Ataque a Yareniquén (1876)

Ataque a Yareniquén
Información sobre la plantilla
Fecha:1876
Lugar:Yareniquén
Resultado:
Victoria del Ejército mambí
País(es) involucrado(s)
Bandera de España España y Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
Jefe mambí Belisario Grave de Peralta y Zayas
Ejecutores o responsables del hecho:
Voluntarios del Ejército español y Ejército mambí


Ataque a Yareniquén. El poblado Yareniquén estaba situado entre Holguín y Auras (hoy Floro Pérez) una zona muy vigilada por el mando español. Además era defendido por una guarnición constituida fundamentalmente de voluntarios que tenían una doble función; cultivar las tierras cercanas y protegerlas de los insurrectos. Sin embargo el jefe mambí Belisario Grave de Peralta y Zayas contaba con la colaboración de varios vecinos. Uno de ellos, N. Romero, se entrevistó con Peralta y acordaron un plan de ataque.

El día 21 de enero de 1876, ya en marcha hacia la acción, al frente del regimiento Jiguaní, número 4, acampó en los Hitabos donde recibió los últimos informes de sus colaboradores. Durante todo el día preparó con mucho cuidado el ataque puesto que el factor sorpresa era el elemento esencial para la victoria. Dividió la tropa en tres destacamentos. El primero bajo el mando del sargento Gumersindo Bruzón, con 15 hombres y como práctico a N. Romero, se acercaría silenciosamente al fuerte que protegía la entrada del poblado y neutralizaría las postas. El segundo a las órdenes del comandante Cornelio Rojas e integrado por el batallón número 2 y la plana mayor del regimiento entrarían en el fuerte y el poblado tras el destacamento del sargento R. Buzón. El último, 8 hombres dirigidos por Álvaro Carralero, quedaría como reserva.

Los acontecimientos se precipitaron con premura de segundos. La posta del fuerte vio surgir de la noche un puñado de hombres harapientos que a punta de machete y cañón de fusil los desarmó. Cornelio Rojas y su tropa penetraron a paso de carga, los defensores, que no estaban comprometidos con los insurrectos, huyen aterrados. El botín consiste en 10 carabinas, 60 proyectiles, 400 fulminantes, comestibles y ropa en abundancia. Pero lo más importante; se incorporaron 17 hombres útiles para combatir. El crepitar de las llamas que consumía el guano y la madera de las casas y el fuerte de Yareniquén, una densa columna de humo negro trepando hacia las nubes, despidió a la pequeña columna insurrecta, que se internaban en las sabanas y bosques de aquel mundo misterioso y terrible que era la tierra del mambí.

Bibliografía utilizada por José Abreu Cardet

  • Juan Andrés Cué Badá: Asalto e incendio de Yareniquén y Las Cruces. (En Ahora, Holguín, 28 de Marzo de 1975).

Fuente