Bad boys 3 (película de 2020)

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Bad boys 3
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Acción, thriller, comedia, crimen, policíaco, policías amigos, secuela | Estados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América
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Bad boys for life es una película protagonizada por Will Smith y Martin Lawrence.
NombreBad Boys for Life
Otro(s) nombre(s)Bad boys 3
(en Hispanoamérica),
Chicos malos para siempre
(en España)
Estreno2020
GuiónChris Bremner, Joe Carnahan, George Gallo, David Guggenheim, Anthony Tambakis, Chris Bremner
DirectorAdil El Arbi,
Bilall Fallah
Producción GeneralJerry Bruckheimer
Dirección de FotografíaRobrecht Heyvaert
RepartoWill Smith
Martin Lawrence
Vanessa Hudgens
Kate del Castillo
Paola Nuñez
ProductoraJerry Bruckheimer Films
Columbia Pictures
PaisEstados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América

Bad Boys for Life (nombrada Bad boys 3 en Hispanoamérica, y Bad boys para siempre en España) es una película estadounidense de 2020, de comedia y acción al estilo buddy cops (‘policías amigos’).

Es protagonizada por Will Smith y Martin Lawrence, que repiten sus papeles como los detectives Mike Lowrey y Marcus Burnett.

Es una secuela de Bad boys (1995) y Bad boys 2 (2003) y la tercera entrega de la franquicia Bad Boys.

Se encuentra en producción la secuela Bad boys 4.[1]

Sinopsis

El Departamento de Policía de Miami y su equipo de élite ARMA intentan derribar a Armando Aretas, jefe de un cartel de la droga. Armando es un asesino de sangre fría con una naturaleza viciosa y contaminante. Él está comprometido con el trabajo del cartel y es enviado por su madre Isabel, para matar a Mike. Debido a un oscuro secreto que el ha tenido todos estos años.

Argumento

Isabel Aretas, viuda del capo del cartel Benito, escapa de una prisión mexicana con la ayuda de su hijo Armando. Isabel envía a Armando a Miami, encargándole recuperar una cantidad sustancial de dinero que Benito había escondido, así como asesinar a las personas responsables del arresto de Benito y su eventual muerte en prisión. Isabel exige que Armando mate al detective de Miami Mike Lowrey en último lugar.

En Miami, Mike acompaña a su socio Marcus Burnett al nacimiento de su primer nieto. Deseando pasar más tiempo con su familia, el anciano Marcus le dice a Mike que tiene la intención de retirarse, para disgusto de Mike. Durante una fiesta que celebra al nieto de Marcus, Mike recibe un disparo de Armando y lo deja en coma durante meses. Castigado por Isabel por apuntar a Mike primero, Armando continúa asesinando a otros objetivos en su lista durante la convalecencia de Mike.

Tras la recuperación de Mike, está decidido a buscar venganza e intenta, sin éxito, reclutar al ahora retirado Marcus, provocando una pelea entre ellos. Mike obtiene violentamente la identidad del traficante de armas Booker Grassie de un informante. Al darse cuenta de que Mike no hará caso de las órdenes de mantenerse alejado de la investigación, el Capitán Howard le permite trabajar a regañadientes con el equipo de tecnología a cargo, en el Acción y Respuesta Avanzada de Miami (ARMA), dirigido por la ex novia de Mike, Rita. Mientras el equipo vigila a Grassie en un trato de armas, Mike determina que los compradores tienen la intención de matar a Grassie e interviene, pero no logra salvarlo. Más tarde, Marcus es llamado por Carver Remy, un viejo informante que cree que el asesino lo persigue. Marcus contacta a Mike y la pareja viaja a Carver, pero es demasiado tarde para salvarlo. Armando se escapa después de una pelea a puñetazos con Mike.

Más tarde, el capitán Howard también revela sus intenciones de retirarse, y le aconseja a Mike que necesita encontrar un camino a seguir en la vida. Armando lo asesina abruptamente momentos después. La muerte del capitán saca a Marcus del retiro, pero tiene la intención de trabajar en equipo con ARMA. Rastrean al contador de Grassie, quien los lleva a Lorenzo Zway-Lo Rodríguez. Se infiltran en la fiesta de cumpleaños de Zway-Lo, lo que lleva a una persecución de coches destructiva. Armando llega en un helicóptero para rescatar a Zway-Lo, pero lo mata cuando bloquea la capacidad de Armando para dispararle al Mike que lo persigue. Mientras alinea un tiro, Armando le dice a Mike: «Hasta el fuego». Los disparos de Marcus crean una cobertura para Mike, quien cae al agua debajo.

ARMA se apaga debido a la operación fallida. En privado, Mike le revela a Marcus que Armando es su hijo, ya que Benito era infértil. Antes de asociarse con Marcus, Mike trabajó como oficial encubierto en el cartel de Aretas donde conoció a Isabel. Se enamoraron y tuvieron la intención de huir juntos, usando «Hasta el fuego» como un eslogan secreto inventado. Mike finalmente se mantuvo leal a la policía, al darse cuenta de lo peligrosa que se había vuelto Isabel. A pesar de la oposición de Mike, Marcus y ARMA se unen a él en la Ciudad de México para enfrentarla.

