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Revisión del 11:09 22 sep 2011

Vicente García: El León de Santa Rita
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Patriota de los primeros en incorporarse a la Guerra de Independencia
NombreVicente Garcia Gonzalez
Nacimiento23 de enero de 1833
Las Tunas,
Fallecimiento4 de marzo de 1886
Nacionalidadcubano

Vicente García. Cuando en el oriente cubano se extiende el eco glorioso de la libertad proclamada por Carlos Manuel de Céspedes en la Demajagua, uno de los primeros en incorporarse a la causa independentista es Vicente García quién, de carácter afable y jovial, pero a la vez inquieto y rebelde desde pequeño, se convierte pronto en un verdadero azote de la España colonial.

Síntesis biográfica

Nacimiento

En el ámbito de una familia acomodada, nace en la calle Real que en la actualidad lleva su nombre el 23 de enero de 1833. De rica raigambre tunera pues la madre, Rosa María González, era biznieta de Diego Clemente Rivero, dueño del Hato de Las Tunas.

Niñez

Vicente García realizó los primeros estudios en su ciudad natal y luego fue enviado a Santiago de Cuba para que recibiera clases en el Seminario San Basilio el Magno.

Allí adquirió una cultura bastante general y un nivel educacional medio. Desde muy joven abrazó la causa de la independencia ya que no soportaba el abuso y la explotación a que era sometido su pueblo.

Trayectoria revolucionaria

En 1865, después de la primera expulsión de los españoles del territorio que en la actualidad ocupa la República Dominicana, el joven tunero comenzó a reunirse con su primo Francisco Varona González y ambos coincidieron que en Cuba podía hacerse lo mismo que en el vecino país.

En 1867, viajaron a Las Tunas Bernabé Varona y Francisco Muñoz Rubalcava, celebrándose una reunión en la que el segundo les habló del movimiento que se prestaba en Bayamo y de los trabajos que se hacían en Camagüey. Esto produjo gran entusiasmo entre los tuneros, al saber que no estaban solos en el empeño libertario. Por unanimidad se acordó nombrar una junta que asumió la dirección del Movimiento de la comarca, eligiéndose a Vicente García como jefe supremo. Hacía el mes de junio de 1868, Vicente García asistió a una reunión efectuada en Bayamo, donde se tomo el acuerdo de organizar una reunión compuesta por delegados de los distritos comprometidos. A tales efectos se le designó tomando en cuenta el gran conocimiento que tenía del territorio y que su madre era dueña de un grupo de fincas boscosas, para que llevara a cabo los preparativos del encuentro.

De regreso a Las Tunas el patriota criollo escogió la finca Jesús María del fundo de El Rompe, lugar poblado por frondosos árboles y poco transitable. La referida junta estaba fijada para el 3 de agosto más los participantes deciden adentrarse un poco en el monte y la importante reunión se celebró al otro día en la finca San Miguel del mismo fundo. La Lista de los conspiradores incluía los nombres de Carlos Manuel de Céspedes e Isaía Masó por Manzanillo, Salvador Cisneros Betancourt y Carlos Laret de Mola por Camagüey, Belisario Álvarez por Holguín, Francisco Maceo Osorio, Pedro Figueredo y Francisco Vicente Aguilera por Bayamo y los representantes tuneros Vicente García y Francisco Muñoz Rubalcava.

En la reunión que presidió Carlos Manuel de Céspedes, quien era el de mayor edad pronunció brillantes palabras que conmocionaron a los presentes y se cuenta que su voz vibra como un torbellino en cada rincón de la comarca: "señores: la hora es solemne y decisiva. El poder de España esta caduco y carcomido. Si aún nos parece fuerte y grande es porque hace más de tres siglos que los contemplamos de rodillas. ¡Levantémonos!".

Como puede observarse, en la arenga de Céspedes se ve claramente que el plazo para el día 14 lo fijó Vicente García, el 4 de octubre en la reunión de El Mijial. A partir de estos momentos los tuneros intensifican los preparativos para el inicio de la guerra. De esta forma Francisco Varona, Julián Santana, Ramón Ortuño y Vicente García da los toques finales a cada actividad prevista. El 9 de octubre se realizó una reunión en Ventorrillo con Vicente García y sus principales subalternos, en la que quedó trazado el plan de ataque de la ciudad para el día 14. El 10 de octubre se produjo el alzamiento de Carlos Manuel de Céspedes en el ingenio La Demajagua, donde dio la libertad a sus esclavos.

