Trazado urbano (Camagüey)

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Trazado urbano de Camagüey
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Obra Arquitectónica  |  (Calle)
Trazado Urbano de Camagüey1.JPG
Vista aérea de la ciudad de Camagüey
Descripción
Tipo:Calle
Localización:Camagüey, Bandera de Cuba Cuba


Trazado Urbano de Camagüey. Santa María del Puerto del Príncipe, villa fundada por la conquista española en la costa norte de la actual provincia de Camagüey, se estructuró a manera de las ciudades instauradas en el Caribe y Cuba en los primeros tiempos, como una retícula regular. Su trazado irregular recuerda más a la ciudad europea que a las incipientes ciudades del nuevo continente.

Antecedentes

Si se tiene en cuenta que el primer grupo de ciudades fundadas en el Caribe poseen una estructuración en retícula mas o menos regular y que sólo a partir de 1535, con la fundación de Lima, se establece la conocida "cuadrícula clásica iberoamericana";(2) Puerto Príncipe, ubicado en una llanura, con mas razón que Santiago de Cuba, de topografía accidentada, debía haber respondido a la conformación recomendada.

Sin embargo, la ciudad de Camagüey posee características muy peculiares que la diferencian del resto de las ciudades cubanas y de otras del continente americano; sus calles, estrechas y sinuosas, de fuertes inflexiones, con numerosas plazas, plazuelas y encuentros de calles, hacen de su estructura urbana un interesante caso de estudio.

De las siete villas fundadas en Cuba, Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey, fue una de las dos establecidas en la costa norte, en contra de las recomendaciones de la época para la fundación de las ciudades, que daban preferencia a la costa sur.

Los primeros tiempos estuvieron regidos por la precariedad y provisionalidad, tanto desde el punto de vista de su ubicación, moviéndose en dos ocasiones hacia lugares más favorables, como de sus construcciones, que se realizaban con materiales perecederos.

Santa María del Puerto del Príncipe no poseyó un plano previo de delineación de la villa; el más antiguo plano que se conoce constituye un levantamiento de lo ya existente.

La villa se establece en un terreno completamente llano, entre dos ríos y expresa un crecimiento espontáneo en apariencia, que es la base actual de su caracterización tipológico-urbana.

En este sentido, una lectura profunda del plano urbano actual de Camagüey, y de la estructura urbana de su centro histórico, evidencia elementos de cierta organización planificada, lo cual expresa que inicialmente hubo intenciones de ortogonalidad, como era recomendado. La forma rectangular de su Plaza Mayor, es prueba de ello, aunque su desarrollo espontáneo posterior frustrara ese primer intento de regularización.

Esta plaza, en la actualidad, con su forma y connotación como centro fundacional, parece imponer el orden y la dignidad al desorden circundante y queda, junto a otros indicios, como único testimonio de lo que hubiera podido ser un Camagüey semi-regular y en retícula.

Para poder analizar tan largo período de tiempo en el que la ciudad nace y crece bajo la influencia y determinación de numerosas variables, hemos establecido cinco períodos principales de desarrollo y evolución, a modo de periodización.

Períodos estudiados

Los períodos considerados son:

  • Traslados sucesivos del asentamiento primitivo (1516-1528)
  • Formación de la villa durante el siglo XVI (1528-1600)
  • Organización de la villa durante la primera mitad del siglo XVII (1600-1668)

En la presente parte de este trabajo analizaremos los tres primeros períodos.

Asentamiento fundacional (1514-1516)

La fecha de fundación de Santa María del Puerto del Príncipe, conocida también antiguamente como Puerto Príncipe y llamada hoy Camagüey, es una interrogante que se mueve entre diferentes hipótesis históricas; no se ha encontrado acta de fundación y ha sido objeto de contradictorias afirmaciones.

