Diferencia entre revisiones de «Traumatismos del oído interno provocados por estímulos sonoros intensos.»

(Traumatismo sonoro agudo)
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=== Traumatismo sonoro agudo===
 
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Se indicará reposo en un ambiente de silencio.
 
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Analgésicos (si se presenta dolor):  
 
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• Duralgina, 1g IM cada 8 horas.
 
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Revisión del 16:02 5 dic 2013

Traumatismos del oído interno provocados por estímulos sonoros intensos.
Información sobre la plantilla

Concepto

Es una lesión de las células del órgano de Corti, provocada por una afluencia sonora excesiva.

Clasificación

Se dividen en traumatismos sonoros agudos y crónicos.

Etiopatogenia

El oído humano posee un sistema de músculos accionados por vías reflejas sensibles a los estímulos sonoros intensos; estos son los músculos del estribo y el músculo tensor del tímpano, inervados por ramas del facial y del trigémino, respectivamente. Este sistema protector es capaz de amortiguar los sonidos intensos hasta cierto límite, pero ante estímulos sonoros muy intensos o prolongados, desaparece su efecto atenuador, pasando al caracol una cantidad anormal de sonido. Esto acarrea una destrucción de las células sensoriales externas del órgano de Corti, sobre todo de aquellas que se encargan de percibir los sonidos agudos que resultan los más traumatizantes; por ejemplo, los disparos de armas de fuego, y los ruidos de maquinarias, motores de aviación y otros.

Cuadro clínico

Está en dependencia de si se trata de un trauma agudo, como el observado como consecuencia de una explosión, o si es una lesión por exposición crónica al ruido. En el primer caso, inmediatamente después del ruido intenso, el paciente refiere intensos acúferos y una gran pérdida auditiva. Si la onda expansiva ha sido sumamente intensa y se h producido simultáneamente un ruptura timpánica, suelen observarse algunos signos de irritación laberíntica; en las horas siguientes al accidente puede presentarse dolor intenso en los oídos, pero este es el síntoma que primero desaparece; paulatinamente desaparece también la gran sordera inicial, persistiendo los acúferos durante más tiempo. El trauma sonoro crónico o la lesión auditiva inducida por el ruido, no presenta estos síntomas tan alarmantes. El paciente comienza a notar irritabilidad frente al ruido de su centro de trabajo y aparecen los acúfenos, que es el síntoma inicial más constante. Esto dura varios años, hasta que posteriormente se instala una hipoacusia con caída de los tonos agudos del audiograma; lamentablemente esta hipoacusia va progresando y, de mantenerse expuesto el paciente a la fuente ruidosa, empieza a aparecer la hipoacusia clínica, con imposibilidad, primero, para entender algunas palabras, y después, se convierte en una hipoacusia severa.

Diagnóstico

En los casos agudos no existe ninguna dificultad en plantear una lesión provocada por el ruido, pues el antecedente es definitorio; en los casos crónicos se hace más difícil. El antecedente de permanecer la mayor parte del día frente a una fuente generadora de ruidos intensos y el referir el enfermo que no está oyendo normalmente, nos pone sobre aviso. La otoscopia no ofrece datos positivos.

Exámenes paraclínicos

Está indicada una audiometría tonal como elemento básico, pudiendo ampliarse con una del tipo supraliminar para investigar la existencia de lesiones de órgano de Corti. En los procesos agudos apreciamos una caída audiométrica de tipo sensorial que alcanza casi todas las frecuencias del audiograma, pero más acentuada en las octavas altas; se observa una recuperación progresiva de la hipoacusia, por lo que el examen puede variar dentro de un breve período de tiempo. En la lesión crónica inducida por el ruido existe una caída audiométrica en la frecuencia de 4 000 ciclos por segundo, que es bastante profunda y asciende el nivel de audición en la frecuencia siguiente. Esta caída selectiva en la frecuencia de 4 000 ciclos por segundo se mantiene, pero con la exposición al ruido, se ven afectadas otras frecuencias hasta llegar a una hipoacusia perceptiva intensa.

Pronóstico

La lesión aguda por ruidos intensos puede, como hemos estudiado, presentar una mejoría en el transcurso de las semanas posteriores a la exposición, pero en las lesiones crónicas son completamente irreversibles, y con el envejecimiento del enfermo es de esperar un empeoramiento grave de la audición, hasta el punto que difícilmente identificará las palabras en conversaciones normales. Es de señalar la importancia que reviste la profilaxis del trauma sonoro. Todo trabajador expuesto a niveles nocivos de ruidos alrededor de 90 dB) debe utilizar cualquiera de los protectores normados para ese tipo de labor durante la jornada de trabajo; se realizará un chequeo audiométrico periódico y, de aparecer signos de una lesión incipiente, estos trabajadores cambiarán de centro o lugar de trabajo (para ambientes no ruidosos).

Tratamiento

Traumatismo sonoro agudo

Se indicará reposo en un ambiente de silencio.

Analgésicos (si se presenta dolor): • Duralgina, 1g IM cada 8 horas. • ASA, 1º 2 tabletas cada 6 u 8 horas.

Sedantes: • Fenobarbital, 100 mg IM cada 1horas. • Diazepan, 1 tableta cada 8 horas.

Como vitaminoterapia, suministrar vitamina B1, 1 ámpula IM cada 12 horas.

Traumatismo sonoro crónico

Se orienta la separación definitiva del paciente de los ambientes ruidosos, y la adaptación de prótesis auditiva adecuada si la pérdida dificulta la audición de la palabra a intensidades normales. Ambas enfermedades deben ser evaluadas y orientadas por el especializado en ORL.

Fuente

  • Manuel S. Villar Suárez y coautores Otorrinolaringología. Colección el estudiante de Medicina. Consultado el 15 de Diciembre del 2013.