Diferencia entre revisiones de «Unión de Jóvenes Comunistas»

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Para enfrentarlos se requiere de la decidida participación popular, que en nuestro caso significa la implicación del [[Comité de Base]] y de la [[Militancia]] en esta decisiva batalla. Seguiremos apostando a la honradez, la honestidad, la lealtad a los principios, el esfuerzo propio, el conocimiento, la disciplina, la entrega y la voluntad de participación colectiva como los valores que deben distinguir a un joven comunista cubano.
 
Para enfrentarlos se requiere de la decidida participación popular, que en nuestro caso significa la implicación del [[Comité de Base]] y de la [[Militancia]] en esta decisiva batalla. Seguiremos apostando a la honradez, la honestidad, la lealtad a los principios, el esfuerzo propio, el conocimiento, la disciplina, la entrega y la voluntad de participación colectiva como los valores que deben distinguir a un joven comunista cubano.
  
== Che: ejemplo de juventud <br>  ==
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== Che ejemplo de juventud ==
  
Para los jóvenes, ser revolucionario cubano y joven comunista en estos tiempos y en el futuro, significa comprender y practicar el pensamiento del [[Che]]: “…la exigencia a todo [[Joven Comunista]] es ser esencialmente humano, y ser tan humano que se acerque a lo mejor de lo humano. Que purifique lo mejor del hombre a través del trabajo, del estudio, del ejercicio de la solidaridad continuada con el pueblo y con todos los pueblos del mundo. Que se desarrolle al máximo la sensibilidad para sentirse angustiado cuando se asesine a un hombre en otro rincón del mundo y para sentirse entusiasmado cuando en algún rincón del mundo se alza una nueva bandera de libertad. “El Joven Comunista no puede estar limitado por las fronteras de un territorio. El Joven Comunista debe practicar el internacionalismo proletario y sentirlo como cosa propia y acordarse y acordarnos nosotros, Jóvenes Comunistas y aspirantes a comunistas aquí en [[Cuba]], que somos un ejemplo real y palpable para toda [[Nuestra América]]”.En los años por venir, como pedía el Che, el internacionalismo seguirá siendo la mejor expresión de los valores humanos forjados por la Revolución en nuestro pueblo y la mejor contribución que podamos dar a la consecución de ese mundo mejor posible para todos.La Unión de Jóvenes Comunistas tiene que definirse por una sola palabra: “[[Vanguardia]]”. Ustedes, compañeros, deben ser la vanguardia de todos los movimientos, los primeros en estar dispuestos para los sacrificios que la Revolución demande, cualquiera que sea la índole de estos sacrificios; los primeros en el trabajo, los primeros en el estudio, los primeros en la defensa del país. Y plantearse esta tarea no solo como la expresión total de la juventud de Cuba, no solo como una tarea de grandes masas vertebradas en una institución, sino como las tareas diarias de cada uno de los integrantes de la Unión de Jóvenes Comunistas. Y para ello hay que plantearse tareas reales y concretas, tareas de trabajo cotidiano que no pueden admitirse el más mínimo desmayo...La organización es la clave que permite atenazar las iniciativas que surgen... Si no existe la organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van perdiendo eficacia. Van cayendo en la rutina, van cayendo en el conformismo y acaban por ser simplemente un recuerdo... Al mismo tiempo, todos y cada uno de ustedes deben plantearse que el ser Joven Comunista, el pertenecer a la Unión de Jóvenes Comunistas, no es una gracia que alguien les haga. Ni es una gracia que ustedes hagan al estado o a la Revolución. El pertenecer a la Unión de Jóvenes Comunistas debe ser el más alto honor de un joven de la sociedad nueva.Debe ser el honor por el que luchen en cada momento de su existencia. Y además, el honor de mantenerse y mantener alto el nombre individual dentro del gran nombre de la Unión de Jóvenes Comunistas debe ser un empeño constante también... Hoy la defensa del país sigue ocupando el primer lugar en nuestros desvelos. Pero no debemos olvidar que la consigna que guía a los Jóvenes Comunistas [“el estudio, el trabajo y el fusil”] está íntimamente unida entre sí, que no puede haber defensa del país solamente con el ejercicio de las armas, con estar prestos a la defensa. Que además debemos defender el país construyéndolo con nuestro trabajo y preparando los nuevos cuadros técnicos para acelerar mucho más su desarrollo en los años venideros... El estudio a todos los niveles es también hoy una tarea de la juventud; el estudio mezclado con el trabajo...Pero es muy importante esta tarea, porque no es solamente la Unión de Jóvenes Comunistas, no son solo los Jóvenes Comunistas los que dan en esta tarea. Reciben, y en algunos casos reciben más de lo que dan. Reciben experiencias nuevas: una nueva experiencia del contacto humano, nuevas experiencias de cómo viven nuestros campesinos, de cómo es el trabajo y la vida en los lugares más apartados, de todo lo que hay que hacer para elevar aquellas regiones al mismo nivel que las ciudades y que los campos en los lugares más habitables. Reciben entonces experiencia y madurez revolucionaria... Y deben recibir siempre y recibir con respeto la voz de esa experiencia. Pero la juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente. Y a la Unión de Jóvenes Comunistas le ha faltado un poco de espíritu creador. Ha sido a través de su dirigencia demasiado