Sucesos de Ayestarán
| ||||||||
Como Sucesos de Ayestarán está regidtrada una de las acciones militares más importantes en la lucha insurreccional cubana el 5 de septiembre de 1957.
Datos
El Bar “Roll and Roll", sito en Ayestarán y 20 de Mayo, había sido utilizado como punto de reunión por algunos responsables del MR-26-7 en las vísperas del levantamiento. Aún sin que amaneciera aquel 5 de septiembre se hallaban en el bar y sus alrededores los grupos armados de Rolando Navarro y Tony Llibre. Desconocían los compañeros del MR-26-7 que, mientras ellos esperaban inútilmente los cañonazos que nunca se escucharían, altos oficiales de la marina, habían decidido unilateralmente, posponer la fecha del alzamiento.
A pesar de ciertas medidas de seguridad no era posible ocultar en las zonas aledañas al bar el trasiego ansioso de los jóvenes combatientes, muchos de ellos conocidos entre sí. La policía irrumpe sorpresivamente, poco antes de las siete de la mañana; era un operativo del Departamento de Investigaciones con cerca de una docena de carros. El dueño del bar había dado soplo a estos órganos policíacos.
Participante de los hechos
Son detenidos casi inmediatamente Ángel David Rodríguez y Oscar Rodríguez Molina, que se hallaban fuera del bar. En su interior son apresados: Antonio Llibre Artigas, Francisco Flores Rodríguez y los hermanos Ramón y Rolando Navarro Monteagudo. Logran evadir la redada varios compañeros que se dispersan del lugar a pie, así como el Plymounth negro conducido por Eduardo Echeverría, quien logra rescatar parte del arsenal de Minas, y los carros artillados de la jefatura habanera del MR-26-7 que se hallaban por la zona.
Rene Rodríguez Cruz había intentado desde su carro en marcha avisar a los compañeros de los alrededores del bar sobre la inminencia del operativo policiaco, pero su paso había sido casi simultaneo con la llega de las perseguidoras. El carro de Armando cubría Ramos y Arsenio Franco Villanueva, un Osmòvil chapa 165-827, conducido por Ramón Calviño Insua (traidor), logra abrirse paso por Ayestarán a coger Infanta y aunque fue seguido por la policía hasta Obispo y Mercaderes, abandonaron el auto y escaparon.
Los jóvenes que se hallaban en Panchito Gómez No. 151, cuando intentaban retirarse del lugar en el Plymounth verde chapa 58635, son interceptados en las esquina de Ayestarán y Aranguren por el carro No. 25 del Departamento de Investigaciones, quien bloquea el paso junto a dos motocicletas (caballitos) de la policía. Por detrás, otra perseguidora que les seguía, procedente de Panchito Gómez, les cerraba la retirada. Los combatientes revolucionarios que en esa situación se hallaban eran 5 jóvenes que a pesar de sus tempranas edades, el mayor tenia 22 años, eran hombres de toda confianza para la dirección del MR-26-7. Tres de ellos, muy politizados procedían de la Juventud Socialista; y los otros dos, jefes de células ambos, todos de trayectoria combativa en el movimiento.
Ellos eran, en el asiento delantero: al timón, Armando Gamboa Mouriz en el centro: José Ramón Funes Rodríguez; ventanilla: Otto Díaz García; y en él siento trasero: Raúl Marcuello Barrios y Felix Laguardia Tamayo. Los jóvenes no obedecen el alto. Apenas en marcha el vehículo dos policías que casi habían logrado introducir sus ametralladoras Thompson dispararon casi a quemarropa. Mueren así, al instante, acribillados a balazos; Raúl Marcuello de 17 años y Felix Laguardia, de 18 años de edad. El Phymounth se monta sobre la acera y logra abrirse paso por Ayestarán pero cuando pasa por la Escuela de Comercio ya va ponchado y dando tumbos, casi sin control, doblan en Desagüe y allí, Armandito Gamboa, el de mayor edad del grupo (22 años), deja el timón, toma la pistola- ametralladora Mauser de 40 proyectiles y decide cubrir la retirada de sus compañeros, Funes y Otto Díaz, lograban escapar mientras él se inmolaba.
La tarja conmemorativa de aquellos hechos, situada en Desagüe, casi esquina Ayestarán, lleva grabados los nombres de: Raúl Marcuello Barrios, Felix Laguardia Tamayo,Armando Gamboa Mouriz y José Ramón Funes Rodríguez. Se incluye a este último mártir porque era apresado ese mismo día; torturado salvajemente y asesinado poco después. Contaba al morir solo con 19 años, su autopsia reflejaba casi la ausencia de varios órganos y el cadáver albergaba casi un centenar de proyectiles.
Fuentes
Carlos Bartolomé Barguez; "Historia del Cerro" en Biblioteca Pública Domingo del Monte del Municipio Cerro.
