Wilhelm Steinitz

Wilhelm Steinitz
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NombreWilhelm Steinitz
Nacimiento18 de mayo de 1836
Praga, República ChecaBandera de la República Checa
Fallecimiento12 de agosto de 1900 (64 años)
Nueva York Bandera de los Estados Unidos de América
Otros nombresEl zorro viejo
OcupaciónAjedrecista

Wilhelm Steinitz. Primer campeón oficial del mundo de Ajedrez.

Síntesis biográfica

Nació el 18 de mayo de 1836 en Praga, que en aquella época pertenecía al Imperio Austro-Húngaro, en la época en que La Bourdonnais brillaba con luz propia.

Tras abandonar los estudios de ingeniería se dedicó a jugar al Ajedrez profesionalmente. Se inició en el ajedrez en la Wiener Schachgesellschaft, escuela de muchos otros grandes ajedrecistas. Debutó en la competición internacional en la época de esplendor de Paul Morphy.

En su juventud Steinitz jugaba al estilo romántico. En 1862 tomó parte en el torneo de Londres como representante de su país. Aprovechó esta estancia para fijar su residencia en Londres. En este torneo alcanzó la sexta plaza, y le ganó una partida a Anderssen que fue considerada la mejor del torneo.

Wilhelm Steinitz, que también era un Filósofo positivista, revoluciona el juego del Ajedrez al presentarlo como un sistema lógico hecho de reglas bien definidas y estáticas. Es el máximo exponente de la visión de Philidor del Ajedrez como ciencia. Con él nace la escuela clásica de Ajedrez, que se distingue por los lances profundamente lógicos que se fundamentan en la realización de planes innovadores: explotación de errores mínimos como peones aislados, casillas libres, piezas sobrecargadas, etc.). Trata de paralizar las piezas del adversario, y bloquear el centro antes de atacar en las alas y lanzar la marea de peones.

Steinitz fue un maestro de la defensa, más que del ataque. Se especializó en el estudio de las aperturas, y está considerado el padre de Gambito de Dama, que lo renovó por completo haciendo de él un arma temible. También estudió el Gambito Evans, el Gambito de Rey, el Giuoco Piano, la Apertura Escocesa, la Apertura Ponziani, la Apertura Española, la Apertura Vienesa, la Defensa Francesa, la Defensa Holandesa, y la Defensa Petrov.

Trayectoria deportiva

En 1866 Steinitz era una de las figuras más importantes del Ajedrez mundial. Para confirmarlo se enfrentó al Anderssen en Londres (1866) en el que venció por ocho victorias, seis derrotas y ninguna tablas. Este encuentro se consideró en su tiempo un mundial oficioso. Por desgracia este resultado quedó minusvalorado en 1870 al quedar por detrás de Anderssen en el torneo de Baden-Baden, donde, además, perdió sus dos partidas contra él. Sin embargo, en el torneo de Viena del mismo año compartió el primer puesto con Blackburne, y derrotó por dos veces a Anderssen. Steinitz había derrotado a Blackburne en sus últimos duelos particulares, por lo que se impuso un encuentro que se disputó en 1876. El resultado fue espeluznante: Steinitz derrotó a Blackburne por siete derrotas en siete partidas. El juego de Steinitz había evolucionado y contaba con un arma que no tenían sus contemporáneos. Sus nuevas ideas procedían del estudio profundo de las partidas de Morphy.

Steinitz descubrió en Morphy al más profundo conocedor de las reglas posicionales del Ajedrez, y trató de sistematizar lo que había aprendido, añadiéndole sus propias reflexiones acerca de la dinámica de las piezas y los peones. El resultado fue un tratado práctico de lo que hoy llamamos estrategia ajedrecística. Su aplicación fue lo que le condujo a ser el más grande jugador de su tiempo. Sin embargo Steinitz no buscaba la brillantez de las combinaciones sino que se centró en los aspectos más duraderos de la posición. Sus perfectas defensas iban dirigidas a conservar una pequeña ventaja que a medida que desaparecían las piezas se iba haciendo más grande y le permitía ganar la partida. Tras su triunfo contra Blackburne, Steinitz se volcó en su labor didáctica y escribió algunos tratados. En su libro The Modern Chess Instructor formuló los principios de lo que sería la escuela moderna de Ajedrez.