Unos autores aseguran que ocurrió el 2 de febrero de 1514, (3,4) día en que se conmemora oficialmente; otros, más recientemente, a partir de ciertos documentos, infieren que debió ocurrir entre junio y julio de 1515.(5)

El lugar exacto de su establecimiento ha sido también objeto de conjeturas. Trabajos arqueológicos realizados a partir de hallazgos obtenidos al este de la zona conocida como Punta de Guincho, en la costa norte de la actual provincia de Camagüey, dan como resultado evidencias del asentamiento fundacional(6); estas evidencias se corroboran con el hallazgo de un plano en el Archivo General de Indias, dónde aparece ubicado este asentamiento, con el nombre de Pueblo Viejo.(7)

Con este nombre aparece también citada en documentos del siglo XVIII, por lo que no quedan dudas de que se trata del primer asentamiento de la villa de Puerto Príncipe "cúpola en suerte un terreno dominante desde donde se descubre el mar, pero tan infestado de mosquitos, que los Pobladores se vieron precisados a abandonarlo para evitar esta plaga. Algunos horcones que permanecen todavía sobre el Lugar dán a conocer que lo hubo y así es conocido comúnmente por Pueblo viejo" (sic) (8)

Traslados sucesivos del asentamiento fundacional (1516-1528)

Los inconvenientes que desde el punto de vista geográfico tuvo el primer asentamiento de lo que es hoy Camagüey, obligó a que sus habitantes buscaran un lugar más propicio. En el plano de 1796 encontrado en el Archivo Nacional de España, aparece referido a Pueblo Viejo la siguiente descripción:

"...El establecimiento que existe en el día se reduce a 15 o 20 casas de paja situadas en terreno nada ventajoso ni cómodo por hallarse en una angostura de dos lomas que le hacen húmedo y precipitado a mas de que no proporciona capacidad suficiente para extender la población. El ojo de agua es muy salobre y causa enfermedades a todos los que la beben. Su fondeadero es sacudido de los vientos del S-SE y no es buen ancladero como ha experimentado en la tormenta del mes de Octubre de 1793 que todos los buques fueron a la costa."(9)

Esta descripción demuestra por una parte las posibles causas de traslado del asentamiento original de Puerto Príncipe y, por la otra, la persistencia muy limitada de dicho asentamiento, como ocurrió en otros casos de ciudades trasladadas, en las que algunos habitantes prefirieron permanecer en el lugar y no correr nueva suerte.

Ya en 1516 la villa había cambiado su asentamiento al cacicazgo de Caonao, en la orilla del río del mismo nombre, pero una sublevación indígena, que provocó un total incendio, volvió a obligar a los pobladores a moverse de lugar. La sublevación de indios provenientes de las islas y cayos del norte y también de tierra adentro que atacaron Puerto Príncipe, ocurrió en 1528.(10)

Este segundo movimiento se realizó hacia el cacicazgo de Camaguebax, donde se asentó definitivamente la villa, en el sitio que había recomendado el padre las Casas y del que, posteriormente, tomó la ciudad su nombre actual, Camagüey. Propone las Casas: "...al puerto que se llama del Príncipe, que es casi en el medio de la Isla, tiene tierra muy buena y de mucha caza y pescado y de toda manera de comida abundosa, VRS, mande que una villa de los españoles que estando yo allí querían hacer, que si no se ha hecho, la hagan en una llanura de más de diez leguas que llaman allá sabana, que estará del dicho puerto donde desembarcarán 5 o 6 leguas" (11)

Según algunos autores, (12,13) el 6 de enero de 1528 se establece la villa de Santa María del Puerto del Príncipe, plantándose una cruz grande en las inmediaciones de los dos ríos que bordean el lugar; se delineó la plaza y construyó la casa consistorial, la parroquia, la tenencia del gobierno y la casa de Vasco Porcayo de Figueroa, personaje muy ligado a la historia de la región central del país.

Esta descripción plantea una ubicación, pero no la precisa y tampoco aparece referida en planos; se habla de un diseño de plaza que debió ser según la costumbre rectangular o cuadrada, y de la erección de los edificios principales, que en la época se construían de madera y guano.

Por no encontrase documentación fiable, esta ubicación ha sido controvertida, a nuestro juicio podría situarse, por lógica urbana, muy cercano o coincidente con la actual Plaza Mayor, en el punto topográficamente dominante cuyas características satisfacían la necesidad de defensa, abasto de agua y vertido de desperdicios propios de estos asentamientos poblacionales; quizá la principal plaza camagüeyana en un primer tiempo fue mucho más amplia de lo que se presenta hoy día. Se obvian así versiones históricas de otras ubicaciones previas del centro de la ciudad, antes de la definitiva y actual.

Formación de la villa durante el siglo XVI (1528-1600)

Poco se sabe de este período; los documentos son escasos y en ocasiones contradictorios, por lo que no se puede precisar mucho de su emplazamiento y desarrollo.