dócil, demasiado respetuosa y poco decidida a plantearse problemas propios... Pero es que nosotros, y nuestra juventud con todos nosotros, está convaleciendo de una enfermedad que afortunadamente no fue muy larga pero que influyó mucho en el retraso del desarrollo de la profundización ideológica de nuestra revolución. Estamos todos convalecientes de ese mal llamado sectarismo. Y, ¿a qué condujo el sectarismo? Condujo a la copia mecánica: condujo a los análisis formales; condujo a la separación entre la dirigencia y las masas... Si nosotros, también desorientados por el fenómeno del sectarismo, no alcanzábamos a recibir del pueblo su voz, que es la voz más sabia y más orientadora, si no alcanzábamos a recibir las palpitaciones del pueblo para poder transformarlas en ideas concretas, en directivas precisas, mal podíamos dar esas directivas a la Unión de Jóvenes Comunistas..El compañero Fidel hizo serias críticas de extremismos y de expresiones, algunas tan conocidas por todos ustedes como “¡La ORI es candela!”, como “¡Somos socialistas, palante y palante!” Todas aquellas cosas que criticara Fidel, y que ustedes conocen bien, eran reflejo del mal que gravaba nuestra revolución... Y así debemos definir y analizar todos nuestros organismos objetivamente para seguir limpiando. Saber que todavía caminamos con pasos vacilantes para no caernos, para no tropezar e irnos al suelo; conocer nuestras debilidades para aprender a resolverlas; conocer nuestras flaquezas para liquidarlas y adquirir más fuerzas.Esta falta de iniciativa propia se debe al desconocimiento durante un buen tiempo de la [[Dialéctica|dialéctica]] que mueve los organismos de masas, el olvidarse que los organismos como la Unión de Jóvenes Comunistas no pueden ser un simple organismo de dirección, algo que mande directivas constantemente hacia las bases y que no reciba nada de ellas. Se pensaba que la Unión de Jóvenes Comunistas, o todas las organizaciones de Cuba, eran organizaciones de una sola línea, una sola línea que iba desde la cabeza hacia las bases, pero que no tenía un cable que retornara y trajera la comunicación de las bases... Y ahí hay que trabajar, porque deben ir formándose nuevas generaciones que tengan el interés máximo en trabajar y sepan encontrar en el trabajo una fuente permanente y constantemente cambiante de nuevas emociones: hacer del trabajo algo creador, algo nuevo.Y eso es lo que hay que hacer; acordarse de que el trabajo es lo más importante. Perdónenme si insisto una y otra vez, pero es que sin trabajo no hay nada. Todas las riquezas del mundo, todos los valores que tiene la humanidad son nada más que trabajo acumulado. Sin eso no puede existir nada
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Para los jóvenes, ser revolucionario cubano y joven comunista en estos tiempos y en el futuro, significa comprender y practicar el pensamiento del [[Che]]:  
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“…la exigencia a todo [[Joven Comunista]] es ser esencialmente humano, y ser tan humano que se acerque a lo mejor de lo humano. Que purifique lo mejor del hombre a través del trabajo, del estudio, del ejercicio de la solidaridad continuada con el pueblo y con todos los pueblos del mundo. Que se desarrolle al máximo la sensibilidad para sentirse angustiado cuando se asesine a un hombre en otro rincón del mundo y para sentirse entusiasmado cuando en algún rincón del mundo se alza una nueva bandera de libertad.  
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“El Joven Comunista no puede estar limitado por las fronteras de un territorio. El Joven Comunista debe practicar el internacionalismo proletario y sentirlo como cosa propia y acordarse y acordarnos nosotros, Jóvenes Comunistas y aspirantes a comunistas aquí en [[Cuba]], que somos un ejemplo real y palpable para toda [[Nuestra América]]”.
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En los años por venir, como pedía el [[Che]], el internacionalismo seguirá siendo la mejor expresión de los valores humanos forjados por la Revolución en nuestro pueblo y la mejor contribución que podamos dar a la consecución de ese mundo mejor posible para todos.La Unión de Jóvenes Comunistas tiene que definirse por una sola palabra: “[[Vanguardia]]”.  
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Ustedes, compañeros, deben ser la vanguardia de todos los movimientos, los primeros en estar dispuestos para los sacrificios que la Revolución demande, cualquiera que sea la índole de estos sacrificios; los primeros en el trabajo, los primeros en el estudio, los primeros en la defensa del país.  
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Y plantearse esta tarea no solo como la expresión total de la juventud de Cuba, no solo como una tarea de grandes masas vertebradas en una institución, sino como las tareas diarias de cada uno de los integrantes de la Unión de Jóvenes Comunistas.  
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Y para ello hay que plantearse tareas reales y concretas, tareas de trabajo cotidiano que no pueden admitirse el más mínimo desmayo...La organización es la clave que permite atenazar las iniciativas que surgen.
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Si no existe la organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van perdiendo eficacia. Van cayendo en la rutina, van cayendo en el conformismo y acaban por ser simplemente un recuerdo
