Swords

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SWORDS(Robot soldado)
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Swords. (Robot soldado), (Special Weapons Observation Remote Direct-Ation Systen) cada uno equipado con una ametralladora ligera M249. En esencia, estos vehículos de tierra no tripulados (UGVs) son armas sobre ruedas.

Definición de SWORDS

SWORDS (Special Weapons Observation Remote Direct-Ation Systen) cada uno equipado con una ametralladora ligera M249. En esencia, estos vehículos de tierra no tripulados (UGVs) son armas sobre ruedas.

Se llaman Swords por las siglas en inglés de Sistemas de Armas Especiales para la Observación, Reconocimiento y Detección. Su nombre significa “espada” en español, pero lo que en realidad cargan son ametralladoras M240 y M249, además de cuatro cámaras con zoom y binoculares con visión nocturna.

Características

  • Peso: 90 kilogramos
  • Velocidad: 6.4 k/h
  • Armas: Ametralladora ligera M249
  • Característica Sobresaliente: Primer robot armado desplegado en Irak; no disparó nunca.
  • SWORD podría ser el primer robot soldado armado en entrar en combate.

Surgimiento de los Swords

Los Swords son hijos de Talon, la generación de robots que desde el 2000 se encarga de desactivar las bombas desperdigadas por Afganistán e Irak. La evolución de las máquinas fue fruto de la misma guerra. “La idea vino de los propios soldados que estaban en Afganistán y debían inspeccionar cuevas sin saber qué podrían encontrar adentro”, contó a “La Nación” Bob Quinn, gerente de la compañía Foster-Miller, creadora del Talon y parte del equipo que “dio vida” a los nuevos miembros del ejército de EE.UU.

Tienen mejor puntería que un soldado y pueden soportar cualquier tipo de clima. Son el comienzo de una era de ejércitos de hombres y máquinas de matar.

Algunas ventajas tienen sobre los soldados humanos

Con estos soldados de metal de 87 centímetros de altura, las fuerzas armadas estadounidenses comienzan a hacer realidad una larga lista de armas de alta tecnología que darán paso a ejércitos formados por hombres y máquinas de matar.

Los Swords tienen mucha mejor puntería que un soldado porque disparan desde una plataforma estable y utilizan una mira electrónica. Además, pueden atravesar obstáculos como piedras, arena, aguas no profundas e incluso fuego. Tampoco sienten frío ni calor, lo que los hace aptos para trabajar bajo cualquier condición climática y tienen una autonomía de cuatro horas gracias a las baterías de litio que los alimentan.

Los robots militares cuentan con algunas ventajas importantes, como que resisten mejor las condiciones extremas y sobreviven más tiempo en un fuego cruzado. Además, cuando se rompen pueden arreglarse y ahorrarían a cualquier ejército bajas humanas, y a los Estados el dinero de las pensiones por invalidez o muerte.

Limitaciones militares

Los Swords, sin embargo, aun no tienen autonomía de decisión para disparar y dependen de un soldado humano para activar sus dispositivos de tiro. Liberaration ya anticipaba entonces, por boca de John Pike, director de Global Security, que estos robots autónomos para disparar estarían disponibles en una década, una estimación coincidente con la que adelanta ahora The Guardian, aunque otros expertos citados por el diario francés dudan de que estos robots puedan estar operativos para el combate a medio plazo.

Por lo tanto funcionan con un control remoto que por el momento opera a una distancia máxima de 800 metros de quien los maneja, claro que ya se está trabajando para aumentar su radio de acción. Y también se trabaja en convertir la enorme consola de control en un liviano aparato de realidad virtual que funcionaría con un joystick y unos anteojos con visores. Como en un juego de guerra, pero con la salvedad de que aquí los que mueren no vuelven a levantarse.

Según informó en 2005 el diario francés Liberation, Estados Unidos habría enviado a Irak, por primera vez, algunas unidades de robots armados con capacidad de disparar. Son del modelo Swords, continuación de una generación anterior experimentada en Afganistán, denominada Talon, utilizados principalmente para desarticular explosivos, pero sin capacidad agresiva.

Los robots Swords son el desarrollo del modelo Talon combinado con el sistema de teledirección de armamentos Trap y han sido fabricados por la empresa Foster-Miller, de Massachusetts, según el mencionado diario.

Los esfuerzos por desarrollar esta tecnología no se han detenido y queda de manifiesto en proyectos como el Little Bird de la compañía Boeing, que es el primer helicóptero autónomo de la historia capaz de más de 450 horas de vuelo por control remoto y que puede, entre otras cosas, distinguir al enemigo y dispararle, además de transportar heridos, armas y alimentos.