Refiriéndose al traslado definitivo de la Santa María, el Obispo de Cuba expresa: "...Convirtióse en fin de marítimo en Mediterráneo... Esta se hizo la tierra adentro en la Provincia que los Indios llamaban Camaguey. Una sabana mui igual que se extiende a más de legua por todos los vientos se eligio para la nueba Población. Quedo 20 leguas de la antigua, hacia el Sur, y 14 de una, y otra costa. Los Ríos Triana y Tínima la ciñen por el Oriente, y Ocaso..." (sic) (14)

En este mismo documento se describe que el 15 de diciembre de 1616, sobreviene un fuego tan general y activo que en pocos instantes reduce a cenizas el poblado, incluyendo la Casa de Dios.

Otros incidentes como la sublevación de negros de Trinidad y Sancti Spíritus, quienes asaltaron y quemaron Puerto Príncipe (15) y las sublevaciones de indios, que afectan una y otra vez al poblado, (16) hacen pensar que todas las edificaciones eran de paja y ni la iglesia tenía carácter permanente. Ello se corrobora en la relación dada por Lope de Hurtado en 1529 donde da cuenta de las poblaciones de la isla y refiere que la de Santiago era la de mejor aspecto y hasta su iglesia era de paja. (17)

Santa María del Puerto del Príncipe tenía en 1534, 19 ó 20 vecinos (18) y en 1569, 25 españoles y 40 indios (19) . De ella se expresa: "... Desde Sancti Spiritus está otro pueblo a quarenta y quatro leguas castellanas Sta. Ma. del Puerto del Príncipe que (...) 150 casas es lugar decente y rico tiene muchos hatos de ganado mayor y ay algunos hidalgos conocidos en él. Tiene correspondencia con La Florida y este puerto y esta de la mar (la tierra adentro) por la banda del sur 9 leguas y de la banda del norte quince... también ay indios en Puerto Príncipe y Bayamo y Cuba pero estan como en arrabal de estos pueblos y como los pueblan en sí respecto de ser las casas de paja por miedo al fuego no están en la forma de España, de aquí nace que todos están mezclados los mas y son ya como españolados." (sic) (20)

La situación de la isla en este período es crítica, las iglesias, eran de guano y no existían en todas las villas y pueblos, viéndose en la necesidad de oficiar en casas particulares.(21) La economía doméstica basada en la agricultura y la ganadería, así como la extracción de oro, era precaria. Las acciones económicas desarrolladas durante el siglo XVI estaban centradas en actividades mercantiles de cueros y carne salada, cambiadas por artículos de primera necesidad a través del comercio de contrabando.

La situación poblacional era también crítica. Esta se refleja en la solicitud realizada por el Padre las Casas al Cardenal Cisneros, en la que le sugiere que los indios que habitaban los cayos del norte y sur de la isla fueran catequizados. Sin embargo la situación de los clérigos era precaria, ya que junto a los de Trinidad habían solicitado su licencia, pues no tenían cómo mantenerse.

Por otra parte se solicita la introducción de 100 castellanos para repartirlos con los clérigos, que estaban muy pobres y se querían ir, haciendo énfasis de esa necesidad para las villas de Trinidad y Puerto Príncipe.(22) Desde fecha tan temprana como 1527 se solicita al Consejo de Indias la introducción de negros esclavos, petición reiterada en varias ocasiones. (23)

Para sustentar esas peticiones se informa en 1544 que en la villa hay 14 vecinos y que en la comarca vive Vasco Porcayo de Figueroa, personaje de gran linaje y hacienda y que residía en la villa parte del año. Había 235 indios encomendados a vecinos, así como 160 negros e indios esclavos de Yucatán. (24)

Además se agrega el hallazgo de nuevas riquezas minerales, "... pasó al Puerto del Príncipe ochenta leguas mas adelante y a 10 leguas de la mar y dos del dicho pueblo ay unas minas de cobre pero trabajosas de labrar, porque estan en savana abundante de agua que habían de estorbar su valor o causar mucha costa. Reconocí una legua de dichas minas, otras de hierro de gran cantidad y bondad y muy poca disposición de tierra para carbón, leña e ynjenios de agua. Embío una barreta a SM. para muestra, que se sacó de hierro limpio por mano de Francisco Coloma". (sic) (25).

