Contrición

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Concepto:Contrición: Un acto de contrición es una acción de origen religioso, específicamente de la religión católica. Se da cuando una persona comete un pecado y se encuentra arrepentido. Es una acción voluntaria ante el arrepentimiento que puede sentir un ser humano por haber cometido una falta en sus acciones, la cual considera contraria a los principios y causa ofensa a Dios. Esta falta causa dolor o pesar en la persona. El acto de contrición es considerado un sacramento: el sacramento de la penitencia. El querer realizar este acto no debe obedecer a sentimientos de angustia, pena o vergüenza.

Contrición . En la teología cristiana, el acto de Contrición es y se da, en el sacramento de la penitencia, dolor y pesar de haber pecado ofendiendo a Dios; arrepentimiento de una culpa cometida. El acto de contrición no es un sentimiento de pena, de vergüenza o de angustia. Es una disposición de la inteligencia y de la voluntad libre, no de la sensibilidad. Es una actitud de toda la persona pecadora. Es arrepentimiento, dolor, pena ante el pecado cometido por la misma ofensa hecha a Dios. El dolor de los pecados, es motivado por el arrepentimiento de haber ofendido a Dios por ser El quien es y no sólo en virtud de los premios perdidos o castigos merecidos. Los tres elementos de este concepto; sentimiento o dolor, rechazo o renuncia, propósito de cambio, han sido y son elementos claves para autentificar el arrepentimiento, de modo que uno sólo haría dudar de la autenticidad de esta disposición moral.

Etimología

Esta palabra en su etimología viene del latín “contritĭo” forma sustantiva abstracta de “contrĭtus” que quiere decir contrito. Frase de ejemplo: En la confesión el confesor se debe hacer un acto de contrición.

Concilio de Trento

Según el Concilio de Trento en el Capítulo IV, expresa que el acto de contrición es como "un intenso dolor y detestación del pecado cometido, con propósito de no pecar en adelante… en todos tiempos ha sido necesario este movimiento de Constricción, para alcanzar el perdón de los pecados”. Según Martín Lutero la Contrición inspirada por el temor al castigo del infierno convertía al cristiano en un hipócrita, en un pecador. Los contricionistas, Alejandro de Hales (1186-1245), Miguel Bayo (1513-1570) y posteriormente los autores jansenistas.

Los tipos principales de actos de contrición

En la misa

Durante la celebración de la eucaristía existen tres oportunidades para que los fieles que asisten expresen el arrepentimiento por sus pecados a través de la reflexión ante la palabra de Dios. Estas son las siguientes: 1- Al inicio de la celebración el sacerdote que oficia el servicio realiza la invitación para hacer el acto de contrición. Los asistentes realizan un breve examen de conciencia y luego rezan todos juntos la siguiente oración: “Jesús, mi señor y redentor, me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén” 2- Posteriormente se da un dialogo durante el que se dice que Dios redime los pecados y concede el perdón. 3- Cuando se realizan las peticiones a Dios, respondiendo a cada una de estas con la frase “Señor, ten piedad”.

Confesión y extrema unción

Este acto se realiza cuando se considera que alguien se encuentra en peligro de muerte o si se realiza el sacramento de la penitencia a través de la confesión. En ambos casos el acto es de suma importancia y requiere que se diga: “Dios mío, perdóname”. Se dice que cuando una persona está al borde de la muerte la audición es el último sentido que se pierde. Por ello, es importante que alguno de los presentes repita esas tres palabras a fin de que sean escuchadas y sentidas por esta persona, haciendo suya la petición.

Acto de contrición en la misa

En la misa, el sacerdote invita a los feligreses a realizar una introspección y reconocer los pecados cometidos. A continuación, se reza una oración para demostrar el arrepentimiento. Este acto se realiza mediante tres formas que detalla el misal romano. La primera es una oración especial llamada “Yo confieso”. La segunda forma es un diálogo con Dios, en el que El muestra su perdón. En tercer y último lugar, se utilizan letanías que se alternan con cantos de “Señor, ten piedad”, o similar.

Contrición imperfecta o atrición

No siempre los hombres, sobre todo no cultivados espiritualmente, pueden llegar con facilidad a una contrición perfecta, teniendo como exclusiva referencia al mismo Dios. La tradición de la Iglesia ha enseñado que también son excelentes los sentimientos de rechazo del pecado por otros motivos menos teocéntricos y más antropocéntricos: el temor al castigo, la pérdida del Cielo, el remordimiento, la vergüenza, etc. Pedro Chico González La atrición no es un arrepentimiento perfecto. Se logra mediante el miedo a ser castigado por los pecados. Es lo más aproximado al acto de contrición que pueden lograr algunos feligreses no formados espiritualmente, pero que desean ser perdonados y creen en la doctrina de la Iglesia Católica. Es temor al castigo divino por sus pecados, pero en muchas ocasiones, no tienen el propósito firme de no volver a pecar. Tienen miedo de ir al infierno y se confiesan y realizan el acto de contrición pero realmente no tienen el sentimiento de arrepentimiento.

Contrición extrasacramental

La Contrición perfecta extrasacramental solo es válida en peligro de muerte del pecador, esta es válida solamente si se tiene el deseo sublime de recibir el Sacramento de la Reconciliación (Confesión). El Concilio de Trento estipuló que no debe “atribuirse la reconciliación a la misma contrición, sin el propósito que se incluye en ella de recibir el Sacramento".6 El acto de arrepentimiento o contrición debe de ser sano, interno, sobrenatural, universal y máximo en cuanto a la valoración.

Elementos del arrepentimiento

El arrepentimiento es lo más importante en el acto de contrición. Se rechaza al pecado y se vuelve a dirigir la vida a Dios. La persona debe estar arrepentida realmente para rezar el acto de contrición. El arrepentimiento consta de tres elementos. El primero es el dolor que causa el hecho de saberse pecador, de haber ofendido a Dios. En segundo lugar, está la renuncia al pecado, el sincero sentimiento de no dejar atrás el pecado. El tercer elemento es el propósito de cambio, la firme determinación no volver a pecar. De no estar arrepentido con sinceridad, debe pedir al Espíritu Santo el don del arrepentimiento. Esto se realiza mediante la oración de la Coronilla de la Divina Misericordia.

Fuentes