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Al mismo tiempo, todos y cada uno de ustedes deben plantearse que el ser Joven Comunista, el pertenecer a la Unión de Jóvenes Comunistas, no es una gracia que alguien les haga. Ni es una gracia que ustedes hagan al estado o a la Revolución.  
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El pertenecer a la Unión de Jóvenes Comunistas debe ser el más alto honor de un joven de la sociedad nueva.Debe ser el honor por el que luchen en cada momento de su existencia. Y además, el honor de mantenerse y mantener alto el nombre individual dentro del gran nombre de la Unión de Jóvenes Comunistas debe ser un empeño constante también...  
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Hoy la defensa del país sigue ocupando el primer lugar en nuestros desvelos. Pero no debemos olvidar que la consigna que guía a los Jóvenes Comunistas “el estudio, el trabajo y el fusil” está íntimamente unida entre sí, que no puede haber defensa del país solamente con el ejercicio de las armas, con estar prestos a la defensa. Que además debemos defender el país construyéndolo con nuestro trabajo y preparando los nuevos cuadros técnicos para acelerar mucho más su desarrollo en los años venideros...  
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El estudio a todos los niveles es también hoy una tarea de la juventud; el estudio mezclado con el trabajo...Pero es muy importante esta tarea, porque no es solamente la Unión de Jóvenes Comunistas, no son solo los Jóvenes Comunistas los que dan en esta tarea. Reciben, y en algunos casos reciben más de lo que dan.  
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Reciben experiencias nuevas: una nueva experiencia del contacto humano, nuevas experiencias de cómo viven nuestros campesinos, de cómo es el trabajo y la vida en los lugares más apartados, de todo lo que hay que hacer para elevar aquellas regiones al mismo nivel que las ciudades y que los campos en los lugares más habitables.  
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Reciben entonces experiencia y madurez revolucionaria... Y deben recibir siempre y recibir con respeto la voz de esa experiencia. Pero la juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente. Y a la Unión de Jóvenes Comunistas le ha faltado un poco de espíritu creador. Ha sido a través de su dirigencia demasiado dócil, demasiado respetuosa y poco decidida a plantearse problemas propios...  
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Pero es que nosotros, y nuestra juventud con todos nosotros, está convaleciendo de una enfermedad que afortunadamente no fue muy larga pero que influyó mucho en el retraso del desarrollo de la profundización ideológica de nuestra revolución.  
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Estamos todos convalecientes de ese mal llamado sectarismo. Y, ¿a qué condujo el sectarismo? Condujo a la copia mecánica: condujo a los análisis formales; condujo a la separación entre la dirigencia y las masas...  
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Si nosotros, también desorientados por el fenómeno del sectarismo, no alcanzábamos a recibir del pueblo su voz, que es la voz más sabia y más orientadora, si no alcanzábamos a recibir las palpitaciones del pueblo para poder transformarlas en ideas concretas, en directivas precisas, mal podíamos dar esas directivas a la Unión de Jóvenes Comunistas..
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El compañero Fidel hizo serias críticas de extremismos y de expresiones, algunas tan conocidas por todos ustedes como “¡La ORI es candela!”, como “¡Somos socialistas, palante y palante!” Todas aquellas cosas que criticara Fidel, y que ustedes conocen bien, eran reflejo del mal que gravaba nuestra revolución... Y así debemos definir y analizar todos nuestros organismos objetivamente para seguir limpiando.  
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Saber que todavía caminamos con pasos vacilantes para no caernos, para no tropezar e irnos al suelo; conocer nuestras debilidades para aprender a resolverlas; conocer nuestras flaquezas para liquidarlas y adquirir más fuerzas.  
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Esta falta de iniciativa propia se debe al desconocimiento durante un buen tiempo de la [[Dialéctica|dialéctica]] que mueve los organismos de masas, el olvidarse que los organismos como la Unión de Jóvenes Comunistas no pueden ser un simple organismo de dirección, algo que mande directivas constantemente hacia las bases y que no reciba nada de ellas.  
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Se pensaba que la Unión de Jóvenes Comunistas, o todas las organizaciones de Cuba, eran organizaciones de una sola línea, una sola línea que iba desde la cabeza hacia las bases, pero que no tenía un cable que retornara y trajera la comunicación de las bases...  
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Y ahí hay que trabajar, porque deben ir formándose nuevas generaciones que tengan el interés máximo en trabajar y sepan encontrar en el trabajo una fuente permanente y constantemente cambiante de nuevas emociones: hacer del trabajo algo creador, algo nuevo. Y eso es lo que hay que hacer; acordarse de que el trabajo es lo más importante.  
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Perdónenme si insisto una y otra vez, pero es que sin trabajo no hay nada. Todas las riquezas del mundo, todos los valores que tiene la humanidad son nada más que trabajo acumulado. Sin eso no puede existir nada.
  