El ejército australiano, por su parte, planea sustituir en una década los aviones de reconocimiento no tripulados por enjambres de miles de robots similares a los insectos. La asignación de misiones a un grupo de unidades, en lugar de a un único aparato sin piloto, permitirá una coordinación mayor y optimizará los resultados de las búsquedas.

Posible peligro

Miles de micro-robots que caminan, suben cuestas, vuelan y navegan, a un precio de unos 14.000 dólares por unidad, llevarían también armas específicamente diseñadas para su tamaño y contarían con la inteligencia artificial necesaria para la coordinación y la autonomía.

Todas estas posibilidades aumentan los cuestionamientos morales acerca del uso inadecuado de las tecnologías. De un lado, los ejércitos se ahorrarán pérdidas humanas. Del otro, tendrán una mayor capacidad para matar.

Además, la posibilidad de que se pierda el control sobre la inteligencia artificial armada nos lleva a un escenario bastante oscuro. Ante esta perspectiva, tal y como explica el ingeniero especializado Sergio A. Moriello en un artículo publicado por Tendencias21, recientemente un equipo internacional de científicos y académicos –pertenecientes a EURON (European Robotics research Network)– elaboró un prototipo de “código de ética” para los robots.

Entre sus recomendaciones cabe destacar la necesidad de asegurarse el control de los humanos sobre los robots, la prevención de su utilización nociva o ilegal, la protección de los datos que éstos obtengan y el seguimiento exhaustivo de su actividad.

Parece por tanto que cada vez está más cerca la versión real del Terminator de la famosa película de Hollywood, señala al respecto el diario británico The Guardian, sin que las cuestiones éticas tengan mayor valor en estas aplicaciones militares de la inteligencia artificial.

La guerra del futuro

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La Humanidad continúa solucionando sus problemas por la fuerza, pero en los campos de batalla apenas hay sangre, sudor y lágrimas, sino más bien cables, circuitos y chatarra electrónica. Las naciones tecnológicamente más avanzadas han reclutado a unos soldados disciplinados como el que más, que se estimulan con algoritmos en vez de arengas y que no dudan en dejarse su piel metálica contra el enemigo: el mando aún pertenece a personas, pero los robots hacen el trabajo sucio.

Al menos esta es la visión del Proyecto Alpha, un grupo de expertos del Ejército estadounidense que ya ha avisado del tipo de guerras que podríamos contemplar de aquí a dos décadas, con máquinas aniquilándose unas a otras en primera línea de fuego. Lo hemos visto en Terminator o en La guerra de las galaxias, pero lo cierto es que «el futuro podría estar más cerca de lo usted piensa», según advierte Ron Schafer, relaciones públicas del Mando Conjunto de las Fuerzas de EEUU. De hecho, en la actualidad hay robots preparados para ir la Guerra. Aunque ya se han empleado máquinas similares para detectar explosivos o buscar supervivientes entre las ruinas, estos serán los primeros autómatas en disparar contra el enemigo: un batallón de clones en primera línea de fuego que no pide sueldo ni pensiones, no filtra información a la prensa y no falla un solo disparo (evidentemente, tampoco disfruta humillando prisioneros).

Pero estos soldados automáticos no son sino la avanzadilla de todo un arsenal de nuevas tecnologías diseñadas expresamente para la guerra. A los 18 nuevos robots, que se llaman Swords (espadas) y han sido creados por la pequeña empresa Foster Miller.

El ejército del futuro ya está en marcha. Un proyecto en el que se están invirtiendo billones de dólares y que según ha anunciado el Pentágono podría estar implantado en menos de una década para implantarlo en el ejército americano.Estos robots funcionarán por control remoto, y según los científicos, verán, pensarán y reaccionarán como los seres humanos, adquiriendo cada vez una mayor autonomía.

Y todavía hay más futuro por llegar. En la lista siguen ambulancias robots, vehículos de combate de alta velocidad, bombarderos y tanques no tripulados y minas inteligentes que se desplazan por el campo de batalla. Y al parecer no faltarán lugares para probar a estos nuevos soldados.

Los esfuerzos por desarrollar esta tecnología no se han detenido y queda de manifiesto en proyectos como el Little Bird de la compañía Boeing, que es el primer helicóptero autónomo de la historia capaz de más de 450 horas de vuelo por control remoto y que puede, entre otras cosas, distinguir al enemigo y dispararle, además de transportar heridos, armas y alimentos.

El ejército australiano, por su parte, planea sustituir en una década los aviones de reconocimiento no tripulados por enjambres de miles de robots similares a los insectos. La asignación de misiones a un grupo de unidades, en lugar de a un único aparato sin piloto, permitirá una coordinación mayor y optimizará los resultados de las búsquedas.

Fuentes