La Chelito
|
La Chelito es el seudónimo artístico de Consuelo Portela (Placetas, 12 de febrero de 1885 - Madrid, 20 de noviembre de 1959), cantante cupletista hispanocubana de gran reconocimiento.
Nació en Cuba pero vivió toda su vida en el Reino de España.
Visitó La Habana en 1910.
Sumario
Síntesis biográfica
Primera etapa
Bautizada en tierra cubana, sus padres se la llevaron a los quince días de nacida a España, donde se crió. Hubo una primera Chelito delgada y con cintura de avispa, después se ajamonaría y se robustecería, pero su rostro siguió conservando una gracia y una majeza siempre presentes; y sus kilos, nunca excesivos, al ritmo endiablado de la rumba era la perdición de los hombres.
Trayectoria artística
Visitó La Habana en 1910, donde actuó en teatros durante seis meses causando sensación y opiniones encontradas. Por una parte arremetían contra ella en nombre de la moral El Diario de la Marina ―conservador y españolista― la comparaba con Satanás; La otra parte era que con su belleza y pícara simpatía y al decir de sus muchos admiradores, ―se le salía la gracia hasta por los poros―, la hermosa muchacha encandiló a toda La Habana, que noche tras noche llenaban el teatro para admirar el famoso baile de la pulguita, movida danza en la que La Chelito iba levantándose el vestido, enseñando parte de su provocativo cuerpo, mientras se buscaba… una imaginaria pulga.
Asediada por los hombres más ricos de la Isla, la Cupletista recibió durante su estancia en la capital cubana, fabulosos obsequios: coches con hermosos tiros de caballos, joyas, dinero, casas y fincas. Tan grande fue la popularidad que alcanzó en Cuba La Chelito, que los fabricantes no vacilaron en ponerles a sus artículos el nombre de la cupletista. Así, hubo cigarros y fósforos con su imagen en las cajitas. También, Corbatas Chelito y hasta un caballo de carreras, que ganaba casi siempre, llevó tal nombre.
Contaba ella misma que una noche cuando iba a hacer su entrada al fondo del escenario, por la calle Zulueta, observó que un sacerdote venía hacia ella con pasos rápidos y, como le extrañó tanto ver un cura por los alrededores del teatro, dada la mala fama que le había creado el Diario de la Marina, se le adelantó, abordándolo:
―¿Qué desea usted, padre? ―le preguntó la joven.
―Quiero darte un beso ―respondió el eclesiástico. Entonces la Chelito, ni corta ni perezosa, le increpó, censurándolo por su conducta.
―No te confundas, hija mía. Solo quiero darte un beso, pero en la frente, como mi hija espiritual que eres: soy el cura que te bautizó en Placetas.
Después ya en España se convertiría en una de las más encumbradas cupletistas de los teatros madrileños. En 1927 participó en la película El Conde Maravillas, una película dirigida por José Buchs y que estuvo protagonizada entre otros por Pedro Larrañaga, José Montenegro y Carmen de Toledo.
Se retiró en 1928, siendo empresaria del teatro El Dorado, que más tarde sería el teatro Muñoz Seca. Sus más famosos cuplés fueron «La noche de novios» y «Las pantorrillas». Fue la primera artista que se pasó al mundo de la empresa, inaugurando así una tradición que sería más tarde practicada por muchas otras.
Fallecimiento
Falleció el 20 de noviembre de 1959, a los 74 años, en la ciudad de Madrid.