 
== Lo que debe tener un Joven Comunista<br>  ==
 
== Lo que debe tener un Joven Comunista<br>  ==

Revisión del 08:32 15 jun 2011

Unión de Jóvenes Comunistas
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Cuba Bandera de Cuba
Ujc-logo.jpg
Emblema de la UJC
Siglas o Acrónimo:UJC
Fundación:4 de abril de 1962
Tipo de unidad:Política
País:Cuba Bandera de Cuba
Sede:Cuba

Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Es la organización juvenil del Partido Comunista de Cuba, posee carácter selectivo y se rige por los principios del marxismo, el leninismo y la Revolución Cubana.El ingreso es de carácter voluntario, selectivo, esta dirigida a toda la población joven del país. Su principal objetivo es la formación integral y multifacética de las nuevas generaciones.

Fundación

Fundada el 4 de abril de 1962 a sugerencia de Fidel Castro Ruz, constituye la organización política de la juventud cubana. Fue el resultado de un proceso de unificación de las distintas organizaciones juveniles existentes en ese momento; su antecedente más inmediato fue la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR).

Su objetivo principal está en la continua preparación cultural, política e ideológica de los jóvenes cubanos en función de seguir consolidando las conquistas de la Revolución Cubana, así como la formación integral y multifacética de las nuevas generaciones, por lo que las actividades están dirigidas a toda la población joven del país.

En la primera mitad de la década de los 90, con el propósito de salvar las conquistas del socialismo, la UJC contribuyó a la educación de la juventud en una cultura de resistencia. Se realizaron numerosas actividades que movilizaron a la juventud y mantuvieron en alto su moral.

Tal fue el caso de las marchas de las antorchas, los actos en las universidades, en particular en la escalinata de la Universidad de La Habana, y el Festival “Cuba Vive” el cual culminó con una trascendental marcha y acto político en los que participó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Objetivo

Su objetivo es asegurar la unidad de los jóvenes cubanos, movilizarlos en torno a la Revolución socialista y contribuir a su educación. Estos principios rectores de la organización no sólo son para su membresía, sino también los extiende a toda la juventud, la cual representa y vela por sus intereses. Esta organización política, posee prerrogativas constitucionales en materia de política de juventud, representando al Estado cubano en los organismos internacionales relacionados con este sector de la población.

Misión

Asume la formación comunista de las nuevas generaciones, sustentada en el patriotismo, la fidelidad al Partido Comunista de Cuba, la defensa de los más altos valores humanos y el espíritu profundamente antimperialista e internacionalista que ha distinguido a la Revolución Cubana; propiciando la participación consciente y entusiasta de todos los jóvenes en su obra, expresado en el estudio, el trabajo y la defensa de la Patria, simbolizados en su emblema, a través de los paradigmas: Mella, Camilo y el Che.

Como vanguardia de la juventud cubana:

  1. Defiende la dignidad y la libertad de los cubanos, convencida de que el socialismo es la única perspectiva de desarrollo, justicia social y democracia en una patria independiente y soberana.
  2. Asume el principio de no claudicar jamás frente a la amenaza del imperialismo y de los que desde nuestro país le hacen el juego.
  3. Defiende, sin menoscabo, la unidad y el respeto a la pluralidad de puntos de vista en el seno de la Organización y fuera de ella, en aras de que prevalezcan siempre la honestidad, la honradez, la valentía política, la objetividad en los análisis y que estos reflejen los valores, las luchas y condiciones de nuestra sociedad.
  4. Es internacionalista y profundamente solidaria con las causas más justas de todos los pueblos y con sus compañeros de fila.

Estructura

La Unión de Jóvenes Comunistas establece en sus estatutos aprobados en el 2004 durante su VIII congreso, que la organización está estructurada de la siguiente manera:

Congreso

Se reúne cada 4 años, en el participan delegados de todas las provincias del país, incluyendo al municipio especial Isla de la Juventud. En el se designa al Comité Nacional, al Buró nacional, se elaboran los estatutos y los reglamentos internos.

Buró Nacional

Está presidido por un Primer Secretario, lo integran entre 10 y 15 miembros. Es el encargado de la dirección de la organización mientras el Comité nacional no se reúna. Existen en cada provincia y municipio, un buró provincial y un buró municipal.

Comité nacional

Se reúne dos veces al año, en las provincias tres veces al año y en los municipios hasta 4 veces. Es el encargado de la dirección de la organización dentro de la etapa entre congresos. En la provincias se establecen los Comité Provinciales y en los municipios, los Municipales.

Emblema de la UJC

Para crear el emblema de la Unión de Jóvenes Comunistas, se convocó a un concurso nacional, del cual no se obtuvieron los resultados deseados; entonces se le entregó la tarea de confeccionarlo al compañero Virgilio Martínez, en aquellos momentos el director artístico de la revista “Mella”.

Desde los primeros instantes, se tuvo presente la gran responsabilidad de conformar un emblema que reflejara los anhelos de nuestra organización juvenil, y la representara como tal. Otro aspecto que hubo de tenerse en cuenta fue el estilo artístico a escoger; había no sólo que contextualizarlo, sino también prever que el desarrollo posterior de las artes plásticas no lo situara fuera de época, por eso se optó por una variante clásica del diseño.

La integración de los perfiles de Julio Antonio Mella y Camilo Cienfuegos, marcan la continuidad histórica de las luchas revolucionarias de nuestra juventud; son dos figuras cimeras de un mismo proceso en momentos diferentes. La composición formal del emblema subraya este acontecimiento cuando, de alguna forma, nos recuerda el símbolo de la Juventud Socialista, organización juvenil del viejo Partido Socialista Popular.

Los colores utilizados: rojo, blanco, azul y verde, juegan con los de nuestra Bandera Nacional y el uniforme verde olivo del Ejército Rebelde; el predominio del rojo destaca el carácter de la organización y su posición ideológica.

El estudio, el trabajo y el fusil, resumen, en un lema, las tres tareas más generales que la Revolución ha puesto en manos de los jóvenes, desde el 21 de octubre de 1960, fecha en que se celebró la Primera Plenaria Nacional de la Asociación de Jóvenes Rebeldes, evento en el que se integraron en una sola todas las organizaciones juveniles del país.

Ese día, en su discurso inaugural, el Presidente de la República de Cuba, Dr. Osvaldo Dorticós, aunó en estas tres palabras el espíritu de aquellos momentos:

“(...)el porvenir de la Patria os pertenece; a estudiar, a luchar, a combatir. Estudio, trabajo y fusil, jóvenes rebeldes de Cuba”.

