Centro Nacional de la Música (Buenos Aires)

Centro Nacional de la Música
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (Edificio)
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Edificio de la institución.
Descripción
Tipo:Edificio
Estilo:Arquitectónico
Localización:México 564, Buenos Aires, Bandera de Argentina Argentina
Uso inicial:Biblioteca Nacional
Uso actual:Centro Nacional de la Música
Datos de su construcción
Inauguración:1994



Centro Nacional de la Música. Fue creado en 1994 con el objetivo de albergar las salas de ensayo y oficinas técnicas y administrativas de los organismos musicales dependientes, tales como el Ballet Folklórico Nacional, la Banda Sinfónica de Ciegos y la Orquesta Nacional de música argentina Juan de Dios Filiberto.

Ubicado en pleno centro histórico de la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Monserrat, sobre la calle México 564, intersección con las calles Perú y Bolívar, el Centro Nacional de la Música (Ex Biblioteca Nacional), ostenta el carácter de edificio de patrimonio histórico de la Nación Argentina.

Reseña histórica

El edificio que actualmente alberga el Centro Nacional de la Música, fue inaugurado en 1901 para servir de nueva sede a la Biblioteca Nacional. Esta institución, creada en 1810 como Biblioteca Pública de Buenos Aires se encontraba situada en la esquina de Perú y Moreno de la Manzana de las Luces. Hacia fines del siglo XIX, Paul Groussac, su director, planteaba la necesidad de trasladarla a un edificio con mejores condiciones de luz, aire y espacio. Antes estas urgencias, el segundo gobierno de Julio A. Roca puso a disposición de la Biblioteca Nacional el edificio que se estaba construyendo para la sede de la Lotería Nacional. El autor del proyecto del edificio fue Carlos Morra. A partir de la adjudicación del edificio para la sede de la Biblioteca Nacional, Morra se encargó de adaptarlo al nuevo uso y ampliar su superficie a través de la remodelación de una propiedad lindera. El edificio aparece como una sorpresiva combinación de palacio y templo.

Edificio

Así la fachada de tres pisos, de estilo clásico y sobrio, coronada por un frontis y el hall de acceso, ritmado por columnas y bóvedas, se inspiran en la arquitectura áulica italiana de fines del barroco. La gran escalera, recostada sobre el lado izquierdo conduce a la enfilada de salones del primer piso hacia el frente. El edificio que fuera sede de la Biblioteca Nacional es un buen exponente de la evolución de la tradición arquitectónica decimonónica italiana. En 1996, después de que la Biblioteca se mudó a su actual sede de la calle Agüero, se instaló aquí el Centro Nacional de la Música.

La Secretaria de Cultura de la Nación ha iniciado las tareas de reciclaje del antiguo edificio de la Biblioteca Nacional, sito en la calle México 564 del barrio Montserrat. Las salas preexistentes de la antigua Biblioteca han sido adaptadas arquitectónicamente para ensayos, grabación y auditorio de música y danza.

Estructura del centro

El Centro Nacional de la Música cuenta con 4 salas. Las salas Williams, Ginastera, Guastavino y Borges. Las tres primeras son utilizadas en la actualidad por el Ballet Folklórico Nacional, la Compañia Nacional de Danza Contemporánea y La Banda Sinfónica Nacional de Ciegos y eventualmente albergan presentaciones de grupos musicales y de danza invitados por la Secretaría de Cultura. En el primer piso del edificio encontramos el Instituto Nacional de Musicología Carlos Vega cuyas tareas son de investigación, preservación y difusión de la música, de los instrumentos musicales y de los diferentes tipos de registros producidos por la actividad de compositores, intérpretes e investigadores. En el subsuelo de este antiguo edificio se encuentra La Imprenta, que sigue funcionando desde principios del siglo XX.

Salas

Sala Alberto Williams

Con 540 m² de superficie y una fastuosa cúpula coronada por un vitral a casi 30 metros de altura, la Sala Alberto Williams comprende el espacio central y de jerarquía del inmueble. El gran recinto que sirvió como Sala de Lectura, un espacio de escala imponente, de planta cuadrada con esquinas achaflanadas y con predominio de la dimensión vertical. Es en realidad una combinación y reelaboración de elementos arquitectónicos y estructurales de distintas épocas, a la manera del eclecticismo. Presenta además 4 cariátides representando las cuatro virtudes…justicia, prudencia, fortaleza y templanza. Actualmente esta sala es utilizada para conciertos y ensayos. Alberga una capacidad de 130 personas sentadas.

Alberto Ginastera

La sala Alberto Ginastera se encuentra ubicada en el primer piso, alberga los ensayos del Ballet Folklórico Nacional y la Compañía Nacional de Danza Contemporánea. Esta sala, anteriormente remate de la Sala Guastavino, pasa tomar a identidad propia tras la ampliación del anexo. La sala comprende un espacio de 290 m² y su luz supera los 18 metros de largo, dimensiones que responden en justa medida a las necesidades del ballet y la compañía.

Carlos Guastavino

La sala Carlos Guastavino, concebida en forma de herradura con balcones perimetrales y acondicionamiento acústico, funciona como sala de ensayos de la Banda Sinfónica Nacional de Ciegos Pascual Grisolía. Así como sala de conciertos y presentaciones para diferentes géneros musicales con una capacidad para 150 personas.

Jorge Luís Borges

La sala Borges, ocasionalmente se abre para visitas guiadas a lo que fuera el despacho del gran escritor.

Borges en La Biblioteca Nacional

En 1955, después de siete años como auxiliar en una biblioteca municipal, Borges fue nombrado director de la Biblioteca Nacional. En ese año, una ceguera avanzada dejó sus ojos sin luz. Las andanzas del escritor se trenzaban con la realidad política con resultados varios, a veces ventajosos; otras; no tanto y una cadena de acusaciones y vinculaciones que lo acompañaron hasta sus últimos años. Entre 1955 y 1973, la antigua institución tuvo, después de Paul Groussac y José Mármol, su tercer director ciego: Borges.

Algunos logros de Borges fueron un gran impulso a la escuela de bibliotecarios. Editó la Biblioteca, que también se había dejado de editar. Y después trató de poner un poco de orden en el tema de la conservación de libros y del lugar. Los últimos años de Borges como director fueron muy duros, porque ya estaba ciego. La presencia de Borges en la dirección del establecimiento jerarquizó la Biblioteca Nacional y divulgó su imagen tanto en el país como en el exterior. También en ese lugar, Borges dictó buena parte de su monumental obra a partir de 1955, y por lo tanto merece un espacio, un recuerdo, en la historia de la literatura. Luego de dieciocho años de gestión, Borges se jubila. Jamás volvió a trabajar en otra biblioteca, aunque siguió rodeado de los ordenados libros que configuraban su paraíso personal.

Fuentes