Armando Gamboa Mouriz

Armando Gamboa Mouriz
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Destacado patriota cubano del Municipio Boyeros
NacimientoSan Agustín, en la populosa barriada de Párraga, Boyeros, La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento5 de septiembre de 1957
Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteHeridas de bala y luego asesinado
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
Conocido porArmandito

Armando Gamboa Mouriz (Armandito). Patriota cubano del municipio Boyeros.

Síntesis biográfica

Nació el 24 de marzo de 1935, en un lugar conocido como San Agustín, en la populosa barriada de Párraga, en un humilde hogar formado por sus padres Armando Gamboa Camboaseda, de origen mexicano y la cubana Odilia Mouriz Valdés.

Con apenas unos meses de nacido Armandito, sus padres trasladan su residencia para el Reparto El Globo, próximo a Calabazar, municipio Santiago de las Vegas. Poco después la familia Gamboa- Mouriz se muda para el poblado de Calabazar donde el padre, gracias a sus conocimientos de zapatero abrió una pequeña Fábrica artesanal para confeccionar zapatos donde sus hijos trabajaban después de cumplir sus deberes escolares.

En 1941, el pequeño Armandito comenzó sus primeros estudios en la Escuela pública de la localidad y continúa sus estudios de la primaria superior en la “Academia Richard”, en la que se le identifica por su disciplina, aplicación y preocupación por los estudios.

El ambiente del hogar de los Gamboa, además del amor al trabajo, estuvo matizado por las ideas antiimperialistas del padre, quien no se ocultaba para expresar su odio al extranjero invasor que había usurpado a México una extensa faja de tierra mediante una cruel agresión. Por esa actitud este era considerado por los militantes del Partido Socialista Popular como un simpatizante y colaborador. Sin lugar a dudas Armandito, de todos los hijos, fue el más impactado por estas ideas mostrando tempranamente inquietudes por los problemas sociales y gravidez por la lectura.

Hacia 1950 comparte abiertamente con los compañeros del PSP que visitaban su casa y estudia la literatura que el Partido hacia llegar a su padre. Era tan evidente el interés de Armandito por la lectura de la Literatura Marxista-Leninista que sus hermanos y amigos íntimos, en tono de broma, le llamaban Armandoski. Lo cierto es que era un incansable lector, por sus manos pasaron obras tan significativas como “El Contrato Social”, de Juan Jacobo Rosseau; algunas obras de José Ingenieros y muchos de José Martí.

De este modo fue creciendo y formándose este joven que muy pronto dedicaría todas sus fuerzas en el empeño de lograr un cambio en la situación imperante en el país. Pero nunca dejó de ser alegre, respetuoso, cariñoso y desprendido y sobre todo muy valiente y decidido y un amante del deporte. En sus ratos libres se le podía ver jugando a la pelota o al taco, era también un amante de la pesca y sobre todo le gustaba el baile.

Acciones Revolucionarias

Para él fue un fuerte impacto el Asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, porque a pesar de su corta edad conocía a muchos de los jóvenes calabazareños que habían participado en la acción. Por eso no es casual que al poco tiempo de que René Bedia creara la célula del M-26-7 en Calabazar, se produce la incorporación de Armandito, participando en la venta de bonos del Movimiento, distribución de propaganda y otras pequeñas acciones.

En muchas ocasiones manifestaba el interés y el deseo de realizar acciones mayores y más arriesgadas e incluso de marchar a la Sierra Maestra. De este conocían sus compañeros más cercanos como Emilio Arredondo y Tomas Orihuela. Tiempo después se pone en contacto con Enrique Hart y Marcelo Plat con el propósito de participar en otras acciones. Una de las más arriesgadas que puso a prueba sus virtudes de combatiente tuvo como escenario su propio terruño de Calabazar, es decir, la Finca San Antonio, entonces propiedad de Feito y Cabezón, lugar frecuentado por uno de los hijos del General Francisco Tabernilla Dolz y por los Coroneles Hernando Hernández y Orlando Piedra, esbirros que realizaban, banquetes y prácticas de tiro en dicho lugar.

Armando Gamboa, Enrique Hart y otros compañeros del Movimiento organizaron el plan y en una tarde memorable asaltaron el campo de tiro de los asesinos de la tiranía y se apoderaron de todas las armas que se guardan en el lugar. Gamboa, quemado ya ante los órganos represivos del régimen por la delación de alguien ajeno al Movimiento, quien le reconoció al instante del asalto, tuvo que refugiarse en Guanabo, en la clandestinidad, desde este sitio participa en el Comité que organizó la huelga de agosto de 1957.

El día 3 de septiembre del propio año Armando viene por un corto tiempo a su casa de Calabazar con la finalidad de ver a sus padres y hermanos. Cuando salió de allí eran aproximadamente las 9.30 p.m. seria la última vez que sus familiares lo verían con vida. Como una de las acciones del M-26-7 en la Habana, en apoyo el levantamiento del 5 de septiembre en Cienfuegos. Armando Gamboa y otros compañeros participan en los preparativos para la toma de la Radio Motorizada de la Policía Nacional, en la capital. La orientación era hacer contacto en el bar Rock and Roll, en  en las calles Ayestarán y 20 de Mayo para desde allí partir rumbo a la mencionada instalación de la Policía Nacional, pero la delación del propietario del bar, quien era confidente de Esteban Ventura entorpeció la acción. Los revolucionarios tratan de abrirse paso entre las perseguidoras pero la mayoría de los carros de la policía se lanzan tras el auto en que viajaban Armando Gamboa Mouriz y otros compañeros.

Muerte

Una nube de plomo cayó sobre los jóvenes resultando heridos de muerte tres compañeros. En gesto de extraordinaria valentía, Armandito detiene el auto y ordena con firmeza a los demás que huyeran que él les cubriría la retirada. El hecho tuvo lugar en Ayestarán y Desagüe donde unas 60 balas de su pistola ametralladora salvaron la vida a algunos de sus compañeros e hirieron a varios agentes represivos. Minutos después, ya sin parque y gravemente herido, lo acribillaron a balazos y luego se ensañaron con su cadáver, ignorantes de su pureza y del coraje varonil que había asesinado. Tenía 22 años. Su pueblo de Calabazar no lo ha olvidado.

Fuentes

  • PDF"Héroes y Mártires" por Eduardo Milián Bernal Alonso.