Sobre la juventud, Fidel ha dicho

Una de las cosas extraordinarias de nuestra Revolución es que desde que vino al mundo -y pudiera decirse que las ideas de nuestra Revolución se engendraron en aquella colina universitaria- hubo estrecha vinculación de hermanos gemelos, y casi podría decirse de hermanos siameses, entre Revolución y juventud.

Vayan a buscarla en algún otro país del mundo en un grado tan alto como el que existió, existe y existirá siempre en este profundo proceso revolucionario.

La Revolución cada día renace, porque las ideas que representamos, la justicia que defendemos, la causa por la que luchamos, es hoy la causa, y no puede haber otra causa que la causa de miles de millones de personas en este planeta.”Nos ha tocado vivir momentos definitorios del destino de la humanidad.

La especie corre el peligro de desaparecer ante el poder destructor de las guerras, el hambre, terribles enfermedades, un aumento galopante de la población mundial —sobre todo en el Tercer Mundo expoliado y empobrecido, la degradación creciente del medio ambiente y el derroche de recursos no renovables que el planeta tardó miles de millones de años en crear.

El imperio, tan voraz como desde su propio nacimiento, pero con un poderío militar infinitamente superior, amenaza con implantar a la fuerza una dictadura mundial fascista.

Cuba, atacada y bloqueada por más de cuatro décadas, es uno de los blancos predilectos del apetito hegemónico de la actual administración norteamericana.La colosal Batalla de Ideas que nuestro pueblo ha estado librando desde hace mas de cinco años, cuando comenzó la batalla por el regreso de Elian, un pequeño niño arrojado a la inmensidad del mar por una fatal aventura, por el estímulo de una Ley Asesina, y secuestrado por una mafia terrorista y sin escrúpulos, lanzó a nuestra nación a una batalla sin precedentes en la que los niños y jóvenes asumieron la primera trinchera de combate bajo la sabia guía de Fidel.

Día a día se libró aquella contienda. Muy pronto la batalla por el destino de aquel niño se convirtió en un combate por el bienestar de todos los niños cubanos y por la consecución de un futuro mejor para todos. Mientras se clamaba en las plazas y calles por el regreso de Elián, se distribuían miles de televisores y videos en cada escuela de la nación para revolucionar la enseñanza. Cientos de paneles solares llegaron hasta las más alejadas escuelas para que la falta de electricidad no impidiera iluminar la felicidad y la sed de conocimientos de todos nuestros niños.

Comenzaron a surgir entonces nuevos programas para la educación, la información, la salud y la cultura de nuestro pueblo, en búsqueda de la mayor justicia social e igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos.

Crecimos en el número de escuelas y miles de jóvenes maestros emergentes de Primaria y profesores integrales de Secundaria Básica se sumaron a las aulas; las computadoras llegaron a los niños desde el preescolar y los Joven Club se multiplicaron por el territorio nacional; un ejército de trabajadores sociales salió a los barrios a repartir esperanzas y salvar seres humanos; rescatamos a la vida útil y a la sabiduría a jóvenes relegados por la sociedad; la Universidad llegó a todos los municipios; la música, la plástica, la danza y el ballet, el teatro y la literatura llenaron más las necesidades espirituales del pueblo y se abrieron nuevos centros de enseñanza artística; la intelectualidad forjó ideas para el combate y asumió la vanguardia frente al peligro fascista; la televisión acrecentó su papel en la divulgación del conocimiento y de la información a través de programas como la Mesa Redonda y Universidad para Todos, surgiéndole además un trascendental y abarcador Canal Educativo; la salud renueva sus conceptos, instituciones y equipos, acerca los servicios al pueblo y se realizó un estudio genético sin parangón en el mundo.

Son ya más de 150 programas que abren caminos nuevos a una Revolución, de por sí excepcional en su extraordinaria obra social.Nuevas razones nacieron para ser partícipes y defensores de la Revolución forjada por nuestros padres. A lo largo de esta batalla hemos crecido como generación y como organización.

Batalla de Ideas

Seguirá siendo nuestra arma política más poderosa frente al intento avasallador del imperio y en la búsqueda de esa sociedad superior que conquiste toda la justicia para el pueblo. A lo largo de estos años, Fidel nos ha enseñado que esta colosal Batalla no es solo riqueza de pensamiento, sino también hechos y realizaciones concretas.

De su magisterio hemos aprendido a derribar esquemas, a actuar con rapidez ante los problemas, a saber convertir nuestros escasos recursos en mayor bienestar y calidad de vida para el pueblo, a pensar que detrás de cada cifra o porcentaje hay personas y nombres, a no sentirnos satisfechos con una idea, sino partir de ella para reflexionar sobre cuántas nuevas ideas podemos llevar a la práctica, a trabajar todos sobre la base de la unidad e identificando todos los días el objetivo principal y a comprender que solo a través del conocimiento profundo, del cuestionamiento constante y de la atención a los más mínimos detalles podremos hacer exitosos nuestros propósitos.

Lo avanzado es poco aún si se piensa en lo que puede ser el futuro de la Patria y si se toman en cuenta los serios desafíos que como ciudadanos del mundo se nos presentan.Para la sociedad cubana, rodeada de capitalismo y enfrentada a cambios económicos no deseados pero necesarios, los tiempos que vivimos nos plantean retos derivados de las manifestaciones emergentes de corrupción, drogas, prostitución, ostentación, individualismo, doble moral y otros vicios ajenos a nuestra Revolución, que son el peligro principal que nos acecha.

