Cosméticos Lubricantes y Tonificantes
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Los cosméticos lubricantes abarca los productos que se aplican, especialmente en la piel seca, con el fin de engrasarla, flexibilizarla y mejorar su aspecto. Además de estas tres funciones, dichos productos preservan a la piel de la desecación producida por los agentes externos, especialmente los climatológicos, retardando así el envejecimiento prematuro y la formación de arrugas. Los cosméticos tonificantes tienen la propiedad de contraer, estrechar y apretar los tejidos orgánicos, disminuyendo las secreciones de los mismos.
Sumario
Cosméticos lubricantes
Reciben más comúnmente los nombres de cremas antiarrugas, cremas de noche y cremas nutritivas. Pero es necesario aclarar aquí que la nutrición de la piel se realiza desde el interior, por medio de la circulación sanguínea. Lo que estos productos pueden hacer es más bien lubricar, es decir, suavizar y proporcionar un aspecto menos rugoso. No todos los cuerpos grasos son absorbidos de igual forma por la piel, de modo que, para la elaboración de los cosméticos lubricantes, son mejores aquellos cuya capacidad de penetración sea mayor, ya que impregnan mejor estas capas superficiales con las que entran en contacto.
Cuerpos grasos utilizados en cosmética
- Ácido oleico
- Grasa de cerdo
- Aceite de hígado de bacalao
- Lanolina
- Aceite de oliva
- Aceite de cacahuete
- Aceite de ricino
- Vaselina líquida
- Vaselina blanca
El ácido oleico, que figura en primer lugar, es de procedencia vegetal. Se obtiene separándolo del aceite de oliva y es especialmente penetrante en esta forma aislada. En términos generales puede decirse que las grasas animales son más penetrantes que las vegetales, y estas más que las minerales. Efectivamente, las llamadas grasas minerales, que son hidrocarburos, como la vaselina, la parafina y sus mezclas, poseen un grado bajísimo de penetración. Se extienden sobre la superficie cutánea formando una película impermeable, no soluble en agua y que no penetra. No llegan a hacer reaccionar a la capa córnea. Esta propiedad aislante se utiliza para elaboración de cremas protectoras contra los agentes externos. Las grasas animales o vegetales impregnan la capa córnea y penetran dentro de los productos sebáceos, pudiendo llegar hasta la glándula sebácea. Estas grasas mejoran la apariencia de la piel e impiden su descamación. Si la grasa es capaz de mezclarse con el agua, el efecto sobre la piel es mucho más eficaz, como ocurre con la lanolina y la lecitina. Entre los aceites vegetales, los que mejor penetran son los de aguacate y lino, siendo el de oliva y el de cacahuete de menor penetración. Entre los de origen animal, el de visión se caracteriza por su penetración muy rápida, siguiéndole el de hígado de bacalao y el de atún. Normalmente, suele añadirse a la composición de estas cremas un elemento tenso activo que aumenta su adherencia y penetración y hace que se emulsiones con las secreciones cutáneas, humedeciendo la piel incluso mejor con agua misma.
Agentes lubricantes más usuales
Todos los cosméticos lubricantes llevan en su composición agentes grasos que se eligen entre los más penetrantes y emolientes. Especialmente utilizadas son las grasas que se funden a temperaturas ambiente o a la de la piel. Entre los aceites vegetales, el de almendra, palma, oliva son muy apreciados el de uva y el de aguacate. El de semilla de uva tiene escaso color y olor y contiene vitamina F (que también existe en el aceite de lino). El de aguacate, de color amarillo oro, posee pequeñas cantidades de vitaminas A,D y E. Se considera más penetrante y forma emulsiones más finas que la mayoría de los aceites vegetales. Entre los productos de origen animal, se utilizan la manteca, las grasas diversas de vaca, cerdo, ganso, lanolina, el colesterol, la lecitina y mezclas de ceras como esperma de ballena. Expondremos algunas cualidades de las grasas más usuales.
