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|imagen= Archivo:Psicologia-inversa.png |tamaño= |concepto: La Psicología Inversa implica la afirmación de una creencia o comportamiento que es opuesto al deseado. }} La Psicología Inversa es una forma de conseguir que un individuo haga lo que se necesita proponiéndole realizar exactamente lo opuesto, siguiendo ese impulso humano a la rebeldía.

Introducción

Los seres humanos no valoran lo suficiente las conductas permitidas, mientras que sobrevaloran aquellas que están prohibidas. Es decir, no les agrada que le digan qué hacer, de modo que inconscientemente buscan afirmar su libertad y autonomía haciendo exactamente lo contrario.

Definición

Se denomina Psicología Inversa, también conocida como Técnica de Inversión Paradójica, a una técnica conductista que consiste en intentar influir a una persona pidiéndole que haga lo contrario a lo que se procura obtener.

Fundamentación

Esta técnica se basa en la reactancia, una respuesta emocional de las personas por ir en contra de las reglas y prohibiciones. Al ver afectada su libertad ante una orden, el individuo hará justamente lo contrario, por eso se llama Psicología Inversa, ya que se logra una conducta invitando a la persona a realizar lo contrario.

Utilización

Ésta técnica se utiliza principalmente para corregir conductas, ya sean individuales o grupales, aunque también puede tener un uso en criminalística. Asimismo, puede considerarse éticamente cuestionable en tanto se manipula a un individuo aprovechándose de su subconsciente. Puede funcionar especialmente bien en una persona que es resistente por naturaleza, mientras que las solicitudes directas funcionan mejor para las personas que son obedientes. La persona que está siendo manipulada generalmente no es consciente de lo que realmente está sucediendo.

Requisitos para aplicarla

• Lo primero es saber ante qué tipo de persona se está: ante una que se va a empeñar en llevar la contraria, o una que podría llegar a conceder razón. La primera de ellas es ideal para aplicar la Psicología Inversa, y suele manifestarse sobre todo en niños, jóvenes rebeldes y personas testarudas o con un gran ego.

• El siguiente paso es descubrir de qué modo se puede influir en su conducta defendiendo una idea opuesta a la que se pretende, de modo que el otro, al llevar la contraria, acabe pensando que ha ganado la discusión.

Dónde funciona mejor

• En gente muy segura de sí misma, tozuda o con mucho ego, porque si se les dice que no saben hacer algo seguramente querrán demostrar lo contrario. Sin embargo no es bueno hacerlo en gente con baja autoestima, ya que se corre el riesgo de que realmente crean que no son capaces y les hunda más.

• En personas en un estado muy emocional. Si alguien está enfadado o incluso furioso no será tan racional y es más probable que la Psicología Inversa funcione.

• Cuando la otra persona sabe lo que tiene que hacer para llegar a tu objetivo. Si se quiere que alguien adelgace es mucho más efectivo decirle “apuesto a que no puedes cenar verdura durante un mes” que no “nunca conseguirás adelgazar” porque en el segundo caso no le dices específicamente qué tiene que hacer y que tenga éxito depende de un montón de factores.

• Funciona especialmente bien en niños pequeños.

Cómo aplicarla

Existen muchas maneras de usarla, pero todas parten del principio de que la otra persona debe sentir que tiene el control y que nadie le está presionando, las principales son:

1. Rendirse y darle la razón:Una vez que alguien entra en una discusión, a menudo su objetivo deja de ser debatir el propio tema para convertirse en ganar la discusión, Dejar que gane la discusión, para entonces poder ganar lo que de verdad importa: el motivo de la discusión.

2. Decir lo contrario a lo que se estaba diciendo:Se trata de decir en el mismo tono lo contrario a lo que se estaba defendiendo hace un momento.

3. Provocar a su ego:Ésta funciona especialmente bien con personas con mucha autoestima o confianza. Hay tres formas de conseguirlo:

• Provocación indirecta

• Provocación directa

• Convirtiendo la petición en un desafío

4. Crear misterio: La clave está en dejar un aura de misterio que le dará más emoción a lo que realmente queremos que haga alguien.

5. Ofrecer otras opciones alternativas: Cuando das opciones a alguien le haces sentir más independiente, que tiene el control. La gente se vuelve más cooperativa si cree que tiene el control. Y ofreciendo opciones también se minimizarán las probabilidades de rechazo porque no se habrá preguntado algo que se pueda responder sólo con un sí o un no.

6. Mostrar el lado bueno de las cosas

7. Decir lo que nadie espera que se diga

Riesgos

Algunos de los más relevantes, especialmente en niños y adolescentes, son los siguientes:

• Cuando recompensas, felicitas o agradeces a alguien por hacer lo contrario a lo que has dicho, le estás enseñando a no hacerte caso porque parecerá que realmente no sabes lo que quieres.

• Otro peligro es que si tu interlocutor se da cuenta que estás intentando manipularle, podría decidir hacer caso a tu sugerencia inversa para molestar.

Fuentes

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actual13:49 29 ene 2019Miniatura de la versión del 13:49 29 ene 20191024 × 512 (25 KB)Mervaesm jc.cmg (discusión | contribuciones)
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