Calamar sonriente
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Calamar sonriente. Esta especie es conocida como helicocranchia pfefferi, y fue capturada en aguas profundas en el Océano Pacífico entre Los Ángeles y Catalina
Características
Se trata de un calamar de unos aproximadamente 10 centímetros de largo cuyo cuerpo es un embudo largo y gordo con pequeñas aletas parecidas a paletas. Su cuerpo casi transparente, a excepción de algunas células que contienen pigmento o cromatóforos y le proporcionan este aspecto distintivo, cuenta con una paleta dorsal con tres papilas que son los órganos. Debajo de cada uno de sus grandes se encuentran los órganos productores de luz conocidos como fotóforos que emiten una luz que atrae a sus presas. Almacena iones de amonio en su cuerpo para mejorar su flotabilidad. Otra peculiaridad de este calamar son sus pequeños y extraños tentáculos, situados sobre sus ojos. Cuando se infla, rellena con agua su cuerpo traslúcido y entonces parece un globo con una forma similar a un cerdito con ocho paletas y dos tentáculos. Del tamaño de una naranja, es en este momento cuando desarrolla una expresión facial que recuerda a una cara simpática y sonriente, algo probablemente causado por la inusual alineación de los pigmentos de su piel, que le da un aspecto bonachón. Nadador algo lento y en dirección contraria al resto de los calamares, característica de la que se desconoce el motivo, habita en aguas no demasiado profundas, a unos 100 ó 200 metros, aunque cuando es adulto desciende más llegando hasta los 1000 metros, hecho que dificulta conocer más acerca de su comportamiento.
Distribución
La distribución de Helicocranchia pfefferi de aguas hawaianas muestra una clara pauta de descenso ontogenético con calamares se producen en aguas cada vez más profundas a medida que se hacen más grandes. El predominio de las capturas nocturnas para las etapas jóvenes es el resultado del esfuerzo de muestreo bajas en aguas poco profundas durante el día y no indica la ausencia de día de chipirones a esas profundidades.
Descripción
El gran embudo está presente en la paralarva. Hay una ausencia casi total de un tallo óptico haciendo que los ojos casi sésiles. Con la edad mayor y la profundidad, Helicocranchia, se vuelve de color rojizo probablemente a medida que empiezan a madurar sexualmente. Cerca de su madurez sexual, muchos aparentemente pierden sus tentáculos. La pérdida de tentáculos es, en efecto, normal.
Mitología
Los calamares de gran tamaño han dado lugar, junto a los pulpos gigantes a la leyenda escandinava del Kraken.
