Silvicultura

Silvicultura
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Concepto:Es la ciencia destinada a la formación y cultivo de bosques. Es una ciencia hermana de la agricultura.

Silvicultura. Es la ciencia destinada a la formación y cultivo de bosques. Es una ciencia hermana de la agricultura. Ambas ciencias se diferencian en varios aspectos, uno de los más notables es el tiempo de espera para la cosecha. En el caso de la agricultura, ésta obtiene sus frutos o cosechas en meses.

En el caso de la silvicultura, las cosechas se obtienen después de esperar decenas de años, dependiendo de la especie que se trate

Concepto

La silvicultura (del latín silva, selva, bosque, y cultura, cultivo; sinónimo selvicultura) es el cuidado de los bosques o montes y también, por extensión, la ciencia que trata de este cultivo; es decir, de las técnicas que se aplican a las masas forestales para obtener de ellas una producción continua y sostenible de bienes y servicios demandados por la sociedad. Estas técnicas se pueden definir como tratamientos silvícolas, cuyo objetivo es garantizar dos principios básicos: la persistencia y mejora de la masa (continuidad en el tiempo y aumento de su calidad) y su uso múltiple. El silvicultor emplea diferentes tratamientos silvícolas en función del aprovechamiento de que quiera obtener, como madera, leña, frutos, calidad ambiental. Por ello, la selvicultura siempre ha estado orientada a la conservación del medio ambiente y de la naturaleza, a la protección de cuencas hidrográficas, al mantenimiento de pastos para el ganado y a la fruición pública de los bosques. La silvicultura origina una producción diversa (diferencia clara con la agricultura), siendo necesaria la compatibilización de todas las producciones y externalizaciones que produce. Será el principio de preferencia quien rija el orden de éstas, mediante listas de preferencias jerarquizadas.

Tala silvicultural de un árbol de abeto blanco en bosque en los Alpes italianos.

Producción

La producción de una masa se puede dividir en:
Producción directa: (maderable y no maderable): productos inmediatos o materias primas ( ej.: madera, leñas, corcho, resina, caza, etc.)

Producción indirecta: productos mediatos o externalidades positivas. Lo generan las masas por el hecho de existir (por ejemplo: fijación de carbono, regulación del ciclo hidrológico,biodiversidad, etc.)
Forman parte de su campo el arte de crear o conservar un bosque, y la teoría y la práctica de regular el establecimiento de una masa arbórea, su composición y desarrollo; para ello se apoya en la geobotánica, ecología, edafología,climatología y dendrología entre otras.

Dentro de este campo encontramos la pascicultura, ciencia que estudia las técnicas necesarias para obtener una producción sostenible de los pastos; la silvopascicultura o silvopastoralismo, que relaciona y estudia en conjunto a ambas. En esta última disciplina es donde se encuadra la gestión sostenible de las dehesas, que supone el aprovechamiento tanto del ganado como de los elementos vegetales, de forma que unos son instrumento para la conservación de los otros y viceversa, consiguiéndose un equilibrio dinámico vital para estas formaciones, en las que un exceso de ganado implicaría la imposibilidad de regeneración de la dehesa, y un exceso de pasto supondría la pérdida paulatina de calidad del mismo pudiendo llegar a convertirse en alguna de las peores clases de pasto, inservibles para el ganado doméstico.

Su origen

La silvicultura es mucho más joven que la agricultura, que comenzó allá en la Edad de Piedra. Los señores feudales de Europa Central comenzaron a aprovechar sus bosques como fuente natural de recursos para la construcción, para la actividad cinegética. La silvicultura como disciplina científica no emergió hasta finales del siglo XVII, cuando en Alemania se fundó la primera escuela de ingeniería forestal como resultado de la necesidad de mantener las flotas de las correspondientes Armadas, y la incipiente escasez de buenos ejemplares para su construcción. La silvicultura nació con unos principios generales y tratamientos específicos adaptados a los bosques en los que se aplicaba. En España se inicia durante los años de la Ilustración Española, a raíz de la publicación del Informe sobre la Ley Agraria de Jovellanos. A medida que otros países fueron incorporando las técnicas silvícolas a sus montes y se fueron creando nuevas Escuelas Técnicas Superiores de Ingeniería de Montes, como la francesa o la sueca, que crearían nuevas técnicas, adaptadas a las condiciones bioclimáticas de sus geografías.

Los objetivos de la Escuela, según los propios documentos de la época, eran tres: una formación eminentemente práctica, una enseñanza no por vanas teorías, sino por prácticas de conducta fundadas en el ejemplo y la inspiración a los alumnos del espíritu de Cuerpo; el lema que presidía el escudo de la Escuela no deja lugar a dudas: Saber es hacer. El que no hace, no sabe.

