Basílica de San Vicente (Ávila)

Basílica de San Vicente (Ávila)
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (edificio)
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Es Monumento Nacional desde 1882.
Descripción
Tipo:edificio
Estilo:Románico
Localización:Calle de San Vicente, 4, 05001 Ávila, 05001 Ávila, España
Uso inicial:Basílica
Uso actual:Basílica
Datos de su construcción
Inicio:siglo XII
Término:siglo XIV


Basílica de San Vicente (Ávila) La basílica de los Santos Hermanos Mártires, Vicente, Sabina y Cristeta, más conocida simplemente como Basílica de San Vicente, es un templo románico, el de mayor tamaño e importancia de la ciudad después de la Catedral y una de las obras más destacadas de este estilo arquitectónico de todo el país. Es Monumento Nacional desde 1882.

Ubicación

Basílica de San Vicente (Ávila) está Ubicado en Ávila, España,

Historia

La iglesia de San Vicente de Ávila es un templo de planta basilical de notables dimensiones que alcanzan los 66 metros de longitud total por 44 de anchura de sus tres naves y 41 de longitud de la nave crucero. Está dedicado a los santos Vicente, Sabina y Cristeta, mártires de principio del siglo IV. Hacia 306 Daciano gobernador de Hispania bajo el mandato de Diocleciano ordenó apresar y torturar a estos tres hermanos por negarse a ofrecer sacrificios a los dioses romanos. Tras torturarlos, acabó con sus vidas por el brutal procedimiento del aplastamiento de sus cráneos, descrito con detalle en los bajo relieves del magnífico cenotafio románico que se guarda en el transepto del templo. El templo se inició hacia 1130 con posterioridad a la edificación de la muralla. Se ubica a poca distancia de su ángulo nordeste y próximo a la puerta de su mismo nombre. En el año 1062 las reliquias de los santos fueron trasladadas a San Pedro de Arlanza por temor a las incursiones islámicas. regresaron en 1175 a la conclusión de templo y cenotafio. Un nuevo traslado se produjo en 1835, a Covarrubias primero y a la catedral de Burgos después. De allí regresaron sus urnas al altar mayor del templo, donde permanecen.

Cabecera de la Basílica

La edificación del templo se inició en 1130 por su cabecera que muestra un decidido y rotundo hacer del románico pleno, sin vacilaciones, con unas dimensiones notables en su cabecera, bien articulada y decorada. El material con que se edificó fue la "piedra caleña", una arenisca procedente de la cantera del pueblo de La Colilla situado a unos siete kilómetros a poniente del templo. Su principal característica radica en los variados tonos rojizos que muestra en vetas y por los que se la denomina "arenisca sangrante". El lugar donde fueron depositados los cuerpos de los mártires, probablemente un cementerio romano constituye la base de la cabecera del templo, La roca viva en la que se cree que estuvieron los cuerpos aflora en la cabecera norte de la cripta del templo. A esta cripta sobre la que se eleva con decisión su cabecera se la conoce como "La Soterraña", nombre que comparte la virgen románica que allí se venera como patrona de Ávila. Tras su inicio en 1130 con la cabecera edificada las obras sufrieron un parón. A mediados del sigloXII se retoma la obra impulsada por Alfonso X el Sabio y Sancho IV, concluyéndose a inicios del siglo XIV. El cimborrio del templo se edifica ya en clave gótica, mientras que las bóvedas y el bloque occidental lo hacen en clave protogótica. Hay tres portadas en el templo. Dos laterales que abren en el segundo tramo la del lado sur y en el tercero la septentrional y la tercera, la principal, que abre a poniente en el majestuoso bloque occidental de la iglesia. Otra de las peculiaridades de San Vicente es que junto con San Isidoro de León y Santa Gadea de Burgos fue uno de los tres "templos juraderos" del reino de Castilla. En ellos se prestaba juramento decisorio y sagrado acerca de diferentes cuestiones hasta que el rito fue prohibido por los Reyes Católicos en 1505.En el caso de San Vicente, el juramento se prestaba ante el Cristo del lado posterior del cenotafio de los santos apoyando la mano sobre la rosa que hay bajo el mismo y que se conoce como "rosa juradera". San Vicente, al lado de las murallas abulenses, luce espléndido también por la noche. La iluminación le aporta un tono mágico que merece la pena mostrar en imágenes de su cabecera, lado sur y bloque occidental.

Restauración

Si ha de apuntarse algún reproche al templo quizá el adecuado sea la excesiva restauración llevada a cabo entre los siglos XIX y XX por los arquitectos Hernández Calleja, Vicente Miranda y Repullés y Vargas. Por otra parte ellos fueron respetuosos con el proyecto inicial del templo y actuaron por primera vez con criterios restauradores.

Fuentes