Combate de La Manaja (1896)

Combate de La Manaja
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Combate con una columna española por fuerzas subordinadas a Antonio Maceo.
Fecha:26 de septiembre de 1896


Combate de La Manaja. El 26 de septiembre de 1896, dos compañías del Ejército Libertador, subordinadas al lugarteniente general Antonio Maceo Grajales, bajo el mando del Comandante Francisco Fleites y reforzadas posteriormente por el Regimiento Gómez, dirigido por el coronel Juan Eligio Ducasse, combatieron contra una columna española cuyo jefe era el coronel Eduardo Francés.

Localización

El punto conocido como La Manaja se encontraba a unos 15 km al sureste del poblado de Dimas, en la parte noroccidental de la provincia de Pinar del Río, y a unos dos de Tumbas de Estorino, lugar de otro importante combate que ocurrió en ese mismo día y hora. Corresponde al actual municipio de Mantua.

Contextos

Antonio Maceo había completado exitosamente su invasión de Oriente a Occidente, llegando hasta Mantua el 22 de enero de 1896. Siempre combatiendo, regresó a La Habana el 12 de febrero y realizó diversas acciones combativas en la zona y en territorio matancero, encontrándose nuevamente con Máximo Gómez. El 15 de marzo cruzó la trocha de Mariel a Majana para dar comienzo a su segunda campaña en la provincia pinareña y dirigirse a la zona noroccidental para esperar la expedición de Rius Rivera, desembarcada el 8 de septiembre. Diez días más tarde se produjo su encuentro con Rius y el 23 de septiembre, desde Remates de Guane, emprendió el regreso hacia el este, continuando sus combates, entre ellos el de La Manaja.

Desarrollo

Los hombres del comandante Francisco Fleites resistían desde las primeras horas de la mañana las acometidas de la columna española bajo el mando del coronel Eduardo Francés. Maceo envió hacia allí al Regimiento Gómez. El coronel Francés cometió un error de apreciación porque al ver llegar el refuerzo insurrecto al campo de la acción creyó erróneamente que venían en retirada desde Tumbas de Estorino.

Los hombres de Juan Eligio Ducasse se desplegaron en las márgenes del río que da nombre al lugar para apoyar a Fleites. En esa nueva situación, una compañía bajo el mando del Comandante Fulgencio Arencibia avanzó sobre las posiciones españolas y el jefe enemigo, por la errónea apreciación antes señalada, salió al camino por donde venían los supuestos derrotados para darse la mano con el general Cayetano Melguizo, que debía perseguirlos.

Este error fue costoso, pues los hombres de Arencibia se desplegaron en línea de tiradores y abrieron certero fuego sobre el enemigo. Francés hizo avanzar su caballería para obligar a los cubanos a dejar la vía libre, pero estos, tendidos y arreciando las descargas de fusilería, resistieron la acometida, que casi llegó hasta la posición ocupada por ellos. Allí cayeron muchos enemigos, incluidos algunos jefes y oficiales.

En Tumbas de Estorino el aguacero fue torrencial y el río Manaja creció hasta no dar paso en algunas horas, situación que prácticamente determinó el fin del combate. Las bajas españolas, según el parte oficial de su jefe, fueron cien, entre muertos y heridos, las cubanas ascendieron a seis muertos y 21 heridos. La columna española abandonó el campo a la mañana siguiente, bajo el constante hostigamiento de las fuerzas cubanas, dirigiéndose al poblado y puerto de Dimas para evacuar a sus heridos por mar.

Fuentes

  • Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
  • Diccionario enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Tomo II. Acciones combativas. Centro de Estudios Militares de las FAR, 2006.
  • José Miró Argenter. Crónicas de la guerra, 2 t., La Habana, 1981. Tomo II. Págs. 430-431.
  • José Luciano Franco. Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida, 3 t., La Habana, 1973. Tomo III. Págs. 283-285.
  • Bernardo Callejas. Batallas mambisas famosas, La Habana, 1979. Págs. 370-374.