Antirrhinum hispanicum
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Antirrhinum hispanicum . Es un endemismo del sudeste de España, herbácea perenne, normalmente de 30 o 35 centímetros de altura, máximo unos 60 cm, de la familia de las Veronicaceae
Nombre común
Rompepiedras, conejitos de roca
Etimología
El nombre del género procede del nombre en latín del dragoncillo anual (Antirrhinum orontium L.), ahora en el género Misopates, que a su vez procede del griego antírrinon (antí: enfrente de, contra, y de rhis, genitivo rhinós: nariz).
Descripción
Hierba perenne, cespitosa, vilosa, glandulosa. Tallos de 10-20 cm, procumbentes o ascendentes. Hojas basales opuestas, las superiores alternas, ovadas o suborbiculares, cortamente pecioladas, enteras. Inflorescencias en racimos terminales, con brácteas similares a las hojas. Flores hermafroditas, zigomorfas. Cáliz con 5 lóbulos separados casi hasta la base. Corola blanco-rosada o purpúrea, bilabiada, personada, con el paladar amarillento y una giba o sáculo basal. Androceo didínamo, con 4 estambres. Ovario súpero, bicarpelar. Fruto tipo cápsula, que se abre por poros apicales. Semillas ovoideas. Floración: junio a agosto.
Habitad
Suelos removidos pedregosos, bordes de caminos, cascajos y muros, tanto calizos como silíceos; entre 200-2000 m. Endemismo de Almería y Granada