Teatro realista

Teatro realista
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Concepto:Es una corriente estética que supuso una ruptura con el romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los formales...

Teatro realista. El realismo en teatro presenta un lenguaje cotidiano y familiar y sus personajes no sólo hablan en forma natural, sino que poseen una psicología de seres comunes; sus acciones se asemejan todo cuanto se pueda a las acciones de la gente real. Representadas sobre el escenario tienen que convencer al público de que la acción que desarrollan podría darse en la vida.

Teatralmente, estas obras tienen dos importantes retos; una es alcanzar la elevación de espíritu y expresión, y otra conseguir el efecto dramático sin perder la sensación de naturalidad. Los vestuarios y escenografías, rigurosos y fieles a la realidad, y el escenario de “medio cajón” tenderían precisamente a proporcionar esta sensación ilusoria de estar contemplando algo que sucede realmente.

Historia

Siglo XIX

En Noruega, nace uno de los más grandes dramaturgos de esta segunda mitad del siglo XIX, Henrik Ibsen, al que se considera el gran innovador y el creador del teatro realista moderno. La obra de Ibsen se ajusta el concepto de la “obra bien hecha”, aquella en la que la estructura interna y externa encajan perfectamente, con una gradación ascendente de la tensión dramática y una distribución siempre equilibrada de fuerzas psicológicas.

La obra maestra de Ibsen es Casa de muñecas”, que es un alegato a favor de la liberación de la mujer, lo que creó un gran escándalo y revuelo social. Sin la obra dramática de Ibsen sería inconcebible el desarrollo posterior del teatro en el siglo XX.

En Rusia, el Realismo se convirtió en teatro psicológico con la obra de Antón Chejov, cuyo éxito es inseparable de la fundación del Teatro del Arte de Moscú por Stanislavski y Dachenko. Otros realistas cuya obra también está ligada a este teatro son Tolstoi y Máximo Gorki.

Siglo XX

A mediados del siglo XIX, Europa un movimiento cultural que pretendía acabar con las tendencias implantadas por el romanticismo. Se trataba de una reacción frente al “arte por el arte”, como consecuencia del cansancio producido por lo imaginativo y pintoresco. Pretendía observar objetivamente a las personas y la sociedad.

Estas influencias se hicieron notar en el teatro español a principios del siglo XX. Las obras de carácter exótico y las de aventuras dieron paso a la configuración de obras dramáticas que representaban los valores e inquietudes de la burguesía emergente.

Características

El teatro de esta época se caracteriza por la presentación de contrastes: tradicionales y campesinos, modernos y urbanos o el éxodo del campo a la ciudad y los dilemas morales que estas situaciones provocan. Entre las características generales del teatro realista se encuentran:

  • La presentación objetiva de la realidad. El principal recurso de los dramaturgos de la época es: la observación directa de las costumbres o caracteres psicológicos.
  • Temas cercanos al espectador: defensa de ideales, conflictos matrimoniales...
  • Se emplea un lenguaje coloquial, que sitúa a los personajes en su ambiente real.

Algunos represemtamtes

Alguno de los principales dramaturgos que se destacan en esta época fueron José Echegaray; sus obras se caracterizaron por plantear un caso de conciencia, un problema ideológico. Entre sus obras más destacadas se encuentran: “El loco Dios”, “Mancha que limpia”, “El gran Galeoto”, “O locura o santidad”…

Benito Pérez Galdós puede ser considerado uno de los autores más representativos del panorama teatral de ese momento, aunque su carrera dramática fue tardía. Su teatro destacó por su sinceridad e inconformismo. Sus obras más representativas son: “La loca de la casa”, “La hija de San Quintín”, “Electra” y “El abuela”.

La obra de Jacinto Benavente puso punto y final al tono melodramático, grandilocuente y declamatorio que imperaba. Con “Los intereses creados” (1907) se inició lo que se conoció como realismo moderno.

En Inglaterra, en la década de los años 1890, aparecen dos dramaturgos realistas de importancia. Oscar Wilde cautivó al público londinense con sus comedias de alta sociedad, llenas de ironía, en las que manejaba como nadie un lenguaje cínico y elegante; escribió cuatro comedias cuya culminación fue “La importancia de llamarse Ernesto”. Un poco después, unos años antes de la Primera Guerra Mundial, aparece George Bernard Shaw, un autor que cosecha grandes éxitos con comedias de fino humor, como “Casa de Viudos” o “El soldado de chocolate”. Su obra culminante fue “Cándida”.

Fuentes