Para enfrentarlos se requiere de la decidida participación popular, que en nuestro caso significa la implicación del Comité de Base y de la Militancia en esta decisiva batalla. Seguiremos apostando a la honradez, la honestidad, la lealtad a los principios, el esfuerzo propio, el conocimiento, la disciplina, la entrega y la voluntad de participación colectiva como los valores que deben distinguir a un joven comunista cubano.

Che ejemplo de juventud

Para los jóvenes, ser revolucionario cubano y joven comunista en estos tiempos y en el futuro, significa comprender y practicar el pensamiento del Che:

“…la exigencia a todo Joven Comunista es ser esencialmente humano, y ser tan humano que se acerque a lo mejor de lo humano. Que purifique lo mejor del hombre a través del trabajo, del estudio, del ejercicio de la solidaridad continuada con el pueblo y con todos los pueblos del mundo. Que se desarrolle al máximo la sensibilidad para sentirse angustiado cuando se asesine a un hombre en otro rincón del mundo y para sentirse entusiasmado cuando en algún rincón del mundo se alza una nueva bandera de libertad.

“El Joven Comunista no puede estar limitado por las fronteras de un territorio. El Joven Comunista debe practicar el internacionalismo proletario y sentirlo como cosa propia y acordarse y acordarnos nosotros, Jóvenes Comunistas y aspirantes a comunistas aquí en Cuba, que somos un ejemplo real y palpable para toda Nuestra América”.

En los años por venir, como pedía el Che, el internacionalismo seguirá siendo la mejor expresión de los valores humanos forjados por la Revolución en nuestro pueblo y la mejor contribución que podamos dar a la consecución de ese mundo mejor posible para todos.La Unión de Jóvenes Comunistas tiene que definirse por una sola palabra: “Vanguardia”.

Ustedes, compañeros, deben ser la vanguardia de todos los movimientos, los primeros en estar dispuestos para los sacrificios que la Revolución demande, cualquiera que sea la índole de estos sacrificios; los primeros en el trabajo, los primeros en el estudio, los primeros en la defensa del país.

Y plantearse esta tarea no solo como la expresión total de la juventud de Cuba, no solo como una tarea de grandes masas vertebradas en una institución, sino como las tareas diarias de cada uno de los integrantes de la Unión de Jóvenes Comunistas.

Y para ello hay que plantearse tareas reales y concretas, tareas de trabajo cotidiano que no pueden admitirse el más mínimo desmayo...La organización es la clave que permite atenazar las iniciativas que surgen.

Si no existe la organización, las ideas, después del primer momento de impulso, van perdiendo eficacia. Van cayendo en la rutina, van cayendo en el conformismo y acaban por ser simplemente un recuerdo

Al mismo tiempo, todos y cada uno de ustedes deben plantearse que el ser Joven Comunista, el pertenecer a la Unión de Jóvenes Comunistas, no es una gracia que alguien les haga. Ni es una gracia que ustedes hagan al estado o a la Revolución.

El pertenecer a la Unión de Jóvenes Comunistas debe ser el más alto honor de un joven de la sociedad nueva.Debe ser el honor por el que luchen en cada momento de su existencia. Y además, el honor de mantenerse y mantener alto el nombre individual dentro del gran nombre de la Unión de Jóvenes Comunistas debe ser un empeño constante también...

Hoy la defensa del país sigue ocupando el primer lugar en nuestros desvelos. Pero no debemos olvidar que la consigna que guía a los Jóvenes Comunistas “el estudio, el trabajo y el fusil” está íntimamente unida entre sí, que no puede haber defensa del país solamente con el ejercicio de las armas, con estar prestos a la defensa. Que además debemos defender el país construyéndolo con nuestro trabajo y preparando los nuevos cuadros técnicos para acelerar mucho más su desarrollo en los años venideros...

El estudio a todos los niveles es también hoy una tarea de la juventud; el estudio mezclado con el trabajo...Pero es muy importante esta tarea, porque no es solamente la Unión de Jóvenes Comunistas, no son solo los Jóvenes Comunistas los que dan en esta tarea. Reciben, y en algunos casos reciben más de lo que dan.

Reciben experiencias nuevas: una nueva experiencia del contacto humano, nuevas experiencias de cómo viven nuestros campesinos, de cómo es el trabajo y la vida en los lugares más apartados, de todo lo que hay que hacer para elevar aquellas regiones al mismo nivel que las ciudades y que los campos en los lugares más habitables.

Reciben entonces experiencia y madurez revolucionaria... Y deben recibir siempre y recibir con respeto la voz de esa experiencia. Pero la juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía realmente. Y a la Unión de Jóvenes Comunistas le ha faltado un poco de espíritu creador. Ha sido a través de su dirigencia demasiado dócil, demasiado respetuosa y poco decidida a plantearse problemas propios...

Pero es que nosotros, y nuestra juventud con todos nosotros, está convaleciendo de una enfermedad que afortunadamente no fue muy larga pero que influyó mucho en el retraso del desarrollo de la profundización ideológica de nuestra revolución.

Estamos todos convalecientes de ese mal llamado sectarismo. Y, ¿a qué condujo el sectarismo? Condujo a la copia mecánica: condujo a los análisis formales; condujo a la separación entre la dirigencia y las masas...

