Ascaridatosis en la Gallina Doméstica

Ascaridatosis en la Gallina Doméstica
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Ascaridatosis en la Gallina Doméstica. Es uno de los parásitos intestinales más frecuentes en las gallinas domésticas y causan daños entre las aves en crecimiento de menos de 4 meses.

Historia

Los helmintos constituyen un grupo numeroso de parásitos que lesionan la economía Nnimal, causando pérdidas económicas con afectaciones importantes en el crecimiento, desarrollo, ganancia media diaria, conversión y disminución de la producción de huevos.

Las helmintiasis están presentes en todos los sistemas de crianza y las nematodiasis representan un grupo numeroso en las mismas. La fauna que parasita a los individuos del orden galliforme en Cuba comenzó a estudiarse desde finales del siglo XIX por Balmaseda (1889), más tarde las publicaciones de Embil (1929) y Pérez (1931,1935, 1953) contribuyeron al conocimiento de esta temática que luego se enriqueció con las investigaciones realizadas después del triunfo de la Revolución durante los años 1966-1980 y en las que participaron cubanos y colaboradores checos.

Etiología

El agente etiológico de esta nematodosis se ajusta en sus características morfológicas a los ascaridatos. Es el mayor nemátodo que parasita a la gallina doméstica. Los machos llegan a medir de 5 a 7.6 cm y hasta 1.21 de ancho. La cola del macho tiene una membrana cuticular pequeña (ala caudal) en cada lado, y lleva diez pares de papilas. Las hembras de un tamaño entre 7,8 a 11, 6 cm de longitud y entre 900 micras a 1,8 de grosor.

La Ascaridia galli se localiza a nivel del intestino delgado de la gallina doméstica, pudiendo encontrarse también en el pavo, codorniz, faisán, pato, ganso y gran número de aves de vida libre.

Efectos sobre el hospedero

Las larvas como los gusanos adultos afectan al huésped, pero los efectos de las larvas son más serios que los de los gusanos adultos. Las larvas provocan congestión y hemorragias en las paredes del intestino delgado, las cuales pueden inflamarse y manifestar pérdida de tono. Originan enteritis aguda o crónica.

Las aves jóvenes son más susceptibles a infestarse intensamente cuando tienen tres o cuatro semanas de edad. Pueden morir a una edad muy temprana y si no mueren su crecimiento se retarda lo mismo que la postura. Generalmente se acepta que a la edad de tres o cuatro meses las aves de corral producen inmunidad natural debido a la edad, que limita el número de gusanos que maduran y, además se provoca la inmunidad adquirida por los efectos de los gusanos. Sin embargo esta inmunidad puede disminuir por la mala alimentación y los otros factores.

Los síntomas, tanto en las aves jóvenes como en las adultas, son decaimiento progresivo y anorexia, que provocan anemia, caquexia y extenuación. La muerte se presenta a continuación, pero es más común en los jóvenes. Las plumas se observan erizadas, decoloradas y las aves están tristes y somnolientas. La palidez de la cresta indica el desarrollo de anemia y puede haber diarrea. El desarrollo de las aves jóvenes se detiene, la postura se retrasa en las pollas y la producción de huevos en las adultas puede disminuir. Si los gusanos son numerosos, causan obstrucción intestinal.

Situación actual

Estiman que las prácticas actuales de manejo de la gallina y los antihelmínticos de que se disponen, han hecho disminuir la importancia de las helmintiasis, lo cual ha incidido favorablemente en la producción avícola, no obstante existen niveles de prevalencia en diferentes países del mundo donde las crianzas Diversos estudios realizados demuestran que en nuestra región se presentan un número considerable de enfermedades parasitarias que afectan a diferentes especies animales y la aparición de estas se ven agudizadas por efecto del clima donde se destaca la elevada temperatura y los altos valores de la humedad relativa. Entre los animales más afectados por enfermedades parasitarias comunes están las aves.

Algunos aspectos epizootiológicos

La Ascaridia galli, desarrolla un ciclo monoxénico, que exige de determinadas condiciones, relativas a la maduración de los huevos y a la transformación en larvas infestantes. Estas exigencias son de naturaleza climática: temperatura de 22 a 25ºC como mínimo, humedad relativa del 80 al 85 %; aireación suficiente y la presencia de oxígeno para el desarrollo de los huevos.

El estado de larva infestante se adquiere en un plazo variable, según las condiciones climáticas, como promedio es de 10 a 12 días. La larva infestante se forma en el mismo huevo y permanece en él. Cuando ha penetrado en el ave receptiva, queda en libertad, merced a la destrucción de la cápsula ovular, por el efecto combinado de la trituración del huevo por la contracción de los músculos del tubo digestivo y sobre todo, por la acción lítica que ejercen sobre su cubierta las secreciones digestivas del huésped. Ascaridia galli penetra en la mucosa del intestino delgado, donde permanece durante 10 a 20 días, este hecho implica que su ciclo monoxénico se clasifique como de evolución semidirecta.