La grasa de cerdo se obtiene por medio de la fusión y purificación de los tejidos adiposos del animal, en especial de las partes que rodean a los riñones. Es de consistencia blanda, untuosa, se funde a 41 grados; es muy blanca y huele poco. No se disuelve nada en agua, un poco en alcohol y mucho en éter y cloroformo. Una vez fundida, se puede mezclar con otros aceites. Como se enrancia al aire libre, se le agrega benjuí para evitarlo. Contiene también vitamina F (ácido linoleico).
La lanolina o grasa de la lana (de la que hemos hablado repetidas veces) es muy emoliente y contiene una serie de sustancias semejantes a las de la superficie cutánea, por lo que se emulsiona extremadamente bien. Tiene algunas desventajas, como su pegajosidad, su olor desagradable, su color amarillento oscuro. Por todo ello, actualmente se usan con preferencia derivados de la lanolina como el colesterol, que también puede extraerse de la yema de huevo. La lecitina, muy penetrante y buen emoliente, da a las cremas un tono amarillento. Suele utilizarse mezclada con el colesterol. Se puede extraer de la yema de huevo o de la soja.
El aceite de visión se obtiene de la capa adiposa subcutánea de dicho mamífero. Su punto de fusión es muy parecido al de la grasa humana (18). Posee grandes cualidades suavizantes. El aceite de hígado de bacalao es también un buen emoliente y lubricante, rico en vitamina A, y se con profusión, aunque se hace necesario paliar su olor desagradable desodorizándolo o perfumándolo. El aceite de tortuga proviene del interior de algunas especies de tortugas marinas gigantes y posee cualidades parecidas a las del aceite de hígado de bacalao, siendo buen emoliente y suavizante.
El sebo de las aves acuáticas proviene de una glándula cutánea situada en la cola de dichas aves, con cuya grasa untan sus plumas para que resulten más sólidas y flexibles. Este sebo tiene buenas propiedades emolientes y lubricantes para la piel humana. El escualano se obtiene del hígado de tiburón. Penetra bien y no se oxida, y resulta mejor que los aceites minerales. Es un aceite incoloro, inodoro, transparente, estable. Se mezcla bien con el sebo cutáneo y penetra en la capa córnea que ayuda al metabolismo cutáneo.
A las cremas lubricantes suelen añadírseles también algunos agentes emulsionantes que, aparte de estabilizar la emulsión, suavizan la piel. Los aceites hidrogenados se obtienen a base de hacer actuar el hidrógeno sobre los aceites. Con ellos se consigue que las emulsiones no se enrancien, que disminuya su olor natural y que se puedan presentar en forma sólida en lugar de líquida. Así, el aceite de algodón hidrogenado es un cuerpo graso, pastoso, que funde a la temperatura del cuerpo.
Formas de presentación
Los aceites para masajes son cosméticos grasos sin agua o con muy poca, en forma líquida. Para fabricarlos, se emplean aceites vegetales no secantes, como el de oliva, cacahuete, uva, aguacate, etc., y tintura de benjuí. Con el fin de que emulsionen mejor, se les añade lecitina, colesterol y vitaminas, así como una pequeña cantidad de vaselina líquida, con lo que quedan más fluidos. Las ceras son pomadas blanquecinas constituidas por cera blanca y aceite vegetal. Las pomadas se elaboran en forma de emulsiones sencillas agua en aceite, a base de lanolina sin agua. El cold- cream es una emulsión de almendras y cera, emulsionada por medio de bórax. Además de utilizarse como crema limpiadora, se usa también como lubricante. A pesar de la antigua creencia de que es excelente, en la actualidad ha sido superado por otras preparaciones. El cold-cream penetra poco aunque aparentemente da ala piel una notable vistosidad y frescura. Se utilizan también emulsiones de agua en aceite, pero en la actualidad se prefieren las emulsiones aceite en agua, semi-grasas o grasas, elaboradas a base de varios aceites con lecitina, colesterol, lanolina, etc. Al evaporarse la parte de agua que poseen, impregnan la piel. Se emplean como emulsionantes ésteres de ácidos grasos. Estos tipos de emulsiones son emolientes y lubricantes que dejan una película menos brillante, útil en la piel no muy seca.