Si nosotros, también desorientados por el fenómeno del sectarismo, no alcanzábamos a recibir del pueblo su voz, que es la voz más sabia y más orientadora, si no alcanzábamos a recibir las palpitaciones del pueblo para poder transformarlas en ideas concretas, en directivas precisas, mal podíamos dar esas directivas a la Unión de Jóvenes Comunistas..

El compañero Fidel hizo serias críticas de extremismos y de expresiones, algunas tan conocidas por todos ustedes como “¡La ORI es candela!”, como “¡Somos socialistas, palante y palante!” Todas aquellas cosas que criticara Fidel, y que ustedes conocen bien, eran reflejo del mal que gravaba nuestra revolución... Y así debemos definir y analizar todos nuestros organismos objetivamente para seguir limpiando.

Saber que todavía caminamos con pasos vacilantes para no caernos, para no tropezar e irnos al suelo; conocer nuestras debilidades para aprender a resolverlas; conocer nuestras flaquezas para liquidarlas y adquirir más fuerzas.

Esta falta de iniciativa propia se debe al desconocimiento durante un buen tiempo de la dialéctica que mueve los organismos de masas, el olvidarse que los organismos como la Unión de Jóvenes Comunistas no pueden ser un simple organismo de dirección, algo que mande directivas constantemente hacia las bases y que no reciba nada de ellas.

Se pensaba que la Unión de Jóvenes Comunistas, o todas las organizaciones de Cuba, eran organizaciones de una sola línea, una sola línea que iba desde la cabeza hacia las bases, pero que no tenía un cable que retornara y trajera la comunicación de las bases...

Y ahí hay que trabajar, porque deben ir formándose nuevas generaciones que tengan el interés máximo en trabajar y sepan encontrar en el trabajo una fuente permanente y constantemente cambiante de nuevas emociones: hacer del trabajo algo creador, algo nuevo. Y eso es lo que hay que hacer; acordarse de que el trabajo es lo más importante.

Perdónenme si insisto una y otra vez, pero es que sin trabajo no hay nada. Todas las riquezas del mundo, todos los valores que tiene la humanidad son nada más que trabajo acumulado. Sin eso no puede existir nada.

Lo que debe tener un Joven Comunista

Lo primero que debe caracterizar a un Joven Comunista es el honor que siente por ser Joven Comunista, ese honor que lo lleva a mostrar ante todo el mundo su condición de Joven Comunista, que no lo vuelca en la clandestinidad, que no lo reduce a fórmulas sino que lo expresa en cada momento, que le sale del espíritu, que tiene interés en demostrarlo porque es su timbre de orgullo. Junto a eso, un gran sentido del deber, un sentido del deber con nuestra sociedad que estamos construyendo, con nuestros semejantes como seres humanos y con todos los hombres del mundo. Eso es algo que debe caracterizar al Joven Comunista. Al lado de eso, su gran sensibilidad ante todos los problemas, su sensibilidad frente a la injusticia, su espíritu inconforme cada vez que surge algo que está mal, lo haya dicho quien lo haya dicho. Plantearse todo lo que no se entienda, discutir y pedir aclaración de lo que no esté claro, declararle la guerra al formalismo, a todos los tipos de formalismos. Estar siempre abiertos para recibir las nuevas experiencias, para conformar la gran experiencia de la humanidad que lleva muchos años avanzando por la senda del socialismo a las condiciones concretas de nuestro país, a las realidades que existen en Cuba. Y pensar todos y cada uno cómo ir cambiando la realidad, cómo ir mejorándola. El Joven Comunista debe plantearse ser siempre el primero en todo, luchar por ser el primero, sentirse molesto cuando en algo se ocupa otro lugar, y luchar por mejorar, por ser el primero. Claro que no todos pueden ser los primeros. Pero sí entre los primeros, en el grupo de vanguardia. Eso debe ser ejemplo vivo, de ser el espejo donde se miren los compañeros que no pertenezcan a las Juventudes Comunistas, de ser el ejemplo donde se puedan mirar los hombres y mujeres de edad más avanzada que han perdido cierto entusiasmo juvenil, que han perdido cierta fe en la vida y que frente al ejemplo reaccionan siempre bien. Esa es otra tarea de los Jóvenes Comunistas. Junto a eso, un gran espíritu de sacrificio, no solamente para las jornadas heroicas sino para todo momento, sacrificarse para ayudar al compañero en las pequeñas tareas, para que cumpla su trabajo, para que pueda hacer sus deberes en el colegio, en el estudio, para que pueda mejorar de cualquier manera. Estar siempre atento a toda la masa humana que lo rodea.Es decir, hay algo que se plantea: la exigencia a todo Joven Comunista es ser esencialmente humano, y ser tan humano que se acerque a lo mejor de lo humano. Que purifique lo mejor del hombre a través del trabajo, del estudio, del ejercicio de la solidaridad continuada con el pueblo y con todos los pueblos del mundo. Que se desarrolle al máximo la sensibilidad para sentirse angustiado cuando se asesine un hombre en otro rincón del mundo y para sentirse entusiasmado cuando en algún rincón del mundo se alza una nueva bandera de libertad. El Joven Comunista no puede estar limitado por las fronteras de un territorio. El Joven Comunista debe practicar el internacionalismo proletario y sentirlo como cosa propia y acordarse y acordarnos nosotros, Jóvenes Comunistas y aspirantes a comunistas aquí en Cuba, que somos un ejemplo real y palpable para toda Nuestra América. Y más aún que para Nuestra América, para otros países del mundo que luchan también en otros continentes por su libertad, contra el colonialismo, contra el neocolonialismo, contra el imperialismo, contra todas las formas de opresión de los sistemas injustos. Acordarse siempre de que somos una antorcha encendida, de que nosotros todos somos el mismo espejo que cada uno de nosotros individualmente es para el pueblo de Cuba, y somos ese espejo para que se miren en él los pueblos de América, los pueblos del mundo oprimido que luchan por su libertad. Y debemos de ser dignos de ese ejemplo. Y en todo momento y a toda hora debemos ser dignos de ese ejemplo. Eso es lo que nosotros pensamos que debe ser un Joven Comunista. Y si se nos dijera que somos unos románticos, que somos unos idealistas inveterados, que estamos pensando en cosas imposibles y arquetipo humano, nosotros le tenemos que contestar una y mil veces que sí, que sí se puede. Que estamos en lo cierto. Que todo el pueblo puede ir avanzando, ir liquidando las pequeñeces humanas como se han ido liquidando en Cuba en estos cuatro años de revolución, ir perfeccionándose como nos perfeccionamos todos día a día, liquidando intransigentemente a todos aquellos que se quedan atrás... Y tiene que ser así, y debe ser así, y será así, compañerosSerá así porque ustedes son Jóvenes Comunistas, creadores de la sociedad perfecta, seres humanos destinados a vivir en un mundo nuevo, donde todo lo caduco, todo lo viejo, todo lo que represente la sociedad cuyas bases acaban de destruirse habrá desaparecido definitivamente. Para alcanzar eso, hay que trabajar todos los días, trabajar en el sentido interno de perfeccionarse, de aumentar los conocimientos, de aumentar la comprensión del mundo que nos rodea, de inquirir y averiguar, y conocer bien el porqué de las cosas y el plantearse siempre los grandes problemas de la humanidad como problemas propios.