Como puede constatarse la situación poblacional trató de resolverse con la incorporación de indios pacíficos, castellanos y negros esclavos, que pudieran hacer frente a las actividades económicas necesarias para el sustento de la población y la explotación de riquezas para la metrópoli.

Por todo lo antes expuesto consideramos que Santa María de Puerto Príncipe, con su Plaza Mayor aún no conformada definitivamente y una población muy diezmada, estaba constituida totalmente en el siglo XVI por edificaciones de madera y guano, que no sobrevivieron al incendio de 1616, exceptuando los dos conventos que se encontraban en las afueras de la misma (San Francisco, 1599 y La Merced, 1601).

Ello obligó a la reconstrucción de su Parroquial Mayor en otras ubicaciones cercanas, hasta la conformación definitiva de la fundamental plaza camagüeyana.

Los condicionamientos de su fundación y formación fueron azarosos y poco estables, lo cual marcó para siempre su morfología urbana.

Organización de la villa durante la primera mitad del siglo XVII (1600-1668)

Comenzado el siglo XVII y tras el incendio de 1616, que reduce a cenizas la mayor parte de la villa, se reconstruye ésta y la Parroquial, que habiendo estado frente al cabildo, se cambia de lugar, para un costado de la plaza.

Desde los inicios de este siglo la villa se ve afectada por ataques de piratería y tormentas tropicales. En 1668, el pirata inglés Henry Morgan atacó la villa, precedido de otros como Cornelis Jal en 1636 y de Girón en 1604;(3) sobre las consecuencias del ataque de Morgan, el obispo Morell de Santa Cruz señalaba: "...Efectivamente mandó poner fuego al barrio de Santa Ana, quemáronse sus casas y los montes inmediatos; en ellos había escondidos algunos trastos, y los libros parroquiales; unos, y otros padecieron la misma desgracia."(4)

Durante todo el período la situación económica presenta como característica fundamental el desarrollo y fomento de haciendas; además de la magnitud alcanzada por la ganadería y la agricultura, el contrabando sigue siendo la forma fundamental de ingreso.

En esta etapa, Puerto Príncipe estuvo subordinada en primer término a Baracoa y luego a Santiago de Cuba y La Habana. Tomaron parte en el proceso de establecimiento Vasco Porcayo de Figueroa, Hernán de Consuegra, Juan de Orellana y Juan del Toro, siendo Porcayo "...el más nombrado de todos los pobladores de la isla, después de Hernán Cortés y de Diego Velásquez."(5)

La población se abastecía de agua de los ríos, especialmente del Tínima, cuyas aguas eran de mejor calidad, y de cuatro lagunas próximas a la villa; no obstante los vecinos comenzaron a desarrollar los aljibes y la captación de agua en grandes tinajones semejantes a los andaluces, que le han hecho ganar a la ciudad el apelativo de "ciudad de los tinajones". La causa de estas medidas fue la propagación de una epidemia que fue llamada mal de culebras (filariasis) que azotó a la población y que fue achacada al agua de las lagunas; comenzó así el abastecimiento de agua de lluvia, costumbre que hoy perdura.

En 1620 comienzan a fabricarse no sólo estos recipientes, sino también ladrillos y tejas, materiales de construcción que caracterizan las edificaciones de la ciudad y que en este período comienzan a darle mayor solidez y calidad. Se construye el camino Real de Cuba, que conectará a la villa con La Habana, Sancti Spíritus, Santiago de Cuba y Bayamo.

Si queremos tener una idea de la villa de Santa María del Puerto del Príncipe en aquel tiempo, ya que no se cuenta con planos de la época, podríamos realizar una reconstrucción hipotética a partir de las relaciones funcionales fundamentales establecidas hacia los ríos y lagunas (fuentes de abasto), hacia haciendas y labranzas ubicadas en la periferia y hacia los conventos existentes.

