Dama (ajedrez)

Dama
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Chess piece - Black queen.JPG
Pieza del ajedrez

La dama, también conocida popularmente como reina es una pieza mayor del juego de ajedrez, representada en los países de habla hispana y portuguesa por la letra D en la notación algebraica. Es la pieza de mayor valor relativo del juego, por lo general valorada entre nueve y diez puntos. Al igual que la torre, es capaz de, con la ayuda del rey, ganar una partida contra un rey solitario. Por su movilidad es la pieza preferida de los principiantes de ajedrez. En el chaturanga y shatranj, antecesores más antiguos de ajedrez, el lugar de la dama era ocupado por la firzan o firz, equivalente al visir o consejero real. En Europa, durante la Edad Media, la dama sustituyó poco a poco su antecesor, a pesar de que los movimientos sean los mismos, y ya en el final del siglo XIII estuvo presente en todo el continente. A finales del siglo XV, su movimiento se expandió alcanzando vigente hasta el siglo XXI, aunque todavía se restringían las condiciones de promoción de un peón a una nueva dama. Normalmente no se utiliza en la fase de apertura del juego, por estar sujeta a ataques de las piezas menores en posiciones cerradas, aunque haya aperturas clasificadas en The Encyclopaedia of Chess Openings (Enciclopedia de aperturas de ajedrez) con su prematura utilización. En las fases de medio juego y final, se vuelve extremadamente útil, ya que se utiliza con facilidad en tácticas como el tenedor y el pincho. La dama se mueve en línea recta por las filas, columnas y diagonales en el tablero. No puede saltar a sus propias piezas o las adversarias y captura tomando el escaque ocupado por el escaque adversario. Debido a su valor, generalmente se cambia solo por la dama adversaria y su sacrificio, en función de otras piezas, son posiciones que normalmente determinan el resultado de la partida.

Origen y Etimología

El chaturanga, predecesor indio del ajedrez, carecía de una figura femenina en el tablero, tampoco pieza con movimientos similares a la dama en el ajedrez moderno. En el chaturanga, el lugar ocupado por la dama era una pieza llamada mantri, que significa visir o consejero real. Al llegar a Persia esta pieza fue llamada farzin y más tarde firz. En el siglo X, el ajedrez llegó a Europa traído por los árabes y en el Poema Versus de Scachis (c.997) se hace la primera mención de la dama, descrita en latín como Regina (reina), aunque su movimiento es idéntico al del firz. El libro de los juegos (1283) contiene una descripción detallada del firz, que en España fue transliterado como Alfferza. Esta pieza procede del árabe Al-Firzan, que significa visir siendo alfferza conceptualizado como un abanderado (Alfferz), por eso la figura fue pasada a la forma femenina. Este cambio de sexo causado causó cierta confusión debido a la presencia del firz, una pieza abstracta y masculina, empleada en conjuntos de piezas árabes. En Italia, la pieza fue nombrada ferzia o fercia y en Francia fierce o fierge donde se cambió de sexo debido a la homofonía entre fierge y la palabra francesa vierge, que significa doncella o virgen. Su posición junto al rey en el tablero elevó su estatus a la realeza, especialmente en los países en los que había una fuerte presencia de las reinas en la monarquía. El culto a Nuestra Señora y el amor cortés coincidieron con la ampliación de los movimientos de la pieza, consolidados del siglo XV. Como consecuencia, ciertos países católicos como Italia, Francia y España utilizaron el vernáculo correspondiente de domina que evocan a «Nuestra Señora», mientras que los países transformadas por la reforma protestante, como Alemania y Gran Bretaña, se negaron a utilizar esta derivación que podría sugerir un culto a la Virgen María, optando por utilizar el término secular «Reina». La pieza pasó a ser llamada Dama en Francia (dame), Alemania (dame), Italia (donna) y España (dama), y reina en Inglaterra (queen). En Rusia todavía se llama ferz (koroleva, o Reina, es un término coloquial y no utilizado por jugadores de ajedrez profesionales), y en polaco es conocida también como hetman - el título de un comandante militar nacional. En Turquía y otros países que recibieron el juego directamente de los árabes, la figura masculina de firz permaneció aunque sus movimientos se hayan vuelto idénticos a los de la dama posteriormente.

