Traumatismo escrotal y testicular

Traumatismo escrotal y testicular
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Traumatismo escrotal y testicular. El testículo está rodeado por una membrana fibrosa, la albugínea, que engloba al epidídimo. Este recoge el contenido de los tubos seminíferos a través de la red testicular, según se aleja del testículo forma el conducto deferente que unido a los vasos sanguíneos, linfáticos y nervios forman el cordón espermático que sale por el conducto inguinal.

Anatomia y etiologia

El testículo está rodeado por una membrana fibrosa, la albugínea, que engloba al epidídimo. Este recoge el contenido de los tubos seminíferos a través de la red testicular, según se aleja del testículo forma el conducto deferente que unido a los vasos sanguíneos, linfáticos y nervios forman el cordón espermático que sale por el conducto inguinal. Bajo la piel del escroto se encuentra el dartos, fina capa de músculo liso, que está separado por una capa grasa del cremáster. Este es el músculo que rodea al testículo y procede de la musculatura abdominal, en la migración embrionaria de la gónada, por lo que se contrae junto con ésta en el esfuerzo para taponar el conducto inguinal evitando la herniación intestinal. Entre el testículo y el cremáster se encuentra la túnica vaginal con la capa visceral y la capa parietal, ya que es una invaginación embrionaria del peritoneo.

La vascularización depende de las arterias del cordón espermático para el testículo y epidídimo, y de ramas de las pudendas externas e internas para el escroto y pene. Los traumatismos genitales pueden ser abiertos o cerrados, y ser consecuencia de golpes directos o en el contexto de un politraumatismo asociado a traumatismo pélvico. Según las características del mecanismo traumático habrá que sospechar la posibilidad de lesiones asociadas de uretra.

Diagnósticos

Al ser un órgano externo la inspección y palpación aportan datos suficientes para detectarlo. La integridad o no del testículo es determinante para establecer la actitud terapéutica, lo que no siempre se puede establecer con la exploración física, debido a que el dolor y el hematoma impidan valorar adecuadamente el contorno escrotal. La ecografía es muy útil para determinar si existe rotura de testículo, ya que es fácil su estudio con equipos que tengan buena resolución de campos cercanos. Los hallazgos ecográficos en pacientes con traumatismo escrotal pueden ser:

• Hematoma escrotal: sangre en el interior de la piel. • Hematocele: colección hemática en escroto con testículo intacto. • Disrupción por rotura testicular. • Extravasación de orina en escroto por rotura uretral.

Clasificación y tratamiento

  • Contusión: Hematoma limitado al escroto, es suficiente con reposo y frío local.
  • Laceración sin infección: Las heridas se tratan con desbridamiento y sutura, la piel del escroto se puede utilizar para reparar defectos del pene ya que tiene buen poder de recuperación.
  • Laceración con infección. Se desbrida y se deja curar por segunda intención con tratamiento antibiótico.

Clasificación

  • Contusión: No hay alteración del testículo clínica ni ecográfica, se trata con frío local, suspensión y analgésicos.
  • Laceración: La rotura del testículo requiere reparación quirúrgica precoz. Si no es posible el estudio ecográfico de urgencia, ante hematomas que no permitan la exploración o alteraciones del contorno escrotal, se impone la actitud quirúrgica.
  • Avulsión. El tratamiento se reduce a hemostasia y tratamiento de la herida. Graves roturas testiculares pueden obligar a la orquidectomía. En ambos casos se pueden colocar, posteriormente, prótesis con fines estéticos.

Fuentes

  • Dr. Silvio Wellington Mosquera Peña, Dr. Luis González Zambrano y Dra. Reyma Mosquera Peña. Revista Española.

Colaboración del Dr: José Rolando Rodríguez.