la CRAY-1).

Además, debido a sus numerosos retrasos, la compañía había decidido apoyar a otro genio naciente llamado Steve Chen, que los salvó de la bancarrota con el modelo CRAY X-MP, que era como una CRAY-1½. Eventualmente, Rollwagen se vio forzado a elegir entre Chen y Cray para mantener a la compañía a flote, y decidió optar por el primero. Cray abandonó CR en 1989 para iniciar Cray Computer Corporation, la cual se daría a la tarea de construir la CRAY-3 (que usaría arseniuro de galio) con recursos provenientes en su mayor parte de CR, mientras al mismo tiempo se patrocinaba la CRAY Y-MP que Chen estaba construyendo.

Pronto la empresa se vio en problemas financieros, y en su afán por recortar gastos acabaron por perder a Chen y a Cray. El primero formó su propia empresa: Supercomputer Systems, la cual gozó de un fugaz éxito para luego desaparecer. A Cray le tomó 3 años y $300 millones de dólares convencerse que la CRAY-3 no podía construirse. Sin inmutarse, empezó a trabajar inmediatamente en la CRAY-4, una máquina que tendría 64 procesadores y que correría a 1 Gigahertz de velocidad.

Pero sus sueños se vieron cortados de tajo al no poder obtener $20 millones de dólares más para su empresa, y en marzo de 1995 hubo de declararse en bancarrota. Como siempre, todo esto le afectó muy poco, y en agosto de 1996 formó una nueva empresa llamada SRC Computers, pero debido a su tradicional hermetismo con la prensa, poco pudo saberse de sus planes futuros, excepto que intentaría producir la CRAY-5.

Muerte

Se sabe que Cray planeaba usar microprocesadores para su siguiente computadora, en un reconocimiento de la madurez de esta tecnología. Pero toda la expectación de la industria se desvaneció la tarde del domingo 22 de septiembre de 1996, cuando Cray se dirigía a su casa después de haber comprado algunos programas en una tienda de su localidad.

Al intentar incorporarse a la carretera interestatal 25 en dirección sur, otro vehículo intentó rebasarlo, y se estrelló contra un tercer automóvil que impactó el Grand Cherokee negro de Cray, ante lo cual rodó 3 veces hasta detenerse a la mitad de la autopista. Los paramédicos requirieron de una hora y media para poder sacar a Cray del vehículo. En un hospital local, los médicos se percataron de que se le había roto el cuello, y que tenía un trauma cerebral masivo. Cray nunca volvería a estar consciente.

Tres semanas después, el 6 de octubre de 1996, la vida del diseñador de las computadoras más rápidas del mundo finalmente se apagó. Su cuerpo fue cremado, y las cenizas se esparcieron en las montañas de Colorado que él tanto quiso en vida. A su muerte no sólo sus 3 hijos (Susan, Carolyn y Steven) y sus 5 nietos heredarían su legado. Todos los diseñadores de supercomputadoras del mundo han sido y seguirán siendo influenciados por sus innovadoras ideas y por su sueño, casi obsesivo, por construir las computadoras más rápidas sobre la Tierra.

Fuentes

  • Murray, Charles J. The Supermen. The Story of Seymour Cray and the Technical Wizards behind the Supercomputer, John Wiley & Sons, Inc. 1997.