Arqueología

Las dos figuras más antiguas pertenecen al conjunto de piezas de Carlomagno y fueron encontradas en el sureste de Italia, cerca de la ciudad de Salerno y fueron fechadas entre 1080 y 1100. Son figuras femeninas de marfil, encerradas en un pabellón con pequeñas cortesanas al lado. Ambas usan coronas como signo de su autoridad, y llevan un globo en una de sus manos y la otra tiene una de las manos sobre un cinturón abrochado. Se cree que estas piezas eran elementos decorativos, no siendo utilizadas para la práctica del ajedrez, debido a su tamaño de unos trece centímetros y masa de un kilo. Otra figura, que data del siglo XII, es en marfil de la Dama, sentada en un gran trono, con una mano sobre el pecho y la otra en el regazo, repitiendo un gesto de autoridad. Una pieza de origen español que data del siglo XII, tiene un dibujo de una figura sentada en un pequeño trono, semejante a un slot de coche siendo una de las primeras evidencias en el país. Aunque existan evidencias arqueológicas en España, Alemania e Italia, en Francia e Inglaterra éstas son más raras, por lo que es difícil de rastrear cuando la pieza fue introducida en estos países. Las piezas de Lewis tienen la figura de la Dama similar al rey, sentada en un trono adornado utilizando una corona, pero con una de las manos en la mejilla y con una mirada atónita expresando preocupación. Los diseños de los adornos en el trono indican que las piezas son de origen escandinavo. Cuando el juego fue introducido en la región, la figura de la dama estaba considerada bajo el tablero, existiendo piezas sustanciales de evidencias arqueológicas de piezas excavadas en Suecia, Noruega y Dinamarca, que superan en número a los artefactos encontrados en el resto de países europeos.


Evolución

Imagen de Isabel de Castilla en la pintura conquistato de Granada, 1482, por Pedro Marcuello.

El poema Verses on the Game of Chess (Versos a la Partida de Ajedrez) escrito por el rabino español Abraham ibn Ezra a finales del siglo XI no incluía a la dama en el juego, pero después de un poema del mismo autor ya hace esta declaración (shegal, en hebreo). Estos registros muestran el origen europeo de la inclusión de la dama en el juego, ya que la versión en árabe de ajedrez practicado en España coexistió la figura de al-firzan hasta el siglo XIII. Ezra convivió tanto con los españoles como los árabe, y probablemente recibió de los primeros la figura femenina de la pieza. En el libro Liber de Moribus Hominum et Officiis Nobilium Sive Super Ludo Scacchorum de Cessolis la pieza tiene la primera ampliación de su movimiento, siéndole permitido saltar hasta tres escaques en su primer movimiento, desde que está junto al rey. Esto fue un intento de mantener la sumisión de la dama en relación al rey, que determinaba sus movimientos «conjúgales». También se describe la restricción de la promoción de un peón a dama, mientras que el original se sigue sin capturar, así como símbolo de la monogamia de la pareja real. Ya en Alemania, uno de los poemas de Carmina Burana escritos en el siglo XIII afirmaba categóricamente que cuando la dama era capturada, la partida estaba virtualmente perdida, pero no indicaba cuáles son sus movimientos. En el mismo período, el trabajo italiano Bonus Socius describe el movimiento de firz mejorado, permitiéndole saltar dos escaques en diagonal, semejante al movimiento del alfil en la época. Algún tiempo después, también fue permitido saltar piezas adversarias, así como el caballo, una vez por partida, de forma análoga al enroque realizado por el rey siendo que esta regla fue utilizada en Turquía y Rusia hasta el siglo XVIII. Ascensión de la dama A finales de la Edad Media, el movimiento de la dama fue ampliado llegando a la regla actual. La primera evidencia de esta nueva regla se puede encontrar en el poema valenciano Scachs d'amor escrito entre 1470 y 1480. El poema describe una partida con las reglas de movimiento actuales entre Marte cortejando Venus, observados por Mercurio y reitera la unicidad de la dama como única y que cuando esta es capturada la partida está virtualmente perdida. Además de este manuscrito, otros dos libros de finales del siglo XV describen el nuevo movimiento de la dama, el Libre Del jochs partits dels schachs em nombre de 100 de Francisco Vicente y el Repetición de amores e arte Del axedres com CL iuegos de partido de Luis Ramírez de Lucena. El cambio fue tan dramático que el juego fue llamado por Lucena de la dama y la versión antigua del del viejo. Las nuevas reglas se propagaron rápidamente por toda Europa y ya en la mitad del siglo XVI eran practicadas en todo el continente. En Italia y en Francia, la nueva variante fue recibida de modo reticente frente a los nuevos poderes de una figura femenina y fue nombrada como scacchi de la donna o alla rabiosa e eschés de la dama o de la dame enragée. En Alemania recibió el nombre de welsches Schachspiel (Ajedrez italiano), indicando que las reglas fueron recibidas desde Italia. Uno de los factores que facilitaron la rápida expansión de las nuevas normas en Europa fue la invención de la prensa de tipos móviles que condujo a la popularización del libro de Lucena, permitiendo que circulase entre las principales ciudades europeas. Otro factor que tal vez haya influido fue la expulsión de aproximadamente dos mil familias de Judíos de España. A finales del siglo XV por el Decreto de la Alhambra, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón expulsaron a los Judíos no convertidos de España, que se extendieron por los principales centros comerciales, acelerando la difusión de las nuevas reglas de movimiento del juego. La ascensión de la dama como la pieza de mayor valor relativo de ajedrez coincidió con el reinado influyente de Isabel I de Castilla, sin embargo es probable que otras reinas como Leonor de Aquitania, Blanca de Castilla, Teófano Skleraina y Matilde de Canossa hayan influido en la inclusión de figura femenina de la dama en el tablero. El culto a la Virgen María en Francia del siglo XIII también podría haber influido el juego. El poema Les Miracles Nostre Dame (Los Milagros de Nuestra Dama) figura una partida entre Adán enfrentando al Diablo. La Reina está representada en este poema por María, que a pesar de los movimientos limitado del firz, tiene tal importancia que consigue derrotar (aplicar el jaque mate) al Diablo.

