Contrapunto (música)

Contrapunto
Información sobre la plantilla
7,10 KB
Concepto:Técnica compositiva

Contrapunto. Combinación armoniosa que establecen voces contrapuestas o distintas melodías.

Definición

El contrapunto (del latín punctus contra punctum, «nota contra nota») es una técnica de improvisación y composición musical que evalúa la relación existente entre dos o más voces independientes (polifonía) con la finalidad de obtener cierto equilibrio armónico. Casi la totalidad de la música compuesta en Occidente es resultado de algún proceso contrapuntístico. Esta práctica, que surgió en el siglo XIV, alcanzó un alto grado de desarrollo en el Renacimiento y el periodo de la práctica común, especialmente en la música del Barroco, y se ha mantenido hasta nuestros días.

Contrapunto y armonía

La escritura musical contrapuntística y la escritura musical armónica tienen un énfasis distinto. El contrapunto se centra en el desarrollo horizontal o lineal de la música, mientras que la armonía se ocupa primordialmente de los intervalos o las relaciones verticales entre las notas musicales. Contrapunto y armonía son funcionalmente inseparables ya que ambos se complementan mutuamente, como elementos de un mismo sistema musical. Es imposible escribir líneas simultáneas sin que se produzca armonía y es imposible escribir armonía sin actividad lineal. Es decir, las voces melódicas tienen dimensión horizontal, pero al sonar simultáneamente tienen también dimensión armónica vertical. El compositor que hace caso omiso de uno de los aspectos en favor del otro, debe enfrentarse al hecho de que el oyente no puede simplemente desactivar la audición armónica o lineal a su voluntad. Así pues, el compositor corre el riesgo de crear distracciones molestas de forma no intencionada. El contrapunto de Johann Sebastian Bach, a menudo considerado como la más profunda síntesis de las dos dimensiones jamás lograda, es extremadamente rico armónicamente y siempre clara direccionalidad tonal, mientras que las líneas individuales siguen siendo fascinantes. Ambas dimensiones se organizan convenientemente según la consonancia. • Los intervalos consonantes resultan agradables al oído. La consonancia perfecta la proporcionan los intervalos de más elevado grado de fusión. Estos son el unísono, la cuarta (y su inversión), la quinta y la octava. No obstante, la cuarta se fue considerando consonancia perfecta con el paso del tiempo. La consonancia imperfecta, que proporciona una agradable amplitud sonora, la proporcionan los intervalos de tercera y de sexta tanto mayores como menores (y en algunos contextos también los de cuarta justa). • Las disonancias resultan tensionantes, inestables dado que generan fricción al oído por los armónicos del acorde que se construye. Dichos intervalos son la segunda y la séptima así como las variaciones armónicas de aumentación y disminución. Por ejemplo, la quinta disminuida o tritono.

Formas y estructuras

Entre las formas musicales desarrolladas aplicando la técnica del contrapunto, pueden destacarse: • La imitación libre, en la que el motivo principal es desarrollado en una voz que es imitada por una o más voces, • La técnica canónica, en el que una o más voces imitan de forma más estricta el motivo principal. Esta imitación estricta puede ser inversa, aumentada, retrógrada, etc. resultando en la composición de un canon, • El contrapunto múltiple, que puede ser contrapunto doble, triple, cuádruple, etc. en el que voces y contravoces se relacionan entre sí, normalmente a partir de la primera aparición del motivo principal o tema, y la sucesiva aparición y desarrollo de nuevas voces, ya sean transportadas en intervalos, apareciendo en inversión, etc., dando lugar a composiciones de menor o mayor complejidad, como la fuga, cuyos ejemplos más sofisticados pueden considerarse la culminación de la técnica contrapuntística. Carl Schachter, en su libro El contrapunto en la composición: el estudio de la conducción de las voces, incluye el estudio del Coral luterano como una de las aplicaciones del estudio del contrapunto.7 En efecto, según este autor, las voces del coral despliegan contrapuntísticamente acordes básicos de la tonalidad, generando multitud de acordes resultado del movimientos de las cuatro voces melódicas.

Acerca de

Como técnica compositiva, el contrapunto estudia el vínculo entre diferentes voces para alcanzar un equilibrio armónico. La tendencia comenzó a desarrollarse en el siglo XV y se impuso en la mayoría de las composiciones realizadas en el mundo occidental, extendiéndose hasta la actualidad. Puede decirse que el contrapunto apuesta por combinar líneas musicales que tienen un sonido muy diferente pero que, al ser tocadas de manera simultánea, logran una armonía. La escritura musical según el contrapunto requiere que se respeten ciertas reglas para alcanzar la armonía pretendida. La música de cámara, por ejemplo, suele emplear cuatro voces: soprano, contralto, tenor y bajo. Mediante las reglas del contrapunto, estas voces mantienen una independencia aunque, a su vez, suenan en armonía. Desde un punto de vista histórico, el contrapunto tiene una importancia incalculable en la música de Occidente, la cual comenzó en la Edad Media. A lo largo del Renacimiento, atravesó un desarrollo especialmente fuerte, y llegó a tener un papel predominante durante el barroco, el clasicismo y el romanticismo, aunque poco a poco fue perdiendo relevancia frente a otras técnicas de composición. Podemos decir que con el tiempo los compositores coronaron la armonía como el principio de organización más importante. A grandes rasgos, la armonía se asocia con el enlace de notas de manera simultánea para formar acordes, y esto se refleja en una escritura «vertical» (en el pentagrama las notas se colocan unas sobre otras), de forma opuesta a lo que ocurre con la melodía, que se desarrolla en dirección «horizontal». Durante el Renacimiento, dos de los compositores dignos de ser destacados a la hora de buscar ejemplos de contrapunto son Palestrina y Orlando di Lasso; el primero era originario de Italia y lo consideran el maestro del contrapunto, mientras que el segundo, francoflamenco, fue el líder de la escuela romana. Fue a finales del barroco que, según los expertos, el contrapunto rozó la perfección, especialmente a través de las obras del aclamado Johann Sebastian Bach, entre las que destacan Ofrenda musical, El arte de la fuga y El clave bien temperado. La influencia de Bach se puede apreciar en el denominado contrapunto ilustrado, en particular en el legado de Wolfgang Amadeus Mozart, quien aprovechó esta técnica de composición en muchas de sus últimas creaciones, como ser sus cuartetos haydianos, compuestos entre 1782 y 1785. Ludwig van Beethoven y Franz Joseph Haydn también destacan por su uso del contrapunto. Ya en el romanticismo tenemos los trabajos de Johannes Brahms, quien se cuenta que se volcaba por el contrapunto para combatir el aburrimiento. Su Deutsches Requiem es un claro ejemplo del uso que hizo de la fuga; se trata de una obra para soprano, barítono, coro y orquesta que medita acerca de la vida y la muerte partiendo de escrituras bíblicas. En algunos países sudamericanos, se llama contrapunto al reto o enfrentamiento de dos o más poetas o cantores populares. Los contrapuntos son habituales entre los payadores, por citar un caso. Para el lenguaje coloquial, un contrapunto es un contraste o una oposición que surge entre dos elementos que existen o se producen de manera simultánea: “El proyecto de ley generó un contrapunto entre los productores rurales y el gobierno”, “La actuación del conjunto local provocó un contrapunto de emociones en el público”, “Contrapunto entre los dichos del presidente y las declaraciones del ministro de Economía”. “Contrapunto”, por último, es el título con el cual se publicó en nuestro idioma la novela “Point Counter Point” del inglés Aldous Huxley.

Fuentes