Aunque no se conozca con exactitud el emplazamiento del centro, partiendo del razonamiento anterior y de algunos documentos encontrados, se podría ubicarlo en las inmediaciones de la Plaza Mayor, que ha llegado a nuestros días con el nombre de Parque Agramonte, cumpliéndose de forma muy directa las relaciones enunciadas. Dichos documentos del siglo XVII aseguran que la iglesia se encontraba en el lugar en que estuvo el Hotel Habana -edificio que se conserva frente al Ayuntamiento, hoy sede del Gobierno del municipio de Camagüey- pero que no corresponde con el emplazamiento actual de la Catedral.(6)

Analizando detenidamente esta reconstrucción hipotética, se arriba a la conclusión de que el trazado rectangular de la plaza y su orientación, se relacionan geométrica y funcionalmente con los conventos primitivos (San Francisco y La Merced), que se encuentran equidistantes del centro y mirando hacia él; estas direcciones siguen los ejes del trazado de la plaza y el de dos vías, cuyas referencias datan de épocas tempranas: calle Real, 1627 (actual Cisneros) (7) y "la que va a la ermita de Santa Ana", 1640 (actual Luáces).(8)

Todo ello induce a pensar que hubo un intento de desarrollo organizado ortogonalmente y que no persistió. Así recomendaban las Leyes de Indias: "...quando hagan la planta del lugar, repartanlo por sus plazas, calles y solares, á cordel y regla, comenzando desde la plaza mayor, y sacando desde ella las calles a las puertas y caminos principales, y dexando tanto compás abierto, que aunque la población vaya en gran crecimiento, se pueda siempre proseguir y dilatar en la misma forma" (sic) (9)

Los lados de la Plaza, casi rectangular, 66 x 100 varas (56 x 84 m) aproximadamente, corresponden a las dimensiones mínimas recomendadas más tarde en las Ordenanzas de Felipe II, (200 x 300 pies).

El punto desde dónde se establecen todas las relaciones, es el vértice norte de la plaza, pudiendo haber sido el centro de un espacio mucho mayor (4 manzanas) dejado como ámbito principal que corresponde al recomendado por dichas Ordenanzas como de mediana y buena proporción. Esta plaza principal camagüeyana, sin embargo, nunca estuvo rodeada de portales, como ellas establecían.

Siendo así se resuelve una vieja contradicción, dada por la falta de lógica de las diferentes ubicaciones referidas de la Parroquial Mayor y la posición del Cabildo respecto a la Plaza, ya que todas estarían enmarcadas en el espacio anteriormente referido y aquél en una posición dominante respecto a ella. El cuadrante este, fue tempranamente ocupado por edificaciones, ya que aparecen referencias de ello desde 1627 y 1640,(10) pero todavía construidas en madera y teja, limitando así la plaza al espacio que hoy ocupa.

Definidas las dimensiones de una posible retícula y haciendo extensión de ella con la orientación que nos sirvió de base en el análisis, se encuentran relaciones geométricas muy estrechas con la ubicación y posición de los conventos de San Francisco, La Merced y San Juan de Dios, equidistantes al punto centro y siguiendo los ejes de desarrollo de la misma. O sea, quedan ubicados en tres de los cuatro vientos principales, guardando perfecta simetría respecto a la Plaza Mayor y con sus altares hacia el oriente; sólo faltaría un cuarto convento, el correspondiente al extremo oeste, que no existe en la actualidad, pero que pudiera coincidir con la primera ubicación del antiguo hospital de mujeres, en la calle de ese nombre.

La orientación de esta retícula (12 grados noroeste) responde a la posibilidad de visuales y drenaje pluvial hacia el río. Se esboza así uno de los esquemas típicos fundacionales que en la actual trama urbana de la ciudad no se percibe, pero que queda subyacente y sólo analizable en el plano de ésta.

Si se realiza el trazado de la retícula hipotética sobre el plano más antiguo de la villa, se pueden observar algunas coincidencias de vías y trazados imperfectos que pudieran insinuar una intención de diseño.

La posición de las iglesias respecto a un punto del centro de la villa, ha hecho pensar en la posibilidad de un esquema radiocéntrico "...Los instrumentos de trazo fueron incorporados como auxiliares del método de diseño, no sólo para el acotamiento de la trama reticular sino también para la distribución concéntrica (trazo de compás)"(11). Al comprobar las relaciones, se toma como base la distancia del puntocentro a cualquiera de los tres conventos primitivos tendríamos un primer radio, dentro del cual se encuentra la Iglesia de Paula y por fuera la iglesia de La Soledad.

