Clase Olympic

clase Olympic
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Institución con sede en Reino Unido
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RMS Olympic 1911-1935

RSM Titanic 1915-1916

HMHS Britannic 1915-1916 (como barco hospital)
Tipo de unidad:trasatlánticos
País:Reino Unido

Clase Olympic. La clase Olympic fue un trío de transatlánticos construidos por los astilleros Harland and Wolff de Belfast (Irlanda del Norte) para la compañía naviera White Star Line a principios del siglo XX, y operaron entre los años 1911 y 1935.

Historia

La clase Olympic se concibió en la actual embajada española en Inglaterra. Una noche de 1907, Lord Pirrie, dueño de los astilleros Harland and Wolff de Belfast invitó a cenar a su casa, la cual es la actual embajada española en Inglaterra, a J. Bruce Ismay, presidente de la compañía White Star Line, operadora de una poderosa flota de transatlánticos, los cuales habían quedado anticuados al lado de las dos nuevas joyas de la compañía rival Cunard, el Lusitania y el Mauretania. En esta cena, Pirrie propuso a Ismay construir un trío de grandes transatlánticos que superaran a los de la Cunard Line.

El trío de barcos, originalmente planeados con tres chimeneas y cuatro mástiles estaba formado por el RMS Olympic, el RMS Titanic y el RMS Gigantic. Los tres colosos fueron construidos por los astilleros Harland and Wolff, propiedad de Pirrie. Aunque los tres fueron los mayores y más lujosos de su tiempo, uno se perdió a principios de su carrera: el RMS Titanic, en la infame catástrofe de la noche del 14 al 15 de abril de 1912, y otro mientras prestaba servicio como buque hospital en 1916, el Britannic, que se hundió el 21 de noviembre a causa de la explosión de una mina durante la Primera Guerra Mundial. El RMS Olympic fue el único de los tres que se mantuvo en servicio, hasta que fue desguazado en 1935 junto con el RMS Mauretania.

Nomenclatura

Los tres barcos de la clase Olympic originalmente se iban a llamar Olympic, Titanic y Britannic (Gigantic), en honor a las razas de la mitología griega: los dioses olímpicos, los Titanes, y los Gigantes. Como dato curioso, al hundirse el Titanic y el Britannic (Gigantic) y quedar solo el Olympic, ocurrió lo mismo que en la mitología griega: los Titanes y los Gigantes fueron sometidos y enviados al tártaro (parte más profunda del inframundo) por los dioses olímpicos (en la Titanomaquia y Gigantomaquia, respectivamente), y al final solo vivieron y gobernaron los Olímpicos. El RMS Gigantic fue renombrado después como Britannic en el último momento, pues este tipo de ostentación en los nombres de los barcos pasó de moda cuando se hundió el Titanic.

Objetivo de su creación

La clase Olympic, como así fue llamada, era un proyecto de la naviera White Star Line para crear los barcos de pasajeros más grandes y lujosos hasta ese momento. Los camarotes de primera clase eran los mejores que jamás había tenido un barco, con algunas suites de lujo que contaban incluso con un pequeño espacio privado al aire libre. Los de segunda clase estaban a la altura de cualquier hotel decente y los de tercera, aunque mucho más simples, eran más cómodos que los camarotes de segunda clase de muchas compañías.

Diseño

El diseño general de los tres era muy similar, si bien cada uno incorporó mejoras basadas en la experiencia de los primeros meses de servicio de sus predecesores. El primer buque terminado fue el Olympic en 1911, seguido por el Titanic en 1912 y el Britannic en 1915. Este último iba a llamarse originalmente Gigantic, completando un trío de naves inspiradas en los seres de la mitología griega: los dioses olímpicos, los titanes y los gigantes. Ironía del destino, igual que en la mitología estos dos últimos fueron atrapados en los abismos y solo el Olympic sobrevivió. Britannic, el barco hospital.

El Britannic, al igual que su hermano mayor, tuvo una vida corta. Originalmente debía ser un barco de pasajeros, pero tuvo la mala suerte de nacer en plena Primera Guerra Mundial, por lo que fue requisado por la Royal Navy y destinado a buque hospital. El nombre del proyecto, Gigantic, se cambió en algún momento por Britannic: según la prensa era un intento de evitar el mal agüero que evocaba la pérdida del Titanic tres años antes, aunque es posible que el nombre se cambiara antes o que se barajaran ambas posibilidades, puesto que hay documentos con el nombre de Britannic fechados antes del hundimiento de su barco hermano.

