Theatrum Orbis Terrarum

Theatrum Orbis Terrarum
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Título originalTheatrum Orbis Terrarum
Autor(a)(es)(as)Abraham Ortelius
Primera edición1570

El Theatrum Orbis Terrarum es considerado el primer atlas moderno. Es obra de Abraham Ortelius y fue editado por primera vez el 20 de mayo de 1570, en Amberes. Desde su primera impresión, el atlas fue regularmente revisado y ampliado por su autor en sus sucesivas ediciones y formatos en los que fue editado, hasta su muerte en 1598. Desde los originales 70 mapas y 87 referencias bibliográficas en su primera edición de 1570, el atlas creció a lo largo de sus 31 ediciones hasta alcanzar 183 referencias y 167 mapas en el año 1612, en 7 lenguas diferentes: holandés (1571), alemán (1572), francés (1572), español (1588), inglés (1606) e italiano (1608). Además, se editaron cinco suplementos, que Ortelius tituló "Additamenta"

Nacimiento de la geografía científica

El nacimiento de la geografía científica puede vincularse a Eratóstenes de Cirene (276-194 a. C.), quien concluyó que la Tierra era redonda y logró calcular de modo preciso la longitud del meridiano. Lo hizo tras comparar la altura del Sol en el mediodía del solsticio de verano en Siena y Alejandría, ciudad donde vivía y en la que dirigía su célebre biblioteca. Eratóstenes también realizó el primer mapa del mundo conocido, donde incluyó meridianos y paralelos por primera vez. Ya en el siglo II de nuestra era, Claudio Ptolomeo, otro director de esa misma biblioteca, sería crucial en el desarrollo de la cartografía. Este empleó proyecciones cónicas para tratar de representar en un plano de un modo más fidedigno la realidad geográfica de un mundo que se sabía esférico.

Historia

Ptolomeo basó su trabajo en el que había realizado Marino de Tiro (60-130), un geógrafo y matemático que vivió en la isla de Rodas y que fue el primero que asignó latitudes y longitudes. Marino estableció en la citada Rodas el paralelo cero. Luego, situó el meridiano cero en las tierras más occidentales de las que por entonces se tenía noticia, las llamadas Islas Afortunadas.

Por desgracia, no se conservan los mapas originales que contenían la geografía de Ptolomeo, pero en un mapamundi elaborado en el siglo XV a partir de los datos recogidos en aquella obra aparecen seis puntos blancos en una zona del norte de África por la que discurría ese meridiano cero, lo que invita a pensar que tales islas eran, en realidad, las Canarias. Para establecer las latitudes, Ptolomeo utilizó como referencia el Ecuador y, en consecuencia, recogió coordenadas cartográficas en costas, ríos y ciudades.

Su Geografía incluía veintisiete mapas de las regiones habitadas. Es más, el orbe que había dibujado permaneció prácticamente invariable en la cultura occidental hasta el siglo XVI. No obstante, los descubrimientos que hacían los navegantes obligaban a reconsiderar continuamente la idea que se tenía sobre el globo terrestre. El Nuevo Mundo, en concreto, se iba definiendo gesta a gesta. La palabra América apareció por vez primera en un mapamundi de 1507 del geógrafo Martin Waldseemüller, donde el continente figura aislado de Asia y rodeado de agua, aunque curiosamente todavía no se conocía el océano Pacífico.

En aquel momento, el erudito flamenco Abraham Ortelius, animado por el cartógrafo Gerardus Mercator, decidió recopilar los mapas que mejor reflejaban los nuevos hallazgos. Así, el 20 de mayo de 1570 publicó en Amberes su Theatrum Orbis Terrarum, en el que incluyó setenta –entre ellos, un mapamundi y mapas generales de Europa, Asia, África y el Nuevo Mundo–, realizados por otros cartógrafos, en 53 hojas. A las primeras ediciones, en latín, les siguieron otras en siete idiomas. La obra, que continuó completándose hasta 1612, cuando ya contaba con 167 imágenes, destaca por su rigor en la selección de los originales y la uniformidad en su formato. Por primera vez, todo el conocimiento geográfico del mundo se reunía en un solo libro.

En 1575, Ortelius fue nombrado geógrafo de Felipe II, con lo que pudo acceder a los datos recogidos por los exploradores españoles y portugueses. Entre sus méritos también figura el haber sido el primero que imaginó la deriva continental, tras comparar las costas de América, Europa y África. Eso sí, nunca denominó atlas a su libro. Mercator fue quien usó esa palabra por primera vez, en su Atlas Sive Cosmographicae, de 1594. Sin embargo, el trabajo de Ortelius fue el primero de su tipo que se hizo con criterios modernos.

En 1629 Willem Blaeu amplió sus fondos de mapas con la compra de las planchas utilizadas por Abraham Ortelius para el Theatrum Orbis Terrarum. En los años posteriores, la familia Blaeu continuó editando el trabajo de Abraham Ortelius bajo un título similar, Theatrum Orbis Terrarum, sive, Atlas Novus. Posteriormente este atlas en sus múltiples ediciones y ampliaciones a cargo de la familia Blaeu ha venido a llamarse Atlas Novus o generalmente Atlas Maior.

Fuentes

Ramón Nuñez,05-20- muyinteresante-byneon.pdf, pag.52-53