Un segundo radio coincide con las iglesias del Carmen y La Candelaria, construidas en el siglo XIX. El siguiente radio es el coincidente con las iglesias de Santa Ana y El Cristo, construidas en el siglo XVIII. Luego se van alejando del centro las iglesias de San José, La Caridad y San Lázaro.

Es curioso que la distancia entre la iglesia de Santa Ana y el radio que pasa por la iglesia del Carmen y entre ésta y la del Cristo son iguales, lo que pudiera estar relacionado con la reubicación del Carmen; además, todas las distancias son aproximadamente múltiplos de 84, una de las dimensiones de la retícula hipotética. Cada radio corresponde a un período constructivo pero sin ser consecutivos. El límite establecido para el desarrollo de la villa se fijaba en aproximadamente 1100 varas (924 m), esta dimensión es múltiplo también de 84. En correspondencia con ello la numeración de las casas implantadas en 1823 se hace a partir del centro.

Afianzamiento de la villa (1669-1700)

El centro de la villa se reconstruyó en su actual y definitivo emplazamiento, después del incendio provocado por el asalto del corsario Henry Morgan en 1668. El trazado de la Plaza Mayor se perfecciona, en uno de cuyos lados más cortos, se había construido la Parroquial Mayor, a su costado el Ayuntamiento y otros edificios que con el tiempo hay ido transformándose, pero mantienen la ortogonalidad de dicho espacio urbano, contrastando fuertemente con el resto del trazado de la villa, completamente irregular.

En 1679 la villa es atacada por el capitán Sonda al mando de 150 franceses que tomando 14 mujeres como rehenes, exigieron una fuerte suma como rescate.(12) En 1698 se padeció una epidemia que diezmó mucho la población que ya en 1689 ascendía a 2739 pobladores y se ubicaba en tercer lugar del país, con mayor población que La Florida.(13) En 1682 se refiere la existencia de un hospital.(14)

Comienza en este último tercio del siglo XVII la estabilización definitiva de la villa; es por ello que en Camagüey se conservan tan escasas muestras de la arquitectura de esta época, ejemplares con códigos vernáculos muy modestos, de cierto arcaísmo, acordes a la situación que enfrentó la villa en este período, así como a su aislamiento geográfico.

Se construyen en este período otras iglesias, que con las tres existentes hasta el momento suman 6; a la Parroquial Mayor, y los conventos de San Francisco y La Merced se agregan la ermita de Nuestra Señora de Altagracia (después La Soledad, 1697), la iglesia de Santa Ana (1697) y la ermita de Nuestra Señora de la Asunción, en la que sería posteriormente la iglesia-hospital San Juan de Dios (1692).(15) "... Entre fines del siglo XVII y durante el XVIII se levantan una serie de edificaciones religiosas que sólo pueden originarse en un pueblo que tiene una gran acumulación de capital".(16) De la época precedente se hereda el bienestar económico alcanzado en el último cuarto de siglo, que se consolida ahora con la naciente industria azucarera.

Por otra parte, la lenta ocupación de las parcelas producto de las reedificaciones realizadas y la construcción de numerosas iglesias, hacen que desde el punto de vista urbano se estructuren y desarrollen a partir de las relaciones directas entre los templos, ejes de enlace que van a dar lugar a las hoy importantes vías: General Gómez, Independencia, Luáces, Maceo, República y Martí, que a nuestro juicio condicionan definitivamente el carácter irregular de la trama camagüeyana y que no siguen el trazado regular primitivo. Sobre ella comienzan a construirse edificaciones más sólidas con materiales cerámicos.

La estructura urbana consolidada en este período tiene características estéticas muy peculiares que la diferencian del resto de las ciudades del país. Sus calles estrechas y sinuosas o de fuertes inflexiones, con imprevistas plazas y plazuelas tienen el encanto de la ciudad medieval, en fuerte contraste con el trazado casi perfectamente rectangular de su espacio principal, como imponiendo el orden y la dignidad al desorden circundante y como único testimonio de lo que hubiera podido ser un Camagüey regular y en retícula.

Haciendo un recuento hasta aquí de los factores que pudieron influir en los diferentes modelos urbanos y en el trazado de la villa, imprimiéndole las especificidades señaladas, hemos llegado a las siguientes consideraciones:

El desarrollo del urbanismo planificado en España a partir del siglo XV evidencia la influencia de modelos planimétricos que se aplicaron en las villas fundadas en todo el continente americano y que respondieron inicialmente, más que a regulaciones teóricas, a orientaciones de tradición militar y colonial (Roma, Francia y la propia España), en los que el trazado ortogonal jugó el papel principal.