Pero nada de ello le sirvió para escapar a su destino: casi un año después de entrar en servicio como barco hospital, el 21 de noviembre se hundió entre las islas de Kea y Makronisi, en el archipiélago de las Cícladas en el mar Egeo. La causa del hundimiento fue una explosión, aunque se desconoce la razón exacta: podría haber sido un torpedo procedente de un submarino o una mina acuática, artefactos que la marina alemana había colocado en grandes cantidades por aquella zona. En comparación con el desastre del Titanic, el coste en vidas humanas fue mucho menor: cincuenta muertes frente a más de mil supervivientes. No solo el Britannic disponía de muchos más botes salvavidas, sino que el barco se hundió cerca de las islas y muchos náufragos fueron rescatados por los pescadores locales; además, la temperatura del agua era más alta que la del Atlántico norte, incluso siendo noviembre.

Olympic, el gran superviviente

Irónicamente fue el Olympic, el primero de la serie, el único que sobrevivió durante toda su vida útil, aunque esta no estuvo exenta de sustos. Su viaje inaugural fue en junio de 1911 y a los pocos meses sufrió su primer accidente, una colisión lateral con otro crucero británico de la que salió con el casco dañado.

La noche que el Titanic se hundió, el Olympic recibió un mensaje de socorro y se puso en rumbo para rescatar a los pasajeros, pero estaba a casi mil kilómetros de su posición y a medio camino recibió un mensaje del navío Carpathia, informando de que se había completado el rescate de los supervivientes. El capitán de este último barco rehusó la oferta del Olympic para llevar a los pasajeros del Titanic hasta un puerto seguro, ya que no consideró que les resultase agradable subir a un buque casi igual a aquel en el que casi habían perdido la vida. El desastre del Titanic propició una remodelación del Olympic: el número de botes salvavidas se incrementó de 20 a 68 y se instalaron mamparas entre compartimentos hasta la cubierta B -anteriormente solo llegaban hasta la D o la E- para mejorar la estanqueidad en caso de accidente.

Al igual que el Britannic, el Olympic fue requisado por la Royal Navy durante la Primera Guerra Mundial. Se destinó al transporte de tropas y estuvo a punto de sufrir el mismo destino que sus hermanos cuando, casi al final de la guerra, se topó con un submarino alemán; pero antes de que este pudiera atacar fue embestido por el barco, que de nuevo salió tocado pero no hundido.

Terminada la guerra, en 1919 el Olympic regresó al servicio civil. La maquinaria y los interiores fueron modernizados y se convirtió en un barco más lujoso incluso de lo que había sido el Titanic; personalidades como Marie Curie, Charlie Chaplin o el futuro rey Eduardo VIII de Inglaterra -entonces príncipe- viajaron a bordo de él. Siguió viajando hasta 1934, año en el que fue retirado de servicio: la Gran Depresión de 1929 tuvo un gran impacto en las compañías navieras y la White Star Line se fundió con otra compañía, la Cunard Line, tras lo cual se decidió reducir la flota.

El destino del que había sido el barco más lujoso del mundo fue acabar vendido a piezas: el mobiliario fue vendido a diversos hoteles ingleses, la maquinaria reaprovechada y el armazón desguazado en 1937. Más de veinte años después, moría el último y el más viejo de los tres hermanos.

Cuando aquella fatídica madrugada del 15 de abril de 1912 el Titanic chocó contra un iceberg y se hundió en las heladas aguas de Terranova, su hermano gemelo, el Britannic, estaba en plena construcción en los astilleros de Harland and Wolf en Belfast, Irlanda.

Ambas embarcaciones, junto a un tercer crucero, llamado Olympic, formaban la flota más grande, moderna y lujosa de la época: la clase Olympic.

Con ella, la firma de trasatlánticos White Star Line quería hacerse con el dominio absoluto del mercado de los viajes entre Europa y Nueva York. Pero su plan no se cumplió.

El Britannic corrió la misma suerte que el Titanic, y naufragó el 21 de noviembre de 1916 en el mar Egeo sin haber trasnportado ni un solo pasajero hasta el otro lado del Atlántico.

Fuentes