En Cuba

El tema que hoy nos ocupa va dirigido, específicamente, a las zonas urbanas y periurbanas, con el objetivo de que aporten eficazmente al bienestar orgánico, sociológico y económico de la sociedad: ese que muchos llaman Silvicultura Urbana. Tal disciplina tiene como ejemplo de su implementación el programa especial de reforestación Mi Programa Verde, que responde a las estrategias más árboles le faltan en el enramado urbano». ¿Existe alguna forma de rectificar los daños causados por algunos de estos árboles? «En muy pocos países del mundo se practican las podas radiculares, ya que son inversiones muy costosas. No nos queda otra opción que proteger el verde, las construcciones; por eso es importante que las nuevas transformaciones tengan el árbol adecuado. Todo lo que se haga debe ser en función de preservar el contorno verde existente. La primicia es sembrar árboles adecuados, en el lugar adecuado, con el manejo adecuado». Entre los obstáculos que enfrenta la Silvicultura Urbana, ¿cuál es el primero a vencer? «Nuestro gran conflicto en estos momentos es el apoyo de la población en el cuidado y preservación de los jóvenes árboles, ya que algún día los urbanísticas territoriales de Ciudad de La Habana. Isabel Russó Milhet, quien se encuentra al frente del proyecto y atiende el Servicio Estatal Forestal en la capital, conversó con Somos Jóvenes. ¿Cuál es la situación del arbolado capitalino en estos momentos? «Tenemos una ciudad heredada, con árboles maduros que
han creado un conjunto de problemas, pero que constituyen hoy el pulmón de la ciudad, los filtros que tenemos frente a la gran contaminación. Contamos con un potencial de más de 150 000, aunque aún faltan unos 27 000 por sembrar. «La Habana Vieja y Centro Habana son los territorios con menos índice de árboles por habitantes. Les sigue 10 de Octubre, pero este municipio tiene un potencial a reforestar en parterres, pues es al que maduros tienen que ser sustituidos. »Estamos trabajando en la nivelación de la supervivencia para lograr que la ciudad tenga más de 12 metros de áreas verdes por habitante, que es el porcentaje requerido en capitales o grandes ciudades. »El año pasado se plantaron 33 000 árboles con el objetivo de ir logrando los niveles de supervivencia requeridos.

Su crecimiento depende en gran medida de la ayuda de los pobladores de la capital».¿Cuán importante es la poda? «Es importante que el árbol tenga el tratamiento sanitario adecuado, podarlo con la frecuencia necesaria que lo haga compatible con la estructura, con el tendido eléctrico y el telefónico. Las podas deben ser siempre equilibradas para no lastimar un sistema radicular a un lado u otro de la raíz». ¿Existe alguna comisiónencargada de podar los árboles? «Áreas Verdes y Comunales son las empresas especializadas que se dedican al tema del arbolado y del enramado urbano, pero es el Servicio Estatal Forestal, perteneciente al Ministerio de la Agricultura Urbana, quien autoriza la poda y tala de los árboles». ¿Qué tipo de árboles se están sembrando? «Mucha madera preciosa, árbol de bajo porte, de raíz profunda y especies en vías de extinción. Se trabaja en la implementación de los Bosques Martianos, con todas las especies que Martí menciona en su Diario de Campaña. Los retos son fuertes, pero tenemos muchas instituciones y personas que nos apoyan como el Instituto de Investigaciones Forestales, Ecología y Sistemática, y el Instituto de Ciencia Animal, entre otros».

¿Cómo nace Mi Programa Verde? «El año 1994 varias personas se dan cuenta de que la capital, a pesar del antecedente de las experiencias del Cordón de La Habana y del Plan Turquino Manatí, no lograba los niveles adecuados de supervivencia. »Surge entonces la idea de crear un diseño diferente. El Programa nació para crear un sentido de pertenencia, donde la población fuera protagonista de la reforestación de la ciudad. Desde su surgimiento agrupa a más de 100 instituciones».A casi 16 años ¿ha logrado este proyecto sus objetivos? «Un resultado notorio es que existan nuevos y muchos espacios verdes. Cuando el programa empezó contábamos con solo 2.24 índice de boscosidad, ahora es de 8.6. Ha mejorado también la biodiversidad: antes se manejaban cuatro o cinco especies en la reforestación, hoy son más de 40. »Pero el beneficio más importante ha sido el reconocimiento social. Las personas cada día se identifican más al proyecto y entienden la importancia de la reforestación». Sembrar un árbol es casi como tener un hijo: hay que hacerlo con responsabilidad. Solo así tendremos una ciudad de estos tiempos.

Fuentes