Taller Mambí

Taller Mambí
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Institución
Fundación:14 de agosto de 1895

Taller Mambí. Sitio histórico donde estubo ubicado unos de los pocos talleres de armería que tenía el Ejercito Libertador, en las guerras de independencia del pueblo cubano.

Antecedentes

El taller mambí Mayarí se fundó, según el testimonio del General José Rogelio Castillo, por orden impartida en un acuerdo con el Coronel Alfredo Rego cuando ambos se encargaban de la organización de la Brigada de Cienfuegos. Si consideramos que el General Castillo fue nombrado en comisión Jefe de la Brigada de Cienfuegos para su organización el 14 de agosto de 1895 por el Mayor General Carlos Roloff y se mantiene su destino hasta el 6 de septiembre de 1895, cuando recibe el nombramiento de Jefe de Estado Mayor del Cuarto Cuerpo de Ejercito pero además si consideramos que fue el 31 de agosto 1895 cuando se reúne con el Coronel Alfredo Pozo, quien era jefe interior de la brigada de Cienfuegos y entre ambos se entregan a la tarea de organización de dicha brigada, podemos fijar entonces que la orden de creación del Taller Mayarí , debió ser emitida entre fines de agosto y principio de septiembre de 1895.

Ubicación

Caverna donde se ubicaba el Taller Mambí.

Ubicado en el poblado Mayarí del Consejo Popular Sopapo, en el Escambray Cienfueguero. Como los talleres mambises el Mayarí, se ubicó en un paraje inhóspito e inaccesible, que garantizase su seguridad con respecto a su ubicación, podemos señalar que Grover Flint lo situó a quince millas del este de Cienfuegos, en las altas montaña de la Siguanea. Lo que no arroja mucha luz sobre el mismo. El General José Rogelio Castillo lo sitúa en La Macagua, pero además brinda información precisa acerca del camino al Taller, partiendo de San Blas, así señala que partió de ese lugar alas 11:30 a.m.. .cruzando a la 1:00 p.m. Por las chorreras del Río Matagúa, dejando a la derecha la loma conocida por la ventana, acompañado hora y media después de Las Vegas de Buenos Aires donde hace noche, parte del día siguiente a las 7:00 a.m. y llega al taller a las 9:00 a.m. La única persona ajena al taller que viene de Mayarí es el subprefecto del distrito hace dos viajes semanales con carne de vaca matada en la base de la montaña. Las armas necesitadas de reparación, se enviaban a la prefectura en el llano, por instrucciones acerca de su arreglo y el diseño de ellas debe esperar por su terminación, esta es una precaución en bien de la seguridad del establecimiento. De igual forma al comentar Loinaz la visita del Mayor General Mayía al taller dice:

"Lo escoltaban los prácticos del lugar, por que no era de divulgarse la situación del clandestino taller Grober Flint". Anota: "esta bien provisto de tomillos remaches y la diminuta mecánica de armas de fuego. Lo que sin duda nos hace pensar en como se organizaba el abastecimiento del taller".

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Trabajo

Cuando el trabajo en la armería afloja, los hombres se dedicaban a labores de cultivo en el huerto se cosechaban cebollas, boniatos, rábanos, ajo, lechugas, lo que unido al café que se daba silvestre, constituía la dieta fundamental de los artesanos. Sin embargo respecto al abastecimiento que pudiéramos llamar técnico o sea tomillos, aceites, remaches, herramientas, etc. No tenemos testimonios de cómo se realizaba. Se supone que llegaba por el subprefecto de San Blas el cual lo llevaba al taller otra vía posible era el abastecimiento a costa del enemigo, herramientas, piezas, etc., que cayeran en manos mambisas tras los combates, así como los asaltos a los ingenios, etc. .