El esquema seguido, independientemente del trazado de la ciudad es en base a la iglesia como centro y la plaza como foco, alrededor de la cual se estructuran los edificios públicos más importantes.

La ubicación de Puerto Príncipe en la confluencia de dos ríos responde, desde el punto de vista de la ciudad medieval, a posiciones defensivas, además de la necesidad de terrenos fértiles donde fomentar la ganadería y el autoconsumo y de fuentes de abasto para la población.

La primitiva plaza central cuadrangular y las relaciones geométricas con los conventos, equidistancias y ángulos rectángulos dan un indicio de establecimiento inicial según un orden ortogonal que posteriormente no persistió.

El crecimiento de la villa pudo haber obedecido a las relaciones directas internas y externas, así como a las vivencias de las ciudades medievales españolas, traídas por los colonizadores a Cuba, dando lugar a un desarrollo lento y espontáneo, enfatizado por su aislamiento físico y económico; extendiéndose así su primer trazado ortogonal, a una trama irregular.

La trama de Puerto Príncipe pudo haber sido resultado de la concesión arbitraria de solares por el cabildo y su lenta ocupación a partir de un espacio cuadrangular de plaza y a un crecimiento posterior incontrolado, siguiendo las direcciones de los sitios de interés para la villa y su comunicación exterior.

La existencia de una serie de parroquias, cuya advocación daba nombre al barrio (feligresía), con pequeñas plazas o ensanchamientos, son influencia directa de la ciudad cristiana hispánica.

Las Reales Ordenanzas de Felipe II se editaron mucho tiempo después de fundarse los primeros asentamientos, pero la aplicación de las recomendaciones de trazar poblados regulares que traían los colonizadores se evidencia en Puerto Príncipe, en el centro de la villa.

Notas

Notas de la Primera Parte

1. Fundación del vínculo del mayorazgo de La Torre. Manuscrito 7/10/1640. Folio 189 vuelto.Museo Ignacio Agramonte de Camagüey.

2. Pichardo Tapia, Francisco. La Familia Marty Abadía "Memorias de Antiguedades". Manuscrito 1840. Folio 55. Periódico El Fanal de 4/6/1863. Ambos documentos en posesión de Gustavo Sed Nieves, Historiador de la ciudad de Camagüey, hasta su fallecimiento.

3. Carta de Roca de Borja al Rey, 7/1637. Archivo General de Indias. Legajo Santo Domingo 133.

4. Morell de Santa Cruz, Pedro A.—Op. Cit. 1.—p. 67.

5. Colectivo de autores. Camagüey y su historia. Camagüey. Editorial Taller Felipe Torres, 1987.

6. Pichardo Tapia, Francisco.—Op.cit. 26

7. Protocolo de Silvestre de Balboa. Manuscrito 27/6/1627.Folio 155. Museo Ignacio Agramonte de Camagüey.

8. Fundación del vínculo del mayorazgo de La Torre.—Op.cit. 25

9. Recopilación de Leyes de los Reinos de Indias. Madrid, BOIX, 1841.--p. 106

10. Pichardo Tapia, Francisco.—Op.cit. 26.

11. Faggiolo, Marcelo. La fondazione della citta latinoamericana gle archetipe della Giustizia e de la Fede ; en America Latina : La citta coloniale, 1976 p. 42 en Méndez Saínz, Eloy. Urbanismo y morfología de las ciudades novohispánicas. En diseño de Puebla.—Puebla : UAP-UNAM, 1988.--p. 97

12. Morell de Santa Cruz, Pedro A.—Op.cit. 1.—p. 67.

13. Carta del Obispo de Cuba, 1689. Archivo General de Indias. Legajo Santo Domingo 151. Matrícula de las familias y personas.

14. Carta del Obispo de Cuba, 1682. Archivo General de Indias.Legajo Santo Domingo 151. Reclamación de pago de diezmos.

15. Datos históricos de las primeras iglesias de Puerto Príncipe. Equipo Técnico de Restauración de Camagüey.—Camagüey‚ Inédito, 1991.

16. Moreno Fraginals, Manuel. El Ingenio : complejo económico social cubano del azúcar.--La Habana : Editorial Ciencias Sociales, 1978.—p. 145. t.1.

