Castillo del Príncipe

Castillo del Príncipe
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Entrada principal del Castillo del Príncipe de La Habana.jpg
UbicaciónLoma de Aróstegui, Habana Vieja, Bandera de Cuba Cuba
Época de construcción1767-1779
Construido porDon Silvestre Abarca

Castillo del Príncipe. Fuerte militar enclavado en la Loma de Aróstegui, en La Habana, Cuba. Debe su nombre al entonces príncipe Carlos, posteriormente rey Carlos IV de España. Fue parte de las fortificaciones que se hicieron en La Habana inmediatamente después que fue devuelta por los ingleses a España en 1763. Su construcción inició en 1767 y fue terminado en 1779.

Historia

El fuerte fue construido durante la oleada de construcciones militares en Cuba, después de la invasión británica a La Habana y su ocupación, el gobierno español se dio cuenta de que la ciudad estaba desprotegida y transformó a la Llave del Nuevo Mundo, en la ciudad más fortificada del continente americano. El castillo debe su nombre al príncipe Carlos IV, hijo y futuro sucesor de Carlos III de España.

La construcción estuvo a cargo del coronel de ingenieros Silvestre Abarca el mismo que realizó la Fortaleza San Carlos de la Cabaña en la bahía. Las obras se inician en 1767 y concluyen en 1779, aunque desde el año 1771, había quedado ya fortificado el lugar, mientras se terminaban de construir el resto de las obras del conjunto militar. La fortificación tuvo diferentes usos, entre ellos destaca el de cárcel, función que desempeñó desde los tiempos coloniales hasta principios de la década de 1970, el castillo llega a ser el más importante de La Habana.

Albergó presos comunes y políticos, entre ellos el maestro de José Martí, Rafael María de Mendive, también guardaron prisión Julio Antonio Mella, Eduardo Chibás, Raúl Roa, Juan Marinello y muchos otros prominentes revolucionarios. En él se derramó la sangre de innumerables cubanos fusilados; y víctimas del dolor de las torturas. La Loma de Aróstegui, tiene un paseo con sus fuentes y largos jardines conducía a la casa de descanso de los Capitanes Generales, la llamada Quinta de los Molinos, un sitio apartado de la zona antigua de la ciudad cuyo paisaje ha servido de inspiración a grabadores, pintores y estudiosos de la época. El paseo militar con el castillo allá en la loma, al final, constituye aún algo admirable.

Fue sede de la Unidad de Ceremonias del Estado Mayor del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR)

Guarnición militar

El prócer colombiano Antonio Nariño arribó a la Habana procedente de Cartagena, el 14 de enero de 1796 en calidad de detenido, a bordo del barco Floridablanca. Mientras esperaba que zarpara la nave San Gabriel rumbo a Cádiz, estuvo recluido en el Castillo del Príncipe. Rafael María de Mendive cuando fue inculpado por los sucesos del teatro Villanueva, estuvo preso cinco meses aquí, y José Martí lo visitaba frecuentemente.

También en este recinto militar, nació el 19 de noviembre de 1888 José Raúl Capablanca, quien fuera el genio ajedrecístico más grande de la historia de Cuba. Su padre estaba destacado aquí como oficial del ejército. En una de las galeras se encuentra una tarja que recuerda que en ese lugar estuvieron recluidos los prisioneros de la Guerrita de la Chambelona, durante el alzamiento armado de los liberales en 1917.

En 1926 cuando se demolió la cárcel y el presidio que se hallaban al comienzo del Paseo del Prado, pasaron todas sus dependencias para el Castillo del Príncipe, convirtiéndose oficialmente como Cárcel de La Habana. En la planta alta se encontraba el Vivac, para los detenidos que esperaban ser juzgados, y en los bajos se alojaban los reclusos que cumplían condena.

El 22 de octubre de 1957 un grupo de diez combatientes clandestinos dirigidos por Sergio González (El Curita), luego de un minucioso chequeo burló los controles de vigilancia y logró mezclarse con los familiares a la hora de terminar la visita, para de esta forma escapar.

Monumentos a los asesinados en la Masacre del Príncipe

Un hecho sangriento conocido como la Masacre del Príncipe, ocurrió el 1 de agosto de 1958. En horas de la mañana de ese día los presos políticos se manifestaron en contra de las drásticas medidas de restricción de las visitas que estaba aplicando la dirección del penal. Ante esa situación, connotados esbirros de la policía se presentaron en el Vivac y comenzaron a ametrallar las galeras donde se encontraban hacinados los presos. Vicente Ponce Carrasco, Roberto de la Rosa Valdés y Reinaldo Gutiérrez Otaño, caen acribillados a balazos, mientras que otros fueron heridos.

Descripción de la obra

La fortaleza tiene forma pentagonal irregular. Posee dos baluartes, dos semibaluartes y un rediente. Además comprende grandes fosos, las galerías de minas, así como espacios para almacenes, oficinas, aljibe y alojamiento para la guarnición.La artillería contaba con 60 piezas de diferentes calibres.

Es el Castillo del Príncipe una fortaleza realmente muy hermosa, que se destaca por el sistema especial de subterráneos que le ponían en comunicación con todas las avanzadillas y puestos más apartados del castillo y que ahora, cuando podemos subir por la Avenida de los Presidentes, vemos los cortes donde asoman las siluetas de los túneles hechos en ladrillo rojo y sobre los cuales se han realizado tantos estudios interesantes.

Desde el Castillo del Príncipe se alcanza una amplia visión de la ciudad, hasta los restos de la antigua muralla, a partir del Campo de Marte, pues se puede decir que este castillo preside el antiguo paseo de extramuros llamado paseo de Carlos III, el cual se inicia con dos columnas de estilo griego en la intercepción de las calles Reina y Belascoaín.

Este paseo con fuentes y largos jardines conducía a la casa de descanso de los Capitanes Generales, la llamada Quinta de los Molinos, un sitio apartado de la zona antigua de la ciudad cuyo paisaje ha servido de inspiración a grabadores, pintores y estudiosos de la época. El paseo militar con el castillo allá en la loma, al final, constituye aún algo admirable.

Fuente