Atrofia gástrica

Atrofia gástrica
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Clasificación:Multifocal,Difusa,Metaplasia intestina,Displasia gástrica.
Agente transmisor:bacteria Helicobacter pylori
Región más común:estómago
Forma de propagación:enfermedad hereditaria,afecciones autoinmunitarias

Atrofia gástrica. Afección caracterizada por el adelgazamiento del revestimiento interno de la pared del estómago y la pérdida de células glandulares en dicho revestimiento las cuales emiten sustancias que ayudan con la digestión. Su causa puede ser la infección por la bacteria Helicobacter pylori o por ciertas afecciones autoinmunitarias. La atrofia gástrica puede aumentar el riesgo de cáncer de estómago.

Etiología

Los factores etiológicos son múltiples pudiendo agruparse en infecciosos, irritantes químicos, inmunológicos y genéticos. En cuanto a la etiología infecciosa varios gérmenes pueden causar lesiones inflamatorias del tipo de gastritis crónica. El germen más frecuentemente asociado a las gastritis crónicas antrales con úlcera duodenal es el H. pylori. Se encuentra presente también en las gastritis de antro y cuerpo (pangastritis) no asociadas a ulcus gastroduodenal. La colonización gástrica comienza en el antro debido a la actividad del tipo ureasa, penetrando en el epitelio con lo que consigue desencadenar una cascada inflamatoria.

Entre los irritantes químicos la alcalinización del pH intragástrico por la presencia de bilis puede producir una gastritis crónica. Esta situación es frecuente en los pacientes con estómagos operados (gastrectomía).

En las gastritis de cuerpo con atrofia gástrica que cursan con aclorhidria y anemia perniciosa pueden existir anticuerpos anticélulas parietales y/o antifactor intrínseco.

También se acepta que la infección por H. pylori en pacientes predispuestos genéticamente puede originar esta forma de gastritis crónica atrófica. Así los pacientes con gastritis crónica atrófica y anticuerpos pueden padecer otras enfermedades autoinmunes asociadas (tiroiditis, lupus eritematoso sistémico)

Diagnóstico

El diagnóstico diferencial se debe realizar con la úlcera duodenal, hernia de hiato, litiasis biliar, pancreatitis crónica y el síndrome de intestino irritable.

La gastroscopia permite observar la mucosa gástrica sugiriendo el diagnóstico de gastritis pero no existe correlación de los signos endoscópicos con las lesiones histológicas. Asímismo permite descartar otras posibilidades diagnósticas. El diagnóstico de certeza es con el estudio histológico de la biopsia obtenida por endoscopia. El patólogo nos informa de la localización y morfología de la gastritis y de la presencia o no de H. pylori.

El diagnóstico histológico de gastritis crónica no se correlaciona de manera segura con los síntomas por lo que el médico debe considerar otros mecanismos fisiopatológicos.

Otros estudios que se pueden realizar es analítica (hemograma, determinación de hierro, vitamina B12…).

La presencia de Helicobacter pylori se puede investigar con otros métodos como determinación de anticuerpos anti- Helicobacter pylori, prueba de aliento con urea marcada, test rápido de la ureasa y cultivo microbiológico en una muestra de biopsia.

En las gastritis crónicas con atrofia gástrica conviene realizar un estudio del jugo gástrico y determinar la gastrina sérica.

Síntomas produce la gastritis atrófica

Sensación de plenitud. Dolor abdominal. Náuseas y vómitos. Distensión gástrica. Saciedad precoz. Pirosis o ardor gástrico. Reflujo.

Tratamiento

En la gastritis atrófica producida por H. pylori es necesario instaurar tratamiento con antibióticos (la pauta más utilizada es la asociación de inhibidores de la bomba de protones –el más conocido es el omeprazol–, amoxicilina y claritromicina, durante 7 o 10 días.

Esta pauta es altamente eficaz, aunque ha de hacerse confirmación de la curación al cabo del tiempo para establecer una nueva combinación de fármacos y antibióticos si no se consiguiera esta.

En la anemia perniciosa se necesita el aporte indefinido de vitamina B12, que es recomendable que se administre por vía parenteral, es decir, mediante una inyección intramuscular generalmente mensual.

Finalmente, si se presenta anemia por niveles bajos de hierro, se utilizarán suplementos de hierro para recuperar los depósitos. Este aspecto conlleva en ocasiones un recrudecimiento de los síntomas, pues algunos preparados de hierro son mal tolerados provocando síntomas parecidos a la propia gastritis. Se indicarán aquellos mejor tolerados, y si fuese preciso, tomados tras las comidas a pesar de que disminuya su absorción.


Fuentes