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Cosméticos tonificantes
Por un lado, el producto astringente, al combinarse con la piel, produce un cambio químico. Por otro, se producen una serie de fenómenos de reacción según los cuales la piel se inflama, se dilatan los pequeños vasos de la piel, aumenta la sebosidad y se produce una inflamación de la epidermis, que queda más turgente y tirante porque queda rellena del líquido que ha sido exudado por las células. De momento mejora la apariencia de la piel y pueden quedan disimuladas algunas pequeñas arrugas superficiales durante el tiempo que dura la hinchazón. Los productos astringentes suaves se utilizan, precisamente, para disimular los poros dilatados y las arrugas. Las lociones tónicas se emplean después de haber limpiado la piel seborreica. Los astringentes eliminan las secreciones cutáneas pero también deshidratan la piel.
Astringentes para poros dilatados
Los poros abiertos y salientes, con las clásicas espinillas, características de la piel seborreica, constituyen un problema para muchas mujeres. Suelen ser especialmente visibles y abundantes en la región nasal. Los tónicos astringentes en forma de loción son especialmente indicados para el tratamiento de dichas pieles.
Estas lociones contienen como sustancia activa sales de aluminio y de cinc disueltas en un vehículo con mezcla de alcohol o glicerina. Sustancias como la tintura de benjuí o el alcanfor, de propiedades astringentes suaves, mejoran la mezcla total. Por la acción de estos tónicos se contraen los vasos de la piel, ya que el agua tiene un efecto refrescante, y además, por acción de las sustancias astringentes, se produce una inflamación de la piel que encubre durante cierto tiempo los poros abiertos. Esta misma acción inflamatoria puede conseguirse por procedimiento físicos, como el calor seco, el masaje manual, las vibraciones y las compresas calientes.
Astringentes para arrugas
Los astringentes pueden utilizarse también como paliativo de arrugas faciales, sobre las cuales ejercen los mismos efectos que acabamos de ver en el comentario acerca de los poros abiertos. Son útiles en este caso las lociones acuosas glicerinadas, que son hidratantes, que son hidratantes, y mejor aún las cremas que contienen grasas y que favorecen al mismo tiempo la lubricación. Las lociones se utilizan empapando con ellas una compresa y manteniéndola sobre la cara durante cierto tiempo. Las cremas se aplicarán con masaje.
Los sueros antiarrugas
Los sueros de algunos animales, en especial del ganado bovino joven, poseen cierto poder astringente y suelen presentarse en ampollas para uso superficial local en la piel envejecida. Sus sustancias activas suelen ir en forma de sales disueltas en un vehículo líquido. Contienen mucho colesterol. Al aplicarse sobre la piel, ejercen una moderada acción tensora y astringente que disimula durante algunas horas las pequeñas arrugas superficiales. Otras sustancias tónicas Por ser de efectos más suaves y apropiadas para todo tipo de pieles, se utilizan soluciones de extractos, aceites, tinturas y aguas destiladas aromáticas vegetales, como el extracto de avellana, el agua de rosa, el agua de azahar, la tintura de benjuí, tintura de salvia, esencia de lila, de jazmín, de lavanda, etc., que deben sus cualidades astringentes al alcohol y a la pequeña proporción de tanino que pueden contener. Como estimulante se utiliza el agua alcanforada. Los jugos frescos de ciertas frutas y verduras ácidas ejercen también una notable acción astringente. Como astringentes químicos se utilizan ácidos débiles como el acético, bórico, cítrico y láctico. Pero la más utilizada de las sustancias vegetales con suave poder astringente es el hamamelis, cuya hoja y corteza dan un extracto astringente suave. Si se aumenta la proporción de alcanfor o alcohol, se obtienen lociones especialmente estimulantes de la circulación sanguínea, pero que son aconsejables solamente para las manos durante el tiempo frío, ya que resultarían demasiadas secantes y tal vez irritantes para la cara.
Fuentes
- Productos de cosmética
- [Libro: Belleza Estética y Cosmetología 2]