Descripción

Al menos cuando fue visitado por Grover Flint se encontraba bien abastecido, a lo que también debió contribuir la propia iniciativa de artesanos. Por las condiciones de la manigua fue un taller grande por eso Grover Flint afirma que es el mayor con que contaban los mambíses, contaban con 50 artesanos. Directamente en frente de usted esta la construcción principal; una larga estructura sin paredes, con techo de guano sustentada sobre livianos puntales de cedro. Hay un homo cerca de la entrada, en el que se hace carbón de leña para uso de la herrería y un manantial de agua fresca y clara que emana sobre una poceta. Dentro de la construcción principal hay hileras de bancos y mesas de trabajo, con espeteras para las herramientas y armas en proceso de reparación. Hay un homo con fuelle y tanque para pavonar armas largas y hasta un cañón. La cantidad de artesanos y medios con que contaban para su trabajo, junto con una elevada dosis de iniciativa y creatividad es lo que dio como resultado los trabajos allí realizados y que impresionaron grandemente al corresponsal norteamericano, una carabina vieja que ha visto mucho servicio puede ser traída aquí y aprestada con abrazadera, tomillos y obturador, nuevamente pavonada y enculatada y devuelto al propietario casi tan buena como si estuviese nueva… todo lo que se le hace en Mayarí , hasta donde se puede, esta bien hecho. Las culatas son talladas con esmero a mano se gravaban las iniciales P y L que significaban Patria y Libertad, y constituía el sello de que había sido hecha en campos de Cuba Libre. Reparaban machetes y elaboraban mangos con tarros." Uno de los extremos del local del local se dedica a la reparación de machetes "mangos de hermosos diseños se hacen y adaptan armoniosamente a los diversos estilos de machete una guarda de bronce o acero si así lo desea. Se separaban básicamente armas de fuegos y machetes cuando la demanda era baja se fabricaban cajas, tableros de damas taraceados y mesas de juegos. De esta producción marginal la que vino a constituir un verdadero motivo de orgullo para el taller fue el escudo de arma de la Republica de Cubana que tuvieron ocasiones de admirar tanto Grover Flint como el General Castillo ambos nos dejaron la descripción del mismo. Según Grover Flint. El Gran Escudo de la Republica, de 4 píes de altura, tallado en relieve en una solidad raíz de amarillo fustete. A Sánchez el maestro tallista, un artesano hábil que aprendió su oficio en EE.UU, le llevo 3 meses hacerlo, trabajando en sus momentos de ocio el escudo parece que fue echo por capitán Torres y Arcot, quién aparece en el índice del General Roloff con el oficio de escultor. Grover Flint señala a: Enrique Gómez un hombrecito trigueño y grueso talabartero de profesión y mecánico completo, es el superintendente y capataz del arsenal.

Organización

Cañon utilizado por los mambises y elaborado en el Taller Mambí Mayarí.

El jefe del taller era Adolfo Díaz sargento de segunda. La organización del taller era rigurosa, muestra es la organización del arma que se llevaba a reparar. El arma se llevaba al taller, se entregaba a un encargado de la recepción, quien se sienta cerca de la entrada en una oficina pequeña. Se entrega como recibo un talón con la fecha y el número, un duplicado el cual el cual se ata al arma recibida.

Detrás del encargado de la recepción en una percha larga, están las armas terminadas que esperan su devolución. La organización del descanso ya que los oficiales dormían en literas en un bohío mientras que el resto de los artesanos lo hacían en una caverna grande que tenía empotradas argollas en el techo de donde colgaban las hamacas, en esta misma caverna se cocinaba la comida y según Grover Flint siempre existía una pila de café caliente tanto de día como de noche, que los artesanos tomaban para combatir el frío y la humedad. El hecho más importante del taller lo constituía sin dudas, el que, de acuerdo con lo que conocemos hasta hoy, fue el único taller donde se fundieron cañones de bronce a lo largo de toda la guerra de independencia. Esto se conoce en la remisión desde el mamoncillo el 15 de febrero de 1896, realiza el General José Rogelio Castillo y Adolfo Díaz al cual llama "Mayordomo de los Talleres", en la misma empresa.

Fuentes

  • Proyecto Mapa Verde Mayarí
  • Promotor Cultural Sonia Hurtado
  • Centro Mixto Armando Mestre Martínez (Mayarí)

Referencias

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