Basilica di San Vincenzo in Prato
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Basilica di San Vincenzo in Prato típicamente cristiana, con una fachada desnuda, un ladrillo pelado que sigue en su piaventi, y con tres puertas arqueadas, la subdivisión interna: con tres naves divididas por columnas con capiteles y Con tres ábsides atravesados por pilastras, con una cubierta de madera. La cripta y el ábside principal, atravesados por una serie de nichos y arcos, revelan la manipulación del periodo románico. Los ábsides más pequeños, coronados con arcos colgantes, la parte superior de la fachada, el techo y partes de mampostería son reconstrucciones. La sencilla fachada de ladrillo liso, auténtica solo en la parte inferior, sigue el perfil de las naves. Tiene tres portales arquitrabe y dos ventanas de lanceta única y en la parte superior una ventana en forma de cruz enmarcada por pilastras. A lo largo del lado izquierdo, los fragmentos encontrados en la restauración han sido amurallados: aceites cinerarios, lápidas, capiteles, restos de barreras, un epitafio del abad Giselberto del Siglo IX.
Ubicación
Basilica di San Vincenzo in Prato está ubicada en: Via Daniele Crespi, 6, 20123 Milano MI, Italia
Historia
Es un edificio tripartito por columnas de mármol con capiteles en gran parte desnudos, tomados de edificios romanos (quizás ya en el sitio), con ventanas grandes. El plan actual tiene tres ábsides, el central de los cuales es románico, y tiene una perspectiva (más ancha en la fachada, más estrecha en el ábside). Se llega al altar subiendo un tramo de escaleras, bajo el cual se abre la cripta para el entierro de los mártires. Es posible que el grabado de Luigi Conconi creado en 1880 y titulado "La casa del mago" sea el interior de esta fábrica. En el mismo año hay un llamamiento a los milaneses para la recuperación de la basílica que debía servir como parroquia para el nuevo distrito populoso de Porta Genova. A partir de este momento, las negociaciones para la compra del edificio por parte de la firma Candiani y Biffi continúan hasta 1884 y el relanzamiento del edificio con los restuaros relativos que restitusicono en las características alcanzadas hasta nosotros. En los años 50, el arco. Gustavo Latis, dio origen a la restauración resolutiva de la antigua basílica. La dedicación a Vincenzo, un diácono aragonés martirizado bajo Diocleciano 303-304, fue ante todo evidencia de la antigüedad de la basílica, cuyo culto era particularmente intenso en Milán en la antigüedad tardía (San Agustín le dedicó algunos sermones). El área en la que surgió, entre la vía Vercellina y la Ticinese, fue ocupada en la antigüedad por un cementerio, documentado por muchos hallazgos arqueológicos y epigráficos, y el funerario fue quizás su primera función. Cuando la parroquia fue abolida en 1787, la iglesia fue suprimida en 1789. Convertida en un almacén, en 1804 fue vendida a un particular que la convirtió en una fábrica de ácido, un destino que le valió el nombre de "la casa del mago". ochocientos. Involucrado en la ola de restauración y restauración de la segunda mitad del siglo, se restauró con mucha energía entre 1880 y 1889 bajo la dirección de G. Maggi y G. Landriani, con reconstrucciones extensas a veces arbitrarias (reconstrucción de los ábsides laterales, demolición del campanario original y su reconstrucción en estilo) y una decoración litúrgica neorrománica eliminada en restauraciones posteriores. A pesar de estas arbitrariedades (que se han agregado otras más recientemente), que la transformaron (como Agliate, por otra parte) en un edificio que fue sustancialmente del Siglo XIX, la basílica todavía presenta elementos de indudable interés. El organismo actual se remonta a las primeras décadas del Siglo XI y encuentra una primera comparación planimétrica directa con Agliate, una iglesia con la que comparte el plan de la basílica con una tendencia longitudinal de inspiración antigua tardía.
