Yuri Knórosov

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Yuri Knórosov
Información sobre la plantilla
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NombreYuri Knórosov
Nacimiento19 de noviembre de 1922
Járkov, Bandera de Ucrania Ucrania
Fallecimiento31 de marzo de 1999
San Petersburgo, Bandera de Rusia Rusia
Causa de la muerteDerrame cerebral
NacionalidadUcraniano
OcupaciónLingüista, epigrafista y etnólogo

Yuri Knórosov. Fue un lingüista, epigrafista y etnólogo que tuvo un papel clave en el desciframiento del sistema de escritura de la cultura Maya.

Síntesis biográfica

Nació en 1922 en Járkov, Ucrania en el seno de una familia de intelectuales rusos quienes vinieron a San Petersburgo en 1914. Su padre era ingeniero de ferrocarriles. Su madre se encargaba de la educación de los cinco hijos.

De pequeño le gustaba tocar el violín, dibujar, escribir poesía. Fue un niño introvertido, solitario, enamorado de los libros. En 1940 ingresó en la facultad de Historia de la Universidad Estatal de Moscú Lomonósov, pero poco tiempo después, cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, se alistó al ejército como soldado de artillería.

En mayo en 1945 formó parte de las tropas soviéticas que entraron en Berlín. Allí, en medio del caos, rescató dos libros que marcaron el rumbo de su vida. Hay fuentes que afirman que Knórozov logró salvar los libros de un incendio, pero el propio lingüista lo desmintió en una entrevista:

“Es una leyenda. No hubo ningún incendio. Las autoridades alemanas prepararon la biblioteca (actualmente la Biblioteca de Berlín) para su evacuación y tenían que llevarla supuestamente a los Alpes, en Austria. Los libros colocados en cajas estaban en medio de la calle. Entonces, escogí dos…”

Aquellos libros fueron la edición de 1933 de Los códices mayas de los hermanos Villacorta y Relación de las cosas de Yucatán de Diego de Landa.

Knórozov volvió a Moscú con este “trofeo” de guerra. Continuó sus estudios de egiptología, la lengua árabe y los sistemas de escritura de la antigua India y China en la Universidad Lomonósov de Moscú. Después de defender su tesis, se fue a Leningrado donde ingresó en el Instituto de Etnografía para dedicarse por completo al estudio de la escritura maya.

El desciframiento de la escritura maya, lo hizo contra al escepticismo general. Él estaba seguro: “Lo creado por una mente humana, puede ser resuelto por otra mente humana. Desde este punto de vista no existen y no pueden existir problemas no resueltos en ninguna área de la ciencia”.

Muchos no creyeron en él, pensaron que Knórozov no lo iba a conseguir, que era demasiado joven e inexperto para eso. Sin embargo, su maestro, Serguéi Tókarev confiaba en él y le apoyó plenamente, aunque tuvo que advertir a su alumno de que el camino iba a ser muy largo y lleno de dificultades.

Yuri empezó por el alfabeto del fray Diego de Landa, un misionero español de la Orden Franciscana en Yucatán que fue obispo de esa misma provincia en los años 1570 e hizo las primeras investigaciones de las escrituras mayas.

A lo largo de cinco siglos, cientos de científicos intentaron descifrar el código maya, sin embrago, solo lo consiguió el ruso Knórozov. Yuri encontró los fallos en la metodología de Diego de Landa, lo que le llevó al descubrimiento del código maya. Landa quería encontrar un equivalente de los signos mayas para cada letra del alfabeto español, pero no había equivalencia, ya que la escritura maya era silábica. Knórozov averiguó que la lectura estaba compuesta por 355 signos de los códices, y estos signos correspondían con la escritura fonética y morfémico-silabica. Es decir, los glifos escritos por los mayas contenían tanto logogramas (signos que representan una palabra entera), como signos fonéticos. Esa fue la clave que le permitió descifrar la escritura maya.

Muerte

Yuri Knórozov murió en 1999 en San Petersburgo a causa de un derrame cerebral que se le complicó con una neumonía, que desarrolló en un hospital donde no estuvo debidamente atendido.

Polémica

El descubrimiento no tuvo reconocimiento internacional. Knórozov publicó sus primeros artículos en 1952. Sus obras desataron una gran polémica por todo el mundo. Su principal rival fue el británico Eric Thompson, el especialista en mayas más respetado de la época. Frente a él, Knórozov era un don nadie, un representante de la ciencia soviética basada en los principios del marxismo-leninismo. La Guerra Fría también se desató en el campo lingüístico. Thompson incluso llegó a cuestionar la integridad personal y científica de Knórozov. Tuvieron que pasar más de veinte años para que el mundo reconociera el descubrimiento de Knórozov.

Curiosidad

Knórozov hizo el descubrimiento sin haber estado nunca en las tierras de los mayas y tampoco hablaba español. Su primer viaje a Centroamérica Knórozov lo hizo en 1990, 38 años después de su descubrimiento. Entonces, visitó Guatemala invitado por el presidente del país, que le entregó la gran Orden del Quetzal, la distinción más importante del gobierno guatemalteco.

En 1994 el gobierno mexicano le otorgó la Orden Mexicana del Águila Azteca en la Embajada de México en Moscú. En 1995 Knórozov visitó México para participar en el III Congreso Internacional de Mayistas y en 1997 el científico emprendió su último viaje a México, donde visitó varios sitios arqueológicos de Yucatán.

Observaciones sobre el mundo maya

En los años posteriores al desciframiento, Knórozov leyó un sinfín de textos, sobre todo los que estaba grabados en las vasijas, e hizo importantes observaciones sobre el mundo maya.

Averiguó que en Palenque debía estar la tumba de una mujer. En 1995 se descubrió allí la tumba de la Reina Roja (se llamaba así por la cantidad de cinabrio rojo que la cubría).

Fuente