Desplazamiento

Gif de movimientos permitidos.

Cada ajedrecista comienza el juego con una dama, situada en el centro de la primera fila al lado del rey. La dama blanca inicia el juego en una escaque claro, y la negra en un escaque oscuro, de ahí la regla de «la dama en su color». En notación algebraica, la dama blanca comienza el juego en d1 y la negra en d8. La dama posee el movimiento combinado de la Torre y del Alfil, moviéndose en línea recta en las filas, columnas y diagonales. El número de escaques que puede atacar a un tablero vacío varía del 21 al 27 escaques siendo más efectivo en el centro del tablero. No puede saltar piezas de un mismo color o del adversario a su movimiento de captura consiste en ocupar el escaque de la pieza adversaria. Según lo establece la FIDE, la dama debe estar representada por la letra D en los países de habla portuguesa y española en la notación algebraica del ajedrez, que deben ser utilizadas en los torneos oficiales. Debido a la importancia que la dama adquirió en el ajedrez, fue difundida una expresión en francés Gardez la Dame que significa «Proteja a la dama» anunciada cuando el ajedrecista atacaba la pieza adversaria. No obstante, esta expresión cayó en desuso a finales del siglo XIX, y al igual que el jaque, ya no se utiliza más en las competiciones oficiales. Usualmente, el valor relativo de la dama se estima entre 7,9 y 15,5 puntos en relación al valor de referencia de un peón, aunque el valor más citado en la literatura es de entre nueve y diez puntos. Este valor es calculado en función de la movilidad de la dama y la cantidad de piezas adversarias en el tablero. Su capacidad para moverse en una dirección y atacar en otra, permite que ejecute con facilidad tácticas como el pincho y el tenedor. A medida que existen menos adversarias, la pieza se vuelve más valiosa. Una dama tiene el mismo valor que dos torres, especialmente si otras piezas en el tablero, pero las torres se tornan más valiosas cuando el tablero se vacía, ya que pueden defenderse. Una torre con un peón y una pieza menor tiene un valor aproximado de dama, sin embargo la condición de igualdad sólo si es establecida si el lado sin la dama posee el par de alfiles. En finales con tres piezas menores, estas son un poco más valiosas que la dama, sobre todo si se trata de un par de alfiles y un caballo, cuya combinación no sufre de la debilidad del color cuando solo hay un alfil.

Fuentes

  • BRACE, Edward R. (1979). An Illustrated Dictionary of Chess (en inglés) (1ª edición). Inglaterra: The Hamlyn Publishing Group. pp. 230, 231. ISBN 0600329208.
  • DAVIDSON, Henry (1981). A Short History of Chess (1949) (en inglés). McKay. ISBN 0-679-14550-8.
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  • HOOPER, David e WHYLD, Kenneth (1992). The Oxford Companion to Chess (en inglés) (2ª edición). Inglaterra: Oxford University Press. ISBN 0198661649.
  • «Laws of Chess». FIDE (en inglés). Consultado el 1 de diciembre de 2009.
  • «Chess». Encyclopedia Britannica. Encyclopædia Britannica. 2007. Consultado el 1 de diciembre de 2009.
  • SEIRAWAN, Yasser & SILMAN, Jeremy (2006). Xadrez Vitorioso: Táticas (1ª edición). São Paulo: Artmed. ISBN 8536306645.
  • SEIRAWAN, Yasser & SILMAN, Jeremy (2002). Aperturas de ajedrez (1ª edición). Av. Universidad 767, Col de Valle: Aguilar. ISBN 9681908872.
  • YALOM, Marilyn (2004). Birth of the Chess Queen (en inglés). HarperCollins Publisher Inc. ISBN 0060090642.