Esta noticia llegó a Vicente García el 11, cuando participaba en una reunión del ayuntamiento, del que era miembro de honor. Al concluir la misma el joven tunero cursó aviso a los que encontró a su paso por la calle Real y otros los alertó con algún conocido. Con su hijo Braulio solicitó a Javier Duarte que se presentara en el potrero El Hormiguero, el cual había sido escogido como Cuartel General. El 13 de octubre atacó su ciudad natal y la tomó casi totalmente, menos la iglesia, lugar en que los españoles se habían refugiado, al no contar los mambises con los implementos de zapa necesarios para derribar el portón de la misma. Los bravos hombres se retiraron a su cuartel y allí, en lo más alto de una vara de bambú, ondeó la bandera cubana.

El 16 de agosto de 1869, participó en el asalto a la ciudad tunera que dirigió el general en jefe del Ejército Libertador, Manuel de Quezada, y en el cual intervinieron además Ignacio Agramonte y Cornelio Porro. La ciudad fue incendiada el medio del fragor de la pelea y se destruyeron totalmente 13 manzanas.

El 23 de septiembre de 1876, el mayor general Vicente García llevó a cabo una de las operaciones más gloriosas en la Guerra de los Diez Años: La toma de su ciudad natal. Después de 8 horas de duro combate logró la rendición del fuerte bastión español, que ante el empuje del machete mambí, depuso las armas.

Los insurrectos permanecieron tres días en el recinto fortificado de Las Tunas y al no poder sostenerla por más tiempo, el general Vicente García decide incendiarla, para que no sirviera nuevamente de refugio a la metrópoli española. En horas de la tarde, el general García de pie, frente a la casa que lo vio nacer, dio una orden tajante: "Capitán Silva, tome esa antorcha y empiece por ahí". El capitán Manuel Reyes Silva, asombrado le replicó: "General, pero esa es la casa de su familia": a lo que Vicente García le contentó:- "Esa es la razón por lo que le digo que empiece por ahí".

El 16 de marzo de 1878, es electo Vicente García General en jefe de los Ejércitos de la República y Maceo su segundo al mando. A partir de aquí la guerra se reanudó y el General García obtuvo varias victorias sobre el ejército enemigo tales como la de Pozo de Caimán, La Cucaracha, Parada, Vista Hermosa y otros.

Principales batallas:

1968 16 de octubre. Combatió en las minas de El Rompe.

noviembre. Combate de El Gramal desarrollado al machete.

diciembre. Combate de Becerra.

1869 enero. Combate de Miguel Ramos.

16 de agosto. Participa en el asalto a Las Tunas, bajo la dirección de Manuel Quesada.

Muerte

El 7 de junio se embarcó en el vapor "Guadalquivir" para Venezuela, estableciéndose en Río Chico, donde funda una cooperativa con sus hijos de armas y su familia. Allí permaneció colaborando en el nuevo estallido revolucionario y lógicamente estaba previsto para la contienda del 95.

Por tal motivo le persiguieron los españoles y allí le asesinaron, según contó su hija María, con vidrio molido que le dieron en un plato de quimbombó, comida típica cubana que gustaba mucho al General y que le ofreció el espía español ramón Dávila, con quien había hecho buena amistad en la cooperativa sin saber que detrás de la falsa familiaridad se escondía la mano criminal.

El 4 de marzo de 1886, dejó de existir el glorioso general cubano. De aquel triste momento escribió José Martí: "Allá, en un asilo infeliz, moría tiempos hace, en la rústica cama, un General de Cuba, rodeado de sus hijos de armas, y se alzó sobre el codo moribundo, no para hablarles de los intereses de la tierra, sino para legarles, con el último rayo de sus ojos, la obligación de pelear por su pueblo hasta verlo libre del extranjero que le odia y extermina".

Fuentes

[1]