  • Investigadora del Centro de Estudios de Conservación de Centros Históricos y Patrimonio Edificado de la Universidad de Camagüey. Doctora en Ciencias Técnicas en Conservación de Centros Históricos y Profesora Titular de Diseño Urbano y Teoría de la Conservación. Premio Nacional de Arquitectura 2003

Notas de la Segunda Parte

1. Álvarez Mora, Alfonso. "Problemas de Investigación en Historia Urbana" en Revista Historia Urbana. No. 1 de 1992. Universidad Politécnica de Valencia. P. 86

2. De Terán, Fernando et al. La Ciudad Hispanoamericana. El Sueño de un Orden. CEHOPU. Madrid, 1989.p. 105

3. Morell de Santa Cruz, Pedro Agustín. Carta del Obispo de Cuba, 28/7/1756. Archivo General de Indias. Legajo Santo Domingo.2227. en La Visita Ecleciástica.--La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 1985.—p. 65.

4. Cowley, Rafael y Andrés Pego. Historia de la Isla de Cuba.--La Habana. Imprenta A. Pego, 1876.—t. 1.

5. Pichardo, Hortensia. La Fundación de las Primeras Villas de la Isla de Cuba.--La Habana, Ed. Ciencias Sociales, 1986.—p. 69.

6. Payarés, Rodolfo. Trabajo arqueológico de Punta de Guincho.—Camagüey. Inédito¬ 1988.

7. Plano de los terrenos de la costa de la bahía de Nuevitas...(1825). Archivo General de Indias. Sección de Mapas y Planos. Plano 757. Documentación en Ultramar 227.

8. Morell de Santa Cruz, Pedro A.—Op. Cit. 1.—p. 66.

9. Mapa del Puerto de Nuevitas 1796. Archivo Nacional de España. Sección Ultramar. Sig. 60. Proc. Legajo 3896 bis¬ num. 1.

10. Alzamiento de Indios en Puerto Príncipe, 8/3/1529. Archivo General de Indias. Documentos Inéditos.— p. 91. T. XIII.

11. Memorias sobre Remedio de los Indios¬ presentado al Cardenal Cisneros por Fray Bartolomé de las Casas¬ 1529. Archivo General de Indias. Documentos Inéditos.—t. 48.

12. Sehwerert, Arnaldo. Camagüey la ciudad legendaria.—Madrid, VI Congreso Histórico Municipal¬ 1957.

13. Juarez Cano, Jorge. Apuntes de Camagüy.—Camagüey, Imprenta el Porvenir, 1929.

14. Morell de Santa Cruz, Pedro A.--Op cit. 1.—p. 66

15. Cowley, Rafael. Op cit. 2.

16. Alzamiento de Indios en Puerto Príncipe.-- Op cit. 8

17. Carta de Lope de Hurtado, 1529. Archivo General de Indias.Documentos Inéditos. Estado en que se encuentra la Isla.Patronato 177• R-11.—p. 215. T. XII.

18. Carta del Gobernador Manuel de Rojas, 1534. Archivo General de Indias. Documentos Inéditos. Estado de las poblaciones de Trinidad, Santi Espiritu, Puerto Príncipe y San Salvador.—t. 48

19. Ibañez Varona, René. Historia de los Hospitales y Asilos de Puerto Príncipe.--La Habana, Ministerio de Salubridad yAsistencia Social, 1954.

20. Carta del Obispo de Cuba, 2/10/1608. Archivo General de Indias. Legajo Santo Domingo 150.

21. Estado de la Isla de Fernandina, 1527. Archivo General de Indias. Documentos Inéditos.—t. 43

22. Carta del Obispo Sarmiento al Consejo de Indias, 1539. Archivo General de Indias. Documentos Inéditos. Solicitud de Población.—t. 48

23. Necesidades de la Isla, 1542. Procurador Alonso de Aguilar por Puerto Príncipe. Archivo General de Indias. Documentos Inéditos.—t. 48

24. Carta del Obispo de Cuba, 25/7/1544. Archivo General de Indias. Documentos Inéditos. Estado de las Villas e Iglesias.—t. 48

25. Carta de Sánchez de Moya al Rey, 20/12/1599. Archivo General de Indias. Legajo Santo Domingo 129.

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