Iniciadores del sentimiento revolucionario en la juventud

Ser revolucionario cubano y joven comunista en los nuevos tiempos es también beber del ideario profundo de Mella; es practicar la fidelidad y el apego al pueblo de Camilo; es estar a la altura de los valores morales, éticos, el heroísmo y el honor de Gerardo, Fernando, Ramón, Antonio y René.Ahora y en el futuro, se debe reforzar el papel de los Comité de Base como destacamento de combate diario, la ejemplaridad de la militancia, la consolidación de la organización como cantera natural y sólida del Partido, en quien radica la garantía de continuidad del proceso revolucionario y el avance del Socialismo.Los miles de médicos, los maestros y entrenadores deportivos que hoy cultivan la solidaridad en más de 60 naciones, derrochando sacrificios y desafiando peligros, son orgullo de la Patria. Muchos de ellos son jóvenes formados en nuestras Universidades en los años más duros de la Revolución, cuando solo la conciencia patriótica y los elevados valores morales de nuestro pueblo pudieron imponerse a las predicciones de que Cuba caería como otros que equivocaron el camino.Su heroísmo en otras tierras, incluso al riesgo de sus preciosas vidas, tiene que multiplicarse en las decenas de miles de médicos, maestros y entrenadores que tienen la responsabilidad de brindar en nuestra Patria sus servicios al pueblo, en medio de condiciones nunca antes creadas para tener la mejor educación y salud del mundo y para refrendarnos como potencia deportiva internacional. Ello solo es posible por el talento numeroso formado por la Revolución, que nos permitirá como nación vivir de nuestras producciones intelectuales y continuar ayudando a otros países hermanos.El futuro luminoso, que con inteligencia y sudor vamos labrando, está en peligro por las apetencias y el odio secular del imperio hacia este archipiélago rebelde y diferente. Prepararnos para la defensa sigue siendo la primera misión de todos los jóvenes cubanos. Tenemos que conocer nuestro puesto de combate y forjar la convicción de que mientras haya un solo revolucionario combatiendo, la Revolución no puede ser derrotada. Alistémonos con la seguridad de que si el enemigo se atreviera a agredirnos esa sería la última aventura guerrerista de la actual administración norteamericana. Conquistaremos el futuro. Libraremos una batalla vital y liberadora por el ser humano y la justicia. Nos animan esa fe infinita de Fidel en el hombre y su convicción profunda de que solo los que pelean tienen derecho a la victoria.

Ingreso a la Organización

El ingreso es de carácter voluntario y selectivo.En ella militan más de 500 000 jóvenes y la proyección de su trabajo va más allá de sus miembros, está dirigida a toda la población joven del país.El ingreso en la organización es en edades comprendidas entre los 15 y los 30 años.En el caso de los de 15 años, se les otorga el carné sólo a aquellos que presentan una excepcional conducta ante el estudio, el trabajo, y su desarrollo principalmente como estudiante. Actualmente cuenta con más de 600 mil militantes.

Principales Acciones

  • Actividades en las Peñas Políticas.
  • Vídeo-debates.
  • Reuniones ordinarias cada mes para analizar el funcionamiento de la organización en general.
  • Capacitación a la dirección de las organizaciones de base.
  • Consolidación de la Política de Cuadros.
  • Cursos para los dirigentes del Centro, entre muchas otras.

Así lograr una mayor identificación de los estudiantes con la realidad cubana.

Véase también

Enlaces externos

Fuentes