  • El ataque – Para poder atacar con éxito sobre el enroque, además de poseer superioridad en ese flanco, se debe poseer el control del centro o al menos el centro debe estar bloqueado para que no permita la reacción central del adversario. Un ataque prematuro en un flanco se defiende contraatacando en el centro y viceversa. Un ataque erróneo suele dejar como saldo un debilitamiento de peones fatal en el final.
  • La defensa – El arte de la defensa es la economía de medios, por eso el mejor defensor es la pieza de menos valor: el peón. Como el peón no puede retroceder, su avance debe ser muy cuidadoso. La imprudencia puede crear debilidades graves y permanentes. Hay que vigilar la estructura de peones durante toda la partida, con vistas al final.
  • El plan y las variantes – La estrategia (la planificación) y la táctica (orden exacto de las jugadas) son cuestiones inseparables. Un error en Ajedrez, es decir, cometer una imprecisión que genera una debilidad puede ser, principalmente, de índole estratégico o táctico.
  • Debilidades estratégicas - Las debilidades estructurales (de la posición de los peones, las casillas débiles etc.), y en general las debilidades permanentes (esto incluye en ocasiones el rey expuesto así como piezas inmovilizadas).Son debilidades tácticas las debilidades temporales, como ser una pieza en el aire, mal defendida, peones o piezas expuestas a ataques dobles, piezas clavadas, amenazas de descubiertas, el rey sin enrocar, etc.

En general las debilidades estratégicas son difíciles de resolver en pocas movidas y sus consecuencias se notan a largo plazo durante la partida. Las debilidades tácticas pueden resolverse pero hay que hacerlo ya, antes que el contrario utilice la ventaja.

Esta obra sería fundamental para los grandes genios de la siguiente generación. Llegó a la conclusión de que para combinar era necesario contra con una superioridad estratégica previa y esto sólo es posible, bien por errores del contrario bien por la acumulación de pequeñas ventajas. A esta conclusión ya habían llegado otros ajedrecistas, como Blackburne y Morphy, pero la originalidad de Steinitz fue supo decir qué era una ventaja y qué no; y sobre todo, supo identificar cuáles eran los puntos débiles de una posición. Él fue el primero en formular y de aplicar conscientemente y de manera genial estos principios.

Durante unos años estuvo apartado de la competición, pero regresó en el torneo de Viena de 1882 que ganó, empatado a puntos, con Wináwer, a pesar de haber perdido sus partidas contra Blackburne, Chigorín y Zúkertort.

En 1886 Steinitz se enfrenta a Zukertort, con la importante novedad de jugar el primer mundial oficial de Ajedrez. El match se disputó en Nueva York, Saint. Louis y Nueva Orleans. Steinitz ganó la primera partida pero perdió luego cuatro seguidas. Esto habría producido el derrumbe moral de cualquiera. Pero una de las más preciosas cualidades de Steinitz como ajedrecista era, precisamente, su sangre fría. Al final Steinitz ganó con un resultado de 10 victorias, 5 derrotas y 5 tablas.

Tras su triunfo en el primer campeonato del mundo se dedicó a su labor divulgativa en la revista que acababa de fundar: The Internacional Chess Magazine. Sin embargo pronto encontró otro rival que aspiraba al campeonato del mundo: Mijaíl Chigorín, con quien había empatado en el torneo deViena de 1882, y en 1883 le había ganado en Londres sus dos encuentros. En 1888 le ganó en un encuentro telegráfico Londres-San Petersburgo, lo que hacía inevitable el encuentro. A pesar de la victoria sobre Chigorín este siguió acaparando primeros puestos en los torneos, y derrotándole en sus cruces personales, por lo que se hacía necesario un encuentro de revancha. Antes de que el desquite fuese a celebrar Steinitz, este disputó un encuentro con Isidoro Gúnsberg, que si bien no era considerado como un rival de talla la victoria de Steinitz fue por la mínima, y es que Steinitz empezaba ser mayor. Tras este triunfo sólo un joven alemán, Lasker, se atrevió a retarle. Lasker se desplazó a Estados Unidos en su busca para retarle. Por fin el encuentro se celebró y Lasker derrotó a Steinitz brillantemente. En diciembre de 1895 se organizó un torneo en San Petersburgo con el fin de buscar un aspirante al título mundial. Steinitz quedó el segundo detrás de Lasker, lo que le daba derecho a jugar un nuevo encuentro con el título mundial en juego. Desgraciadamente Steinitz contaba ya más de sesenta años, y su salud no era muy buena por lo que Lasker se impuso con facilidad.

En la última etapa de su vida, perdió la razón, cuando ya su nivel de juego había decaído notablemente. Fue recluido en un sanatorio mental y en esta época pronunció su famosa frase:

"Puedo jugar con Dios y darle un peón de ventaja."

Steinitz supo sintetizar y renovar por entero la teoría de su época, y fue uno de los mayores finalistas de todos los tiempos. Esto le convierte en el pensador más original y profundo de toda la historia del Ajedrez. Cuando el peso de la edad ya si hizo sentir perdió el título de campeón del mundo, en 1894, y murió pobre seis años después.

Véase también

  1. José Raúl Capablanca Graupera
  2. Leinier Domínguez
  3. Alexander Grischuk
  4. Alexander Morozévich
  5. Péter Lékó
  6. Teymur Rəcəbov

Fuentes