En el Palacio de Hidalgo, Mike se encuentra con Isabel y la regaña por ocultarle la verdad. Rápidamente se produce un tiroteo entre ARMA y los hombres de Isabel. Marcus dispara al piloto del helicóptero de apoyo de Isabel, provocando que se estrelle contra el vestíbulo central y provoque un incendio. Marcus se enfrenta a Isabel, mientras Mike intenta explicarle la verdad a Armando. Armando comienza a golpear a Mike, pero él se niega a tomar represalias. Al exigirle la verdad a su madre, Isabel le confirma a Armando que Mike es su padre. Al darse cuenta de que la tarea para la que pasó toda su vida entrenando era una mentira, Armando intenta proteger a su padre, lo que lleva a Isabel a disparar sin querer a Armando en el pecho mientras apunta a Mike. Enfurecida, intenta acabar con Mike, pero Rita interviene y dispara a Isabel, enviándola a caer a las llamas.

Algún tiempo después, Rita ha sido ascendida a capitán de policía, mientras que Mike y Marcus están a cargo de ARMA. Mike visita a Armando arrepentido en la prisión, ofreciéndole la oportunidad de ganar algo de redención, que acepta.

Elenco

El lema de la película es: «Montan juntos, mueren juntos».

Comentario

Diecisiete años después de Dos policías rebeldes, los detectives Mike Lowrey (Will Smith) y Marcus Burnett (Martin Lawrence) han vuelto más autorreflexivos que nunca, intentando encontrar cuál es su lugar en el nuevo mundo tanto dentro de la ficción (la crisis de los 50 aprieta) como fuera de ella. Y es que, ¿dónde encaja Bad boys for life en un Hollywood donde el género de acción está dominado por las películas de Marvel y más allá solo puede vivir a la sombra de Fast and Furious? La respuesta, parece ser, viene empaquetada en una tercera entrega (tras Policías rebeldes 2, estrenada en 2003) que se aleja del sueño húmedo adolescente (los planos cosificadores de mujeres se han reducido a mínimos históricos en esta secuela) de Michael Bay (que ya no dirige, pero sí se marca un delirante cameo) para adentrarse en un relato del (casi) ocaso del héroe con mucho cachondeo, nuevas caras que convencen, dosis masivas de sangre y unos aires de autoparodia en forma de telenovela testosterónica a los que es imposible resistirse.

Los belgas Adil el Arbi y Bilall Fallah le han dado una capa de pintura a los icónicos personajes manteniéndose fieles al espíritu de la clásica «buddy cop movie» (‘película de policías amigos’), y a la vez encontrando nuevos caminos para su historia, que se mueve entre los cárteles mexicanos, las persecuciones trepidantes al estilo de Jerry Bruckheimer (que produce el filme junto a Don Simpson), las misiones imposibles en fiestas de gala, el espionaje con la última tecnología y, en el centro, el punto de inflexión en las vidas de dos hombres que quizás ya han luchado demasiado. O quizás no.

La película mira al pasado a través de sus protagonistas, que no dejan de entonar las notas de la canción Bad Boys y de recordar viejos tiempos, pero también pone el foco en el futuro a través de un nuevo equipo de secundarios agrupados en AMMO, una novedosa fuerza policial que quiere experimentar con las nuevas tecnologías para perseguir el crimen organizado en Miami. Lo nuevo va de mano de lo joven gracias a tres promesas venidas de franquicias indisociablemente adolescentes: una implacable Vanessa Hudgens (High School Musical), un chulito Charles Melton (Riverdale) y un adorablemente fornido Alexander Ludwig (Los juegos del hambre: en llamas) encajan a la perfección en los engranajes de la película, liderados además por Paola Núñez, una heroína con los pies en el suelo. Todos ellos tienen espacio para evolucionar (aunque sea poco) en una trama que no deja a nadie atrás. Ni siquiera a los villanos.

El contraste entre el antes y el ahora, como lo ha sido en otros retornos tardíos como Creed: la leyenda de Rocky o La jungla 4.0, vuelve a aparecer aquí no solo como alivio cómico, sino también como reafirmación de los antiguos héroes de acción. Sí, lo modernito está muy bien, un dron puede evitar situaciones de peligro y hackear webs puede ser muy útil a veces, pero las guerras se ganan dándole una paliza a DJ Khaled en una charcutería. Hay una mirada de fascinación hacia estos fuera de ley a lo Harry el Sucio que se antojan elementos anacrónicos en un mundo que ahora se rige por otras normas.

Pero los contrastes no son solo generacionales, sino que también se practican entre Mike y Marcus: los directores juegan a los paralelismos entre el hombre soltero que no quiere crecer (Lowery) y el hombre casado que se quiere retirar (Burnett), y encuentran en ese tema recurrente un puñado de escenas divertidísimas (como el montaje entre la acción callejera y el relax en casa) y también un terreno fértil para explorar unos personajes por senderos nuevos después de casi 20 años viviendo intermitentemente en la gran pantalla. Cada vez tenemos más claro que los retornos nostálgicos van a ser el pan de cada día en Hollywood durante un tiempo, pero si todos saben reinventarse como Bad boys for life, quizás quede cierto margen para un cine de acción si no radicalmente diferente, al menos más humano.

Fuentes