Claudia Metela

Claudia Metela
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NombreClaudia Metela
NacimientoEntre el año 97 y el 95 a.C.
Roma

Claudia Metela. Una de las matronas más conocidas de la historia en el siglo I a.C., en la Roma de Julio César. Su fama traspasó el tiempo por haber sido la inspiración del poeta Catulo. Objeto de un amor rayando en la obsesión, cuando Claudia quedó viuda, el joven poeta pensó que podría formalizar su relación con la dama romana. Su negativa provocó la ira más profunda de Catulo plasmada en unos versos que ayudaron a difamar y manchar la reputación no sólo de Claudia sino de toda su familia.

Síntesis biográfica

Una patricia que quiso ser plebeya

Claudia Metela nacía en Roma entre el 97 y el 95 a.C. en el seno de una familia patricia. Era la tercera hija de Apio Claudio Pulcro y Cecilia Metela Baleárica. Como era tradición entre las familias patricias, Claudia recibió una buena educación.

Tanto Claudia como su hermano, el político Publio Claudio Pulcro, modificaron su nombre patricio por el de Clodia y Clodio respectivamente, un nombre más cercano a los plebeyos.

La viuda deseada

Clodia se casó en primeras nupcias con un tal Lúculo del que se divorciaría en el año 66 a.C. para volver a casarse con su primo Quinto Cecilio Metelo Céler. Ya estando casada, Clodia no se resignó a ser una matrona romana dedicada exclusivamente a su familia y a sus dominios y su fama de amante de la buena vida, las fiestas e incluso los amantes se extendió por la Ciudad Eterna. Su mala reputación llegó a hacer que sobrevolaran sobre ella sospechas de asesinato tras la muerte de su esposo en circunstancias extrañas en el 59 a.C. Ya siendo una mujer casada, Clodia fue inspiración para el poeta Cayo Valerio Catulo quien la convirtió en su musa bajo el nombre de Lesbia. Pero el amor de Catulo llegó a ser obsesivo mientras que Clodia no parecía dispuesta a unirse a ningún otro hombre. Viuda de su segundo marido, Clodia no dudó en continuar con su vida disoluta y mantener relaciones con el propio Catulo y con su amigo Marco Celio Rufo.

Posiblemente la extraordinaria independencia de Clodia fue lo que encendió la mecha del odio tanto de Celio como de Catulo. Constantes infamias y calumnias fueron extendiéndose por las calles de Roma mientras Catulo desesperaba ahogado en sus propios versos.

Clodia Metela fue olvidada por la historia en los últimos años de su vida, tiempo del que se desconoce su destino e incluso la fecha de su muerte. Fueron las hermosas y luego tristes palabras de Catulo quienes inmortalizaron el nombre de una mujer demasiado independiente para su tiempo.

Fuente