Trompa de los Alpes

Alforn
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Alforn

Alforn, trompa suiza larga, de madera, con boquilla de copa y tubo de sección cónica con final acampanado hacia arriba.
Clasificación

Instrumento de viento-madera

Fabricantes

Primera mención escrita de este instrumento, monasterio de San Urbano, en Suiza, y data de 1527.

Alforn: Instrumento musical conocido también por los nombres, Trompa de los Alpes o Cuerno de los Alpes. Se caracteriza por tener una trompa larga, de madera, con boquilla de copa y tubo de sección cónica con final acampanado hacia arriba. La longitud del tubo suele variar de 1,5 a 3 metros de largo y normalmente suele ser recto del todo, aunque en ocasiones puede estar arrollado como una trompeta. Las notas son los armónicos naturales del sonido fundamental, al igual que ocurre con en el fliscorno. El sonido de este instrumento se puede escuchar con claridad a mas de 10 kilómetros.

Historia

El Alforn o Trompa de los Alpes es conocida desde la antigüedad. Su función primitiva era la comunicación, aunque las canciones tradicionales de los ganaderos suizos (ranz des vaches) y otras piezas musicales pueden interpretarse en conjuntos de tres o cuatro instrumentos.

Fabricación

Este instrumento tradicional se fabrica con madera de abeto, un árbol de zona montañosa el cual es natural encontrarlo en los hermosos Alpes suizos. Su forma le viene del tronco, pues las fuerzas de la naturaleza obligan a los abetos de las empinadas laderas a crecer con una curvatura en la base.

Una vez seleccionado el árbol, lo corta en dos a lo largo y ahueca ambas mitades con formones especiales. ¡Tan solo esta etapa puede tomar hasta ochenta horas!. Luego lima y lija el interior para dejarlo parejo y suave.

A continuación pega las dos mitades y las amarra firmemente con listas de abedul; además, le añade un soporte de madera para apoyar el instrumento al tocarlo; le coloca una boquilla, decora a mano ́el extremo acampanado pintándolo o grabándolo y, finalmente, le aplica una laca impermeable.

Uso tradicional

Por generaciones, los encargados de los rebaños y del ganado han tocado el alforn en las elevadas praderas para avisar a sus familias, abajo en el valle, que todo esta bien. Sin embargo, lo usaban principalmente para reunir a las vacas y ordeñarlas, pues desde siempre se ha creıdo que su dulce sonido las mantiene tranquilas mientras las ordeñan.

En invierno, después de bajar al valle y guardar las vacas en los establos, muchos cuidadores se iban al pueblo a tocar sus alforns a fin de recolectar dinero y complementar sus ingresos. Incluso llego a emplearse para llamar a los hombres a la guerra.

Forma de tocarlo

A primera vista, parece sencillo tocar este instrumento, pues no tiene orificios, llaves ni pistones. Pero soplar la cantidad precisa de aire para obtener la nota deseada no es nada fácil.

El alforn solo produce doce tonos naturales, por lo que no es posible interpretar cualquier canción. Sin embargo, hay melodías escritas expresamente para este instrumento, y un buen interprete puede hacer gala de un deslumbrante virtuosismo.

Algunos compositores de renombre han incluido la participación del alforn en sus obras orquestales. Por ejemplo, Leopold Mozart, padre de Wolfgang Amadeus escribió su Sinfonía Pastorella para orquesta de cuerdas y corno pastoritio, un tipo de alforn.

Brahms imito el sonido del alforn suizo con flautas y cornos, y algo similar hizo Beethoven en su Pastoral, que evoca la vida de los pastores.

La primera mención escrita de este instrumento aparece en un libro de contabilidad del monasterio de San Urbano, en Suiza, y data de 1527. Hoy día, casi quinientos años después, la suave voz del alforn sigue recorriendo las majestuosas praderas de los Alpes suizos.

Véase también

Fuentes