Decoloración foliar
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Decoloración foliar. Síntoma que se presenta en las plantas como expresión de una anomalía en su estado nutricional, la consecuencia de una enfermedad o el ataque de un agente patógeno.
Sumario
Principales causas
Nutricionales
La decoloración del tejido foliar se produce en las zonas situadas entre los nervios, causada bien por el suelo excesivamente alcalino, o por la falta de hierro, manganeso, zinc, cobre, boro, molibdeno, cloro, Se caracteriza por las hojas amarillas, aunque esto puede ser también síntoma de exceso de riego o falta de luz solar. En la producida por el suelo alcalino, los carbonatos de cal que hay en la tierra impiden que la planta haga la función clorofílica por lo que empieza a presentar un color amarillento y le produce raquitismo.
Con clorosis muy severa, las venas de las hojas se pondrán también de color amarillo, luego puede seguir la muerte de las hojas, después las ramas afectadas pueden deteriorarse, y finalmente puede ocurrir la muerte de la planta entera.
Ataques por agentes patógenos
El ataque por hongos se manifiesta inicialmente como el agostamiento de los márgenes de las hojas más grandes de la planta, y progresa desde ellas hacia las más tiernas, debilitándolas hasta que el pecíolo cede y las hojas se doblan, laxamente, hacia el suelo, formando una corona de hojas muertas alrededor del pseudotallo. La planta no detiene su crecimiento, y las hojas tiernas que brotan tienen un aspecto erecto aunque descolorido; su lámina puede estar reducida, arrugada o deformada. En casos muy virulentos, las vainas foliares que forman el pseudotallo se rasgan longitudinalmente, partiéndose en dos.
La invasión de los tejidos por el hongo produce la decoloración del tejido vascular, primero en las raíces y el rizoma y luego en el pseudotallo. El fruto no se muestra afectado. La planta tarda en morir, pudiendo producir varios retoños ("chupones") antes de perecer finalmente.
Ácaros
Los ácaros realizan múltiples picaduras en las hojas, frutos y tallos que les producen decoloraciones blanquecinas, mate y difusas por toda la superficie foliar. Cuando los ataques son intensos la planta sufre un gran debilitamiento y defoliaciones. La decoloración que producen las picaduras en los frutos, los deprecia comercialmente.
Cambios estacionales
Las hojas de muchas especies muestran un color rojo bien diferenciado durante el otoño. En algunos árboles, como el arce rojo Americano (Acer rubrum) o el roble escarlata (Quercus coccinea), los flavonoles —un tipo de flavonoide— incoloros se convierten en antocianinas rojas cuando la clorofila de sus hojas se degrada.En otoño, cuando la clorofila se descompone, los flavonoides incoloros se ven privados del átomo de oxígeno unido a su anillo central, lo que los convierte en antocianinas, dando colores brillantes.
Selección artificial
Se van haciendo cruzamientos entre variedades de la misma especie para obtener una planta con determinado patrón de coloración foliar. No constituye una enfermedad sino el resultado de la acción del hombre en pos de un fin predeterminado de antemano.
Tratamiento
El tratamiento depende de la causa que provoque la decoloración foliar. Si la decoloración es debido a la compactación superficial del suelo, drenaje pobre, crecimiento pobre de la raíz o lesiones de las raíces, el arado o picado del suelo, la aplicación de residuos orgánicos o algunas otras prácticas culturales pueden ser la solución. Si se debe a deficiencias de nutrientes, estas se pueden tratar de varias maneras. En el caso de los hongos se han mostrado resistente a los fungicidas químicos, y su prolongada resistencia en el suelo hacen que otros medios —la rotación de cultivos y el barbecho— resulten inútiles. Las esperanzas se depositan actualmente en el desarrollo de variedades resistentes. Las medidas de prevención se basan sobre todo en la cuarentena de poblaciones infectadas, restringiendo la exportación de rizomas, retoños y tierra.