La biología de este parásito, posibilita, que esta parasitosis pueda difundirse entre las gallinas de todas las explotaciones en el suelo. Incluso en explotaciones modernas sólo puede conseguirse estar libres unos años cuando se crían gallinas en el entorno.

Este nemátodo, aunque con ciclo biológico directo, tiene la particularidad de que las lombrices de tierra y los saltamontes actúan como hospederos paraténicos, ya que al ingerir los huevos invasivos de la Ascaridia galli, las larvas eclosionan y emigran para situarse en los tejidos corporales siendo fuente de invasión para las aves. La invasión se efectúa de forma pasiva por vía oral bien por la ingestión de huevos con capacidad invasiva o por sus hospederos paraténicos.

La longevidad de la Ascaridia galli se estima entre unos 9 y 12 meses. Producto de estas nematodiasis se presentan estados anémicos, diarreas, el proceso continuo determina retraso en el crecimiento, enflaquecimiento y debilidad general.

Diagnóstico

En el diagnóstico, según expresa el autor citado, deben considerarse los elementos de orden epidemiológico, teniendo en cuenta la totalidad de los individuos. El examen necrópsico, es el que puede conducir al diagnóstico de certeza, en base a las lesiones o por el descubrimiento de los propios parásitos, cuando son de un tamaño que así lo permita, como en el caso de la Ascaridia. Puede hacerse en los animales vivos o en sus cadáveres. Su ventaja reside en que permite confirmar el diagnóstico clínico y detectar los animales con infecciones latentes, que no exteriorizan ningún signo clínico o lesión anatómica definida.

A pesar de las medidas higiénicas es difícil evitar el ingreso de huevos de ascaris, que sobreviven durante años al aire libre en una explotación sobre el suelo, por lo que el tratamiento debe repetirse al cabo de cuatro o cinco semanas, a la vez que se cambie la yacija de paja y si es preciso trasladar las aves a otro parque.

Control de las ascaridiasis

Las medidas para impedir la infestación por nemátodos ascaroideos en las aves se basa en el principio básico de que la infestación se trasmite por los alimentos y el agua de bebidas; que los huevecillos infestantes son resistentes a los factores climatológicos que obran sobre ellos fuera del hospedador, por lo pueden persistir por semanas y meses, considerando que haya humedad en su proximidad y que no estén expuestos a la luz solar directa.

Considerar además que ningún desinfectante que se use en concentraciones económicamente posibles destruirá con eficacia a los huevecillos infestantes, aunque ayuden a la higiene general. Recordar que la enfermedad no se hará patente a menos que se establezca cierto número de gusanos en el hospedador y que la penetración de determinado número de ellos puede provocar la aparición de la inmunidad que ayude al hospedador a soportar los efectos de los parásitos. Por tanto las medidas de control deben encauzarse a reducir al mínimo el número de huevecillos infestantes que penetren al hospedador, sabiendo que no se puede esperar que todos sean excluidos.

Terapia antiparasitaria

En el tratamiento de esta parasitosis para disminuir las poblaciones de ascaridias se han utilizado las sales de Piperacina, implementándose tratamientos a toda la masa de 0,05% en el agua de bebida con fines preventivos.

Otros productos químicos aplicado en el control de la parasitosis han sido la Hidromicina B a razón de 6-8 g/t de pienso, el Tetramisol que es un Imidazotiazol recomendado por la mayoría de los autores, debido a que es un antihelmíntico de amplio espectro El Tetramisol en su farmacocinética y espectro de acción es similar al levamisol, pero con menos potencia, es aproximadamente dos veces más tóxico, se prefiere la vía oral, dado que hay menos efectos colaterales. Por lo general se aplica una sola dosis que puede repetirse cada dos o tres semanas. Aves: 40-50 mg/kg, o 10 mg/kg vía subcutánea.

Utilizaron Mansonil, aplicado en dosis de 25mg por kg de peso corporal y administrado durante seis días con el pienso, resultando altamente eficaz contra este parásito.

Fuentes

  • Amer, A., E. El Amrousi y H. El Hammady. Ensayos realizados con Concurat y dosis baja de Mansonil en el tratamiento de aves infestadas natural y experimentalmente con Ascaridia galli. Noticias Medico- Veterinarias. No.1, pp.18-31; 1976.
  • Balmaseda, F. Enfermedades de las aves o caserío sobre patornitología y consideraciones sobre higiene publica en la Isla de Cuba. Imp. E. F. Casona. P-545; 1989.
  • Birova Viera., A. Calvo y D. Ovies. Helmintos en Gallus gallus f.doméstica. Helmintofauna en crías particulares. Revista Cubana de Ciencia avícola, 4:1; 1977.
  • Boado, Encarnación., E, Lauret; C. Herrera; D. Quintero; y A. Casanovas. Prevalencia de las principales enfermedades en las diferentes categorías de aves durante las épocas del año. Revista Cubana de Ciencia Avícola; 1991.
  • Cáceres, A. Plants used in Guatemala for the treatment of gastrointestinal disorders. 1. Screening of 84 plants against enterobacteria J. Ethnopharmacol. 30(1):55–73; 1990.